sábado, 9 de junio de 2012

A little more touch me; Capítulo: #2

Capítulo: #2

Llamo? o no llamo? Demonios!, no podía sacar al extraño de mi cabeza y rondaba por la casa con su tarjeta en la mano. 


-Frank! Que haces!?, no puedes engañar a tu mujer con un hombre!-me grité a mi mismo-
Silencio. Pensamientos. Silencio otra vez.
-Si, si puedes, llama de una maldita vez!-me respondí en voz alta-
Pero no lo hice, tenía demasiado miedo, jamás había echo esto en mi vida. Me senté frente a mi computadora y decidí mandar un mail, pero cuando abrí mi cuenta me entorné con un mail de Gerard, como lo había conseguido?.

“I’m thinking about you...

22/ 05/06 17:30hs Wallmark-Estacionamiento.

G.”

El...estacionamiento de un supermercado?, Dios, este hombre si era extraño. Un momento, 22 de mayo? Es hoy! Y faltaba una hora!, a veces me odio por no revisar mi correo. Me vestí rápidamente sin saber que ponerme y salí hacia el lugar indicado en el mail. Caminé, que estaba haciendo?, me preguntaba constantemente porque hacía lo que hacía, pero no podía responderme, de alguna manera sabía que estaba mal, pero quería hacerlo, necesitaba hacerlo, este extraño me había dejado incompleto. 


Llegué por fin, entré al estacionamiento del supermercado, era gigante, lleno de familias arrastrando carritos con sus hijos encima. Busque a Gerard, pero no lo encontré, caminé por los alrededores durante quince minutos y nada. Pronto alguien me volteó, era él. Quise abrir la boca para hablar, pero me lo impidió. 


-Shhhh...-pronunció callándome- 


Me introduzco bruscamente en el auto que se ubicaba detrás de él. Caí sobre él, quien cayó sobre el asiento trasero. Nos miramos, segundos detuvieron nuestras pasiones, el color de nuestros ojos se mezclaba. Sin esperar mas cerré la puerta y ataqué su boca desesperadamente mientras él se deshacía de mi chaqueta. Respiré y volví a besarlo, jamás había probado labios así de dulces, jamás. Nuestras lenguas se acariciaron muy lentamente mientras presionaba mi cadera contra la de él, mientras subía su camisa. Gimió al sentir mis manos dentro de sus pantalones, y yo sonreía al poder tocarlo. Pude sentirlo arder entre mis manos, lo disfruté. Mordí su cuello suavemente mientras mi mente enloquecía con sus gemidos callados cerca de mi oído. Bajé, quería probar el sabor que a mi me había robado hace días. Deslicé sus prendas interiores y lo tomé en mi boca sin vueltas. Lo sentí encorvarse mientras golpeaba el asiento del auto, deslicé mi lengua como si fuera un caramelo, probando cada pulgada, haciendo que encloqueciera. Ahora era yo el que lo tenía a él. 


Frené, poco después se incorporó haciendo que me arrodillara sobre él y encorvara mi espalda sobre el techo del auto mientras lo miraba desde arriba. Extendió sus manos hacia mi y tocó mi rostro, luego deslizó sus manos por todo mi cuerpo hasta baja mis pantalones junto con mi ropa interior. Miré por el vidrio, una vez mas, este hombre me excitaba en pleno lugar público, era increíble. 


Me tiró sobre él y levantó su cadera haciendo que nuestros miembros se tocaran. Extraños movimientos hicieron nuestra piel de seda haciéndome estremecer ante sus caricias. Nos vinimos rápidamente, aferrándonos mutuamente tratando de no gritar, no nos quedaba mucho mas. Respiramos con dificultad y nos miramos sin decir nada hasta recuperarnos. 


-Demonios Frank-dijo por fin-eres increíble-
Reí al escuchar su voz, era hermosa.
-Es la primera vez que escucho tu vos-dije aún sobre él-
-Lo mismo digo-contestó sonriendo-
Silencio. Nos incorporamos lentamente y arreglamos nuestra ropa una vez mas. Observé mis pantalones.
-Demonios-exclamé-
-Jajaja-rió-necesitas cambiarte bombón?-
-Te parece nada mas-bromeé-
-Vamos a mi casa-dijo-puedo prestarte algo si lo necesitas-
-Gracias-dije aceptando-
-Bueno, creo que deberíamos ir a tomar un taxi-
-Porque?-pregunté-el auto no es tuyo?-
-No, no tengo idea de quien es, pero estaba abierto- 


Lo miré perplejo. Me miraste, comenzamos a reír desaforadamente mientras corríamos para salir del auto. Nos dirigimos a la calle, Gerard frenó un taxi y le indicó la dirección, me sorprendí al saber que vivía a solo ocho cuadras de mi casa. Cuando llegamos intenté hacer lo posible para no exhibir mi desastre tan públicamente. 


-Por aquí-dijiste abriendo la puerta de un garaje- 


Lo seguí al interior del oscuro lugar, prendió una luz y cerró la puerta. Era un lugar enorme, aparentaba estar abandonado, pero no lo estaba, era una especie de galpón ambientado a ser un departamento gigante de un solo ambiente: había una pequeña cocina al fondo, una cama gigante ubicada en el medio de la pared izquierda, latas de pintura por casi todo el lugar, telas manchadas y una pared llena de fotografías, completamente llena de fotografías. Quedé impresionado. 


-Este lugar es genial-dije casi sin habla-
-Gracias-respondió él trayéndome un pantalón-vas a tener que ajustarte el cinto porque se va a caer-dijo-o puedes no ajustarlo-corrigió traviesamente-
-Gracias-dije riendo-
Me cambie si problemas delante de él, que tenia que ocultar?. Cuando terminé me senté a su lado sobre un sillón que se encontraba ubicado en la nada.
-Vives solo?-pregunté-
-Si, mi novia no quiere vivir en este basurero-aclaró riendo-
-Si, te entiendo-dije-mi esposa diría lo mismo-
-Estaba seguro de que estabas casado-dijo tomando mi mano-sino porque tendrías este anillo?-
-Si-dije-nos casamos hace un año-
-Ya veo-dijo suavemente-debo ir a una sesión de fotos Frank-
-Oh, de acuerdo, me iré-dije rápidamente poniéndome de pie-
-No quiero echarte-dijo-por mi parte puedo cerrar la puerta con llave-
-Si, y yo puedo tragármela-sonreí caminando hacia la puerta-
-Llámame-gritó-pronto-
Cerré la puerta y caminé a casa. Dios, porque no podía dejar de sonreír?.

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