Capítulo: #6
Abrí mis ojos lentamente y volví a cerrarlos, no quería despertar, las sabanas tenían impregnado el aroma de la piel de Gerard, y era irresistible. Hundí la cabeza en la almohada y gemí molesto. Cuando mi vista era solo negro y comodidad, sentí sus manos subir por mi espalda, sabía que eran suyas.
-Es tarde bombón...-lo escuché susurrar en mi oído-
Me volteé lentamente y me puse boca arriba yaciendo bajo y entre sus bazos. Lo miré un rato, me sonrió.
-Que hora es?-pregunté dormido-
-Las ocho de la noche-
Mis ojos se abrieron rápidamente.
-De verdad!?-
-Si-
Me tomé la cabeza con las manos y suspiré.
-Demonios!-dije-no quiero irme, no quiero levantarme, tu cama es lo mejor que me pasó en la vida-dije acomodándome una vez mas-
Él rió dulcemente y besó uno de mis hombros.
-Piensa que estas lleno de pintura-hablaba cerca de mi oído y muy bajo-y que necesitas un baño-
-Lo se...-dije sin mirarlo y con los ojos cerrados-
Luego de unos minutos me levanté, Gerard me dio una toalla y fui a ducharme. Entré, cerré los ojos y dejé que el agua caliente cayera sobre mi espalda. Que había pasado hace un par de horas?, lloré?, increíble. Que estará y habrá pensado Gerard de mi después de eso? Él no había dicho nada, y yo no lo haría tampoco. El agua bajaba por mi cuerpo deteniéndose en las imperfecciones de mi piel mientras mi mente me hacía extrañar las manos de mi amante. No se si era el sueño que arrastraba, pero el agua estaba haciendo que me durmiera una vez mas, pero me despejé forzosamente y salí de la ducha.
Salí del baño algo dormido y caminé hacia la cama lentamente.
-Necesitas ropa, verdad?-lo oí preguntar mientras salía de entre los estantes-
-Si, eso creo-dije sentándome en la cama-
-Cualquier cosa?-
-Si-
Rápidamente me alcanzó mi típica vestimenta de traje. La desparramé sobre la cama y lo miré.
-Como se supone que voy a salir vivo de aquí si tengo que usar tus boxers-
Él rió divertido y se acercó para besarme.
-Vas a quedarte o que vas a hacer?-
-Puedo quedarme?-pregunté tímidamente-
-Me estoy oponiendo?-dijo dándome a entender que no había problema-
-El problema es hablar con mi mujer-dije algo incómodo-
Gerard dio unos pasos y me extendió el teléfono, lo tomé lentamente y pensé. Tenía que llamar a Bob primero, y lo hice, no le di explicaciones y le dije que si Brenda llamaba que dijera que había salido con Ray desde el bar. Pero también llamé a Brenda.
-Bren?-
-Si!, Frank, donde estas?-
-Estoy con Ray y unos amigos-dije mientras miraba a Gerard ordenar un par de cosas en su estudio-vamos a cenar juntos-
-Otra vez!?-gritó ella-
-Hay algún problema?-
-No-dijo seria-ve, no hay problema-
-Seguro?-
-Si-dijo-aprovecho para ir a casa de Audrey-
-De acuerdo, te llamo o me llamas cualquier cosa-
-Si, adiós-
-Adiós-
Cuando corté el teléfono sentí los labios de Gerard sobre los míos.
-Esta noche eres de mi propiedad?-preguntó con una dulce sonrisa-
-Eso parece-contesté del mismo modo-sigue lloviendo?-
-No lo se-contestó-posiblemente-
Guardé silencio, realmente no sabía que hacer, estaba enfrente de una persona con la cual solo había tenido sexo durante casi un mes.
-Quieres....cenar aquí o afuera?-pregunto terminando de acomodar sus cosas-
-Me da igual-contesté aún sentado en la cama-
-Tu decide Frank-
-Es que no se-dije-no soy bueno para estas cosas-
Lo vi encaminarse hacia mí una vez terminado su labor.
-Entonces?-dijo-sabes cocinar?-
-Jajaja-reí-algo-
-Te sedo los honores de conocer mi pequeña cocina entonces-dijo señalando el sitio con sus brazos-
Bajé de la cama y lo seguí hasta un rincón del lugar donde se encontraba la cocina.
-Bueno, pero que quieres cenar?-pregunté-
-Mmmm...pastas?-
-Hecho, con salsa?-
-Por favor-
Me acomodó un par de cosas y me dijo donde estaba cada elemento. No era tan complicado cocinar fideos, y la salsa era lo de menos, preparé las cosas y dejé las pastas a hervir justo cuando el teléfono sonó.
-Hola?-contestó Gerard-si, no, todavía no las tengo....ya te lo dije!-gritó-enmarcadas, no te preocupes.....Audrey....deja de pensar en eso-dijo seriamente-sabes que no es así...no!...para el sábado, ya te lo dije....de acuerdo....adiós-
-Ahora se de donde sacaste mi correo electrónico-sonreí-
-Era su fiesta-contestó él-no tenía otro medio de ubicarte y sabia! que no me ibas a llamar-
-Ni me conoces y ya soy tan predecible?-
-Aparentemente-sonrió-
Se sentó en el sillón frente a la televisión y la prendió.
-Vienes?-preguntó volviéndose hacia mi-
Caminé hacia allí y me senté a su lado. Me miró.
-Miras algo en especial a esta hora?-
-No-
-Tienes ganas de algo en especial?-
-No-
-Te encuentras bien Frank?-
Silencio. Lo miré, se había dado cuenta de que no me sentía tan cómodo.
-Si-contesté-porque lo preguntas?-
-Te ves muy callado-dijo-no te asusta estar conmigo?-
Era siempre tan analítico?.
-No!, no es eso!-aclaré-es solo que no tengo nada para decir-
-No se que haces Frank-dijo rápidamente-
-Soy sastre-dije cortadamente-
-Porque lo dices así? Te avergüenzas de serlo?-
Si, era analítico.
-No-dije-me gusta mi trabajo-
-Tienes menos imagen de sastre que yo de cantante de rock-rió el-
-Lo se-sonreí-soy muy joven para serlo, pero viene de familia-
-Entiendo, lo mío también-dijo mirando la televisión-
Me levanté a ver la comida, faltaba poco, así que comencé a calentar la salsa mientras la condimentaba. Sentí el calor de su cuerpo tras el mío.
-Perdóname por ser tan frío...-me susurró al oído mientras apoyaba su cabeza en mi hombro-
-Esta bien-dije sin mirarlo-
-Audrey y otro cliente están sacándome de mis casillas-dijo en un suspiro-
-Te entiendo-
-Se ve bien-dijo observando la comida-
Tomé con una cuchara un poco y lo probé. Rápidamente la boca de Gerard invadió la mía sin dejarme respirar. Se alejó sonriendo.
-Sabe bien también-dijo-
Golpeé cariñosamente su brazo y lo alejé. Terminé de preparar la salsa, para ese momento, la comida ya estaba lista. Él puso la mesa frente a la televisión así nomás y yo serví la comida rápidamente. Nos acomodamos y comimos.
-Dios-dijo-Frank...esta delicioso-
-Gracias-sonreí-
-No se que prefiero, tu comida o tus gemidos-sonrió-
Mi rostro comenzó a tomar calor, me sentía avergonzado, pero que mas podía hacer? Reí.
-No se, creo que es algo que tendrás que pensar por el resto de tu vida-
-Puede ser-rió él-nah, creo que me quedo con tus gemidos-dijo suavemente mordiendo mi oreja-
Me hizo reír y terminé, por no poder terminar de tragar, dejando caer parte de la comida en el plato bruscamente. Cuando mi lengua se disponía a limpiar mi piel, la lengua de Gerard ya había atrapado la mía, solo nuestras lenguas. Me besó y lamió la salsa sobre mi rostro, un mínimo gemido escapó por mis labios. Se alejó y sonrió.
-Definitivamente prefiero tus gemidos-dijo terminando de comer-
Reí y seguí comiendo. Poco después ambos nos encontrábamos con los platos vacíos mirando la televisión.
-Te gustan las frutillas Frankie?-
-Si-dije confundido por la repentina pregunta-
-Helado?-
-Si, porque lo preguntas?-
-Porque es lo único que tengo de postre-contestó riendo-
-Creo que mejor esperamos un rato mas, no se si digerí toda la comida-
-De acuerdo-
Me acomodé en el respaldo lateral del sillón y coloqué mis piernas arriba viendo a Gerard entre ellas. Al darse cuenta, se quedó mirándome por un tiempo.
-Pasa algo?-pregunté inocentemente-
Apoyó sus manos en mis rodillas y las deslizó hasta mi cintura colocándose el entre ellas. Una vez cerca de mi rostro me observó en un modo inexplicable.
-No sabes todas las cosas que se me vienen a la cabeza contigo en esta posición-dijo ya tocando nuestras narices-
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