sábado, 9 de junio de 2012

A little more touch me; Capítulo: #9

Capítulo: #9

Podría haber muerto en aquel instante, pero el sonido de los tacos de Brenda se aproximaba, y mi rostro no dejaba a de observar a Gerard sorpresivamente. Se alejó de mi al escuchar que ambas venían. Las dos se sentaron frente a nosotros muy felices hablando de quien sabe que, Brenda sirvió café y siguió hablando con Kim. Tomé la taza entre mis manos, no podía mirar a Gerard, tenía miedo, mucho miedo. Lo había dicho de verdad? no, hay muchas clases de amor, pude ser cualquiera. Pasó el silencio entre nosotros cuando Kim decidió que debía irse. Ambos se levantaron para irse y Brenda insistió en bajar. Despedí a Gerard en la puerta, no lo dejé hablar y yo no hablé tampoco. 


La puerta se cerró, mi mundo se derribó, me amaba? Por Dios, díganme que es mentira, yo se que estuve confundido, pero lo amo? No...o si?, no lo se. Mi cabeza daba vueltas, demonios. Tomé mi abrigo y abrí la puerta. 


-A donde vas a esta hora!?-preguntó Brenda-
-Necesito hablar con Ray, Brenda-dije casi llorando-
-Estas bien?-preguntó preocupada-
-Si, solo necesito ir-dije dándole un beso-
Salí corriendo. Era de esos momentos de la vida en los cuales no sabes donde estas parado, para donde debía ir?, los autos me mareaban, las luces, los sonidos. Me sentía drogado, quizás lo estaba, pero por la propia droga de las palabras de mi amante. Llegué a casa de mi mejor amigo, estaría?. Toqué la puerta y esperé.
-Frank?-preguntó abriendo la puerta-que haces aquí?, es la 1:30!-
-Lo se, lo siento, te necesito-dije avergonzado-
-Pasa-dijo con desgano pero preocupado-
La casa de Ray era acogedora, mas que nada porque había pasado gran parte de mi infancia allí. Es normal, uno cuando se siente perdido recurre a un amigo, pero...hay que ver si te escuchan. Con Ray, dependía de su estado de animo, pero, normalmente siempre me prestaba atención.
-Que sucede Frank?-dijo mientras nos sentábamos en el sillón de la sala-
-Estoy engañando a Brenda-dije directamente-
Silencio.
-Ah-dijo simplemente-bueno...algún día ibas a hacerlo, se te nota-
-Pero con un hombre-aclaré-
Silencio, otra vez. Ray pasó dificultosamente una mano por su enorme cabellera y me miró.
-Con Gerard-corregí-
-Ya veo porque-dijo-
Lo miré confundido.
-Frank, no lo digo por lo que estas pensando, Gerard...tiene ciertas cosas que siempre te gustaron o eso pude ver la vez que nos conocimos-aclaró-
-El problema, es que, era...era solo...sexo entre nosotros-dije avergonzado-
-Wow-dijo abriendo los ojos-
Comenzó a reír. Suspiré.
-Te doy tiempo, ríete-dije-
-Lo siento-dijo tratando de terminar-bueno, y que pasa? ya no se calientan mas mutuamente o que?
-No Ray, no es eso, es que...hace un par de horas, me dijo que me amaba-
-Awww, es muy tierno-rió-
-Sabia que no tendría que haber venido-dije levantándome-
-No, no! Vamos Frank solo bromeaba-dijo obligándome a sentarme otra vez-
Me senté y me quede pensando.
-Tu lo amas?-preguntó-
-No-contesté-
-Es un gran problema verdad?-
-Lo es-dije-no quiero perderlo-
-Porque?-
-Porque...me importa, de todas formas-
-Por lo menos lo quieres-
-Lo se, pero no se si lo quiero como ahora se que él me quiere a mi-
-No se Frank, que hiciste para enamorarlo?-
-Cogermelo?-contesté-no se!-grité-me gusta estar con él, lo quiero todo el tiempo, no puedo evitarlo-
-Estas en problemas Frank-dijo Ray-que sientes por Brenda ahora?-
-Nada, no puedo convivir mas con ella-contesté-quisiera desaparecer-
-Todos queremos desaparecer en momentos así-dijo-vas a separarte?-
-No!-dije-o si?-
Silencio.
-No se que mierda voy a hacer!-grité-desearía tener una casita en la paya e irme ahí-
-Con Gerard-agregó Ray-
Lo miré de mala manera, pero...tenía razón.
-Me voy-dije-perdóname por todo esto-
-No, no te preocupes-dijo con una sonrisa-prométeme que me mantendrás al tanto de lo que hagas-
-Lo haré-dije-gracias- 



***


Había pasado una semana, Gerard había viajado con Audrey a la costa para un photoshoot y solo nos habíamos despedido por teléfono. Me dejó las llaves de su casa, aunque no me dio la oportunidad de preguntarle porque ya que se las había dejado al encargado de mi edificio. Pronto, recibí una llamada.
-Hola?-
-Frankie-era él, se escuchaba algo extraño, pero se escuchaba-
-Hola-dije simplemente-como estas?-
-Masomenos, Audrey suele ser muy molesta-contestó en un suspiro-tu?-
-Igual, muy cansado-contesté-me llegaron las llaves de tu casa-dije-para que las dejaste?-
-Para eso, para que descanses-contestó-
Silencio.
-Gracias-dije suavemente-
-Posiblemente no vuelva a llamaste hasta que vuelva este jueves-dijo-
-Esta bien-dije-
Silencio.
-Frank...-se escuchó algo parecido a un sollozo-
-Si?-
-Perdón por lo que te dije en tu casa-dijo-no debí hacerlo, fue un error-
Silencio. Que demonios iba a decir?? Me asusté. Cortá, corta, corta.
-Adiós-cortó- 



***


Dos días después, yacía sobre mi cama, Brenda llegó.
-Frank!, bajá los pies de la cama si tienes las zapatillas puestas!-gritó entrando a la habitación-
-Bien, tu?-contesté un poco molesto-
-Lo digo enserio-dijo ella-
-Esta bien!-grité bajando los pies-
Me senté y observé como su espalda se movía de un lado a otro frente a mis ojos. Me levanté, pasé frente sus ojos y saqué mi abrigo del placard.
-A donde vas?-preguntó-
Me detuve en la puerta. Me volví y la miré a los ojos.
-Estoy...-dije con furia-harto, cansado de que me ignores, cansado de convivir con un maniquí!-grité-desde que tienes todo, desde que te di todo lo que pude, solo esperas un hijo de mi-mis ojos ardían-Bren, necesito aire, necesito que me quieras, sabes?, no soy un muñeco como en el que te estas convirtiendo!, soy una persona- 


Sus ojos me miraron sorprendida. Guardé silencio y me fui, no agarré nada, solo mi celular. Salí una vez mas a las oscuras y frías calles de la ciudad una noche de miércoles, faltaba menos de un día para volver a ver a Gerard, y no sabia como iba a enfrentar ese momento. Miré delante de mi, estaba la puerta de la casa de Gerard, y en mis manos, las llaves, estaría Kim?, no creo, sino no me hubiera dado las llaves. Di un par de pasos, puse la llave y abrí. Cerré la puerta detrás de mi con mucho cuidado, el silencio de aquel lugar era incomparable, una pluma en el aire podía ser escuchada, salvo cuando la lluvia caía sobre el techo. Lluvia, los recuerdos que mi mente generaba hacían que mi cuerpo temblara. 


Me quité el abrigo y la tiré al suelo, dejé las llaves en un estante y caminé. Caminé hacia la cama, mis pies rozaban el piso con suavidad mientras avanzaba hacia ella. Escuché mi respiración agarré con fuerza la tela de mi remera y me la quité con paciencia, primero la cabeza, después las mangas, suspiré, ese suspiró rellenó en silencio del lugar. Me di vuelta y me tiré a la cama quedando boca arriba, terminé de sacarme la remera y me estiré, cerré los ojos, sobre las sabanas, el aroma de Gerard se impregnaba en mi piel, adentrándose con cada respiro un poco mas. 


Miré el techo algo perdido, giré un poco y atraje una almohada hacia mi, definitivamente Gerard tenia las cosas mas hermosas del mundo, giré y la abracé. Cerré mis ojos y volví a suspirar.


-Maldición...-dije- 


Me acomodé mejor apoyando mi cabeza sobre la almohada y observé la nada, tenía frió, pero no me importaba, no era un frió solo corporal, era el frió de su ausencia, y estaba acecinándome. Apreté la almohada un poco mas tratando de sacarlo de mi cabeza, pero ella tenía impregnado el entero aroma de su piel, de su cuello. Me desesperé. 


Brenda, que iba a hacer con ella? Como la vería después de todo lo que le dije?, no sabia que hacer, no sabia que decir, como actuar, estaba perdido y solo. En mis pensamientos quedé completamente dormido. 



***


Estaba soñando, había soñado, pero ya no lo estaba haciendo. Sentí algo tibio y a la vez frío cerca de mi. Abrí los ojos lentamente y vi los suyos, sus ojos verdes brillosos sobre mi, de cerca, de muy cerca. Estiré mis brazos por a la altura de mi cabeza y limpié mis ojos. Sonreíste. Besaste mi mejilla un par de beses y luego mi nariz, te vi, aún algo dormido. 


-Hola bella durmiente-dijiste en voz baja-
Emití un sonido extraño y suspiré. Cerré los ojos mientras sentía su respiración sobre mi rostro.
-No vas a saludarme, un “hola”, tal vez?-pregunto en el mismo todo de voz-
Silencio, hubo un muy largo silencio, no abrí los ojos.
-Bésame...-susurré- 


Silencio otra vez. Sentí sus labios sobre los míos, el añorado néctar de su esencia volvía a saciar mi sed. Me besó tan lenta y dulcemente que mi memoria podía fotografiar cada movimiento. Hizo mas presión contra mi, respiré fuertemente por la nariz mientras lo besaba mas abiertamente, mis manos amagaban tomar su rostro haciendo que apenas mis dedos lo rozaran, lo alejé. Miré sus ojos una vez mas, luego de un simple beso, mis dientes mordieron su labio como si fuera caramelo, nuestras lenguas se acariciaron ajenas al contacto de nuestros labios, me besó una vez mas.


-Extrañaba tus labios-suspiré-
Sonrió y me besó simplemente.
-Yo te extrañaba-dijo-
-No vuelvas a irte-dije mirándolo a los ojos-
-Porque?-
-Porque no puedo vivir sin ti-confesé-me siento como un animal enjaulado que no alimentan hace días-
-Jajaja, queres que te alimente?-rió-
-Que tienes para darme?-contesté-
-Lo que quieras-
-Te quiero a ti-
Nuestros ojos se encontraron una vez mas deteniendo nuestros impulsos. Su semblante se tronó serio por unos minutos.
-Frank...-dijo suavemente-no quiero que...-
-Shhh...-lo interrumpí- 


No quería saber nada, no quería que se acomplejara por lo que me había dicho hace una semana. Lo callé, mis dedos se intercalaron con sus cabellos, bajaron por su cuello y lo despojaron de su remera. Mis brazos lo empujaron haciendo que se recostara a mi lado, me incliné un poco sobre él apoyándome en uno de mis brazos. Nos miramos. Mis frías manos se deslizaron por su pecho y se adentraron en sus pantalones. Nuestros ojos no se separaron, los verdes se mezclaban en la nada esperando ser comprendidos. Mordiste tu labio y cerraste por unos instantes tus ojos. Mis caricias lentas lo perdieron, con mis manos tome sus muñecas y estiré sus brazos por encima de su cabeza, mis piernas separaron las suyas y mi cadera se ubicó entre ellas. 


Lo miré por unos segundos, sonreí, me acerqué a su oído.
-Cierra los ojos...-susurré- 


Sonrió y bajó sus párpados. Mis manos soltaron sus muñecas acariciando sus brazos, sus costados. Desabroché sus jeans y volví a besarlo. Sus manos acariciaron mi rostro suavemente, hice presión con mi cadera, escuché su gemido interrumpiendo nuestro beso, sonreí. Era yo el que lo tenía esta vez, él me había transformado, transformado en esto. Moví mi cadera entre sus piernas comenzando a sentir el calor de ambos. Sentí sus manos dentro de la parte trasera de mi pantalón, lo mordí, mi respiración aumentaba, sus mínimos gemidos subían de tono. Cerró sus piernas deslizándolas entre las mías haciendo que mis piernas rodearan su cuerpo. Me hizo quedarme de rodillas mientras mis brazos sostenían mi cuerpo, se escabulló debajo de mí besando mi anatomía hasta llegar a mi cintura. 


-Que vas a hacer conmigo así?-pregunté riendo-
-Llegue hace un par de horas, tengo hambre-contestó riendo mientras desabrochaba mis pantalones-
No quería ni imaginarlo, mordí mis labios una vez mas.

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