sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #2

Capítulo: #2

Calor de hogar.

31 de Octubre de 1997, él joven Frankie se inclinó sobre la mesa soplando con fuerza sobre las 16 velas de su pastel, “pide un deseo Frank”, le dijo su padre con la cálida voz que le caracterizaba, y con ese tono cómplice que usaba siempre que le hablaba al mayor de sus hijos, a su orgullo, su genio de la música como solía llamarle, enfrente de todos, a pesar que Frank le había pedido no hacerlo pues lo avergonzaba frente a sus amigos. 


Cerró los ojos, en su mente la visualizó, una guitarra Gibson, blanca, brillante completamente nueva esperando ser tocada por él, abrió los ojos y vio su vieja guitarra descansar penosamente sobre una silla del comedor, ya tenía mas de 15 reparaciones encima, su padre siempre lo retaba por eso “si tocaras la guitarra como los humanos, y no como un tiburón hambriento luchando con su presa, tu guitarra estaría intacta”, pero que podía hacer él, la música era su pasión, su vida, y cuando tenía la guitarra en sus manos, entraba en un trance indescriptible, como si Cada uno de los sentidos de su cuerpo se embotara en la más deliciosa ambrosía; 


Frank miró con recelo la pequeña caja de regalo que le entregaron sus padres “aquí no cabe ni un amplificador... ¿será un bono de compra para que yo mismo escoja mi guitarra?”, Rompió el papel en cuestión de segundos, una gorra. 


- Una gorra... ¡una gorra! qué demonios creen ustedes que voy a hacer con esto-

Sus padres se echaron a reír, Frank sintió rabia, quería salir del comedor, irse al patio a patear los botes de basura como era de costumbre cada vez que se enojaba, su padre lo detuvo, tomándolo por los hombros, haciéndolo girar graciosamente sobre su propio eje.


- Papá ¡cuidado!, parezco una marioneta-

- Eso es culpa tuya, cuando piensas crecer ¿ah pitufo?-

Movió su mano sobre la cabeza de Frank despeinándolo por completo

- Ven acá hijo, mira bien tu gorra, y mira dentro de ella-

Frank vaciló por un momento, miró la gorra azul índigo, enfrente, con letras blancas se leía, “el trabajo dignifica al hombre”, dentro había 200 dólares, en un sobre pegado con cinta adhesiva.

- Má, Pa´... la Gibson que quiero es una Les Paul, que vale 1.600 dólares, creo que les faltó dinero...-
- Frank, hijo, yo me parto el alma trabajando en la planta, con turnos de 12 horas, debo mantener esta familia, ayudar a tu abuela, y aparte pagar la hipoteca, ese dinero es un capital que te doy para que lo multipliques, inviértelo, o comienza tu propio negocio, un negocio sano, ya sabes que si te metes en donde no debes, ¡te mato y después te asesino!-

Frank le sonrió a su padre como diciéndole, “ya lo sé, me educaste bien” 


- con las ganancias te puedes comprar la “Les Paul” que tanto quieres, yo no te doy para una sola guitarra más, mira lo que le pasó a esta-

El padre de Frank levantó la pobre guitarra, que parecía una sobreviviente de guerra, sacudiéndola en el aire, imitando graciosamente a Frank y su modo de tocarla, Frank sonrió, sabía que su padre tenía razón, siempre la tenía, y solo por complacerlo a él se sentó a la mesa y terminó de celebrar su cumpleaños con la familia.

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