sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #32

Capítulo: #32

Agonía.

La delgada silueta de Mikey apareció como un fantasma a través de la nube de lagrimas que cubría los ojos de Gerard

- Aquí estoy, qué quieres -

Gerard se abalanzó sobre Mikey abrazándolo con fuerza, posando su cabeza en el hombro de su hermano, quien de brazos cruzados, parecía inmune al dolor de Gerard

- ¿Qué ya se murió tu amor?-

Gerard se apartó unos pasos de Mikey, gimoteando, limpiando las lagrimas que ya se secaban en su piel

- No, Mikey, pero está muy mal, necesita un transplante de riñón urgente...-

Mikey miró fríamente a su hermano, con un aire de superioridad, no entendía por qué tanto alboroto, y odiaba ver a Gerard tan débil y vulnerable cuando de Frank se trataba

- y que quieres que haga yo, ¿para qué me llamaste?-

Gerard respiró profundamente, tratando de usar las palabras correctas para explicarse, pero la emoción y el terror que lo dominaban solo le dejaron salir una sarta de frases sin sentido

- mi sangre es igual... yo soy compatible, pero mis riñones no sirven, lo amo más que a mi vida, tú estas sano, si Frank se muere, yo me muero, yo lo amo más que a nadie en este mundo, Mikey te lo pido, dale un riñón, que Frank se muere, sin él yo no quiero vivir-

terminó sus argumentos disparatados con una mirada suplicante apelando al corazón de su hermano, Mikey apretó los labios, moviendo su cabeza hacia atrás, - Mmmm ajá...-, caminó hasta una camilla y se sentó en ella

- Quieres que me someta a una cirugía riesgosa, que no necesito, para que me saquen un órgano y se lo de a ese bueno para nada...- se cruzó de brazos, sin dejar de mirar a Gerard soltó una risa sarcástica - ehhh no!-

Gerard miraba a su hermano, tan soberbio, tan frío, allí sentado en la camilla, quedando más arriba que él, y negándole el primer y mas importante favor que le pedía en toda su vida, sus ojos se movían de un lado al otro, fijándose en cada uno de los ojos de Mikey, para encontrar algo de piedad

- Mikey, que no entiendes que se está muriendo!-

- ¡Que se muera! A mi que me importa, es tu amante no él mío, es el ser que más amas en el mundo, más que a tu propio hermano, yo a ese tipo lo odio, siempre lo he odiado, y ahora pretendes que arriesgue mi salud y mi vida por una escoria que lo único que hace es drograrse y fornicar contigo... no... NO! esa es mi respuesta final-

Gerard no entendía esos reproches de Mikey, no entendía como podía tener el alma tan dura, como podía ser tan despiadado, se vio a sí mismo reflejado en los gélidos ojos de Mikey

- Cómo puedes decir que amo a Frank más que a ti, eres mi hermano...-

Mikey se bajó de la camilla, parándose al lado de Gerard

- Porque me lo acabas de decir, gran imbécil, me lo repetiste mil veces... que no te escuchas a ti mismo o que!-

- estoy preso del temor y de la desesperación, esas solo fueron palabras, Mikey te lo suplico, no dejes que se muera, su vida está en tus manos, por favor, ¡por mí!-

Mikey meneó la cabeza, fijando de nuevo su vista en Gerard.

- Lo llevaste a vivir a tu casa, no digo nuestra porque yo solo soy tu invitado, no me pediste consentimiento, cuando quise vivir con Tsu, te tuve que rogar que me dejaras llevarla a casa, el día que los Bear Bross me dieron la golpiza, te limitaste a vengar la ofensa que ellos hicieron en contra tuya, no te importé, Gerard, nunca te he importado de verdad, solo soy una responsabilidad que te ganaste sin querer cuando mamá y papá murieron, a Frank le dices "te amo", con dificultad, pero se lo dices a mi, ¿cuando? no recuerdo ni una sola vez que hayas dicho que me quieres...-

Mikey caminó hacia la puerta, despacio, Gerard caminó rápido y se paro frente a él cerrándole el paso

- siento mucho que pienses eso, yo te... te quiero mucho, eres mi hermano y te amo, demasiado, es solo que el cariño te lo demuestro con hechos...-

Mikey sonrió de nuevo, con ese tono burlón que ya le estaba colmando la paciencia a Gerard

-Hechos... si, como no... igual, nada de lo que digas me va a hacer cambiar de parecer... si en mis manos está la vida de Frank.... pues que se muera, porque yo no voy a darle ni una sola gota de mi sangre!-.

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