sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #44

Capítulo: #44

Ajuste de cuentas.

El auto se detuvo a unas cuantas cuadras de la casa, Frank se bajó primero, y detrás de él Mikey, Matt y las chicas, caminaron bajo los tonos gris azulados del amanecer, como ratas huyendo de la luz, agazapados en los rincones, en silencio, solo se escuchaban los ahogados llantos de Ale y Viki, quienes en medio del dolor inmenso por perder a los seres que más amaban en la tierra, decidieron ellas mismas, con sus propias manos cobrarse ese dolor que las estaba consumiendo, aunque perdieran la vida en ello.

Llegaron por fin a la reja de la parte posterior de la casa, no había nadie, Frank siempre veía al menos un solo guardia, pero está vez estaba despejado, Mikey abrió el maletín, sacando las herramientas para forzar la cerradura y la cadena con el candado que mantenía la reja bien cerrada, dejó entrar a las chicas primero, luego a Matt y luego entró él, antes que Frank pudiera ingresar, cerró de nuevo la reja, sacó su propio candado del maletín y aseguró la cadena con este, Frank se pegó a la reja mirando a Mikey enojado

- ¿Qué demonios té pasa? ¡Déjame entrar Mikey!-

Frank sacudía desesperado la cadena, Mikey atravesó las manos por las rejas, tomando a Frank del cuello de la camisa.

- ¡Cállate!, los vas a alertar a todos... escúchame bien Frank, te trajimos solo para que nos indicaras como entrar, yo no te quiero, tu no me quieres, eso no lo vamos a discutir acá, para mi lo más importante es mi hermano, si me alejé de él, es porque sentía mucha rabia contra Gerard por lo que me hizo... por amarte a ti más que a mí -

Soltó la camisa de Frank, y tomando las manos de este entre las suyas, propinándole el primer gesto de afecto desde que se conocieron, las acarició despacio, mientras que de sus ojos se desprendió una lagrima

- Si te matan aquí, Gerard se muere... a él no le dolería tanto mi muerte como la tuya... por eso Frank, te lo pido, por el amor que le tenemos a Gerard, regresa al bar, quédate junto a mi hermano... si no regreso dile que lo amo, que siempre ha sido así...-

Se limpió las lagrimas que cada vez salían con mas fuerza e intensidad de sus ojos, mientras que empezaba a darse la vuelta para internarse en la casa, le ordenó con un silencioso grito

- Vete ya... ¡Vete Frank! que mi hermano no puede vivir sin ti -

Entraron por la puerta de la cocina, se oía un murmullo general en la sala principal, Matt se asomó despacio, examinó el ambiente, y sonrió...

Tan plenamente, tan feliz, miró a Mikey, acercándose a su oído

- están allí... todos... los más importantes... los jefes... -

Mikey asomó también su cabeza con precaución, reconociendo cada rincón, recordó las noches en que Gerard trazaba planos de ataque en la sala de su casa, mientras que él estudiaba, siempre tenía un ojo puesto en lo que Gerard hacia, notó que habían tres entradas más a la sala principal, aparte de la de la cocina... la del comedor, un salón que parecía biblioteca, y del ala este donde estaba la piscina, se paró en medio de su mini ejercito y como todo un Teniente experto en la guerra empezó a asignar las posiciones

- Gabrielle y Luli, estén listas, con las armas preparadas para disparar, quédense acá, en la cocina, cuando oigan el primer disparo, salgan a dispararles, a todos, a matar... Gina, Flopy y Sin vayan hasta la biblioteca, ya saben que hacer, Ale, Ani, Lore y Matt, vayan hasta el comedor, Tsuki, Viki, Silvia y yo vamos por el este, yo voy a abrir fuego primero, cuando escuchen mi primer disparo, empiecen todos... así no tendrán escapatoria -

Una sombra de terror los cubrió a todos, el miedo se apoderaba de ellos, pero era más fuerte su deseo de venganza, de cobrar las muertes de Bob, de Ray y de los padres de Mikey, Los Bloody Hunters se encontraban tan absortos en cranear un plan para terminar con los New Yorkers y encontrar a Frank y a Gerard, que no se dieron cuenta que estaban a las puertas de su muerte.

Mikey disparó...

El fuego de respuesta no se hizo esperar, los Bloody sacaron sus armas, disparando hacia la puerta de la piscina, pero al ver que los cuerpos de sus compañeros caían a diestra y siniestra, perdieron el juicio disparando ahora en todas las direcciones, estaban rodeados, se separaron caminando en grupos hacía cada una de las vías de acceso a la sala, para encontrarse de frente con sus víctimarias, las mujeres que en medio de su dolor tomaron fuerzas para acabar con ellos, el sonido de la balacera no cesaba, los gritos de todos no lo podían acallar, la sangre que se derramaba, cada vez mas, de bando y bando, Ale corrió con Silvia hasta un lugar seguro, justo después de que la bala de uno de esos malnacidos le impactára en el ojo izquierdo, Sin las alcanzó

- Voy a ir por el auto, lo traeré al frente, y me voy a quedar en el con el motor encendido, para cuando salgamos de este infierno...- levantó la mirada, para ver el cuerpo de Gabrielle ya sin vida y a Luli con una gran herida en su pecho - Quienes podamos salir...-

Los Bloody Hunters estaban diezmados, solo quedaban unos cuantos, llenos de agujeros en sus cuerpos, pero la fiereza de esa estirpe siempre fue una de sus cualidades, en medio de la cercanía de su muerte continuaban disparando, bajo los gritos de Cuerno, quien les ordenaba no dejar de disparar, Mikey se concentró en ese rostro, algo le decía que ya lo había visto, recordó el día de la muerte de sus padres, como por entre los dedos de Gerard que cubrían sus ojos, pudo ver el rostro del tipo que los mató, caminó entre los cadáveres, esquivando por instinto las balas, sin dejar de mirar a Cuerno a los ojos, se acercó hasta él, se hincó a su nivel, tenía una herida en el abdomen que no le permitía levantarse, y una en su brazo derecho que no le permitía disparar, puso el cañón entre sus ojos, con su rodilla le pisó la mano izquierda para impedirle tomar el arma, lo miró fijamente...

- ¡Por mis padres... y por mi hermano!-

Cuerno solo pudo abrir su boca sin pronunciar palabra a causa del miedo, un segundo antes de que Mikey le volara la cabeza.

Se quedó allí arrodillado, viendo como la sangre y los sesos le abandonaban la cabeza, comprendió en ese momento todos los actos de su hermano, no era solo matar, no era simplemente tener poder, era algo más profundo, era poder cobrar las ofensas... ser más grande y fuerte que tus enemigos, sonrió para si, cerrando los ojos, pensando en Gerard "esto es por ti, por el juramento que hiciste en la tumba de nuestros padres"

El grito desgarrador de dolor que salió de los labios de Tsuki lo sacaron de ese trance, levantándose aprisa, corriendo hacia ella, apretándola entre sus brazos

- ¡Maldita sea, no debí permitir que vinieras!-

Trató como pudo de detener la hemorragia en su espalda, miró a su alrededor, solo cuerpos... el de Matt resaltaba entre todos, aun tenía esa sonrisa de satisfacción por la labor cumplida, ese halo de triunfo por lograr su venganza.

Tsuki respiraba con dificultad, en cada exhalación, burbujas de sangre brotaban por su nariz, Mikey se empezó a desesperar, alistó su arma, sobre su sien, para halar el gatillo tan pronto Tsuki dejara de respirar.

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