Capítulo: #11
Cada día, una lección.
Las manos de Jordan no paraban de temblar, la ansiedad de tener tan cerca su venganza, lo que pudiese pasar después…. Su probable muerte a balazos en esa misma casa, el tiempo parecía detenido, solo él y sus pensamientos, de los cuales fue sacado por la voz infantil
- ¿Tu ya zayunazte? –
Lo miró apenas, negando con su cabeza
- Puedez comer de mi cedeal, y un panezillo, y lo que quiedaz -
La vocecilla del pequeño lo desconcentraba, estaba tomando fuerzas de su dolor para agregar el polvo azul en el tazón y Junior continuaba hablando con su molesto ceceo y su lengua pegada del paladar
- Zayuna conmigo Joddan, y dezpuez podemos jugad un poco –
- ¡No quiero comer, no quiero jugar, Cállate! –
Las palabras salieron solas de su boca, reconociendo al instante que había sucumbido a su alteración
- Perdona Junior, tengo un fuerte dolor de cabeza, no quise gritarte –
- No impodta, entiendo, ven acá – El pequeño estiró sus brazos hacía Jordan – Te voy a dad un abazo, mi papi me abaza cuando ziento dolod y ze me quita –
Suspiró profundamente, guardando el veneno de nuevo en el gabinete, llenando el tazón de leche, se sirvió otro para él y se sentó al lado del pequeño, que lo apretó con sus bracitos cuando lo tuvo cerca
- Lizto, ¿Te duele menoz? -
- Sí Junior, gracias –
Los dos sonrieron y comenzaron a comer, el cuerpo de Jordan aun temblaba, y en ese preciso momento, en cada cucharada de cereal con leche que se llevaba a la boca, sentía que la rabia crecía en él, ¿cómo demonios no lo hizo? Habría sido tan fácil
- ¡Me encanta el cedeal! –
- Cereal –
- ¿Y qué dije? El cedeal… - Junior frunció el seño mirando fijamente a Jordan
- Se dice cereal, con “R” –
- No zé dezir la “ede” –
- Bueno, no pegues tanto la lengua a los dientes, déjala que toque apenas el paladar, a ver, repite conmigo “rrrrrrrrr” – Jordan miraba al pequeño mostrándole como hacerlo – Ahora tú –
- “dddddddd” – Sonrió apenado – No me zale como a ti –
- Intenta de nuevo, sopla un poco, que la lengua se mueva… “rrrrrrrrr” – repitió
- A ved… “ddddddddrrrrrrr” – Abrió los ojos completamente sorprendido, repitiendo el sonido de nuevo – “dddrrrrrrrrrrrr” – Ayyy! Me zale la r –
Jordan sonrió complacido – A ver, ahora di tu nombre –
Junior sonrió apretando los labios, respirando profundamente como si fuera a decir una lección
- Gerard Iero Way Junior – Abriendo nuevamente los ojos, se recostó en el espaldar de su silla llevando ambas manos a su boca, completamente anonadado, meneando su cabeza de un lado a otro – ¡Pude dezir mi nombre bien! –
- ¿Gerard Way? – Jordan lo miraba extrañado – ¿Te llamas como el que murió? –
- Zi, como mi otro papá –
- ¿Tu otro papá? No entiendo Junior –
- Yo no lo conozi, porque murió haze mucho… pero mi papá lo ama, y me mueztra sus fotoz, te parezez mucho a él –
Esa fue suficiente información de la que Jordan planeaba sacar provecho, Frank amó al tal Gerard Way, y él se parecía al muerto… una estrategia más para romper de mil formas el corazón de Frank Iero.
*
Gerard caminaba delante de Brian y Nacho, moviéndose con cautela, indicándoles con la mano que lo siguieran, se agachó en uno de los pasillos y retiró cuatro ladrillos sueltos, entró por la estrecha abertura, seguido de ambos, gatearon hasta llegar a una rejilla de ventilación que daba al cuarto de vigilancia, los tres observaban a los guardias frente a los monitores
- ¿Es una grabación? Porque es de mañana y lo que se ve en las pantallas, tiene un tono azulado de 6 de la tarde –
- Es infrarrojo, bruto, ellos lo ven todo con absoluta claridad, 2 kilómetros a la redonda, custodiados, detectores de movimiento… aun si logramos salir del edificio, los de acá nos notaran en un instante, y ves esas cajas largas y verdes en los árboles… son armas a control remoto, no tienen ni que salir de aquí para evitar una fuga –
- No me digas bruto… al menos yo no llevo diez años acá sin intentar salir –
- Brian, te estoy mostrando la razón de porque sigo acá… es difícil –
- Pero no imposible… vamos a la celda, tengo una buena idea… tal vez nos toque sacrificar al mexicano, pero todo sea por la causa –
- ¡¿Qué?! – Preguntó Nacho con los ojos completamente abiertos
- Solo bromeo frijolito, vamos –
- Schechter, lo digo por segunda vez, a la tercera te rompo la cara… basta de las ofensas contra Nacho –
- ¿Desde cuándo te volviste tan políticamente correcto? –
Gerard comenzó a gatear hacía la salida, hablando en un tono casi inaudible
- Desde que reconocí que perdí mucho tiempo odiando al mundo, en lugar de estar amándolo… a “él” –
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