sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #14

Capítulo: #14

Estrategia.

- ¡Dejaste que te besara! – Noelia golpeó fuertemente el pecho de Jordan, empujándolo contra la pared de la habitación - ¿Te volviste marica? –

- ¡No!- La tomó con fuerza de los brazos, lanzándola sobre la cama – No me volví marica, no entiendes nada… no te alcanzas a imaginar el asco que sentí cuando me besó… pero también una enorme satisfacción… no tengo que seducir a Iero, él solito está cayendo sin que tenga que mover un dedo –

La mujer se incorporó en la cama apoyándose en los codos, mirando fijamente a Jordan, sonriendo de la forma más cínica posible

- Y, ¿Sentirás también una enorme satisfacción cuando Iero te baje los pantalones, te deslice entre el culo esos dedos con los que apretó el gatillo del arma que mató a tu padre, y te meta su asqueroso pene dentro una y otra vez mientras gime complacido porque te tiene dominado, en cuatro patas como a un perro callejero? –

- ¡Cállate! – Se lanzó sobre ella, mordiendo con violencia los labios de Noelia, buscando con desesperación arrancarle la ropa interior debajo del vestido, repitiendo una y otra vez - ¡No soy un marica! –

- Claro que si… acabas de decir que te ese beso te produjo una “enorme satisfacción”… - Hablaba entre los jadeos producto de las caricias de Jordan entre su ropa interior - ¿Qué tan enorme fue? Dime Jordan, ¿se te paró con ese beso? –

Levantó el rostro, mirándola lleno de ira, desató su pantalón, abriéndole las piernas sin delicadeza alguna, y comenzó a penetrarla, mientras le gritaba en la cara

- ¡No soy un marica! ¿Acaso no te lo estoy demostrando? –



*


Junior recostó la cabeza sobre el hombro izquierdo de Frank, acariciando suavemente el rostro dormido de su padre, mirando al médico hablarle a Cortez

- El proyectil atravesó el hombro, fue una trayectoria limpia, no hay daños graves, le di un sedante, dormirá por un par de horas más, cuando despierte, si se queja de dolor, le dan una dosis de analgésico -

Le entregó el frasco a Cortez y salió de la habitación, Matt se sentó al lado de la cama, junto a Junior

- Se va a poner bien, no te preocupes –

El pequeño, se cubrió con las mantas, arropando hasta al cuello a su padre, pasándose fuertemente la mano por el rostro

- Odio que zea ziempe lo mizmo… un día me voy a quedad zin papá –

- No digas eso, son accidentes que pasan – Se inclinó besando a Junior en la frente - ¿Quieres venir a jugar un rato? –

- No, gaziaz, pefiedo quedadme con mi papi –

Cortez cerró la puerta de la habitación, dejándolos solos, culpándose por lo ocurrido, si no se hubiera dejado nublar por los celos, nada de eso habría pasado.

Junior pegó su naricilla a la mejilla de Frank, respirando profundamente, comenzó a hablarle en tono bajo para no despertarlo

- A veces creo que no me quieres, te vas a darte de balazos con el mundo, y te olvidas que eres lo único que tengo en la vida -

- ¿Dijiste algo Junior? –

Cortez regresó a la habitación para dejar el frasco con los analgésicos, se lo había llevado sin querer al salir

- Zolo le dezia a mi papi que lo quiedo mucho –

- Sí, pero… - Matt entrecerró sus ojos, observando detenidamente al pequeño, que continuaba acariciando el rostro de Frank – Es que te escuché hablar… de forma…- Sacudió la cabeza – Nada, Junior, si tu papi despierta me avisas –

El pequeño asintió con la cabeza, y cerró los ojos para dormir al tiempo con su papá.


*


Brian acomodó estratégicamente las ollas más grandes junto a la reja que separaba la cocina de los reclusos, de la cocina de los guardias, de esa forma podrían acercarse allí cuanto quisieran sin levantar sospechas.

- Poco a poco Gerard, cada día moveremos un milímetro las bisagras, las tres a la misma distancia, para que el día de la fuga, solo sea levantar la reja –

- ¿Sí? Solo levantar la reja, y que los del cuarto de vigilancia activen las armas a control remoto y nos maten… creo que tu plan tiene fallas –

- Gerard… ten paciencia, cuando llegue su momento, te diré que hacer –

- No te preocupes, paciencia, es lo que me sobra -

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