sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #18

Capítulo: #18

Un indicio.

- 1902 DMG, 1902 DMG… El Paso Texas, 1902 DMG, El Paso –

Gerard avanzaba lentamente, repitiendo lo mismo una y otra vez, Brian lo observaba en silencio, sin comentar sobre las lágrimas que resbalaban en las mejillas de Gerard.

- No me dejes olvidarlo – Le habló a Brian sin hacer contacto visual – 1902 DMG, el Paso, Texas – Limpió su rostro con ambas manos, aspirando con dificultad el aire caliente del desierto – Lo primero que haremos al salir, es ir a El Paso… buscar al dueño de la Ford de placas 1902 DMG y volarle la cabeza… -

No había necesidad de decir más, tanto Brian como Gerard vivían bajo el mismo código, “ojo por ojo” la sangre se cobra con sangre, no hay otra forma, o al menos ellos no conocían otra manera.

Regresaron a la cocina, odiándose un poco por no tener el tiempo suficiente para padecer el duelo por la pérdida de su amigo, pero tenían el tiempo en su contra, faltaban pocos días para el reabastecimiento en la prisión, solo había lugar para trabajar en ello, Nacho lo hubiese querido así.


*


- ¿Por qué la dejaste ir? –

Alegna cruzó ambas piernas, acomodándose bien en el sillón junto a Frank, encendió un cigarrillo girando un poco su cuerpo para verlo mejor

- Estoy convencida que si se lo hubieses pedido bien, Silvia se habría quedado, ella ama a Gerardito, por él lo habría hecho –

Dejando caer su cabeza hacia atrás en el espaldar del sillón, Frank suspiró quedamente, mirándola de reojo

- Estaba harto de ella, ella estaba harta de mí, sabes que la quiero como si fuera mi hermana, pero los dos nos cansamos… yo de que me culpara sin decirlo por lo que pasó con Gerard, ella, de ver cada día a quien lo dejó morir –

- Sabes que no fue así – Endulzó el tono de su voz, acariciando tiernamente la cabeza de Frank – No fue tu culpa –

- ¡Sí, sí lo fue! - Se sacudió desesperado en el sillón, inclinándose al frente con los codos apoyados en las rodillas – Fue mi culpa, yo lo sé, todos lo saben –

- No tenías manera de saber que su corazón latía, no cargas con un estetoscopio en el bolsillo –

- Sí, pero no debí cometer el mismo error de siempre, dejarlo solo… confiar en un desconocido, ¡Maldita sea! – Se levantó del sillón, sintiendo de nuevo toda la rabia y la frustración de ese nefasto día, pasó violentamente las manos sobre su cabeza, completamente desesperado – Debí advertirlo, es qué… ¿Cómo es posible que lo dejara con un extraño, un hombre que pasaba frente a nuestra casa, y se detuvo a recogernos, y sin preguntar más, nos lleva a su apartamento… todo era tan extraño, qué suerte tuve, encontrar un médico que justo paseaba con su hijo frente a mi casa cuando a Gerard le dio un infarto –

- Frank, te martirizas ahora porque sabes quién era en realidad ese tipo, pero en ese momento era una esperanza, yo habría hecho lo mismo, cualquiera en tu posición habría actuado igual –

- Puede que en eso tengas razón – Volvió a sentarse, mirándola fijamente – Pero, ¿Habrías sido tan imbécil como yo de irte y confiar en un extraño? Dime Alegna, ¿Habrías actuado tan estúpidamente despacio cuando te enteraste que dejaste a Gerard inconsciente, a merced de un maldito Bloody Hunter? –

Lo miró sin tener una respuesta a esas preguntas, ella no estaba allí ese día, y las cosas que pasaron siempre han sido muy confusas cómo para imaginar lo que pudo o no haber hecho en su lugar

- Dejemos este tema, siempre nos pone mal – Sonrió – Cuéntame de la nueva niñera –

Frank sonrió también, luchando por abandonar el tema, pero en su mente ese día y esos sentimientos siempre estaban presentes

- Es la novia de Jordan –

- ¿El clon? –

- Ajá – Sonrió de nuevo – El clon defectuoso de Gerard, se llama Noelia, es muy seria y distante, eso me gusta, no se mete en lo que no le importa, y tiene entrenamiento militar, es decir, le conseguí niñera y guardaespaldas de una vez –

- ¿Es de confiar? –

- ¿Crees que si no lo fuera la hubiese contratado? –

- Bueno… - Suspiró - No eres muy bueno para juzgar el carácter de las personas… - Lo miró de reojo y guardó silencio antes que Frank explotara por el comentario

- Sí, lo que sea, igual mañana comienza a trabajar aquí – Miró por la ventana del despacho, observando a Junior jugar en el jardín contiguo – Solo espero que a mi bebé le caiga bien esa Noelia, si a él no le gusta, ella se va –


*


Jordan encendió la luz de la bodega, ingresó despacio notando de a pocos la nueva mercancía que había comprado su tío

- Automáticas, Iraquíes son armas rompe blindajes… ya las tengo prácticamente vendidas – Aseguró Charles, el tío de Jordan palmeando suavemente sobre las cajas de las ametralladoras – Los New Yorkers van a comprarlas todas –

- ¿Para acabar con Iero? – Preguntó bajando la cabeza

- ¿Para qué más? Iero y Way son la piedra en el zapato de los Yorkers, tienen que eliminarlos si quieren dominar New Jersey –

- ¿Ya saben que llegaron, las armas? –

- No, pero en la noche les aviso –

- Tío, por favor, dame dos semanas… sabes que debo matarlo yo… tengo que hacerlo, por mi padre… -

Charles acarició su barbilla, meditando profundamente el asunto

- Te doy 7 días, si en una semana no has obtenido tu venganza… lo siento, pero el negocio con los Yorkers está prácticamente cerrado –

- 7 días… está bien, 7 días –

- ¡Chales Miller, no has cambiado en nada viejo mañoso! –

Un profundo vozarrón se sintió retumbar en la bodega, un hombre de mediana edad entraba como si fuera su propia casa, avanzando maravillado de ver la enorme cantidad de armas guardadas allí, Charles sonrió a carcajadas extendiendo sus brazos para saludar al recién llegado

- ¡Víctor Jordan! ¿Qué te trae a esta ciudad de mierda? –

Jordan sonrió feliz al escuchar el nombre de quién su tío saludaba con tanta efusividad

- ¿Eres hermano de mi padre? –

Charles se adelantó a responder

- Víctor, este chico que ves aquí, es Nicholas Jordan, el hijo de Albert –
El rostro de Víctor se puso completamente serio, observando con sumo cuidado las facciones del chico

- No pareces un Jordan… pareces un Way –

- Si recibiera una moneda cada vez que alguien me dice eso… - Suspiró profundamente – ¿Conociste al tal Gerard? –


- Si… - Víctor no salía de su asombro, llegando al punto de tomar el rostro de Jordan entre sus manos – Tu padre y yo nos alejamos de la familia, porque no queríamos meternos en esos asuntos pesados, pero sí llegué a conocer a Gerard Way… te pareces mucho a él – Le retiró las manos del rostro, cruzándose de brazos, comenzó a reír – Ja, ja, ja ¡Debe ser una maldición! Que te parezcas al peor enemigo que tenía nuestra familia –

- Sí, lo es – Respondió, molesto por las carcajadas de su tío Víctor y su tío adoptivo que había empezado a reír también – Pero el que me parezca al tal Gerard debe tener una explicación diferente, más lógica… no sé… -

Víctor dejó de reír de a poco, parpadeando insistentemente, mirando fugazmente a Charles que meneaba sutilmente su cabeza, como pidiéndole que guardara silencio

- No hay explicación lógica… es solo mala suerte –

- Eso no es suficiente… -

- Nicholas, hace diez años no te veo, me gustaría saber que hay de tu vida –

Jordan los miró a ambos, golpeando una de las cajas con su puño apretado

- ¡Hay algo que no me quieren decir, exijo que me lo digan ya mismo! –

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