sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #21

Capítulo: #21

Strike 2.

Con plena intención, Gerard, abrió por completo los grifos del agua, elevó al máximo el fuego en que hervían los alimentos, procurando producir la mayor cantidad de ruido posible, Brian empujo las grande ollas que debían ser limpiadas hasta la reja que los separaba de la cocina de los guardias, ambos intercambiaban códigos en sus miradas, siempre en silencio, siempre pendiente de los movimientos del otro, Gerard esperaba lleno de ansiedad la señal acordada con Brian, esa que lo aproximaría a Frank, a la libertad, a conocer la verdad.

Llevando su mano hasta su nariz, Brian pasó el dedo índice y el del medio con suavidad, como un acto desprevenido, pero esa era la señal, Gerard cubrió en dos zancadas el espacio que los separaba, entre los dos levantaron la reja, separándola de las bisagras, fue un movimiento simple, rápido, que los dejó en libertad de entrar a la cocina en la que dos guardias armados se concentraban en adobar exquisitamente un puerco que serviría de cena para el resto del personal, caminando muy despacio, cuidando de no alertarlos, sorprendiéndolos por detrás, cada uno tomó un guardia entre sus brazos, sin darles tiempo para nada más, Gerard destrozó el cuello del primero, desnucándolo con una enorme fuerza y suficiente rapidez para acercarse a Brian y ayudarle a asesinar al guardia que luchaba entre sus brazos, a éste le rompió el cuello también.

Dejaron los cuerpos en el suelo, quitándoles los M-16, corriendo por entre los pasillos, hasta llegar a la pequeña entrada que los conducía al cuarto de control, ambos apuntaron por la rejilla de ventilación, disparando al mismo tiempo, primero en la nuca de dos de los guardias, segundos después en la frente de los otros dos que giraron para ver de dónde provenía el fuego.


*


Cada 10 segundos Frank revisaba que su celular estuviese encendido, cada minuto marcaba el número de Jordan, cada 3 minutos, suspiraba al tiempo que limpiaba las lagrimas de su rostro, observaba en silencio la carretera, sentía la mano de Cortez acariciar suavemente su espalda, tratando inútilmente de consolarlo, esta vez Mayflower conducía el auto, Frank le había pedido a Cortez que no se separara ni un segundo de él, esta vez, lo necesitaba cerca, más que nunca.

- Frank, llegamos – Mayflower advirtió apagando el vehículo frente al edificio de apartamentos donde Silvia y Alegna vivían – Vayan, los espero aquí –

- No, mejor ve a recorrer las calles, habla con la gente, alguien debe saber algo de ese par de malnacidos… alguien puede tener pistas de donde tienen a mi hijo –

Había pocos muebles en el lugar, Alegna acomodó tres banquitos, sentándose en uno y esperando que Frank y Cortez ocuparan los restantes

- ¿Silvia? – Preguntó Cortez recorriendo el lugar con su mirada

- Esta en su habitación - Miró a Frank con algo de pena – No quiere verte –

- Llámala, esto que debo hablar le interesa a ella, además, Mikey y Tsukie vienen en camino, esto Ale, es una reunión familiar de emergencia –

La mujer se levantó mirándolo extrañada, una vez en la habitación de Silvia el timbre sonó

- Deben se Mikey y Tsu, vamos a ver qué pasa, no seas remilgada –

- No me importa, dile a Frank que yo no soy de su familia – Respondió desinteresada

- Silvia… a Junior lo secuestraron –

Cortez se acercó a la habitación enviado por Frank, esas simple palabras lograron que Silvia olvidara el resentimiento que tenía, y abandonara junto a ellos la habitación

En banquitos, y sobre el suelo se sentaron todos, en curva frente a Frank, le escucharon comentar lo ocurrido, con un profundo dolor que no podía ocultar, como si fuera magia, el brillo en sus ojos se había extinguido por completo, no era capaz de ver a nadie al rostro, y solo optó por llorar en silencio cuando todos los presentes aseguraban salir de inmediato a buscar a Noelia y a Jordan, recuperar a Junior y matar a los novios

- Hay algo más – Interrumpió la sarta de insultos e improperios que todos lanzaban al aire en contra de Jordan y Noelia – Algo, que Mikey, Sil o Ale me tienen que aclarar –

Los tres se miraron sin entender, guardando silencio, expectantes de lo que Frank quería preguntar, Iero fijó por fin su mirada en alguien, Mikey la sostuvo esperando por sus palabras

- Jordan, dice ser hijo de Gerard –

- ¡Imposible! – Gritó Silvia – Ese hijo de perra podrá parecerse mucho, pero hijo de Gerard, no es –

- ¿Cuántos años tiene? – Alegna frunció el seño, dispuesta a hacer las cuentas

- 17, eso dijo, que tenía 17 –

- ¡Ja, ja, entonces qué, ¿Gerard andaba de 12 o 13 años engendrando hijos?, es IMPOSIBLE... lo sé, yo fui la que… - Silvia se sonrojó un poco, pero aun así, continuó hablando – Fui yo, la que lo “desvirginó” por decirlo así –

Alegna sonrió parcamente en medio de su abatimiento

- Sí, ¿pero no recuerdas que Gerard acababa de cumplir los 13 cuando eso pasó? Es muy posible que sea verdad… - Suspiró

- ¡Pero con quién, de quién, y por qué solo ahora viene a aparecer! – Frank se levantó del banco, agitando las manos sobre su cabeza - ¡Mikey! – Gritó en desesperación – No te quedes callado, algo debes saber –

Bajó la cabeza, refregando las manos sobre su frente, tratando de pensar en la respuesta, pero nada sabía, y de hecho, el enterarse que posiblemente tenía un sobrino en el mundo, un chico que tenía la sangre de Gerard, le hizo sentir por un segundo que su hermano vivía de nuevo

- Frank, ¿acaso olvidas que Gerard siempre me mantuvo al margen de su vida? –

- Pero algo pudiste saber – Comentó más en súplica

- Lo siento, pero cuando teníamos esa edad en que pudo haber engendrado ese hijo, recién habíamos escapado del orfanato… sabes que él me metió en la escuela, y veía por mí, pero nunca supe nada de sus asuntos, nunca me dejó entrar en su mundo, y estoy seguro que Bob lo sabría, pero lastimosamente a él no podemos preguntarle ya –

- Frankie – Tsukie caminó cruzada de brazos hasta él – ¿Ese Jordan te dijo el motivo de por qué se llevó al niño, es por dinero? –

- No, solo dijo que era algo personal –

- No lo tomes a mal, no es egoísmo de mi parte, en este momento en que estás muriendo sin saber dónde está tu hijo, pero ¿crees qué Sofía pueda estar en peligro? –

Frank abrazó con fuerza a Tsukie, besándole suavemente la mejilla

- No lo creo, pero para estar seguros, hace unos minutos envié 6 hombres de mi parte para que acompañen a los dos guardaespaldas de la niña, no voy a arriesgarme, además, envié 6 hombres también a la escuela de Corey… no voy a permitir que nada les pase – Bajó el rostro, suspirando profundamente – Lo peor de todo… - Apretó los labios intentando infructuosamente de contener las lágrimas que brotaban sin parar de sus ojos – Es que en la mañana, mi bebé estaba enojado conmigo… la última vez que hablamos, el se quedó pensando que no lo quiero… que yo solo amo a Gerard… que no lo amo a él… - Cubrió su rostro con ambas manos, dejándose caer de rodillas - ¡Esto me está matando! –

Silvia corrió a su lado, abrazándolo con fuerza, intentando calmarlo

- No te preocupes Frank, Junior sabe que es tu vida, él sabe bien que lo amas más que a nadie en el mundo –

- Frank… - Mikey se paró frente a él – Voy a movilizar a mis hombres… y voy a salir a buscar a Junior… - Respiró profundamente – Sea o no hijo de Gerard, a ese tal Jordan, lo voy a matar –


*


Con ambas piernas Gerard empujó la rejilla de ventilación, ingresando al cuarto de control, despojando a los cuatro cadáveres de sus M-16, disparándole a los computadores, desconectando cuanto equipo remoto veía, y abriendo la puerta de acero a balazos.

Brian salió con él al patio de los reclusos, sin importar quienes fueran, a los primero cuatro que encontraron les dieron los M-16

- ¡Maten a cuanto guardia vean! – Sus ojos se iluminaron por completo - ¡Hoy saborearemos la dulzura de la libertad! –

Y regresó con Brian al centro de control, metiéndose de nuevo por el ducto de ventilación

- ¿Por qué les diste las armas Gerard? eso no era parte del plan –

- Porque así los imbéciles nos procuraran la distracción que necesitamos, si el alboroto surge en el patio, todos los guardias irán allá, tendremos la cocina y la salida frontal libre para nosotros –

- ¿Tan vivo eres y pasaste 10 años acá? Eso es algo que nunca voy a entender –

- No jorobes ahora Schechter, no hay tiempo de volver a lo mismo –

Atravesaron corriendo el pasillo que los condujo a la cocina, escuchando el estruendo de fuego cruzado en el patio, pasaron por encima de los cuerpos, abriendo por fin la puerta de la cocina, sonriendo llenos de alegría al ver que no había un solo guardia en la puerta principal
Se subieron a una de las camionetas estacionadas, Schechter la puso en marcha, y arrancaron dejando solo la enorme polvareda detrás de ellos.

- ¡Ja, ja, ja ¡Demasiado fácil! Insisto Gerard, pasaste 10 años aquí por gusto –

Gerard miró por el retrovisor, solo arena elevada por la velocidad era lo que podía distinguir

- Demasiado fácil, tanto que da miedo – Comentó con preocupado tono de voz


- ¡Quienes van allí! – Gritó Ted el director de la prisión, que corría de huída de la balacera

- Creo que son Anto y el nuevo, señor –

- Enciende la maldita camioneta, de la única forma que les permitiré dejar mi prisión es empacados en una bolsa negra -

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