sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #24

Capítulo: #24

Cautela.

Los ojos de Noelia lucían vidriosos, era un extraño contraste con las oscuras y profundas ojeras, de pie, recostada contra el marco de la ventana, el celular apretado entre sus manos, y su mirada fija en la nada, Junior despertó, no quiso levantarse de la cama, se cubrió con las mantas hasta la cabeza, dejando solo descubiertos sus ojos, la miraba en silencio, aterrado, nunca antes había sentido tanto miedo de estar cerca a un ser humano

- ¿No llama? – Preguntó el pequeño señalando lo obvio

Ella no lo miró, no separó sus labios para pronunciar palabra, tan solo negó pesadamente con la cabeza

- ¿Puedo llamar a mi papi? –

- Sabes que no – No lo miró

- Debe estar preocupado, si me dejas hablar con él, te juro que solo será para que sepa que estoy bien – Aseguró, saliendo de entre las cobijas, tallando sus ojos acuosos – Por favor – Suplicó antes de comenzar a llorar en silencio

- Voy a preparar algo para desayunar – Guardó el celular en el bolsillo de su pantalón, hablándole al pequeño sin mirarlo – Ve a bañarte mientras cocino –

Junior la siguió hasta la cocina, deteniéndose a distancia prudente, por si la mujer sufría otro arrebato de ira, él pudiera evitar uno de sus golpes

- Si Jordan no llama, entonces llámalo tú –

- Sus órdenes fueron muy específicas, y las sigo al pie de la letra, ahora, ve a bañarte, en la bolsa de papel que está en la habitación hay ropa para ti –

El pequeño entrelazó sus manos, apretando con fuerza, un intento más, sin importar las consecuencias, él sabía que tenía que hacerle saber a su papá que estaba bien, lo conocía, y era seguro que Frank estaba muriendo de incertidumbre

- Noelia, por favor, tan solo marca el número de mi papá, solo le diré “estoy bien”, y colgamos –

Ella sonrió, sacando el enorme cuchillo de carnes de la alacena, señalando a Junior con el filo

- Mi paciencia es poca… - Avanzó un paso hacía el pequeño – Más bien nula –

No tuvo necesidad de más, Junior abrió por completo los ojos, aterrado, dio media vuelta y corrió en dirección al baño.


*


El sedán azul disminuyó la velocidad, aparcándose a un lado del camino, Jordan bajó del auto, esperando que bajasen quienes ocupaban la camioneta que aparcó delante de él.

Gerard caminó lentamente, impresionándose cada vez más al acercarse a Jordan, y ver que era su viva imagen, a un metro de distancia detuvo su caminar

- ¿Quién eres tú? –

La saliva en la boca de Jordan escaseaba, se sentía fuera de su cuerpo, era como si viera su futuro reflejado en un espejo, miró a Gerard de arriba abajo, varias veces antes de pronunciar palabra

- ¿Eres Gerard Way? –

Asintió con la cabeza, sin despegar su mirada del rostro de Jordan, esperando a que su duda fuera aclarada, Jordan respiró profundamente, tartamudeando un poco al comenzar

- Soy, yo soy… soy tu hijo –

Las palabras de Jordan fueron como agua congelada derramada sobre la cabeza de Gerard, no pudo razonar, no pudo hablar, tan solo se heló meneando repetidamente la cabeza

- ¡Tu hijo! – Gritó Brian – Ja, ja, ja, eso explica el parecido –

- Yo no tengo… no tengo hijos – Las palabras se atropellaban en la boca de Gerard, miró a Jordan con los ojos entrecerrados - ¿O sí? –

Los tres se quedaron en silencio un momento, Jordan sin saber que más decir, Gerard intentando asimilar lo ocurrido y Brian comparando las extremas similitudes de ambos

- Esto es muy bizarro – Brian rompió finalmente el silencio – Y la coincidencia… encontrarse como si nada en una carretera… -

- No fue como si nada – Interrumpió Jordan – Yo iba a la prisión… al desierto, en busca de…-

Los ojos de Gerard se abrieron por completo

- ¿Desde cuándo sabes que estaba allí, sabes quién me envió? – Acortó el metro que lo separaba de su hijo, parándose muy cerca de él - ¡¿Y cómo demonios te llamas?! ¿Quién es tu madre, qué haces aquí…? – Bajó el tono de su voz, mirando a Jordan lleno de ilusión - ¿Conoces a Frank? –

- Calma Way, lo estás abrumando – Brian acomodó la mano sobre el hombro de Gerard – Deja que te conteste de a una pregunta por vez – Rió
Jordan metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón, sintiéndose acorralado, cerró los ojos, suspirando largamente

- Hace un par de días me enteré que eres mi padre, hace poco me dijeron que vivías y dónde estabas… - Abrió los ojos, fijándolos en Gerard, alegrándose por dentro de saber que su respuesta no era la que Way querría oír – Y no, no conozco a ningún Frank – Sacó lentamente las manos de los bolsillos, empuñando la colt 44, apuntando hacia Gerard – Y ahora, tú te vienes conmigo, debemos ir a New Jersey lo más pronto posible –

Gerard bajó la mirada observando el brillante cañón del arma, sonriendo lleno de melancolía


- Oh, una colt 44… son hermosas –

Jordan bufó molesto, quitándole el seguro al arma, apuntando directo al corazón de Gerard


- ¡He dicho que vienes conmigo! –

Gritó enrojecido completamente, Brian en ese momento ya tenía las manos arriba, pero no podía dejar de reír, todo le parecía extremadamente cómico, Gerard lo miró de reojo solo una fracción de segundo, contagiándosele la risa de Schechter, y antes que Jordan pudiese advertirlo, Gerard le arrebató el arma, pegándole el cañón a la frente


- No, tu vienes con nosotros, y a mí no me amenaces con un arma que no puedes ni mantener en tu poder… - Bajó la colt, asegurándola, guardándola entre la pretina de su pantalón, miró a Brian que no paraba de reír – Éste será hijo mío, pero solo me heredó la apariencia, porque… ¡Que lento es! –

Había algo dentro de Jordan que no lo dejaba pensar con claridad, tenía frente a él a su verdadero padre, y no sabía cómo debía sentirse, cómo actuar, cómo hablarle, para él su padre siempre fue Albert Jordan, y ese desconocido que sacaba los fusiles de la camioneta y los metía en la cajuela del sedán, que lo halaba del brazo sin decir palabra y lo metía a la fuerza en el asiento de atrás, era solo alguien que se parecía demasiado a él, era el gran amor de su peor enemigo, cualidad que lo convertía también en enemigo suyo


- Arranca Schechter, vamos a El Paso, ¡Qué buena suerte tengo, justo cuando más lo necesitaba, se me aparece un hijo que me trae un auto que no están buscando! – Rió mientras Brian daba la vuelta para retomar el camino a El paso, giró su cuerpo, observando a Jordan en el asiento trasero - ¿Cómo te llamas? –

- Nicholas –

- ¿edad? –

- Tengo 17, Gerard, en serio, debemos ir a New Jersey –

- No, vamos a El Paso, hay un asunto que debo resolver – Rascó su barbilla, retomando el cuestionario - ¿Cuál es la prisa por ir a New Jersey? –

- Es asunto mío – Respondió secamente

Brian soltó una carcajada, palmeando la pierna de Gerard

- ¡Semental! Hice las cuentas… ja, ja, a los 13 - 14 años ya andabas preñando mujeres –

- Basta Brian – Rió vagamente, negando con su cabeza de forma divertida – Esto aun no lo asimilo… - Sacó la colt de su pretina, mirándola por unos segundos, volviendo después a mirar a Jordan - ¿Por qué me amenazaste? –

- Ya te dije, tengo prisa por volver a Jersey –

- ¿Por qué? –

Jordan resopló irritado

- Ya dije, Es… Asunto… Mío –

Gerard inclinó un poco la cabeza, sin retirar sus olivos ojos de los olivos ojos de Jordan

- ¿Por… Qué… Tanta… Prisa? –

Brian no podía más que reír mientras conducía, mirando a Jordan por el retrovisor y a Gerard de reojo

- ¡Por Dios Gerard, no le voy a decir… además ¿Qué asunto tiene en El Paso, y por qué no está en la prisión? –

- Acá, quien pregunta es el que tiene la colt en su mano, no te conozco, dices ser mi hijo, la verdad no te creo, así que me será muy fácil meterte una calibre 44 en la cabeza y dejarte tirado al lado de la carretera, responde Nicholas, ¿Por qué necesitas que te acompañe a New Jersey? –

- Eso no te lo voy a responder –

Se sentó cómodamente, recostando la cabeza en el espaldar del asiento, mirando el paisaje Texano, para huir de la inquisitiva mirada de Gerard

- Qué me responderás… ¿al menos me dirás quién es tu madre? –

Jordan apretó los labios, debía decirle la verdad, él también la necesitaba, él al igual que Gerard, debía conocer por completo su pasado

- Lucy, ese era su nombre, murió poco después de yo nacer –

Gerard intentaba recordar alguna “Lucy” en su pasado, pero el recuerdo le era esquivo

- Apellido… dónde vivía cuando naciste… dime algo más, porque no la recuerdo –

Jordan apretó los puños rabiando ¿Cómo era posible que ese desgraciado estuviese allí frente a él diciéndole que no recordaba a su madre?

- Lucy Jordan… vivía en Belleville –

- ¿¡Jordan, La mujer de Albert Jordan!? – Gerard saltó en su asiento, moviéndose hasta darle la espalda a su hijo, golpeando varias veces el tablero del auto con su frente – ¡Mierda! Detén el auto un momento Schechter… creo que voy a vomitar –

- ¿Por qué, en serio me detengo? –

- No… ya pasó… creo – Se recostó en el asiento, comenzando a reír, aumentando la intensidad de su risa al tiempo que palmeaba el borde de la ventanilla - ¡Jordan!, Schechter, ¿no te suena? –

- Si, de hecho, creo que una de las familias de los Bloody… - Brian detuvo el auto, no podía conducir más, sus manos, su cuerpo, su voz temblaba cuando giró en el asiento mirando completamente anonadado a Gerard – Tu hijo es un Bloody Hunter – Palideció

- Esto es una pesadilla… - Cerro los ojos, empuñando la colt – Voy a dormir y despertaré en el desierto… pensaré en Frank y arrancaremos hacía El Paso, esto no está sucediendo, es solo un sueño… -

- Mi padre no era un Bloody Hunter, su familia sí, pero él nunca se metió en eso –

La voz de Jordan apenas si se escuchaba, Gerard volteó de nuevo, mirándolo con recelo

- Lo sé, tu padre era un médico, y tu madre una adicta, que se acostaba conmigo cuando no tenía dinero para pagarme la droga que se metía –

- ¡Cállate! No te voy a permitir que la insultes –

Jordan perdió la compostura, saltando hasta el asiento del copiloto, rodeando el cuello de Gerard entre sus brazos, apretándolo con fuerza, Gerard se aferró a los brazos de Jordan, tomando en ellos impulso para pasarse al asiento de atrás, apuntando en el estómago de Jordan con la colt 44

- ¡Suéltame ya o te la descargo! – Advirtió, Jordan lo liberó pero Gerard no dejó de apuntarle - ¿Por qué me buscaste, acaso vienes a cobrarte lo que mi hermano le hizo a tu maldita familia? –

Jordan se encogió en el asiento, recostando su espalda en la portezuela, mirando lleno de temor los ojos enardecidos de Gerard

- Hasta hace poco supe que los Bloody eran familia de quien creía mi padre, hasta hace poco supe tu existencia, y de lo que Mikey les hizo… no busco venganza, al menos no contigo –

Gerard se acercó más, casi montándose encima de Jordan, apuntándole con el arma en la cabeza, escrutándolo por completo con la mirada

- ¿Con quién buscas venganza, y cómo sabías que yo estaba en una prisión en el desierto? Te doy 5 segundos para que empieces a responder, no me pienso arriesgar a viajar con un sucio Bloody Hunter en mi auto, ya he matado muchos, uno más no hará la diferencia -

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