sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #31

Capítulo: #31

Suficiente.

Los almohadones fueron retirados de encima de la cama, arrojados con fuerza al piso por un visiblemente enojado Mikey Way, que se desplomó sobre su cama una vez estuvo libre de cojines y almohadas.

Tsukie cerró la puerta de la habitación, entrando detrás de él, preocupada por la actitud de su esposo

- ¿A ti que te pasa? Entraste tirando todo al piso –

- Lo va a arruinar todo –

Ella acortó la distancia que la separaba de la cama, sentándose de lado, observando preocupada a Mikey que continuó hablando

- ¡Es un imbécil! – La miró desilusionado – Siempre lo fue, siempre lo será –

- ¿Quién? Explícame porque no entiendo nada –

Se incorporó en la cama, negando repetidamente con la cabeza, apretando el tendido de la cama entre sus manos

- Frank… ¿Quién más? ¡Quién más! – Resopló – Le dijo a los New Yorkers que les entregaría la organización, ¡Así sin más! Sin consultarme – Sonrió mirando a Tsukie – Es como antes… siempre metiéndose en mi camino, siempre haciendo lo que se le da la gana… primero me quita el amor de mi hermano, se queda con mi riñón, deja morir a Gerard, se cree el líder de lo que hacemos, y ahora simplemente decide que se sale del negocio… -

- Pero… es mejor ¿No crees? – Acarició tiernamente el brazo de Mikey – Es mejor acabar con todo esto, a mi no me gusta estar todo el día pensando que en cualquier momento te van a matar… -

- ¡No, no es mejor! – Levantó el tono de su voz, parándose de la cama, caminando desesperado por la habitación – Dejé la maldita universidad por él, porque el tonto de Frankie no era capaz de hacer las cosas solo, yo nunca le dije que continuara con el negocio de mi hermano, él solo fue quién decidió hacerlo, y me involucró… después que Gerard siempre me mantuvo al margen… ahora… - Se arrodilló frente a ella, mirándola lleno de desesperación - ¡No sé hacer nada más! ¿Cómo voy a mantener a mi familia? Sofía y tu están acostumbradas a un estilo de vida que solo puede ser mantenido con enormes cantidades de dinero… yo me acostumbré a ser lo que soy, a tener poder, a decidir sobre la vida de miles de personas en esta ciudad… -

- Habla con él, dile lo que piensas… - Le aconsejó

- Eso voy a hacer Tsu, y si no quiere recapacitar, pues que se salga él del negocio, pero no le voy a permitir que mi imperio le sea obsequiado en bandeja de plata a mis enemigos… - Se levantó del piso, mirando lleno de seguridad a su esposa – Si Frank no recapacita a las buenas, será a las malas, pero esta vez no le voy a permitir que me haga a un lado como siempre lo ha hecho –


*


El enorme aviso al bordo de la carretera anunciaba la bienvenida a Arkansas, Gerard llevó el auto hasta una estación de servicio, la noche había caído por completo, dejaron el vehículo en el aparcadero y entraron al mini súper de la estación, después de comprar alimentos se quedaron afuera, sentados en el borde de la carretera, cenando las chucherías que fue lo único que encontraron en el lugar

- Yo creo que mañana a esta hora estaremos en New Jersey – Brian agregaba suficiente salsa de tomate a sus papas fritas para aminorar el sabor a rancio – Si todo sale bien, andar en ese auto nos facilita las cosas –

- Ese auto se debe quedar aquí – Anunció Gerard pegándole un mordisco al pan que tenía en la mano – Probablemente en El Paso ya notaron la ausencia del gordo, y es seguro que estén buscando el auto, lo mejor será dejarlo acá y tomar un autobús hasta New Jersey –

- No, es mejor tomar uno hasta Filadelfia, de todos modos está cerca de Jersey… es que debo ir por alguien – Jordan sorbía el refresco del vaso, sin mirar a nadie a los ojos

- ¿A quién? – Inquirió Gerard

- Es asunto mío –

- Bien, como es asunto tuyo, tomamos un auto bus a New Jersey y te bajas en Filadelfia, yo no pienso hacer más paradas innecesarias, tengo urgencia de ver a Frank –

- ¿Puedo preguntar quién es ese Frank? –

Gerard miró a Lorena sonriendo, preparándose para hablarle del hombre más maravilloso sobre la tierra, pero Jordan lo interrumpió

- Es el marica del que mi papá está enamorado – Se levantó, sacudiéndose el pasto pegado a su pantalón - Voy a cargar mi celular, compré un cargador de auto en el mini súper, tengo que cargarlo un poco, aunque sea que me alcance para una llamada –

Lorena lo siguió con la mirada hasta el aparcadero, mirando luego a Gerard

- ¡Oh que mal! –

- ¿Qué? –

- Que batees para el equipo contrario, no puedo imaginar a cuantas mujeres les has roto el corazón… - Se rascó suavemente la cabeza, mirando confundida a Gerard – Pero… si eres del otro… ¿Por qué tienes un hijo? –

- No siempre fui “del otro” - Gerard sonrió – Solo me enamoré de ese hombre que parece poesía andante – Suspiró, llenándose el pecho de sentimiento – Es lo más bello que he visto, que he oído, tocado, probado o sentido… -

Cerró por unos instantes los ojos, pensando en Frank, sin que la sonrisa se borrara de sus labios, suspiró de nuevo y miró a Brian que había terminado de comer

- Schechter, ¿Podrías hablar con el dependiente para averiguar que autobuses pasan por acá, y hacía donde van? –

Brian se levantó en dirección a la estación, Gerard se recostó sobre el prado del borde de la carretera, observando el cielo despejado, saboreando la proximidad del momento en que finalmente vería a Frank

- Tu hijo… él no es como tú, es decir… -

- No Lorena, no lo creo, no lo sé ja, ja, ja, La verdad no lo conozco tanto como para saberlo, pero por la forma en que te mira, puedo asegurar que no –

Lorena se tendió en el prado también, estirando los músculos, para relajarse por haber estado sentada en el auto casi todo el día

- ¿Por qué no lo conoces bien, tienen problemas? –

- No, es solo que hasta hace unos días no sabía que Nicholas existía –

La chica sonrió, mirando en dirección al aparcadero

- Y ni modo tienes de negarlo, ja, ja, ja, es idéntico a ti –

- Oklahoma, Tennessee y Alabama, creo que el que va para Tennessee nos sirve, pasa a la media noche y va a la estación de buses, allá salen un par para New York cada 12 horas, así que creo que es la ruta más conveniente –

Brian se sentó en el prado, informando lo que había investigado, apurándose una cerveza que sacó del paquete que compró, arrojándole una a Gerard

- Apuesto que hace diez años quieres tomarte una –

Gerard se incorporó destapándola lentamente, oliendo el líquido y sonriendo complacido

- Gracias, no es lo que más extrañé en prisión, pero es un buen símbolo de libertad –

- ¡Pasaste diez años en prisión! ¿Qué crimen cometiste? –

- Crímenes, muchos he cometido - Bebió un largo sorbo de su cerveza – Pero no fue por eso que me encerraron, verás Lorena, no era una prisión del estado, era una prisión clandestina, y me enviaron por una venganza… es una larga historia que aun no entiendo bien… - Miró a Jordan que aun permanecía en el auto – Porque mi hijo no me quiere contar todo lo que él sabe –


Un poco antes de la media noche, Gerard fue por Jordan al auto, debían estar pendientes del autobús que paraba en la estación, el chico estaba en silencio, esperando que su celular se cargara un poco más

- Vamos Nick, creo que ya es suficiente, has la llamada y vámonos –

Los ojos de Jordan brillaban por las tímidas lágrimas que se asomaban, levantó su mirada hacia Gerard, extendiendo su mano para abrir la puerta trasera del auto, invitándolo a entrar, Gerard lo hizo sin preguntar

- Tú no confías en mí, y no me extraña, no he sido honesto contigo – Comenzó – Pero necesito pedirte un favor, necesito que confíes solo está vez en mí –

Gerard lo miraba desde el asiento trasero, sin entender, guardando silencio, esperando que Jordan terminara de hablar

- Debes ir conmigo a Filadelfia, es muy importante… si quieres conocer la verdad absoluta de todo lo que pasó –

- Y no puede ser en Jersey, Nick tengo mucha urgencia de ver a… -

- A Frank Iero, lo sé… - Jordan apretó los labios, respirando profundamente – Gerard, tienes que venir conmigo a Filadelfia, yo tengo algo que le pertenece a Frank… y es en ese lugar dónde él debe ir a reclamarlo… no me preguntes más, porque no te voy a decir más, puedes intentar matarme y aun así no te lo diré - Volteó en el asiento observando fijamente a Gerard – Pero si me matas, debes saber que Frank Iero jamás recuperará lo que es suyo, lo que tengo en mi poder, y créeme Gerard, es algo que vale más que la vida para él –

Escuchó atento, lentamente salió del auto, aspirando profundamente el aire de la noche, abrió la puerta del lado en que Jordan estaba sentado, y perdiendo por completo la calma que fingía lo tomó con fuerza de los brazos, sacándolo violentamente del auto, lanzándolo de bruces contra el piso, rápidamente sacó el celular que aun estaba conectado al cargador, y se arrodillo sobre la espalda de Jordan, sosteniéndole con fuerza la cabeza contra el suelo, se inclinó hablándole despacio en el oído

- Lo que te he venido diciendo, eso que no me importa que lleves mi sangre, que de igual forma no me va a temblar la mano para asesinarte es verdad – Levantó la cabeza de Jordan halándolo del cabello, habló de nuevo, esta vez gritando lleno de rabia - ¡Marca ahora mismo el teléfono de Frank, o te mato Nicholas! -

No hay comentarios:

Publicar un comentario