sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #32

Capítulo: #32

Verdad, confusión y delirio.

Las rodillas de Gerard se clavaban con fuerza en la espalda de Jordan, tanto Brian como Lorena corrieron al aparcadero para ver lo que pasaba, Gerard le sostenía con fuerza la cabeza, gritándole con lágrimas en los ojos

- ¡Su número, ahora! –

Jordan se quejaba por el dolor, esforzándose por hablar a pesar de la presión en su garganta por la forma en que Gerard le doblaba la cabeza

- ¡No!... mátame si quieres, no lo haré, pero si antes de una hora no reciben noticias mías, mis hombres mataran al hijo de tu amado y le enviarán el cadáver a su casa –

Una fugaz imagen de Frank muriendo de dolor invadió la mente de Gerard, liberó a Jordan, alejándose unos pasos, sosteniéndose la cabeza entre las manos, sintiendo que estallaría por dentro de la angustia

- ¿Por qué?… Nick, ¿por qué? – Preguntó sin ánimo alguno de ocultar sus lágrimas

Jordan tosió, incorporándose apenas hasta quedar sentado en el suelo, habló mirando al vacío, habló entre lágrimas también

- No fue un ladrón – Fijó sus ojos en los de Gerard, lo miró lleno de tristeza, sabía que lo que estaba a punto de decir haría que Gerard comprendiera muchas cosas, cosas que ya no quería ocultar más – El que mató a mi padre, no fue un ladrón –

Gerard caminó despacio, sentándose frente a él, los labios de ambos temblaban, los ojos de ambos no paraban de derramar lágrimas, las de Gerard eran una mezcla de dudas, angustia, desilusión y miedo por lo que pudiera pasarle a Frank, las de Jordan, eran lágrimas de incertidumbre, de arrepentimiento, de rabia por sentirse desarmado antes de tiempo

- Frank… él mató a tu papá… -

- Frente a mis ojos –

Gerard suspiró profundamente, llevando su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos, tratando de entender

- ¿Soy yo también parte de tu venganza contra Frank? –

Jordan meneó la cabeza, asintiendo después, meneándola nuevamente, llevando finalmente ambas manos sobre su cabeza

- ¡Sí, no, no lo sé! Lo eras, lo eres…. Gerard estoy confundido – Confesó

- ¡Te dije que éste era un traidor! – Brian gritó apuntando su dedo acusador a Jordan

- Schechter, Lorena, podrían dejarnos solos… esto es un asunto de familia –

Gerard contuvo sus palabras hasta verlos lo suficiente lejos de ellos, volvió a mirar a Jordan, observando con cuidado sus ojos, buscando indicios de mentira o de verdad en sus palabras

- No hay razón ya para mentirme Nick, iré contigo a Filadelfia, por mi propia voluntad, pero debes decirme todo, absolutamente todo lo que tenías planeado, cuándo conociste a Frank, y por qué tienes a su hijo –

Jordan respiró de forma inconstante, debido al profuso temblor de su cuerpo, no dejó ni un segundo de ver a Gerard a los ojos

- Siempre supe que fue Frank quien mató a mi padre, hace unas semanas logré meterme en su casa, ganarme su confianza, trabajar para él, yo no sabía aun que tú eras mi padre… y de hecho – Sonrió un poco – Frank casi se muere de la impresión al verme, no pudo contenerse, la tuerta tuvo que llevárselo a la cocina cuando me vio, porque parecía que se iba a morir –

- La tuerta – Gerard sonrió en medio de lo que sentía – Silvia… -

- Sí, ella… Mi plan era, vengarme de Frank, dañarlo tal y como él me dañó, me di cuenta que lo único que Iero tiene en el mundo es su hijo, Junior y por eso… –

- Espera – Interrumpió Gerard interesándose especialmente en esa parte - ¿Lo único, Frank no tiene esposa, novia, algo? –

- No, él no tiene a nadie, al menos que yo sepa –

Esas palabras fueron un buen tranquilizante para Gerard en un momento como ese, le hizo una seña a Jordan para que continuara

- Pensé que desquitarme el dolor matando a Junior frente a los ojos de Frank… era, es… era – Miró desconsolado a Gerard – Era, o es, la única forma de vengarme, de hacerle sentir a él todo el dolor y la soledad que yo sentí, cuando asesinó a quién pensaba era mi padre –

- Te entiendo – Gerard frunció el seño, asintiendo con su cabeza – Yo te entiendo perfectamente Nick, ojo por ojo… lo he hecho, lo he vivido, ¿Y yo, en qué momento fui parte de tu venganza? –

- ¡Gerard… es obvio! – Jordan se inclinó un poco hacía Gerard – Cuando supe que tú, mi verdadero padre, era el mismo Gerard que Frank tanto ama… -

- ¡Ama! – No pudo evitar una enorme sonrisa de oreja a oreja - ¡Aun me ama! –

Jordan lo miró un poco enojado, resoplando con fuerza

- Gerard, te estoy abriendo el corazón acá, y tú solo piensas en que el maldito aun te ama –

- No le digas maldito, igual aún te puedo romper la cara – Se calmó, a pesar que su corazón latía con intensidad, que su alma saltaba de felicidad y sus dudas con respecto a Frank se disipaban por completo – Está bien, perdón… continua con tu historia –

- Todo es tan extraño ahora… - Jordan entrecerró sus ojos – Yo pensaba llevarte al lado de Junior, y pedirle a Frank que decidiera cuál de los dos debía vivir… pero, ahora… - Miró a Gerard, mordiendo sus labios, presintiendo que sus ojos romperían en llanto otra vez – Ahora tengo tres enormes problemas para ejecutar mi venganza –

- ¿Qué problemas? Te dije que voy por voluntad, hay tienes un problema menos –

- No es tan fácil… Mi problema más grande, - En el rostro de Jordan se dibujó una amarga sonrisa, respirando suficiente aire para continuar – Es Junior… ¡Dios Gerard! No te alcanzas a imaginar lo hermoso que es ese pequeño… su rostro fino, sus enormes ojos redondos de verde avellana, su forma de ser, ¡es tan inteligente! – Dejó incluso que una tímida carcajada se liberara de sus labios – Y es un maldito manipuladorcito, te digo, ¡hace lo que quiere! –

La mirada de Gerard estaba perdida en el horizonte, sus ojos ahora llenos de melancolía, llenos de amor

- Acabas de describirme a Frank… hermoso, inteligente y manipulador… él siempre hizo lo que se le dio la gana conmigo, con el universo… -

- Sería en tus tiempos, porque ahora Frank dista mucho de lo que es Junior, es más, de no ser por el físico, juraría que no son padre e hijo –

- ¿Por qué lo dices? –

- Es un amargado… pero supongo que lo es porque cree que estás muerto –

- Supongo… - Clavó su mirada en Jordan – ¿Y los otros dos problemas? –

- Ahora… - hizo una breve pausa, mirando a su alrededor – Entiendo el por qué Frank mató a mi papá… en estos días que te oído hablar de ese amor inmenso que se tenían, en el poco tiempo que estuve en casa de Frank y pude ver que a pesar que te crea muerto no te deja de amar, ahora Gerard, yo lo comprendo… Frank pensó que mi padre te había matado, y lo que hizo fue solo un acto puro de venganza –

- Lo justificas… te entiendo, por eso no estoy enojado contigo por querer dañar a Frank, créeme Nick, si alguien entiende el concepto más puro de venganza, ese soy yo – Llevó una mano a su cuello, masajeándose, tratando de liberar la tensión – Y el último problema, ¿cuál es? –

- Tú… -

Jordan apretó los labios, mirando a un lado hacía el suelo, hablando entre dientes

- No quiero que mueras… he vivido diez años sin un padre, y ahora que sé que eres mi padre biológico y que no eres el imbécil que creí que eras… ya no quiero… no quiero perderte, no quiero perder otro padre más –

Un leve suspiro se escapó de los labios de Gerard, sin pensarlo extendió su mano hasta tomar la de Jordan, hablándole lleno de calidez en su voz

- Entonces ¿Qué piensas hacer ahora? –

- No lo sé, ahora debemos ir a Filadelfia –

- Déjame llamar a Frank, por favor – Suplicó esperanzado en el repentino cambio de los hechos

- No Gerard… aun tengo que descubrir la forma de cobrarme este dolor –

- No eres coherente Nick, dices que ya no puedes llevar a término tu venganza, y tampoco me dejas hablar con Frank –

- Es que no estoy solo en esto… - Movió lejos de Gerard la mano que éste le sostenía, levantándose del piso – Hice una promesa, una que debo cumplir –

- Déjame hablar… - Se levantó también, cruzándose de brazos

- ¡No! ¿No lo entiendes? No va a pasar, no te diré el número de Frank, el que esté confundido no significa que haya olvidado que Iero le voló la cabeza a mi padre frente a mis ojos cuando apenas tenía 7 años… Tengo dudas, sí, pero mi venganza sigue en pie – Se inclinó hablándole con firmeza a Gerard – Tu te puedes ir, encontrar a Frank, hacer lo que se te dé la gana, de todas formas tu bien lo has dicho, el que llevemos la misma sangre no te obliga a quererme… Pero si me impides llegar a Filadelfia, o me impides hacer las cosas a mi manera, por mucho que adore a ese pequeño… - Respiró profundamente – No… no, - Apretó los labios meneando la cabeza – A Junior no lo voy a dañar, pero te puedo asegurar que Frank jamás lo encontrará –

Gerard sonrió caminando en dirección a la estación

- En eso te pareces mucho a mi Nicholas Jordan, eres testarudo, aunque las cosas hayan perdido sentido ya… - Volteó para ver a su hijo que lo seguía lentamente – Esperé diez años para ver a Frank, ¿Qué más da otro día? Igual prefiero ver la expresión en su rostro cuando me vea frente a él –

Se encontraron con Brian y Lorena que esperaban sentados en la banquita del paradero de autobuses, Gerard se sentó junto a Brian y Jordan junto a Lorena

- ¿Todo bien Way? –

- Todo jodido Schechter, ahora sé muchas cosas, pero básicamente estamos igual que antes de saberlas –

Jordan miró la hora en su reloj, apartándose un poco de ellos, digitando el número del celular de Noelia

- “¡¿Ahora te da por llamar cada 24 horas?! Al menos llamas, ya pensé que me habías olvidado” – La mujer del otro lado del teléfono se escuchaba igual que la vez anterior, desesperada – “Todo el día me quedo como imbécil esperando que me llames… te extraño Jordan, me haces falta… y este mocoso…” –

- Noelia, por favor no con ese tema otra vez – Miró hacia la banca, los tres veían fijo a la carretera esperando que el autobús apareciera - ¿Cómo está él? –

- “¿Él? ¡Solo me llamas para preguntar por ese mocoso! Y yo, ¿te olvidaste de mi?” –

- Noelia… por favor, sé que estás bien ¿Por qué no ibas a estarlo, qué daño podrías recibir de un pequeño de 7 años? – Aspiró profundamente intentando no perder la paciencia – Mañana si todo sale bien, estaré allí, no te preocupes, cuida del pequeño, la espera terminará pronto –

- ¡Cuelga! Ya viene el autobús – Lorena gritó desde el paradero, Jordan miró a la carretera cegándose por las luces altas

- “¡¿Quién demonios es “ésa”?! ¿Con quién estás Jordan Miller? escúchame muy bien, si estás engañándome con una perra te juro que no me vuelves a ver nunca más” –

- No seas paranoica Noelia, cálmate por favor, debo colgar, pero mañana estaré contigo, lo prometo –


Los cuatro viajaban en silencio, sumidos en sus pensamientos, Brian muriéndose de intriga de saber lo que Jordan y Gerard habían hablado, Jordan tratando de ordenar su mente de saber con certeza que era lo que quería, lo que al final le haría sentirse satisfecho, Lorena no perdía de vista a Jordan, sonreía por momentos al ver la cara de preocupación del chico, y Gerard intentaba ordenar las nuevas piezas del rompecabezas, ¿por qué Frank pensó que Albert Jordan lo había matado? ¿Cómo llegó a su poder, si su último recuerdo era estar bajo el cuerpo ansioso de Frank? Miró a Jordan de seguro la cara de preocupación que su hijo tenía era igual a la suya, sonrió, la vida se lo había traído por las razones equivocadas, pero fuera como fuese, en el fondo Gerard se sentía feliz de llamar a alguien tan determinado y fuerte, “Su hijo”

Tuvieron que esperar un par de horas en la estación, el autobús a New York salía a las 6 a.m. Ninguno pudo dormir, la ansiedad se los comía vivos, Lorena aprovechó para hablar con Jordan, conocerlo más, descubrir que había detrás de los melancólicos ojos olivos

- ¿Por qué estabas peleando con tu papá? –

- Es algo muy privado, no quiero ser grosero pero… -

- Está bien, no te preocupes, igual solo soy una extraña, pero hay algo que quiero saber, y espero que eso si me lo respondas –

- Dime – Sonrió mirándola a los ojos

- ¿Por qué le insististe a tu papá que me dejara venir con ustedes? –

Bajó la mirada, sonriendo al tiempo que jugaba con sus manos, dejando que Lorena percibiera un extraño rubor en su rostro

- Esa es fácil… porque me gustas – Se levantó de la silla, mirando a Lorena con algo de vergüenza – Hace mucho alguien no me gustaba así… aunque no creo que tengamos futuro… - Observó a Gerard recostado en una hilera de bancas de la estación, bocarriba mirando el techo fijamente – Tengo un pasado que me pesa… mucho –

- Bueno Nick, es tu presente y tu futuro los que me interesan, y con respecto al pasado, si llegamos a conocernos mejor, quién sabe y te pueda ayudar con la carga para que no pese tanto –

Jordan le sonrió por última vez caminando hasta las bancas en que se encontraba Gerard, dejando sin notarlo su celular en el asiento al lado de Lorena, el aparato repicó, y ella como acto reflejo contestó.



Noelia miraba por la ventana del apartamento, Junior dormía profundamente sobre la cama, y ella no había podido hacerlo, la voz de esa mujer que le gritó a Jordan que colgara la dejó pensando toda la noche, no era “amor” lo que ella sentía por él, pero en su mente, en su enfermedad ella pensaba que Jordan le pertenecía, solo a ella, por eso, cansada de no poder dormir, cansada de la incertidumbre decidió romper las reglas que Jordan había establecido al llamarlo al celular, y ciertamente la voz que le respondió era la que menos esperaba oír

- “¿Diga?” –

Fue todo lo que Noelia escuchó justo antes que el celular de Jordan agotara la poca energía que había recargado del auto.

Dejó caer al piso su celular, viendo el despunte del amanecer entre las lágrimas de rabia que colmaban sus ojos, mordió sus labios con fuerza, caminando despacio hasta la cama, despertando a Junior, halándolo del brazo, hablándole con frialdad

- Tu y yo nos tenemos que ir de este lugar… - Limpió las lagrimas que rodaban por su mejilla – Debo empacar, debemos irnos antes que llegué tu papá… -

Junior abrió por completo los ojos, alegrándose al escucharla

- ¿Mi papá viene por mí? –

Noelia asintió con rapidez

- Si, anoche me dijo que vendría, pero no podemos esperarlo, Jordan está engañándonos con otra mujer –

El pequeño sacudió la cabeza, mirándola con desconfianza

- Noelia… mi papi se llama Frank, no Jordan… -

La mujer se lanzó sobre Junior abrazándolo con fuerza, acariciando repetidamente la cabeza del pequeño

- No amor, tu papi es Jordan, mi esposo, no digas cosas que nos son hijito, ahora debemos irnos, antes que él llegue – Miró llena de dulzura a Junior – Tenemos que darle una lección a tu papá, él no puede enredarse con otra, no… él nos debe respetar a nosotros qué somos su familia –

Junior se quedó helado en la cama, viéndola empacar la ropa en una maleta, moviéndose con desenfreno, cerró los ojos intentando no alterarse más de lo que se sentía

- Noelia… “mamá” es mejor que esperemos a papá, él te ama, no creo que esté con nadie más – Tembló al hablar, pero sabía que sería perjudicial intentar hacerle ver la verdad, al menos ahora que Noelia deliraba con ser su madre él podría estar un poco más seguro – Mejor ven a dormir conmigo… “mami” –

La miraba aterrado, conteniendo la respiración en cada palabra que había pronunciado, Noelia se limitó a negar con la cabeza

- No hijo, no podemos quedarnos – Agarró en una mano el equipaje y con la otra sostuvo fuertemente la mano de Junior – Nos vamos ya, nos vamos lejos donde Jordan no pueda encontrarnos -

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