sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #39

Capítulo: #39

La valentía que nace de la necesidad.

Un repentino vacio inundó el corazón de Jordan, se cruzó de brazos más como protección que como un acto de rechazo hacia Gerard, le sostuvo firmemente la mirada, mientras descubría algo de su padre, algo que Gerard descubrió al tiempo que Jordan pronunciaba con seguridad cada palabra

- Eres un ser egoísta, eres tan egoísta que no puedes ver más allá de tus propias necesidades –

- No fue eso lo que te pregunté – Replicó enojado

- No, claro que no, me preguntas si yo tuve el atrevimiento de besar los labios de el hombre que crees de tu propiedad… sí, lo besé, como parte de mi venganza, me aproveché que me parecía a ti, quería confundirlo, enamorarlo y romperle después el corazón, pero como lo sabes ya, esa venganza no la voy a llevar a cabo –

- ¿Sientes algo por él? –

- No, ni odio siento ya por él… - Jordan entrecerró los ojos, mirándolo con desaprobación – Es más, creo que por Frank siento una gran lastima… el hombre que tanto ama, que lloró por diez años, no es más que un tipo absolutamente egoísta que solo piensa en él… yo no creo Gerard que arriesgaras la vida de Mikey por amor a Frank, no, lo hiciste por ti, para no quedarte solo… -

- No sabes lo que dices – Rió meneando la cabeza

- ¿No? Entonces, por qué no hiciste algo en el momento en que supiste que había secuestrado a Junior, por qué no me reclamaste de la forma en que me reclamas ahora por un simple beso… es más que obvio, Junior no te interesa porque ese pequeño es dueño de gran parte del amor de Frank, ese amor que en tu maldito egoísmo crees que debe ser solo para ti –

Un extraño hormigueó recorrió la piel de Gerard, caminó hasta el borde de la cama, sentándose pesadamente, mirando con temor a Jordan

- No… yo no… ¿Crees que soy egoísta? Yo no hice nada… cuando me dijiste que tenías al pequeño, no había nada que hacer… yo solo pensé en mi necesidad de Frank… pero… - Se levantó de la cama acercándose a Jordan – Yo amo a Frank… sin egoísmos… yo se que sí… – Respiró profundamente – Voy a demostrarles que sí -


Tomó con fuerza la mano de Jordan, sacándolo de la habitación, atravesando el pasillo hasta pararse frente a la puerta de Mikey, golpeó un par de veces hasta que su hermano abrió

- Danos armas… acompáñanos ahora mismo a buscar a Junior – Pidió con palabras atropelladas

- Claro, cálmate hermanito, abajo están Chicken Thompson y Mayflower, deja llamo a Frank –

- No Mikey, iremos solamente los tres – Frunció el seño, hablando con extrema seguridad – Y no regresaremos a esta casa sin tener a Junior con nosotros –

Mikey no preguntó más, estaba feliz, a pesar de que hace horas había aceptado ya que su hermano estaba vivo, solo hasta ese momento sintió que ese Gerard que había perdido hace diez años había vuelto.

Los tres atravesaron el jardín sin decirle nada a nadie, los autos estaban aparcados desordenadamente en un extremo del jardín, detrás de uno pudo distinguir a Cortez de espalda recostado en el auto, fumando un cigarrillo, avanzó con Jordan y Gerard detrás de él, llamando la atención de Matt, que al darse media vuelta pudo reconocer entre la oscuridad a Jordan, no esperó explicaciones, de inmediato sacó su revólver apuntándole a la cabeza

- ¡Espera Matt! – Gritó Mikey agitando ambas manos en el aire – Frank ya sabe que Jordan está aquí –

Matt lo escuchó, pero no bajó el arma, en cambió gritó lleno de rabia

- ¿Dónde tienes al niño, maldito desgraciado? –

- El no lo sabe Matt, deja de apuntar y te explico – Suplicó Mikey al ver que Cortez no bajaba la guardia

- No quiero explicaciones, este hijo de perra se llevó a Gerardito, yo no me pienso quedar tan tranquilo –

Gerard pudo distinguir en los ojos de Cortez una ira pura, una rabia verdadera, se notaba que le dolía, que Junior le dolía, y seguramente Frank también, avanzó un paso, poniéndose delante de Jordan, frente al cañón del revólver de Cortez, hablando en calma

- Matt si lo matas no podremos encontrar a Junior, piensa bien las cosas –

- Tu a mí, no me digas que debo hacer… ¡Tú estabas muerto! Debiste quedarte muerto –

Las manos de Matt comenzaron a temblar, tenía a Gerard en la mira, un solo disparo y le volaría la cabeza, una sola bala y todo volvería a la normalidad

- Matt… cálmate, nos estás haciendo perder tiempo valioso – Insistió Mikey, caminando despacio hasta él – Dame el arma, hablemos en calma –

No lo escuchó, no lo vio acercarse, Cortez solo veía a Gerard frente a él, separados apenas por un auto, sería un disparo certero, no había forma de fallar

- No debiste venir… Frank ya tenía una vida sin ti… Frank ya tenía… -

- Frank necesita hablarte Matt, deberías bajar el arma e ir a la casa, él te está esperando –

- ¡Qué no me digas que hacer maldito imbécil! – Le gritó a Gerard, agitando un poco el arma en el aire - ¿Por qué demonios te tardaste tantos años en volver a él? no tienes idea de todo lo que sufrió sin ti… y justo, ¡Justo cuando estaba decidido a seguir adelante con su vida, apareces para arruinarlo todo! –

Gerard avanzó un paso, pegando su cuerpo del costado del auto, abriendo por completo los brazos

- ¡¿Quieres matarme?! – Gritó mirando fijamente a Matt, inflando su pecho levantando la barbilla para provocarlo - ¡Mátateme, vamos, hazlo ya, me tienes frente a ti! Quieres eliminarme para que Frank vuelva a ser tuyo… hazlo Cortez, ¡Mátame de una buena vez! Pero después no te quejes cuando Frank te odie por el resto de su vida -

- No debiste volver… - Se quebró, bajando por completo el arma, dejándose embargar por completo del sentimiento de pérdida, de celos y rabia, dejando de luchar contra las lágrimas que empezaban a brotar de sus ojos – No debiste… no deberías estar aquí –

- Matt, entra en la casa por favor – Rogó Mikey, tomando el arma de su mano – Entra, habla con Frank, el te debe una charla… -

- Prefiero ir con ustedes, no sea que solo estén tramando sacar a Jordan de aquí para ponerlo a salvo… -

Gerard rodeó el auto, parándose junto a su hermano, hablándole a Cortez

- No estamos tramando nada, vamos a buscar a Junior, y no quiero que vengas con nosotros, espero que entiendas que tengo muchas razones como para no querer tu compañía en este momento –

Matt miró a Gerard antes de encaminarse al jardín, lo miró con una rabia tal que si tuviera el poder, lo habría fulminado con esa mirada

- Esto no se termina aquí Way – Fue lo último que le dijo antes de continuar su camino.




- ¿Sabías de esto Mikey? –

Le preguntó a su hermano mientras los tres entraban en el auto, Mikey tomó el volante, girando apenas el rostro al lado donde se sentó Gerard

- Sí, pero no creí que fuera algo tan serio para Matt, yo creí que solo se acostaban, creo que era solo sexo para Frank –

- No lo culpo, amar a Frank es lo más fácil del mundo –

- Ja, ja, para ti… yo en 11 años y medio que llevo de conocerlo no he podido quererlo – Aceleró al salir de la propiedad, mirando por el retrovisor a Jordan – ¿Qué ruta tomo? –

- Por la Mc Carter High, hasta el éste de Newark, hay tomamos la avenida central hasta la calle 5ª -

- Esa no es la casa de Noelia, nosotros fuimos al apartamento que ella ocupaba cerca del cementerio Fairmount… -

- Nosotros alquilamos ese lugar para pretender que era allí donde vivíamos, para despistarlos a ustedes cuando salieran a buscar a Junior –

Gerard sonrió palmeando suavemente el borde de la ventanilla

- Sí no fuera porque la usaste para la maldad, elogiaría tu inteligencia, Nick –.





Jordan sacó una llave de repuesto, oculta entre una maceta de la entrada, abrió la puerta permitiéndoles a su padre y a su tío entrar primero, escuchando con algo de gracia las exclamaciones de ambos al ver las cabezas disecadas que adornaban el lugar.

Mikey tenía la boca completamente abierta, en una mezcla de sorpresa y asco, Gerard recorría el lugar observando las cabezas, soltando una extraña carcajada al pararse frente a una que sobresalía en una pared

- ¡Michael Mulberry! Ja, ja, ja, éste fue cabecilla de los New Yorkers en mis días… woa!, ahora no es más que una cabeza… - Fijó interrogante su mirada sobre Jordan - ¿De quién es el hobby, tuyo o de ella? –

- De ella, a mí siempre me pareció algo asqueroso –

Mikey observó una base dorada en medio de la sala, era parecida a otras que sostenían las cabezas, la miró un buen rato antes de preguntar

- Esta se ve que es especial… ¿Qué cabeza le falta a la loca de tu novia para ser puesta aquí? –

Jordan sonrió apenado, señalando la base dorada sin levantar de allí su mirada

- Esa… es en efecto especial, es allí donde Noelia piensa… o pensaba poner la cabeza del hombre que asesinó a sus padres –

- Oh! Pobre hombre – Rió Mikey acariciándose la barbilla

- Eres tu Mikey Way, tú mataste a los padres de Noelia –

Se sintió en un leve shock al escucharlo, sentándose en el sofá

- ¿Qué dices? –

Jordan se quedó de pie, sosteniéndose un brazo con el otro flexionado sobre su abdomen

- Hace 4 años, incendiaste la casa de los padres de Noelia, con ellos dentro –

Mikey cerró los ojos, enviando un poco su cabeza hacia atrás

- ¿Sabes cuantos lugares, casas, fábricas… hasta iglesias, he incendiado en los últimos 9 años? – Abrió los ojos, levantándose del sofá recorriendo la sala - ¿Cuál es el apellido de Noelia, porque seguro que en eso también mintieron y no debe ser Smith –

- No, no es Smith, lo sacamos de la Smith Wenson… su apellido es Everlost –

Gerard volvió a liberar una carcajada

- ¿Everlost? Dios, ese apellido es un karma o qué… porque al parecer tu novia perdió la cordura hace mucho –

- Ella no es mi novia, al menos ya no lo es… - Jordan se sacudió por completo – De hecho nunca lo fue… solo nos usamos mutuamente para obtener nuestras venganzas –

- Everlost… Jeff y Hayley Everlost… - Mikey lo pronunció como un susurro – Ya sé quiénes eran – Empezó a abrir cajones de los muebles de la sala, sacando papeles que leía por encima - ¿Tu noviecita sabe que es adoptada? –

- ¿Uh? – Jordan siguió a Mikey, buscando él también pistas en casa de Noelia

- Ellos la adoptaron, para tener fachada de familia, al menos ese fue el rumor, la sacaron de un ghetto… bueno eso no importa, ellos vendían droga en cantidades, disfrazados de familia normal, pero se jodieron cuando se metieron con nuestros clientes, les advertimos dos veces, pero ellos nos desafiaron, metiéndose al mismo Newark a vender, hasta en Belleville vendían… y claro, me vi en la obligación de detenerlos, incendié la casa, de hecho no sabía que ellos estaban dentro, solo tenía la intención de quemarles una tonelada de cocaína que tenían guardada… - Levantó el rostro de entre los papeles, mirando a Jordan - ¡Oops! –

- ¿En qué clase de persona te convertiste Michael James Way? – Gerard se acercó a su hermano, reprochándole con su mirada – Yo no te crié así… yo no arriesgué mi vida en las calles durante tantos años para que te convirtieras en un matón –

- No es tiempo de reproches Gerard, no estuviste a mi lado los últimos diez años de mi vida, no sabes por lo que he tenido que pasar, además si quieres culpar a alguien, culpa a Frank, él fue quién me rogó que lo ayudara a continuar con tu pequeño imperio de narcotráfico –

- ¡Wharton State Forest! – Jordan sacudió una fotografía en su mano – Estoy casi seguro que están allá, Noelia me habló alguna vez de ese lugar, sus padres tenían una cabaña a la que iban cada verano… yo la conozco bien, ella de seguro fue a un ambiente donde se sintiera cómoda, segura –

- Bien, empezaremos por ahí, ¿Sabes la ubicación exacta? – Gerard caminó a la puerta de salida

- No, pero si le preguntamos al guardabosque nos dirá cómo llegar –.


*


Un sonido de golpes secos provenir de la cocina de la cabaña despertó a Junior de su sueño, sentía los ojos pesados por haberse quedado dormido en llanto, se levantó despacio, a estas alturas no sabía que esperar de esa mujer, caminó despacio, deteniéndose en el marco de la puerta de la cocina, en la que Noelia con un palo golpeaba en la cabeza a una docena de ardillas, una por una la sacaba de una bolsa, acomodándolas en el mesón de la cocina, pegándoles con violencia hasta destrozarles por completo la cabeza, Junior no se atrevió a hablarle, la mirada de la mujer había cambiado de nuevo, ese brillo maternal que tenía unas horas antes se había extinguido por completo, retrocedió sin hacer ruido, fijándose que la puerta de salida estaba abierta, de nuevo lo pensó, analizó muy bien su situación, internarse en un bosque lleno de de animales y quién sabe qué otros peligros más, o quedarse allí con una completa loca que sin aviso cambiaba de humor de forma tan radical.

- ¡Maldita, maldita, maldita, maldita! – Cada golpe sobre la cabeza de una ardilla iba acompañado de la palabra, Noelia dejó un segundo el palo sobre el mesón, buscando con desespero un cigarrillo en su paquete vacío – Cigarrillos… necesito cigarrillos –

Salió de la cocina, encontrando a Junior de pie en la puerta de salida, lo empujó con violencia, haciéndolo caer de bruces en suelo fuera de la casa, arrodillándose frente a él

- ¿Qué haces fuera de la cama maldito mocoso? –

El niño no respondió, volteó sentándose, limpiándose la tierra de la cara, se quedó mirándola lleno de terror, intentando controlar el temblor en su cuerpo

- ¡Te hice una pregunta! –

- Te… te… tenía calor… mucho… y salí… -

Noelia lo ignoró, levantándose, mirando el bosque que los rodeaba

- Tengo que ir por cigarrillos… iré al centro de visitantes, allá venden, ¿Verdad? –

Miró al niño esperando una respuesta, se rascó la cabeza riendo divertida

- Ah no, tú no sabes, no tienes edad para fumar –

Junior se levantó del suelo, quedándose de pie frente a ella, sin saber qué hacer, esperando que fuera ella la que diera las pautas

- Está linda la noche… en poco tiempo amanecerá – Se agachó hasta la altura del pequeño, acomodando las manos sobre los hombros de Junior - ¿Quieres que hagamos canotaje? Pero no tengo canoa –

- En la mañana, podemos ir donde el guardabosque y pedirle una… - Le habló mirándola desconfiado

- ¿Pedirle qué? – Empujó de nuevo al niño contra el suelo, levantándose otra vez – Lo que quieres es que te llevé donde haya gente para escaparte de mí, eres un maldito mañoso –

- Cigarrillos Noelia, quieres cigarrillos… - Murmuró con temor, sentado en el suelo, no se levantaría otra vez, al menos así evitaría que ella lo empujara nuevamente – Ve donde el guardabosque, yo te espero aquí, necesitas los cigarrillos –

- Cigarrillos – Pronunció ella con la mirada perdida en el vacío – No hay caso Junior… no hay caso – Meneó la cabeza, volviendo a arrodillarse junto a él – No hay necesidad… no te voy a encerrar, igual tienes mucho hueco por donde escapar – Rió, acariciando suavemente la cabeza del pequeño – Osos… este lugar está lleno de osos hambrientos, pumas… leones, panteras, hienas, que hace mucho no comen, yo si fuera tu me encerraría en la casa y no saldría de entre las cobijas, al menos hasta que regrese –

Junior asintió, entrando en la casa, cerrando la puerta, observando por una ventana a Noelia perderse en la oscuridad de la noche, llevó su mano sobre su boca riéndose con ganas, hablando para él

- Está tan loca que no sabe que en los bosques de Norteamérica no hay ni leones, ni panteras, ni mucho menos hienas… -

Recorrió la cabaña, buscando una linterna o algo con que iluminar su camino, al no encontrar nada decidió salir así, en medio de la oscuridad, alcanzó a atravesar unos 15 metros lejos de la casa, pero el rugir de algunas criaturas salvajes lo obligaron a regresar, se sentó en el portal, rodeando sus rodillas entre los brazos hundiendo la cabeza entre el hueco que formaban sus brazos cruzados, comenzando a llorar quedamente


- Tienes que hacerlo Gerard Iero Way Junior… tienes que tener fuerza… - Fregó sus lágrimas sobre sus rodillas, levantando el rostro, mirando desesperanzado el bosque – Tengo que poder… mi papi debe estar muriendo de angustia… no puedo… no puedo quedarme aquí… - Bajó la cabeza rozando su frente sobre sus brazos - ¡Pero tengo tanto miedo! –

Aspiró una enorme cantidad de aire, levantándose de golpe, empuñando sus manitas con fuerza

- ¡Pero si me quedo aquí esa loca me puede matar… da igual si me come un oso… de todas formas voy a morir… pero al menos lo haré sabiendo que lo intenté -

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