Capítulo: #42
Es una emoción primaria.
Frank sintió en su espalda las uñas de Matt Cortez enterrarse con violencia, las sintió unos segundo antes de ser alejado de él con fuerza y caer al suelo de la cocina empujado por Matt
- ¡Deja de hacerlo! – Gritó, retrocediendo hasta chocar con el mesón - ¡No entiendes que tus actos solo me causan daño! Gerard regresará, y me harás a un lado ¿Qué demonios te pasa Frank? –
No intentó levantarse del suelo, es más, se recostó cómodamente sobre la fría baldosa, apoyando la cabeza sobre sus manos, de lado, mirando perdido la nada
- Tengo miedo… - Habló sin expresar sentimiento alguno en el tono de su voz – Tengo mucho miedo de no sentir por Gerard el mismo amor que sentía hasta hace un día… tengo miedo que él no sea quién lloré tanto años –
- Soy el menos indicado para esta charla - Cruzó los brazos sobre su pecho, mirando sin ver a Frank tendido en el suelo
- Si no lo hablo contigo, ¿Entonces con quién? - No se movió de su posición, no tenía fuerzas para hacerlo
- Eres cruel Frank Iero, no te alcanzas a imaginar lo cruel que eres conmigo en este momento –
- Tu no me amas, no de verdad… - Solamente movió su cabeza para ver el rostro de Matt – Crees que me amas, pero solo amas la idea de un hogar, de ser más importante para mí que nadie más… si me amaras Matt, si de verdad lo hicieras, me escucharías en este momento en que te necesito más que nunca –
Cortez caminó lentamente, acercándose a Frank, sentándose muy despacio en el suelo junto a él, sosteniéndole con firmeza la mirada
- Cada momento, todos y cada uno de los malditos momentos que te he dado comienzan con la misma frase pronunciada por tus labios “Hoy te necesito más que nunca” siempre, siempre me necesitas más que nunca, y siempre he estado ahí, sin preguntar, sin protestar, sin exigir… ¿Tienes el atrevimiento de decirme que no te amo en verdad? – Rió, recogiéndose las rodillas entre sus manos – Eres muy vivo Frank, vas a sacar ese absurdo razonamiento para quitarte la culpa de los hombros, pero no es necesario, te lo dije y te lo repito, no es tu culpa, no tenías cómo saber que Gerard estaba vivo –
Se levantó del suelo, mirando a Frank lleno de lástima
- Voy a irme al jardín, esperaré por Junior, tan pronto vea con mis propios ojos que él está bien, me voy a ir para siempre de tu vida, así no tendrás que sentir más culpa, ni tendrás que pensar en absurdos motivos para liberar mi dolor de tu conciencia –
*
El sol comenzaba a calentar sobre el bosque Wharton State, Gerard y Jordan permanecían montados en sus caballos, observando la cabaña desde una loma no muy lejana, esperaban pacientes que Noelia apareciera, ambos con arma en mano, listos para disparar, no pensaban detenerse a preguntarle nada, o a darle oportunidad alguna.
Y Noelia tampoco pensó en preguntar, inquirir o dar oportunidad alguna, escondida detrás de un viejo roble, meneando con insistencia su cabeza, desesperándose por los juegos crueles de su propia mente, no era posible que viera a Jordan dos veces, era un absurdo, o sería acaso la confirmación que había perdido por completo la razón, apuntó con su arma, primero a Jordan, dudando si en efecto era él o solo el espejismo, apunto hacía Gerard, era una extraña imagen de Jordan, igual, pero diferente, desafortunadamente por la cabeza de Noelia nunca pasó la idea que quien estaba junto a Jordan no era solo el producto de su mente enferma, si no que era Gerard Way, Jordan se lo había dicho un par de semanas antes “Me parezco al hermano muerto de Mikey Way”. Un recuerdo que fue esquivo para ella, más ahora que solo el sentimiento de traición la llenaba por completo, Jordan no sólo fue por el pequeño sin cobrar su supuesta venganza, también le había mentido, la había engañado, se había aliado con Mikey Way, y eso lo convertía de inmediato en su enemigo.
- Nick, llevamos más de dos horas esperando, creo que lo mejor es regresar a Jersey, tengo un mal presentimiento… -
- No sé si yo deba regresar contigo a casa de Frank, nadie me quiere allí –
Jordan haló las riendas de su caballo, volteando para tomar el camino de regreso, Gerard hizo lo mismo
- Yo te quiero allí, te quiero junto a mí –
- Sabes que seré un problema… - Sonrió, hablando con fingida seguridad – Yo puedo regresar a vivir con mi tío Charles Miller, he vivido casi toda mi vida con él… y tal vez cuando pase un tiempo… -
- No, no quiero que te alejes de mi lado, sí Frank me ama, debe aceptar que eres parte de mi vida ahora –
Noelia liberó el seguro de su 9 milímetros, ¿A quién dispararle? No lo sabía y más ahora que ambos, Jordan y el “espejismo producto de su mente enferma” estaban de espaldas a ella, no quería fallar, no se iba a arriesgar a que el tiro diera en la espalda de la nada, así que la mejor forma era disparar dos veces.
*
Matt esperaba en el jardín, sentado sobre el prado, su mirada fija en la reja de entrada, esperando ver por fin al pequeño que amaba como si fuese su hijo, quería cerciorarse que en verdad Junior estaba en perfectas condiciones, así podría marcharse con una preocupación menos en su alma. Sintió a Frank acercarse y sentarse junto a él
- De verdad, Frank, te lo pido, déjame solo –
No se levantó, empezó a arrancar lentamente el pasto frente a él, hablando sin ver a Matt, observando también la entrada
- Una vez, hace muchos años, Gerard me dijo que mis acciones le destruían una y otra vez el corazón… recuerdo perfectamente sus palabras… “Tu inocente culpa”, lo reconozco Matt, no soy perfecto, no me acerco tan siquiera a la sensatez, y no me estoy excusando… no contigo, te debo mucho más que una simple disculpa, más que reconocer que soy maldito egoísta que le teme tremendamente a estar solo… Por miedo a la soledad no dejé por voluntad propia la casa de mis tíos cuando mi padre murió, por miedo a esa soledad, siempre acudía a Jacky cuando sentía que Gerard estaba lejos de mí, por miedo a estar solo convencí a Mikey que me ayudara a continuar el negocio de Gerard y hasta… - Hizo una pausa, suspirando profundamente – Me duele admitirlo, pero por miedo a la soledad le insistí a Jacky que me diera un hijo… -
Buscó los ojos de Matt con su mirada, pero él no dejaba de ver la reja de la entrada principal de la casa, se movió un poco insistiendo en ver los ojos de Matt, llegando al extremo de asir con fuerza su barbilla para obligarlo a cruzar miradas
- Por miedo a la soledad te besé hace un rato… por este maldito miedo que siento de que el regreso de Gerard no sea más que una ilusión, porque cada segundo que pasa me invade el temor que él escogerá a Jordan antes que a mí -
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