Capítulo: #43
Bulletproof.
Sintió el agua colarse hasta sus pulmones, tosió con fuerza intentando levantar un poco el rostro fuera del río, se apoyó en ambas manos, pero cayó de nuevo contras las rocas al sentir el terrible dolor en su hombro derecho, cerró los ojos un segundo, intentando pensar en la forma de salir de allí con vida.
Extendió su mano izquierda, asiéndose a la saliente de una roca, se aferró con fuerza, impulsándose hasta recostar la mitad de su cuerpo sobre la superficie porosa de la roca, observó su hombro derecho, la sangre había dejado de brotar, el río había lavado cualquier rastro de la misma, pero podía ver perfectamente el impacto de la bala en el cráter que formaba su piel.
No había duda, le dispararon buscando impactarle en el corazón.
Esperó a reponerse un poco, para intentar ir hasta la orilla, el sol le daba un color dorado al agua, la corriente era constante, fuerte, pero no lo suficiente como para haber arrastrado su cuerpo río abajo, cerró de nuevo los ojos, respirando sistemáticamente, buscando una respuesta clara del por qué se encontraba allí luchando por mantenerse con vida.
La fugaz visión de imágenes pasadas entre las sábanas de su cama, haciéndole el amor a Jordan mientras él tenía sexo con ella, la imagen de su madre biológica, entregándola al estado cuando apenas tenía 9 años, sin culpa, sin remordimiento, es más, ese día Noelia notó inclusive un sentimiento de alivio de parte de ella. Sintió la soledad y el abandono en el gueto, su primer hogar adoptivo, una madre que bebía a costa del dinero que el estado le daba para mantenerla, un padre que liberaba la tensión de los largos días de trabajo en su vulnerable cuerpo. Los pocos pero felices días que pasó con sus segundos padres adoptivos, la familia Everlost, que la escogieron justo a ella, de entre todos los niños en el moridero en que vivía, fue la primera vez en toda su vida que recibió amor, atención y cuidado; Y recordó también el odio intenso que sentía por el hombre que le arrebató a los únicos seres que la amaron alguna vez.
“Soy muy parecido a Gerard Way, el hermano muerto de Mikey”
La voz de Jordan se deformaba en sus recuerdos, tal vez el hermano de Way no estaba muerto, tal vez no era su imaginación, ver a Jordan dos veces, no tenían la misma ropa, y el otro se veía un poco mayor…
“Tendrás tu venganza, no le hagas daño al pequeño”
Mintió, desde el comienzo ¿Por qué lo hizo? Él y Mikey Way se acercaron al centro de visitas, ambos reían, había algo más entre sus miradas… ambos celebraban lo que le hicieron, ¿Por qué?
Solo tenía dos cosas seguras en su mente, salir de ese bosque con vida y cobrar con flamas las ofensas de sus enemigos
*
Sintió un extraño sabor en su boca, era amargo como el de un medicamento, pero no había ingerido nada, la saliva le escaseaba, intentó hablar, preguntar dónde se encontraba pero las palabras no se formaban, abrió lentamente los ojos, observando una cabellera rojiza sobre su pecho, levantó con dificultad su mano derecha tocando apenas la espalda de quién se recostaba sobre él
- ¡Despertaste! – Lorena se incorporó animada en el borde de la cama – No te esfuerces por hablar, ya estás a salvo –
La miró detenidamente, se notaba que había estado llorando, rodeó el lugar con sus ojos, estaba en la habitación en casa de Frank, junto a su cama estaba Gerard, de pie, sonriéndole dulcemente
- Eres como yo, a prueba de balas –
- Noe… Noelia… ella… -
Intentó preguntar, sus palabras salían pesadas de sus labios, Gerard respiró profundamente, mirando a Frank que entraba en la habitación sosteniendo a Junior de la mano
- Creo que ya debe estar muerta, tiene un orificio en su hombro derecho y cayó rodando por la loma al río, si no la mata la bala, lo haría la caída, y si no, ya debe estar ahogada –
- Debiste cerciorarte – Reprochó Frank liberando la mano de su hijo que corrió a sentarse junto a Nicholas – Esas cosas no se pueden dejar a la suerte –
- No podía bajar esa loma, perdería mucho tiempo, para mí lo importante era sacar a Nicholas del bosque, y procurarle atención médica –
- ¿Te duele mucho? – Junior acarició suavemente el rostro de Nicholas al preguntar
- No… no mucho –
- Bien, entonces nos vamos – Frank extendió la mano hacía su hijo – Vamos Junior, ya viste que Nicholas Jordan estaba bien, ahora vámonos –
- Papi, ¿Me puedo quedar con Nicky un rato más? –
- Creo que él necesita descansar, es mejor que vengas conmigo –
Insistió, pero Junior se recostó sobre el pecho de Nicholas, mirando suplicante a su padre
- Yo no lo voy a molestar, solo quiero quedarme aquí con él, por favor papi, ¿Sí, sí, sí? –
- Déjalo… no me molesta –
- Lo siento – Frank bajó la mirada, acercándose a Junior, levantándolo en sus brazos – Pero no me voy a arriesgar a dejar a mi hijo cerca de quién lo quería matar –
- Algún día tendrás que confiar – Gerard rascó suavemente su cabeza, resoplando un poco molesto
- Algún día, tal vez, pero no hoy – Frank abandonó la habitación cargando a Junior en contra de las protestas del pequeño
- Voy a la cocina por café, ¿Quieren algo? –
- No Gerard… gracias – Nicholas apretó la mano de Lorena entre la suya – Tengo todo… lo que necesito –
- Ah, bien – Gerard sonrió de forma pícara, atravesando la puerta – Entonces me iré y los dejaré solos –
- Me sorprende un poco lo parecidos que son –
Lorena delineó las facciones del rostro de Nicholas con la punta de sus dedos, sonrojándose un poco apenada al ver que él la miraba fijamente
- A mí lo que me sorprende es que a pesar de lo que eres… - Hizo una pausa pensando en la forma de no ofenderla – Bueno, del trabajo que tienes… tenías, aun conserves la capacidad de sonrojarte –
- Tenía Nick, eso quedó atrás, y me sonrojo porque es diferente estar frente a un hombre que te pagará para que te acuestes con él, a estar frente a uno por quien tienes tan fuertes sentimientos… - Pestañeó bajando la mirada
- No tienes porque callar Lorena – intentó incorporarse para acariciarle el rostro, pero el dolor en su espalda lo obligó a recostarse de nuevo – Yo también tengo sentimientos muy fuertes por ti ¿Crees en el amor a primera vista? –
- Hum, no la verdad – Sonrió
- Yo tampoco – Rió también – Pero sí creo en la atracción inmediata – Extendió la mano halándola de la ropa hasta ponerla casi sobre él – Y cómo no me puedo mover, te va a tocar a ti dar el primer paso y besarme -
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