Capítulo: #5
Mezclando negocios con placer.
Frank apretaba fuertemente la sabana entre sus dedos, no dejaba de morder la almohada, y jamás abría los ojos, tan solo su piel y su cuerpo estaban presentes, su alma siempre lo abandonaba en esos instantes que su cuerpo se alimentaba de placer sexual.
Jadeaba casi en silencio, siempre creía que Junior podría escucharlo, aunque estuviese a dos habitaciones de la suya, trataba de no pensar en nada, en especial se esforzaba por no pensar en Gerard, no importa cuánto tiempo haya pasado, cada vez que su cuerpo le reclamaba placer, él se sentía como un traidor.
- Más rápido por favor –
Exigió, necesitaba alcanzar el clímax antes que su propio remordimiento se lo impidiera, sentía las mordidas en su nuca, sentía los besos desesperados en su mejilla, las manos que le acariciaban sin descansar, y de forma lejana escuchaba uno que otro “Te amo Frank” que se escapaban sin querer de quién lo penetraba.
Ambos llegaron al tiempo, de inmediato Frank se volteó bocarriba en la cama, negándose el derecho de verlo a los ojos.
- Gracias Matt, ya puedes ir a dormir –
Cortez se incorporó en la cama, aun respirando agitadamente, no giró su cabeza para verlo, tan solo habló con el corazón en la garganta, no era de tener esa clase de charlas, pero esta vez la mortificación era mayor que él
- Yo sé muy bien cuál es mi lugar en tu vida, y esto que voy a decir no es un reproche, solo… yo solo necesito saberlo Frank… ¿Vas a contratar a Jordan solamente porque te recuerda a Gerard? –
- Sí, pero no para lo que Mikey piensa, yo solo necesito entender el por qué de esa semejanza –
Cortez asintió pesadamente con la cabeza, levantándose de la cama, comiéndose a Frank con la mirada, deseando no tener que irse, anhelando poder quedarse un poco más a su lado
- Ese tipo no es de fiar –
- ¿Celos?, No Matt, yo no necesito eso en mi vida, y menos de ti –
- No son celos Frank, tú no entiendes, mi familia son Silvia, Tsukie, Mikey y sobre todo Junior y tú, vivo, por qué tú y ese pequeño viven, solo tengo una razón para levantarme cada día, y esa, es protegerlos, velar porque nada malo les pase, nunca, así tenga que dar mi vida para evitarlo, nunca me equivoco con las personas, lo sabes muy bien, y te suplico que escuches mis palabras, Jordan solo nos traerá problemas –
- No es tu buen juicio el que habla Matt, es tu amor por mí, lo siento, pero Jordan trabajará con nosotros, y no se discute más –
No se discute más, Frank había tomado esa frase como suya, la repetía cada vez que tenía oportunidad, de una extraña manera le hacía sentirse cerca a Gerard, le hacía sentir que Gerard aun vivía en su propio ser.
*
- ¡Hijo de la chingada! – Nacho se despertó asustado por el sonido agudo de la sirena del patio de la prisión - ¡¿Qué está pasando afuera?! –
- Alguien se intentó escapar – Anto ni se movió de su cama, ya estaba acostumbrado a momentos como ese
- Pobre… seguro lo van a moler a golpes –
- No, aquí solo hay un escarmiento para quienes intentan huir… - Levantándose de la cama, se paró frente a la ventana que ya dejaba pasar los primeros rayos de luz del amanecer – ¿Ves ese poste afuera del patío? Lo colgaran de sus manos, le lanzaran sangre de puerco y esperarán a que los buitres se acerquen y se lo coman vivo – Estiró los brazos sacudiéndose la pereza – Solo espero que este no grite ni llore mucho, porque me altera demasiado escuchar los lamentos de los cobardes –
- Gringo no sea cruel –
- No es crueldad, es solo que uno debe enfrentar la muerte tal como enfrenta la vida, como hombre, sin llorar, sin quejarse, peleando hasta contra el propio dolor que se pueda sentir –
Nacho reprochó las palabras con su cabeza, buscando su ropa, el jabón y el cepillo de dientes
- Me voy a bañar, ya ni ganas me dan de volver a dormir… ¿Anto? –
- ¿Qué? –
- ¿Alguna vez se trató de escapar? –
- ¿No ves que estoy vivo? –
- Sí obvio, pero, ¿nunca lo ha pensado? –
Anto se acercó al mexicano, entrecerrando un poco los ojos
- ¿Por qué, tienes un plan? Te lo advierto, he estudiado absolutamente todas las posibilidades, no hay tal cosa, las rejas de este lugar son impenetrables, bajo nuestros pies hay una enorme placa de cemento y acero, así que cavar un hoyo es imposible, en más de 2 kilómetros a la redonda hay cámaras y detectores de movimiento, a este lugar no entra ni sale una cucaracha sin ser advertida… sobornar a los guardias ¿Con qué?, ni con sexo los compras –
- Bueno yo solo preguntaba… -
- Claro que… - Anto interrumpió, sentándose de nuevo sobre su cama, bajando considerablemente el tono de su voz – Existe tal vez una forma, pero yo solo no puedo hacerlo –
Nacho dejo a un lado lo que tenía en la mano, sentándose junto a él en la cama
- Escucho –
Dirigió de reojo su mirada sobre Nacho, observando con extremo cuidado la reacción a sus palabras, midiendo si tendría las agallas
- La única forma de salir de este lugar, es matando a todos los guardias –
- Pero es imposible, no tenemos armas, nunca están lo suficiente cerca como para robarles una… eso me parece que no es una posibilidad, ni aliándonos con todos los presos, creo que esa forma que dice, no es más que una fantasía –
- No, no lo es –
- Somos menos, somos más débiles, no tenemos recursos, sería como conejos contra leones –
- Pero los conejos pueden vencer leones, posterga un poco tu baño, voy a contarte de una vez que un puñado de prostitutas, y dos hombres eliminaron por completo a la pandilla más peligrosa de New Jersey -
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