sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #50

Capítulo: #50

Un Hermoso espectáculo.

- Demasiado fácil… - Gerard dejó de apuntar a la reja de entrada, guardando su arma en el bolsillo, se incorporó parándose en medio de la azotea, observando la dirección errática de las balas, los hombres agazapados detrás de los autos disparando prácticamente al aire – Detengan el fuego, algo no anda bien –

- ¿Qué pasa Gerard? – Frank giró el rostro, viendo a Gerard de pie en la azotea con los brazos cruzados sobre el pecho

- Tu reja es de hierro, pero no impenetrable, si ellos quisieran…-

- Ya la habrían tirado al suelo – Frank se levantó, parándose junto a Gerard – Es una distracción… ¡Nos tienen disparándoles para mantenernos ocupados aquí! –

- Lo mejor será bajar, y enfrentarlos desde el jardín, acá arriba, no hacemos mucho –

- Pero es más peligroso – Vicky dejó de disparar, levantándose también – Creo que deberíamos salir de la casa, por la puerta trasera, si nos quieren distraer es por algo… - Suspiró profundamente, mirando aterrada a Gerard – Voy a bajar por mi hijo… tengo que sacar a Corey de este lugar –

- No, no hagas nada sin que nos cercioremos de que es lo que quieren, pero sí creo que Alegna y tu deberían esperar abajo con los demás –

Frank se estremeció, arrimándose a Gerard, tomándolo suavemente de la mano

- Voy a llamar de nuevo a mis hombres, deben estar en camino, entretanto bajemos al jardín, tienes razón, aquí arriba no hacemos nada –

Bajaron corriendo las escaleras, Mikey les pidió adelantarse al jardín, debía darle instrucciones a su esposa, antes de dirigirse a la habitación tomó con fuerza a Frank del brazo, acercándolo a él

- Ya lo dejaste “morir” una vez, si a mi hermano le pasa algo, no voy a volver a perdonarte… cuídalo como a tu vida, si a Gerard lo matan ellos, a ti te mato yo –

- Mikey, no seas tan trascendental –

- Esto es culpa de Frank, por hacer promesas sin consultarme… ¿Ves Gerard? Él no ha cambiado en nada, es el mismo inconsciente e imprudente de siempre –

Gerard miró a su hermano correr camino a la habitación, pasó su mano sobre la cadera de Frank atrayéndolo a él, mordiendo sus labios al hacer contacto con su mirada

- Mikey tiene razón, eres el mismo imprudente de siempre… - Sonrió besándolo rápidamente - ¡Por eso es que te amo tanto! –


Tan pronto Mikey los acompañó en el jardín, corrieron con los hombres de Frank al lugar donde aparcaban los autos, usándolos como trinchera, Gerard pidió que no dispararan hasta su orden

- Esperemos que Thompson y Mayflower lleguen con el respaldo, y de allí partiremos –

- En cinco minutos Gee –

- “Gee” – Gerard sonrió buscando el brillo de los ojos de Frank en la oscuridad – Me haces sentir como si el tiempo no hubiese pasado cuando me llamas así –

- ¡Por eso pasaste 10 años encerrado! Por esa cursilería de ustedes es que me pasé 10 años en duelo – Mikey palmeó la cajuela de un auto, frunciendo enojado el ceño - ¡¿No ven que estamos en peligro, podrían guardarse el afecto para cuando nuestras vidas no corran peligro?! –

Sin poder evitarlo Frank y Gerard soltaron una carcajada, callándose al tiempo al ver que Mikey lucia cada vez más enojado

- Perdón hermanito, tienes razón, pero no te preocupes, yo puedo concentrar mi atención en varias cosas al tiempo –



Noelia se acercó a las ventanas de la parte trasera, sacando las cortinas hacía afuera, dejando que el borde de la tela callera sobre la gasolina derramada, retrocedió nuevamente, caminando en un suave vaivén, al sentir que estaba lo suficiente lejos, arrojó la colilla de cigarrillo sobre la gasolina.

Sus ojos resplandecían al ver el fuego que subía raudo por la pared, envolvía sinuosamente las cortinas, consumiendo con avidez la tela, que impulsada por la misma fuerza del fuego entró en un sutil vuelo a la casa, prendiendo en llamas el resto de los muebles del interior.

Se alejó un poco más, parándose en mitad del camino de la casa y la reja trasera, observando como la planta baja se consumía en enormes flamas amarillas de incandescente centro rojizo, respiró profundamente el aroma del ambiente, complaciéndose al ver el humo gris negruzco que empezaban a vomitar las ventanas de la parte superior de la casa.

Tsukie fue la primera en notarlo, gritando sin evitarlo, aferrando a Sofía de la mano, corriendo hasta la puerta

- ¡Fuego, están quemando la casa! –

Sin pensarlo dos veces, Silvia tomó a Junior en brazos, mientras Vicky hacía lo mismo con Corey, Lorena y Alegna salieron corriendo detrás de ellas, bajando a toda prisa por las escalas, viendo con horror como el fuego las tenía prácticamente rodeadas, sin medir las posibles consecuencias, decidieron saltar entre las flamas que bloqueaban la puerta principal.

Unos segundos tardaron los del jardín para advertir lo que pasaba dentro de la casa, olvidando los disparos que venían de afuera corrieron hacia ellas, lo primero que hizo Frank fue arrebatar a Junior de los brazos de Silvia, tocándolo por todas partes, preguntando una y otra vez si estaba bien

- ¡Qué si papi, nada me pasó! – Aseguró el pequeño besando la frente de su padre, mirando alrededor - ¿Dónde está Nicholas? –

Gerard sintió todo su cuerpo enfriarse en una fracción de segundo, llevando sus ojos a la casa que botaba flamas por cada ventana de la primera y segunda planta

- ¡Mi hijo! –

Alcanzó a decir antes de empezar a correr al interior, Frank soltó a Junior al suelo, y con fuerza contuvo a Gerard de los brazos

- ¡No puedes entrar, es demasiado peligroso! –

Gerard luchó con todas sus fuerzas para liberarse de Frank, gritando desesperado, exigiéndole que lo liberara, pero Frank no lo pensaba hacer, no lo haría, no se daría el lujo de perderlo otra vez.

Junior los veía luchando, muriendo de angustia porque su padre no liberaba a Gerard para que sacara a Nicholas de la casa, el pequeño solo podía imaginar a Nicholas completamente ebrio ahogándose en el humo o peor, calcinándose entre las flamas, él no pensó un segundo más, sí Frank no dejaba que Gerard entrase en la casa a advertir a Nicholas del fuego, él mismo lo haría.

Y en medio de la lucha entre Frank que se negaba a soltar a Gerard para entrar a la casa, nadie notó que el pequeño corría en dirección a la casa, y tal como salieron, el saltó entre las flamas de la entrada, corriendo escaleras arriba.

- ¡¿Qué demonios está pasando?! –

Nicholas había salido por la puerta lateral de la cocina, espantando por el fuego que llenaba y quemaba a gran velocidad todo dentro de la casa, Frank notó la presencia del joven y liberó a Gerard que corrió a abrazarlo

- ¿Estás bien? –

- Sí, creo… qué pasa… estaba en la cocina, y de repente el fuego me tenía rodeado –

- Los New Yorkers nos tendieron una trampa – Gerard sonrió aliviado, retrocediendo, parándose junto a Frank sin dejar de ver a Nicholas – Me diste un susto terrible – Bajó la mirada buscando a Junior entre todos – El pequeño estaba preocupado por ti… Junior… ¿Dónde está Junior? –

“No voy dejar que te hagas daño, jamás” Nicholas respiró profundamente, volteando lentamente a ver la casa que se consumía por las flamas

- Loco… ese niño está loco –

No dijo nada más y antes que cualquiera pudiese advertirlo corrió de regreso a la casa, metiéndose entre el fuego abrazador, y era justo ahora Gerard quien con toda la fuerza en él sostenía a Frank entre sus brazos, impidiéndole ir al infierno en llamas que se había convertido su casa.

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