sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #51

Capítulo: #51

Un ajuste más.

El calor de las flamas era intenso, Nicholas sentía los vellos de sus brazos chamuscarse y el olor a cabello quemado se mezclaba con el humo que expedían los muebles en cenizas.

Subió las escaleras corriendo, pensando que Junior de seguro había tomado esa dirección, y así fue, en el pasillo del segundo piso, entre la negra humareda que brotaba de entre las habitaciones estaba el pequeño, parado frente a la habitación en que pensaba Nicholas estaría, gritaba con la poca fuerza que tenía, gritaba el nombre en ahogada desesperación

- ¡Nicholas! – Pataleó en el suelo, frustrado de no poder ver el interior a causa de las flamas y el humo, gritó de nuevo, tosiendo con intensidad al terminar - ¡Nicholas despierta, la casa se quema! –

- ¡Junior! –

Gritó al tiempo que corría hacía el pequeño, levantándolo con premura entre sus brazos, revisando rápidamente que estuviese bien

- No debiste arriesgarte así – Susurró regresando por el pasillo a las escaleras

- Tenía miedo que no te hubieras dado cuenta… yo no quiero que mueras Nicky –

- ¡¿Dónde está todo el mundo?! – Brian se sumó a ellos en el pasillo, golpeándose la cabeza para apagar as flamas que habían prendido su cabello

- Abajo, en el jardín ¿Dónde andabas tú? –

- Es que… buscaba a Silvia, no sabía si ella estaba bien - Sonrió mientras tosía por el humo que inundaba cada vez más el pasillo, caminó hasta el comienzo de las escaleras, notando con preocupación que la sala se consumía en enormes flamas – A un baño, vamos a mojarnos, tendremos que pasar entre el fuego para salir de este lugar –

La habitación de Mikey era la única en la que se podía entrar con algo de seguridad, Nicholas tomó la manta que cubría la cama, empapándola en el chorro de la ducha, y entre la manta mojada envolvió a Junior, tomándolo nuevamente entre sus brazos

- ¿Listo? – Le inquirió a Brian al verlo salir empapado de la ducha

- Vamos –

Los tres corrieron escaleras abajo, Nicholas apretaba con fuerza a Junior contra su pecho, intentando esquivar los muebles que aun ardían en medio de la sala, mirando desconsolado como la puerta estaba casi bloqueada por algunas de las esculturas que habían caído al suelo cuando sus bases de madera se habían consumido por el fuego

- No hay salida –

Se detuvo frente al portal, rodeando la habitación con su mirada, las ventanas no solo soportaban el fuego de adentro, también recibían las flamas que se generaban en las paredes de afuera

- Sí la hay, no desesperes – Brian hizo lo mismo, analizando con prontitud la situación – Si nos apoyamos en las esculturas, podremos saltar hasta la salida –

- Yo no puedo… tendría que soltar a Junior – La mirada en los ojos de Nicholas le informó de forma implícita a Brian, que eso era algo que jamás haría

- Te encariñaste con el pequeñín ¡Ja! Y hace dos semanas lo querías matar –

- No es tiempo de bromas Brian… -

- Sí, sí perdón… tengo una idea – Se aproximó a Nicholas extendiéndole los brazos para que le entregara a Junior – Tu salta, yo te arrojó al niño, y después salto yo –

- No, no lo voy a soltar… -

- ¡Es la única opción! –

Junior sacó la cabeza de entre la manta, gritándole a quién lo aferraba con fuerza en sus brazos

- ¡Haz lo que dice Nicky! Yo no tengo problema que me lancen como pelota –

Sonrió parcamente, entregándole a Brian al pequeño, corriendo hacía las esculturas caídas, viéndose en la obligación de poner ambas manos sobre el fuego que las rodeaba para impulsarse y saltar hasta el portal, allí giró viendo al interior de la casa, apenas si podía distinguir la frente de Brian sobre las llamas, lo vio llevar a Junior casi sobre su cabeza, lo escuchó gritar un “Ahí te va” y se preparó para recibir al pequeño entre sus brazos.

Frank corrió hasta el portal al ver a Nicholas saltar por entre las flamas, Gerard corrió junto a él, ambos vieron como Junior era prácticamente arrojado por los aires y caía entre los brazos de Nicholas, solo un segundo pasó el pequeño entre esos brazos antes que Frank se lo arrebatara lleno de preocupación

- ¡Brian, sal ahora! –

Nicholas gritó, pero el estruendo de las lámparas y un par de columnas desplomándose en medio de la sala los hizo correr hacía el jardín como un reflejo para ponerse a salvo.

Él y Frank cargando a Junior lo hicieron, menos Gerard que esperó unos segundos más, esperó en desesperación porque su amigo saliera del interior, esperó mordiendo con fuerza sus labios, apretando cerradamente sus puños, al comprender en cada segundo que pasaba que la pesada lámpara de la sala se había desplomado sobre Brian, las columnas que cayeron pesadas rodaron hasta cerrar la puerta, rodaron, seguramente sobre el cuerpo de quién lo retó a liberarse de la prisión que por miedo se había negado a dejar por diez años.

Las incandescentes llamas se reflejaban en los olivos ojos de Gerard, que se negaba a cerrarlos, como si al hacerlo le negara una inexistente posibilidad a Brian de salir con vida, escuchó cada cosa caer en medio de la sala, inclusive vio la puerta principal ser abrasada, creando una hermosamente extraña y nefasta cortina de fuego puro que impedía entrar o salir de la propiedad que poco a poco se resquebrajaba por el fuego que le consumía hasta los cimientos.

Sintió en su espalda el pecho de Frank, sintió los brazos de él rodearlo por completo, escuchó en su oído el murmullo dulce de su voz

- No hay nada que hacer, ven conmigo Gerard, estamos muy cerca, se nos puede caer encima –

Caminó guiado por Frank, sus pasos eran continuos, pero no pensados, lo único que podía sentir de verdad, era un dolor inmenso en su corazón que no le permitía observar o sentir nada más

Se quedaron todos en silencio entre los autos aparcados en el jardín, otorgándose cada uno el derecho de lamentar la pérdida por solo unos segundos, sin atreverse a pronunciar palabra, sin buscar el contacto con los ojos de nadie, escuchando solamente el crepitar de fuego que consumía la casa y las descargas de ametralladora que continuaban apuntando al aire

- ¡Malditos hijos de perra! –

Gerard rompió finalmente el silencio, golpeando con violencia sus puños sobre uno de los autos

- ¡Malditos New Yorkers! –



- ¿Qué te hace pensar que fueron ellos? –

Nicholas reconoció de inmediato la voz que les habló a pocos pasos, vociferando el nombre de la mujer

- ¡Noelia! –

Intentó salir tras ella, pero Gerard lo empujó contra el auto, mirándolo lleno de furia, halando a Junior de la mano y acomodándolo frente a Nicholas

- ¡Ustedes se quedan aquí, Junior no dejes que Nicky venga! –

La tiara de brillantes que Noelia lucia en la cabeza, brillaba con más intensidad por el reflejo de las flamas, Frank y Gerard corrieron detrás de ella, que atravesaba con dificultad el jardín por culpa de lo largo de su vestido.

La mujer sonrió al poner sus manos sobre la reja de hierro que rodeaba la casa, alcanzó a levantar su pierna izquierda para empezar a salir, pero su plan se frustró cuando Frank la haló del vestido, arrojándola con violencia sobre el suelo del jardín

Ella vio las estrellas alumbrar en el claro firmamento, vio el humo que liberaba la casa en llamas, pasearse blanquecino por el aire, y vio los enormes ojos redondos de Frank mirarla con una extraña alegría, hablándole mientras ponía el pie sobre su cuello, impidiéndole moverse, dificultándole respirar

- Yo si me voy a asegurar que quedes bien muerta –

Gerard le apuntó con el arma en la cabeza, la miraba con desprecio desde su posición, respirando agitadamente, intentando contener el dolor en forma de llanto que quería abandonar sus ojos

- Te metiste con la gente equivocada… -

- Espera – Frank le bajó la mano con que Gerard sostenía el arma – Déjame hacerlo a mi manera – Habló con extrema frialdad en su voz

- Cómo quieras… -

Gerard retrocedió un paso, sin despegar la mirada de Frank, que se inclinó junto a ella, sacando un cuchillo de la bota de su pantalón, acomodándolo sobre el cuello de la mujer que los miraba llena de tranquilidad, es más, ambos pudieron notar una sonrisa dibujarse en sus labios

- No vas a alcanzar, Vic Behrmann está pronta a venir por mí, ella no los va a dejar matarme –

- ¿Ah, sí? – Frank levantó su rostro, observando el jardín - ¿Dónde está, no la veo? – Clavó su mirada en Gerard, sonriéndole cínicamente - ¿Gee, la ves en algún lado? –

- Uh, no… - Se arrodilló junto a ella, frente a Frank – Creo que te dejaron sola… ¿A ti como que todo el mundo te deja sola no? Tus padres biológicos… Nicholas Jordan… ¡eres una inmunda escoria que repele humanos! Yo creo Frankie, que le haremos un favor… -

Frank asintió sonriendo, hundiendo con fuerza el cuchillo entre la piel, sin dejar de ver a Gerard frente a él

- ¿Qué opinas, le corto la yugular ya mismo, o solo le corto un poco el cuello para que se desangre lentamente? –

- Uh… no sé, creo que es mejor no correr riesgos y cercenarle la “yugu” de una buena vez –

El cuchillo fue deslizado lentamente por el cuello de Noelia, en ningún momento Frank dejó de ver los ojos de Gerard, los dos sonrieron entre un poco de amargura, reconociendo muy a su pesar que su vida siempre sería igual, cobrarse una venganza tras otra.

La sangre de Noelia brotó en un copioso chorro, siendo absorbido despacio por la tierra del jardín, Gerard se levantó a prisa evitando que la sangre callera sobre él, la luz de la luna llena iluminaba el rostro sin vida de Noelia, pudo apreciar como sus pupilas se dilataban por completo y su piel se tornaba nívea

- Ya está Frank, ésta no va a volver a jodernos la vida –

- Espera… quiero asegurarme – Respondió sin levantarse del suelo

- ¡Le cortaste la yugular! Ya está muerta Frank –

No dijo palabra, no miró a Gerard, tan solo resbaló el filo de su cuchillo al pecho de Noelia, empujándolo con fuerza y desgarrando después la piel, desde el tórax hasta el abdomen, y ante la desagradable sorpresa de Gerard, metió la mano dentro de pecho de la mujer, arrancándole sin más el corazón, arrojándolo al suelo sobre el mullido prado del jardín

- Ahora sí –



- ¿Los ves? – Tsukie se prendía con una mano del brazo de su esposo, y con la otra sostenía con fuerza la mano de Sofía

- No, no alcanzo a ver nada, seguro están contra la reja –

- Tío… tío Mikey… -
La voz de Junior se escuchó temblorosa, Mikey volteó un poco su rostro para ver al pequeño que miraba aterrado hacía la entrada del jardín, instintivamente Mikey levantó la mirada, encontrándose con una decena de hombres que les apuntaban cada vez más cerca con las ametralladoras

- Si nadie se mueve, no tendremos que disparar –

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