sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #58

Capítulo: #58

Amores eternos, amores clandestinos, amores heredados, de olivos ojos soñadores y vivaces ojos verde avellana, amores de tiempo atrás, amores del presente, pero sobre todas las cosas, amores para siempre.

- Hay mucho silencio… -

Frank detuvo cualquier movimiento de su cuerpo, pero sus ojos rodeaban insistentemente la habitación, se estremeció al sentir los dedos de Gerard deslizarse juguetones por entre sus piernas, dejó escapar un leve suspiro cuando la punta de esos dedos se escurrió lentamente entre sus nalgas.

Contuvo la respiración, enfocando ahora su mirada en Gerard, medio recostado sobre él, contorsionándose para lograr estimularlo al tiempo que se impedía dejar de besarle a intervalos los labios y la barbilla.

Sintiendo apretarse voluntariamente la tibia intimidad de Frank, Gerard retiró sus dedos del interior, mirándolo fijamente después de un largo resoplido

- ¡Deja de pensar en nuestros hijos! – Fregó rudamente su nariz en el cuello de Frank, mascullando un “no Frank” entre apretados dientes – Se me va a bajar la libido –

- Sí, claro, cómo si eso fuera posible en ti – Respondió un poco molesto, incorporándose con rapidez en la cama, logrando que Gerard se resbalara hasta quedar con la cabeza sobre su abdomen – Es que no me entiendes… - Empezó, cambiando el tono de enojo por el de preocupación – Para ti es fácil, tu hijo tiene 23 años, es experimentado en la vida, y sé que les di permiso, porque no quiero que mi pequeño sufra, pero Junior tiene 13, es un jovencito inexperto… -

- Tampoco es que Nicholas sea un depravado, creo que en estos años demostró que la integridad de Junior le importa tanto que se exilió –

- Si, lo sé Gerard, lo sé, aun así, mi pequeño es muy inocente aun –






Nicholas mordió con fuerza la funda de la almohada, tenía los ojos completamente abiertos, en parte por la excitación, y en gran parte por el impacto del momento, los ojos de Junior irradiaban una pasión tal que opacaban por completo su edad, le sonrió lleno de lujuria mientras se estiraba para sacar de su mesita de noche un tubo de lubricante, y sin decir palabra se llevó las piernas de Nicholas a los hombros, procurándose un buen espacio para meter su cuerpo y llenarle el trasero de lubricante

- Por… por qué, ti… ti… tienes lubri… cante en tu… -

Luchaba por tomar la suficiente cantidad de aire que le permitiera hablar, pero los dedos de Junior violentando tan placenteramente su interior, no le permitían terminar las frases

Junior se mordió los labios, absolutamente complacido, sabiendo perfectamente que tenía a Nicholas en el punto inicial de la locura, extendió sus brazos al tiempo que le separaba las piernas y muy lentamente se acomodó sobre él, empujando su pelvis, permitiéndose solo rozar con su miembro erecto la piel lubricada del mayor

- ¿Por qué crees? – Clavó su mirada llena de erotismo en él, y se movió repetidamente, tentando, burlando las ansias de Nicholas, riéndose al ver que cada amague de su cuerpo, cada amenaza de una inminente penetración, le cortaba al instante la respiración – Porque lo usaba cada noche, cuando me masturbaba pensando en ti –

Malditas, simples y a la vez complejas palabras que llevaron a Nicholas en un fugaz viaje en su mente, imaginando las noches de Junior en la complicidad de su habitación, desnudo, tendido en su cama, acariciándose en desesperación, pensando en él, malditas palabras que lograron sumar 1000 grados más a su nivel de excitación, y en un angustiado ruego de su voz se le escapó un suplicante…

- ¡Penétrame ya! –







Gerard recurrió a la fuerza, tomando apretadamente a Frank entre sus brazos, impidiéndole movimiento alguno, obligándolo a ponerse bocabajo sobre la cama, pegándole los labios al oído y en contundente tono de voz le habló

- Si Junior no está listo, tengo la plena seguridad que Nicholas no insistirá, deja de preocuparte por ellos, y atiéndeme que estoy a punto de estallar –

Frank no se resistió a la violencia de Gerard, ¿cómo hacerlo? Si de hecho era una de las cosas que más le gustaba, se relajó por fin, olvidando que a tres habitaciones de distancia su hijo podría estar perdiendo su supuesta inocencia, no pensó más en él, se dedicó en cambio a disfrutar del doloroso placer que aumentaba entre más se adentraba Gerard en él.







La punta de los dedos de Nicholas encontraron un buen asidero en la espalda de Junior, nunca antes el hombre de 23 años había experimentado un placer tan absoluto, su mente se tomó unos cuantos segundos para interrogarse el cómo era posible que alguien tan joven lo estuviera llevando a lugares que jamás creyó que existían.

Los parpados de Junior parecían estrellas titilantes, abriéndose y cerrándose en cada embestida que su adolescente cuerpo daba con furia contra el de Nicholas, gemía ruidosamente sin intensión alguna de silenciar ni un poco el volumen de sus demostraciones de placer, aferraba entre sus manos los muslos de blanca piel, apretaba con fuerza, impulsándose con ellos, fregando con desesperación la sudorosa frente sobre el húmedo pecho de Nicholas, que al igual que él, no se contenía los gemidos que más parecían disonantes gritos de placer.








- ¡No puedo! –

Gritó Frank, empujando sus caderas, obligando a Gerard a salirse de él, volteando con velocidad en la cama, mirándolo casi aterrado

- ¡¿No los oyes?! –

Gerard no pudo más que soltar una carcajada, meneando la cabeza, completamente divertido, levantándose de la cama para llevar a cabo el apresurado plan que caviló en cuestión de segundos, plan que le permitiría culminar lo que había iniciado.

Haló a Frank de las manos, levantándolo de la cama, llevándolo a empujones al baño, mientras se relamía los labios al verle el cuerpo completamente desnudo y con brillantes gotas de sudor que se resbalaban por su espalda.

Cerró la puerta del baño, esperando que esto acallara un poco los ruidos que provenían de la habitación de Junior, y contra la misma puerta empujó a Frank, pegándole la mejilla en la madera, acomodándose detrás de él, sintiéndose morir como siempre al pegar su pecho contra espalda temblorosa de Frank.

- Concéntrate en mi Frankie –

Susurró en su oído mientras flexionaba las rodillas para separar las de Frank, y procurarse nuevamente el lugar privilegiado dentro de ese cuerpo que lo hacía sentirse el más afortunado de los humanos.






- Me voy… a venir… no… quieeeero –

Junior gimió las palabras, cruzando su mirada desesperada con la de Nicholas, que lo sostuvo con fuerza de la cadera impidiéndole moverse más, lo sacó de él, sentándose en la cama, respirando metódicamente, intentando hablarle al chico que lo enloquecía mucho más ahora que sus mejillas lucían el rosa más intenso que había visto

- Relájate Junior… - Respiró profundamente, empujándolo suavemente hasta hacerlo sentar contra la cabecera de la cama, montándose sobre él, bajando su frente para apoyarla sobre la del menor – No te muevas… – Jadeó – Déjame… llevar el ritmo… a mí –

Los labios de Junior se abrieron lentamente para exhalar un suspiro, recorrió con la mirada el pecho de Nicholas, sintiendo que su boca producía más saliva de la normal, deslizó sus manos por la nívea piel, acariciándole el abdomen hasta detenerse sobre el miembro endurecido de quien había empezado un sutil movimiento circular sobre él, levantó la vista encontrándose con los ojos olivos que lo miraban fijamente

- ¿Quieres, qué… qué te toque Nicky? –

Sonrió asintiendo efusivamente, acercándose a besar a largamente a Junior, mordiéndole con fiereza los labios al terminar

- Sí, por favor – Pidió con picardía, y se dedicó a dar pequeños movimientos que le procuraran a él y a Junior el mejor placer posible







- Más… rápido… Gerard –

Exigió con los labios pegados a la puerta, llevando las manos hacia atrás para aferrar los muslos de Gerard y obligarlo a aumentar el ritmo con que lo penetraba, cerrando apretadamente los ojos cuando empezó a sentir que su interior colapsaba envuelto en la más ardiente sensación de éxtasis.
Contrajo cada músculo de su cuerpo, sonriendo en medio de su clímax al notar que Gerard se igualaba con él, derramándose por completo, sin poder evitar exclamar una obscenidad gritada casi en su oído, cuando su cuerpo alcanzó por completo el nirvana al que sin excepción, siempre lo llevaba el cuerpo desnudo de Frank.







- ¡Maldito Nicholas Way, te amo demasiado! –

Fue un apresurado grito de palabras atropelladas que Junior exclamó cuando sintió que su semen salía en medio de una explosión directo al húmedo interior de Nicholas

- Maldito, maldito… maldito –

Terminó por repetirlo sin pensar, aspirando buenas cantidades de aire y exhalándolas en un “maldito”

Nicholas pasó la palma de su mano sobre el abdomen del menor, limpiando los restos de su semen arrojado fracciones de segundos después que Junior se derramó en él. Sonrió tranquilo, sonrió lleno de felicidad, recostándose de espaldas en la cama, abriendo los brazos para invitar a Junior a acomodarse entre ellos, sintió todo su cuerpo temblar, cada célula de su ser saltar de alegría, por fin, después de la más larga espera, lo tenía, al pequeño Junior entre sus brazos al infante que alguna vez lo deslumbró, y sobre todo al adolescente que lo había hecho tocar el mismo cielo.

- Dímelo –

Susurró Junior si despegar su cabeza del pecho de Nicholas

- Di que me amas –

Lo apretó aun más entre su abrazo, girando con él en la cama de lado hasta que ambos quedaron frente a frente

- Te amo Junior – Rió sacudiendo un poco la cabeza, pegando su nariz con la del chico – Te amo muchísimo –

- Nicky… - Levantó la cabeza, fijando inquisidora mirada en él – Durante estos años que me mantuviste al margen de tu vida… ¿Con cuantas personas saliste o estuviste? –

- ¿Es importante eso Junior? –

- Solo quiero saber, si llegaste a amar a alguien más –

Nicholas estiró las piernas en la cama, bostezando un poco antes de responder la pregunta, dejó que sus dedos jugaran con el cabello castaño oscuro del menor, sintiéndose liberado de poder hacerlo sin mortificarse por la diferencia de edad, Junior le había demostrado que no era un simple chico de 13 años

- Enamorarme, no, imposible, siempre te he amado y no hubo, ni hay lugar para nadie más en mi alma – Hizo una breve pausa, esquivando la intensa mirada de Junior – Salí con algunas mujeres, y con algunos hombres, pero generalmente eran cosas de una noche, pero sí tuve algo significativo, si puede llamarse así, con una persona, pero eso hace más de 4 años que terminó –

Con lentitud Junior se incorporó por completo, sentándose erguido en la cama, mirando a Nicholas como si quisiera leerle el alma

- ¿Quién, cuanto tiempo, y qué pasó? – Preguntó con sombrío y molesto tono en su voz

- Ah, Junior, esas cosas ya no importan –

- ¡A mí sí, y me dices ya mismo todo! –

Nicholas sonrió derritiéndose por la actitud celosa de Junior, se incorporó también, recostándose en la cabecera de la cama

- Bien, si es tan importante… estuvimos juntos unas tres veces, pero fue difícil, él me atraía mucho, y yo a él, pero los dos teníamos siempre un enorme impedimento, de hecho, el mismo impedimento para… tener algo más… -

El chico cerró los ojos, empezando a respirar agitadamente, pasó con fuerza las manos por su rostro, las palabras de Nicholas le habían creado una duda, tal vez él sabía perfectamente de quién hablaba

- Y ese impedimento que ambos tenían, es ¿Qué los dos en su particular forma me querían mucho? –

- No debería sorprenderme porque lo captaste de inmediato, siempre has ido un paso delante de mí, pero no te enojes con él o conmigo, fueron días muy difíciles, y los dos estábamos solos en Londres…-

- No, yo con Matt jamás podría enojarme, pero tu… ¿No había nadie más a quien joder mientras estabas allá? –

- Qué vulgar eres Junior – Meneó la cabeza, estirándose para tomar al chico entre sus brazos – Ni Matt, ni yo lo vimos venir, fue algo que simplemente pasó, y creo que las tres veces que estuvimos juntos, el se mortificó demasiado, porque te quiere como si fueras su hijo –

Junior comenzó a reír en aumento, sacudiendo la cabeza, golpeándose la frente con la mano abierta

- ¡Ja, ja, ja!, es muy cómico esto… ¡Matt Cortez jodió por años a mi papá, y aparte, se jodió a mi novio también! –






Frank terminó por vestirse, parándose frente a Gerard que aun se vestía, se cruzó de brazos esperando que terminara

- Vamos al centro de rehabilitación todo el día, quiero ver a Silvia –

- No, no creo que necesariamente quieras verla, es solo que no quieres permanecer aquí, porque sabes bien, que si nuestros hijos son la mitad de lo que somos, estarán metidos en la cama todo el día, y no quieres oír más a tu pequeñito pidiendo más sexo, rugiendo como león en primavera –

- Gerard – Se acercó en actitud desafiante – Estoy a segundos de asesinarte si sigues con esos comentarios sobre Junior –

No le respondió nada, lo tomó de la mano y caminó con él hasta el pasillo, gritando frente a la puerta de Junior

- Nos vamos al centro de rehabilitación, estaremos allá todo el día, así que tienen la casa para ustedes solitos, por favor no dañen ningún mueble intentando posiciones raras –




Un “Bueno, adiós” se escuchó en coro provenir de la habitación, al tiempo que Frank le plantaba un puñetazo en el brazo a Gerard, y lo halaba de la ropa lejos de casa.


Nicholas se levantó de la cama, caminando desnudo por la casa, seguido por Junior hasta la planta baja, el mayor sacó una caja de zapatos de su equipaje, entregándosela al Junior

- Todos, absolutamente todos los correos que me enviaste están ahí, algunos hasta me los sé de memoria de tanto leerlos… puede que no te respondiera, pero no hubo un solo día que no estuvieses presente en mi pensamiento y en mi sentir –

Junior los ojeó, apretando con fuerza los labios, no intentó recriminarle nada, lo comprendía perfectamente, entendía las razones por las cuales Nicholas se había alejado de esa forma, cerró la caja dejándola sobre el suelo, palmeando el sofá donde estaba sentado para que Nicholas lo acompañara

- Perdóname por el último correo… pero estaba desesperado Nicky –

- Bueno, creo que ese correo fue muy beneficioso para ambos – Sonrió


Se pasaron el resto del día recorriendo la casa, haciéndose el amor en cada rincón, exceptuando la habitación de sus padres, incluso regresaron al mismo lugar en la terraza donde seis años atrás se despidieron, la noche empezaba a caer y tenían los cuerpos cansados, aunque el ánimo emocional parecía no agotarse.

Los besos solo paraban cuando alguno sentía la necesidad de profesar su amor hacia el otro, o de declarar que estaban viviendo el mejor día de sus vidas

- De todas formas, terminé siendo un depravado, ante la sociedad, lo soy… claro que si nos examinan a fondo, se darán cuenta que el depravado eres tu –

Retorciéndose entre los brazos de Nicholas, el menor rió por las palabras del otro, pellizcándole suavemente la piel del abdomen

- No soy depravado, solo muy, muy despierto –

- Ah, sí, verdad, “el superdotado” – Dijo en tono de burla, separándose de Junior, mirando con especial interés su entrepierna – Y no solo superdotado de inteligencia… -

- Y eso te gusta ¿No? – Lo miró entrecerrando los ojos, lamiéndose los labios con picardía

- ¡Claro! ¿No se nota? –

- Ja, ja ,ja, depravado… - Junior bostezó halando a Nicholas de la mano buscando salir de la terraza e ingresar de nuevo a la casa – Tengo hambre, ¿podrías llamar a nuestros padres mientras me baño? y les preguntas si vendrán a comer, así hacemos cena para los cuatro –

Junior se vistió mientras cantaba, sorprendiéndose el mismo, porque nunca lo había hecho antes “Debe ser producto de la felicidad”, se informó a sí mismo mientras bajaba las escaleras, Nicholas colgó el teléfono, encaminándose a su encuentro

- No me responden al celular, llama tú al centro de rehabilitación, a ver si aun siguen allí, mientras me baño –

Nicholas solía disfrutar de largas duchas, pero esa vez tomó la más fugaz de su vida, no quería perder un segundo de tiempo sin estar cerca de Junior, se vistió con rapidez, bajando las escalas corriendo, con intensión de ir a la cocina para empezar a cocinar, pero Junior continuaba al teléfono

- Pero Sil, ellos nos dijeron esta mañana que irían para allá –

Miró desconcertado a Nicholas con el auricular pegado de su oreja

- No, no responden el celular, si sabes algo me dices – Colgó el teléfono, sin poder cambiar su cara de preocupación – No fueron al centro, Sil me dice que ni llamaron, ni nada –

- Bueno, no te preocupes, seguro decidieron irse a otro lado, ya nos llamaran, vamos a preparar cena para cuatro, tal vez lleguen más tarde y con hambre –

El timbre del teléfono le impidió a Junior levantarse de la silla, contestó al instante, la voz del otro lado se escuchaba seca y con prisa

- "sí, hola, hace unos minutos marcaron de esa casa a este celular, ¿conoce usted al dueño del teléfono?” –


La voz de Junior tembló al responder

- Sí… es de mi papá –

–"Podrías pasarme a un adulto, por favor”-

Con el rostro completamente pálido le entregó el teléfono a Nicholas sin decir palabra, por la mente de Junior pasaban miles de terribles posibilidades que explicaran el por qué alguien más tenía el celular de su papá

- ¿Sí, quién habla? – Nicholas veía extrañado al chico cuyo rostro empezaba a tomar un tono verdoso


-“Habla con el sargento Palladinno de la policía de New Jersey, hace unos minutos encontramos este celular dentro de un auto mal aparcado a la salida de Belleville, tiene múltiples orificios de bala, pero no había nadie en el interior…-

Nicholas sintió que el oxigeno se había agotado por completo en la tierra, escuchó al policía hablar cada vez más lejano, dejándose caer sentado en el asiento junto a Junior, apretando con fuerza la mano del chico, colgando el teléfono sin fuerzas ya, miró a Junior fijamente, haciendo un enorme esfuerzo para hablar

- Junior, algo malo le pasó a nuestros padres… -

El chico le arrebató el teléfono, marcando con desesperación un número, tratando infructuosamente de controlar el temblor en su cuerpo

- ¡Tío Mikey! Llama ahora mismo a Thompson y Mayflower, y vénganse ya para la casa, algo malo pasó con mis papás -


FIN

1 comentario:

  1. Wow!! Tengo un año menos que Gerardito Junior, a veces me siento mas madura que los demas de mi edad, supongo que nos pasa a todos, me siento demasiado identificada con el, menos en la parte de su expediente academico, en ese me gana.

    Bueno, esta historia parece nunca acabar =) me encantan las historias largas y los fics de este blogs son...asdfghjklñ... geniales.

    Bueno, pues gracias al mundo por crear a la persona que escribio este fic, y a la que creo este blog, gracias.

    Estoy cansada de ser anonima (siempre lo pongo)
    Anonima que odia serlo

    -Raky

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