sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers II; Capítulo: #7

Capítulo: #7


Viviendo una mentira, sólo como protección.

- Lo encuentro muy saludable, el único problema es el de siempre, su crecimiento no avanza de forma normal, en especial su habla, tiene un retraso…–

- No es retraso, es su forma de hablar – Replicó enojado – Es solo que es muy consentido, pero cuando crezca hablará mejor –

- Insisto, debería llevarlo a un fonoaudiólogo, porque no tiene defectos físicos que le impidan el habla fluida, solo necesita unas cuantas terapias –

- Gracias doctor, Silvia le pagará la consulta – Abrió la puerta de la habitación indicándole la salida, regresando junto a Junior, observándolo mientras el pequeño jugaba con bloques de colores, intentando encajar uno dentro del otro – Junior, únelos por colores, el amarillo, van con el amarillo… - Esperó paciente, pero Junior insistía en encajar el rojo dentro del amarillo, Frank respiró profundamente, tomando la caja donde se guardaban los bloques, leyendo las especificaciones “ para niños de 3 a 5 años”… volvió a ver a su hijo, que ahora intentaba encajar un bloque blanco dentro de uno azul, lo atrajo hacía él abrazándolo fuertemente – Estas sano, ¿Oíste al médico? Eres saludable, ¡Amo oír que estás bien! –

- Papí… no me dejaz despidá –

Sonrió soltando lentamente a su hijo, pasando la palma de su mano sobre el rostro del pequeño, apretándolo suavemente, mientras se mordía sus propios labios aguantando las ganas de comérselo a mordiscos

- Uno de estos días te voy a arrancar la cara… -

- ¡Nooooooo! – Junior gritaba entre risas – Zi me la adancas, no poddía vedte –

- Frank, el doctor ya se fue – Silvia interrumpió en la habitación – Matt te espera en la sala –

- Papí, yo quiedo que vayamoz a donde juegan con laz pelotitaz de colodez –

Junior se aferró de la tela del pantalón de Frank, elevando su mirada perfectamente planificada para impedirle a su padre una negativa

- Dile a Cortez que vaya él solo a New York, hoy me voy con mi hijo a Rubber World… hoy no habrá balas, solo pelotitas de colores – Sonrió mirando el rostro feliz de Junior que corrió a ponerse los zapatos – Avísale a Worm que viene conmigo, y que traiga tres hombres más, y pregúntale a Victoria si me da permiso de llevar a Corey… no tengo ganas de hablar con ella –

- Está bien, Frank, Sofía está aquí, invítala y vamos todos a jugar con pelotitas –

- ¡Bien, entonces prepara todo para una salida familiar! mejor dile a Worm que en lugar de tres, llame a cinco hombres, es mejor prevenir, voy a llamar a Rubber World para que lo cierren solo para nosotros -



*


Existen tres eventos que rompen la rutina de la prisión: Una pelea entre reclusos, un intento de fuga que termina en muerte, y la llegada de gente nueva.

Esa tarde Anto y Nacho decidieron sentarse frente a la entrada del camión que traía nuevos condenados, lo hicieron con el fin de analizar una posible salida. En momentos como ese los guardias se ponen un poco nerviosos por la ansiedad de saber que monstruo nuevo pueda llegar, y existe un mínimo de posibilidad de acercarse a uno de ellos y robarle el arma.

Pero de ese primer intento lo único que se obtuvo, fue que Anto palideciera por completo cuando uno de los hombres que bajaba del camión se quedó viéndolo como si fuese un fantasma.

Era de estatura media, ojos azules, cabello negro y muchos tatuajes, Nacho lo examinó cuidadosamente mientras se acercaba, se notaba aterrado y antes que pudiera pronunciar palabra Anto se adelantó a saludarlo de mano

- ¡Brian! ¿Qué mierda haces aquí? – Reía nerviosamente, observando a los guardias que no dejaban de verlos – Dios, que bizarro esto, no creo que pensaras que tu amigo “Anthony” estuviese aquí también – Enfatizo al pronunciar su nombre, enviándole así una señal que Brian comprendió

- Anthony… Qué sorpresa… ya te hacia hecho polvo en una fosa común –

- Oh son amigos, que bueno, Anto aprovechemos para darle un tour a tu amigo, que conozca el spa, la alberca climatizada, el salón de juegos… -

- Ja, ja, ja… No te preocupes Nacho, ya habrá tiempo para que Brian conozca todas las comodidades de este bellísimo hotel, ahora si nos permites, debemos ponernos al día… son 10 años sin vernos –

La mirada de Brian estaba llena de asombro, disgusto, asco y una extraña alegría por encontrar un rostro conocido en ese lugar, llegaron a la habitación que Anto y Nacho compartían, sentándose ambos en el suelo, frente a frente

- ¿Anthony? – Preguntó dibujando una sonrisa

- Dos de los guardias de este lugar trabajaban para los Bloody Hunters, no me conocen de vista, por suerte, pero saben muy bien cuál es mi nombre –


- Y de todos los nombres posibles, justo ese… -

- Es que pensaba en él cuando me lo preguntaron al despertar, bueno, siempre pienso en él… dime algo, ¿lo has visto, él está bien, está feliz? –

Brian estiró las piernas, recostándose contra la pared, observando de nuevo el espantoso lugar en que se encontraba

- Deberías fingir amabilidad y preguntarme el por qué estoy acá, antes de saltar a averiguar en qué va la vida de Iero –

- ¡No pronuncies su apellido aquí! No es seguro – Intentó calmarse un poco, respirando profundamente – Lo siento Brian, entiende, llevo 10 años en los que hombres llegan comentando sobre el poderoso narcotraficante de New Jersey, sé que mi hermano se involucró, sé que entre los dos han construido un enorme imperio… pero más que eso nada sé, no sé si él… encontró el amor de nuevo, si es feliz… necesito saber si es feliz –

- Es muy poco lo que sé de Frank… hace un par de años estuve en su casa… en su mansión, no te imaginas lo lujosa que es, ¡Es inmensa!, rodeada de jardines, llenos de claveles y ese arbusto que huele dulce… ¿jazmín? –

Sonrió ampliamente, cerrando los ojos, enviando la cabeza hacia atrás, hablando en tono bajo

- Jazmín de noche… - Abrió los ojos, mirando a Brian con una innegable expresión de felicidad – Aun me ama –

- ¿Cómo lo sabes? –

- Por el jazmín… es algo de nosotros… - Se inclinó hacia adelante, prestándole toda su atención a Brian - ¡Cuéntame más! –

- Vive en esa casa con Silvia, Mikey y su esposa… ah y eres tío de una preciosa niña –

- ¿Cómo se llama? –

- Sofía… tiene los ojos enormes como la madre y es flacucha como el padre, pero es hermosa –

- Me encantaría conocerla... más, cuéntame más – Pedía cada vez más emocionado, imaginando a su sobrina corriendo entre los arboles de jazmín de noche

- No pasé más de una hora en su casa, solo fui a cerrar un trato… Gerard –

- Shhhissh, ¡mierda que no digas mi nombre! –

- ¡Paranoico! Acá nadie nos escucha… -

- Bueno, por las dudas, llámame Anto, así me llaman todos… Háblame más de Frank, por favor… -

- Frank… me recordó a ti… es decir, su forma de ser, se ha vuelto un verdadero hijo de perra… intransigente, malhumorado… el único momento en que lo vi sonreír fue cuando su hijo nos interrumpió en el despacho… -

- ¿Su hijo? – Gerard se puso completamente pálido, sentía que la boca se le secaba por completo, y su corazón latía a destiempo - ¿O sea que se casó… encontró a alguien más… se enamoró de nuevo? –

Bajó la mirada, la sonrisa que traía se desdibujó por completo, solo podía negar con la cabeza, susurrando una y otra vez “Se enamoró de alguien más”

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