sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers III; Capítulo: #3

Capítulo: #3

Las primeras luces del amanecer se colaban por la ventana de la clínica veterinaria, Gerard sostenía el arma en la mano derecha, sin dejar de apuntarle al médico veterinario que aun estaba suturando a Frank, Way sonrió con desconsuelo, pegando la frente en la pared, mirando a Frank de reojo

- ¿“Dèjá vu”?

Frank sonrió con el mismo desconsuelo con que Gerard había sonreído segundos antes, se mandó otro trago de ron para resistir el dolor, no le permitió al veterinario ponerle anestesia, no lo creyó necesario

- Creo que nuestra vida no es más que un dèjá vu constante… no podemos huir del destino que escogimos

Gerard asintió con la cabeza, acercándose al veterinario, acomodándole el frío cañón del arma en la nuca

- ¿Ya terminó? – Miró por encima del hombro del asustado doctor y vio que la espalda de Frank estaba perfectamente suturada – Te remendó bien amor, dale las gracias

Sacándose 100 dólares del bolsillo, Frank le sonrió al veterinario, entregándoselos – Perdón por el inconveniente, pero es que el hospital nos queda lejos… - Miró a Gerard y sonrió con ganas – ¡Igual no podríamos ir a uno sin que llamaran a la policía!

Sin dejar de apuntarle, Gerard susurró en el oído del veterinario - Que le parece si lo metemos en una de esas jaulas, solo por precaución, de todas formas sé que llamará a las policía cuando salgamos… pero entre más se tarde en hacerlo, mejor para nosotros.

Tomaron “prestada” la ambulancia veterinaria, Gerard conducía observando a intervalos la carretera, cada vez que dejaba de cerciorarse que Frank estuviese bien

- No estamos seguros Gerard… algo me dice que esta vez sí estamos jodidos- Fregó su frente con su mano derecha, mirando sin ver el camino- Me impacienta haber dejado los celulares en el auto

- En la próxima gasolinera que veamos nos bajamos a llamar… aunque prefiero llegar a casa primero, no sabemos si quienes nos perseguían están detrás de mi hermano también…

- Eso es seguro Gee, ¡Era la policía! Si enviaron 4 patrullas con ocho hombres tras nosotros, seguro ya deben tener a Mikey en su poder… a él y quién sabe a cuantos más – Giró medio cuerpo a pesar del dolor, y enfatizó su mirada en Gerard – A casa no podemos ir… seguro la están vigilando, igual que al centro de rehabilitación… solo tenemos una opción – Bajó el tono de su voz, cómo si alguien más fuera a escucharlo – Debemos ir a la casa de Roger Novak

Gerard lo miró como si Frank estuviese loco, bajó la velocidad hasta estacionarse por completo al borde de la carretera y acarició la mejilla derecha de Iero con el dorso de su mano, con intención de saber si tenía fiebre

- Tomaste mucho ron, ¿A qué iremos a casa del líder de los New Yorkers?

- Piénsalo Gee, si la policía nos persigue, en los únicos que podemos confiar es en los bandidos.

15 minutos después de llamar desde una estación de gasolina en la carretera, el mismo Roger Novak fue al lugar a recogerlos, rió para sus adentros al verles las ropas llenas de sangre y tierra, llevaban más de seis años en un pacto de caballeros, pero de todas formas le daba placer verlos en tan mal estado.

- ¡Roger!, creí que enviaras a alguien por nosotros, gracias por venir tu mismo – Gerard subió al auto después que Frank, se sorprendió al ver al líder de los New Yorkers en el asiento del copiloto

- Gerard, Frank, me complace que me llamaran – Novak era un hombre fuerte, nadie adivinaría que ese hombre tuviese más de 50 años, su tez trigueña le ayudaba a parecer más joven y rudo, les habló mirándolos por el espejo retrovisor, sin pretender ocultar la preocupación en su voz – Este asunto no es de dejarlo en manos de nadie, este asunto me involucra a mí también – Resopló antes de pedirle a su chofer que apurara la marcha – Logré infiltrar a uno de mis hombres en la DEA, quién lleva la investigación es un hombre hambriento de poder, un tipejo que no teme pasar por encima de las reglas – Roger giró medio cuerpo para hablarles cara a cara – Palladinno es su apellido, tiene a Mikey, a Thompson, a Mayflower y a Nicholas en los calabozos del cuartel, a Junior, lo tiene en su propia casa.

Gerard tomó la camiseta negra de entre la ropa que Novak les entregó para cambiarse, la levantó con ambas manos a la altura de su rostro, dudaba que pudiera servirle, la giró varias veces antes de sentir en su espalda las manos de Frank

- No me va a quedar… es muy chica –

Concluyó después de observarla, Frank lo rodeó desde la espalda apretando las manos sobre su cintura, besó tiernamente la blanca espalda de Gerard y le habló sin despegarle los labios de la piel

- Estás muy delgado Gee, antes creo que va a quedarte grande

Intentó ponerse la prenda, pero Frank no se despegaba de su espalda, es más, ahora tenía todo el cuerpo pegado al suyo y sentía la fuerte presión de las manos de Frank cerradas sobre su pecho

- Estás nervioso Frankie… no deberías – Arrojó la camiseta al piso, liberando sus manos para tomar con firmeza las de Frank – Hemos salido airosos de muchos problemas, esta vez no será la excepción

- No lo sé… la verdad es que le tengo más miedo a la policía que a los bandidos, y está vez Gerard, no son simples policías de Jersey a los que se puede comprar – Suspiró profundamente, fregando su nariz en la piel de Gerard – Temo tanto por mi hijo… no creí que se llevaran a Junior también

Gerard maniobró de forma que pudo soltarse del abrazo de Frank, lo hizo solo para quedar frente a él y poder abrazarlo con fuerza también

- Escuchaste a Novak, mañana en la mañana van a trasladar a mi hermano, mi hijo y a los demás a una penitenciaría, justo cuando los lleven en el ómnibus los rescataremos, y de allí iremos por Junior…

- Primero Junior – Frank enfatizó su mirada en los ojos de Gerard – Hoy mismo, vamos por mi hijo

Gerard liberó a Frank del abrazo, tomando del suelo la camiseta, con ella aun en la mano empezó a hablar

- No podemos ir primero por Junior, eso pondría sobre aviso a Palladinno y cancelaria el traslado de Mikey y mi hijo, es muy arriesgado, lo mejor es esperar a mañana

En un movimiento rápido Frank le arrebató la camiseta, y con rudeza se la mal acomodó a Gerard dejándolo que él terminara de vestirse, se cruzó de brazos y se quedó mirándolo fríamente

- Primero mi hijo, no conozco a Palladinno, no sé qué clase de persona sea y estás muy equivocado Gerard si piensas que me voy a quedar aquí esperando que el tiempo pase, te dije, vamos ahora mismo por Junior, ¡Y no se habla más del asunto!

Los ojos de Frank brillaban intensamente, Gerard no necesitó más para saber que hablaba muy en serio, intentó una vez hacerle ver que su plan era arriesgado

- Si vamos por Junior alertaremos a Palladinno, y pondremos en riesgo el plan de ir por…

- ¡Nicholas! Siempre él, de nuevo él, ¿Acaso tu hijo es más importante que el mío? – No ocultó la rabia que empezaba a sentir, y tampoco le importó que su espalda le doliera como el infierno cuando empujó a Gerard contra la pared – Voy a ir por Junior ahora mismo, contigo o sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario