miércoles, 4 de julio de 2012

Dirty little secret; Capítulo: #17

Capítulo: #17

Destination anywhere.

- Escapémonos de aquí ahora mismo, Frank…-aclaró. Sus ojos expresaban una infinidad de sentimientos: desde ilusión hasta tristeza, mas sin pasar por felicidad.-Por favor, amor…No soportaría un segundo más sin ti-nuevamente me abrazó y rompió en llanto. Yo simplemente me había quedado en una pieza ante su petición. Era una total locura…No podíamos desaparecer así como así y menos si él estaba por casarse en menos de dos meses… ¡Qué carajo! ¡Era perfecto!
- Gee…No…No lo sé-balbuceé-. No podemos así…Tan…De repente. Es una locura.
- ¿Eso es un sí?-preguntó, despegándose de mí y mirándome a los ojos, con total esperanza de que mi respuesta sea esa. Era tan hermoso… ¿Cómo decirle que no? Además, era una oportunidad perfecta para ser feliz de una vez al lado del amor de mi vida…Sólo había que afinar el “plan” y ajustar un par de detalles y sería perfecto.
- Sí, Gerard-dije seguro de mis palabras, luego de una larga pausa-. Iría donde sea y haría lo que sea por ti…-tomé su rostro entre mis manos con delicadeza y suavidad, lo acerqué al mío y lo acaricié un momento…-Déjame decirte…-cerré mis ojos y me acerqué aún más a su rostro, más específicamente a sus labios-que nadie nunca había habitado mi alma como tú lo hiciste y lo haces…-musité casi rozando sus labios con los míos. Podía sentir su respiración sobre mis mejillas…Pude sentir cómo sonreía, cómo yo lo hacía feliz en ése momento…-Te amo-completé. Acto seguido, uní mis labios a los suyos en un dulce beso.
Gerard me tomó por la nuca queriendo intensificar el beso, y así fue. Su lengua masajeaba la mía, yo mordía levemente sus labios, haciendo que él quisiese más de mí y yo de él. Me recostó sobre la cama deshecha, acariciándome en mi totalidad. Comenzó a besar mi cuello lenta e intensamente y acorralaba mi cuerpo entre sus brazos, mientras yo sólo enredaba mis dedos entre su pelo azabache.
- Ge…Gerard…-dije con dificultad. El momento era muy, muy intenso y surgían sus efectos…-Lo siento…Estoy exhausto.
- ¿Y si me dejas a mí tan sólo esta vez?-dijo sin abandonar su actividad en mi cuello.
- Haz…Lo que quieras…Conmigo…Amor…-dije, obviamente, pausadamente.
Gerard continuó con su tarea y poco a poco sus labios bajaron por mi pecho. Se detuvo un momento y observó detenidamente el tatuaje que estaba sobre mi tetilla izquierda. Bajé mi vista a él y pasó la yema de su dedo índice derecho por el borde del tatuaje. En sí, el tatuaje rezaba “HOPE” y encima había una especie de llama “encendida”. No hace falta explicar lo que significaba.
- ¿Sabes? –Dijo pasando su dedo por él- Siempre me gustó mucho este tatuaje. Es simple y hermoso…Al igual que tú.-luego de sus palabras, acercó su boca a mi pecho y besó el tatuaje. Sentía su lengua recorrerlo, tan despacio y tan fuerte a la vez. Su lengua hacía presión contra la tinta permanente de mi pecho y yo simplemente recordaba la imagen de aquel Gerard sudado y desnudo que me gustaba tanto.
Besos, caricias, te amos y sobre todo amor y nada más había allí encima de esa cama de hotel.
Y, como le dije, hizo lo que quiso de mí: siguió besando prácticamente todo mi cuerpo y yo ni me opuse…¿Cómo hacerlo, si era lo que más quería? En fin, bajó con sus besos hasta mi abdomen y yo ya me retorcía del placer…No quería saber lo que sería cuando él estuviese en mí…Tomó con sus dientes el borde de mi única prenda, que no hace falta aclarar que era mi boxer, y fue bajándola con tal lentitud que me ponía nervioso.
- ¿Frankie?-preguntó sin haberlo sacado aún.
- ¿Qué pasa?-musité en un jadeo. Estaba terriblemente acalorado y mi respiración era rápida y pausada.
Gerard rió.
- Oye, creo que nuestro bello durmiente despertó al fin.-dijo riendo. El comentario me causó gracia también y reí junto con él.
- Y ¿no querías que lo haga? Porque si es así, puedo…-
- Déjalo, así me gusta…-me interrumpió.
Terminó de despojarme de mi última prenda y me ordenó que me volteara. Así lo hice, sin acotar nada, siendo un niño bueno y obediente. Sentí como él comenzaba a moverse sobre mí y en menos de quince segundos, entrar en mi cuerpo. Yo gemí, por una parte por dolor y otra por placer. Hacía bastante tiempo que no hacíamos el amor con Gerard, por lo tanto…Dolía un poco. Pero no importaba…Amaba ése éxtasis, me volvía loco, al igual que él.
Se sentía tan bien estar así con él…Era hermoso, completamente hermoso y perfecto…Sólo éramos nosotros dos, con nuestros corazones en mano, nuestro amor, nuestras almas unidas por nuestros labios y el plan y promesa de escapar de allí de una buena vez y hacer de un sueño, una realidad.

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