Dirty little secret; Capítulo: #9

Capítulo: #9

Aún puedo ver el intenso brillo de sus ojos en la oscuridad.

Gerard's POV

Yo aún no me había recuperado de mis problemas, pero el deseo de estar con Frank podía más que mis malditas adicciones. Aquellas que cambiaron mi vida, aquellas que…Me separaron del amor de mi vida, de mi Frankie…

Estábamos a punto de hacer el amor nuevamente hasta que la voz de mi hermano nos interrumpió. No tengo la menor idea de porqué, pero alejé a Frank de mí, tirándolo de la cama. Sólo quería sacármelo de encima, es decir, correrlo, ponerlo a mi lado en la cama, no tirarlo al sueño…No medí mi fuerza. Como decía, él cayó del otro lado de la cama y se escuchó un pequeño estruendo, como el de un golpe.

- Eres estúpido Gerard…-murmuró Mikey meneando la cabeza, en gesto de negación. Yo no reaccionaba desde que se había escuchado el ruido seco del golpe.

Mikey fue hacia Frank, se agachó quedando a su altura y yo me asomé por el borde de la cama. Frankie estaba tendido en el piso, obviamente, desnudo, lo que sobresaltó un poco a Mikey...-Oye, Frank…-dijo en un tono bajo, casi inaudible-Frankie, ¿estás bien?

- Me duele…-dijo él, en un susurro…Podría jurar que sus ojos se arrasaban en lágrimas. Busqué mi boxer entre mis sabanas, me lo puse y fui al lado de mi amor.

- Perdóname, amor…Lo siento tanto…Soy un idiota, un bruto, lo siento, Frankie, perdóname.-susurré a su oído, abrazándolo suavemente. No quería hacerle más daño…

- ¿Amor?-preguntó mi hermano- ¿Qué es eso de…?-lo interrumpí.

- Luego te explico, Mikey…Ahora, lleva mis maletas afuera. Yo me ocupo de Frank.

- ¿Quieres que…te…ayu…?-mi hermano menor estaba algo pasmado. Seguramente, nunca creyó encontrar a su hermano con uno de sus mejores amigos desnudos sobre una cama, a punto de follar.

- No, está bien. Yo me hago responsable de todo el daño que le causé…-suspiré algo dolido. No era fácil…Nada era fácil, y menos con Frank.

Seguramente no entenderán porqué digo que nada era fácil con Frank, pues dirán “Frank es para ti, no seas más idiota de lo que ya eres” pero no…No todo es así.

Lastimar a Frank es fácil. Protegerlo es más difícil de lo que todos creen. Uno tiene que protegerlo hasta de su madre…Yo nunca quise decir nada de nuestra relación para protegerlo de la sociedad. De esa sociedad a la que él ama, de esa que puede darle la espalda, sólo porque está con el mismísimo Gerard Way. Frankie no tenía una idea de cómo era yo. Yo, principalmente, era un adicto. Luego, un amante.

Nunca quise mostrarle esa cara a Frank, porque sabía cómo iba a terminar todo…Y así fue, terminó. Sólo quise protegerlo, y por protegerlo lo dejé. Cada noche me condeno por ello, porque sé que lastimé a Frank, sé que lastimé a mi pequeño…Luego de dejarlo, hice todo lo posible para que él me perdiera de vista y así pueda olvidarse del desastre que era yo. Él se quejaba de que ya no hacíamos el amor, y es verdad, ya no lo hacíamos. Pero…Es difícil de decir, pero yo no estaba en condiciones de hacer el amor con Frank, o simplemente no estaba, porque me la pasaba en antros, en callejones, con gente marginal, con esa gente que ya no tiene porqué vivir y consumen su vida con polvo blanco, con hierba o con alcohol. Eso hacía yo. Yo era una de esas personas que no valían nada. Y a la vez de querer proteger a mi niño de lo que yo era, no lo merecía…Yo no merecía a aquella persona, no merecía a aquel hombre, no merecía su amor, sus besos, sus caricias, sus te amo…

Después de dejarlo, mi vida se volvió peor que un infierno…El dolor de no tenerlo más, de saber que él estaba llorando por mí, me pudo…Mis adicciones se incrementaron en un 100%; luego de unas semanas, conocí a una chica, Liz. Ella se enamoró inmediatamente de mí, igual que Frankie…Cuando lo conocí, pude ver en sus ojos aquel brillo hermoso, aquel que siempre estaba, aquel que siempre se prendía cuando me miraba…Volviendo al tema de Liz, comenzamos a salir. Pensé que estando con ella, podría olvidarme de Frankie, pero no fue así. Éramos “felices” como pareja. Yo extrañaba mucho a Frank, en los ensayos con la banda, él ya no me miraba, o me evitaba, me esquivaba…Y eso me destruía. Hasta que ya no pude más.

Volviendo con Frank, él a los pocos segundos, se desmayó. Lo vestí con cuidado y luego me lo llevé en brazos hasta nuestra Van.

- Oye, Gerard ¿Qué carajos le hiciste al Enano?-cuestionó Brian, al ver a Frank desmayado en mis brazos.

- Le bajó la presión y se desmayó, no es nada. Seguro en el camino se despierta…-me excusé.

Todo siguió normal. A la media hora llegamos hasta la estación de buses, donde, a las bandas provenientes de New Jersey, las esperaban sus respectivos buses de gira. Bajamos el equipaje y demás. Yo subí primero al bus, con Frank en mis brazos. Aún no despertaba…Me lo llevé a las literas y lo acosté. Luego, me quedé velando su sueño, lo observaba, lo acariciaba y de vez en cuando, rozaba mis labios con los suyos. Le susurraba que lo amaba, y que lo sentía, que lo sentía por todo lo que le había hecho…

- ¿Gee?-de nuevo la voz de mi hermanito. Esta vez, no había cruzado la cortina que separaba la parte de las literas del pequeño “comedor” que había en el bus.

- ¿Qué pasa, Mikey?

- ¿Puedo hablar contigo un momento?-preguntó sin pasar todavía.

- Sí, claro…Ven aquí.-Mikey entró a la sección de las literas y se sentó en la litera paralela a la de Frank. Yo me senté a su lado y lo miré a los ojos.- ¿Sobre qué quieres hablar?

- Bueno…Yo…Sólo quería preguntarte algo…Si es que no te molesta claro.-dijo sin mirarme. A veces no entendía a mi hermano, se suponía que teníamos confianza…

- Quieres hablar sobre lo que viste en casa, ¿no es así?

- Así es.-dijo sin más preámbulos.- Gerard, ¿tienes algo con Frank?

- No lo sé…De verdad no lo sé…

- Entonces, ¿por qué estaban a punto de follar cuando fui a buscarte? ¿Me dirás que eso no es nada?

- Pues…Mikey, es difícil de explicar…

- Explícame. Tengo todo el tiempo del mundo para ti.-se acomodó sobre la litera y se dispuso a escucharme…y bueno, le conté toda mi historia con Frank. Desde que lo conocí hasta ese mediodía. Él escuchó atento cada palabra que salía de mi boca, y yo necesitaba descargarme...

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