miércoles, 15 de agosto de 2012

Escalofrío; Capítulo: #2

Capítulo: #2

Que estas en el cielo.

Me senté otra vez en aquella silla tan gastada por mi.
Suspire.
Mire el reloj.
Las 17 horas.
No faltaba mucho para que mi turno se terminara y me reemplazara el ayudante. Solo una hora.
Siempre fui de aburrirme rápidamente.
-Piensa Frank...-Me dije a mi mismo- Qué haces cada vez que estas aburrido?-Termine de hablar mientras sonreía cínicamente-
Me puse de pie.
Me acerque al ascensor y presione el botón.
Llego y subí en el.
Octavo piso era mi destino.
No había hablado mucho con este hombre, pero de alguna manera amaba revolver y curiosear sus cosas. Eran interesantes.
Sabia que era cantante de cierta banda, pero poco me interesaba eso.
Lo que mas adoraba de su departamento, era su cama.
Nunca había visto una igual a esa. Estoy mas que seguro que fue diseñada por el.
Una gran cama con dosel, de dos plazas y media, cubierta con una manta de terciopelo azul petróleo.
Seguramente tenia dinero, se notaba en ella y en el resto de sus muebles.
Salí del ascensor, y saque lo que mas anhelaba en esta vida. “La llave maestra”.
Unos movimientos sutiles, un empujón y estaba adentro de su hogar.
-Eres grandioso Frank, deberían darte un premio por estas cosas, cierto?-Me dije a mi mismo- Si claro , Frankie. Eres grandioso.-Me respondí-
Me acerque a su balcón.
Me pregunto si nunca se da cuenta que sus plantas no se secan, siempre me encargo de regarlas.
-Debe ser muy distraído...-Me respondí a mi mismo-
Observe unos segundos sus pequeñas hijas verdes, hoy no necesitaban agua.
Mire el comedor.
Estaba impecable.
Pase mis dedos suavemente por el respaldo del gran sofá, que se hallaba en el centro de la sala.
Sonreí.
Seguí caminando y fui directamente a su habitación, sin escala alguna. Solo camine hasta ella.
Abrí la puerta, respire y entre.
Mi rostro se ilumino.
Allí estaba mi paraíso.
Su gran cama.
Corrí, salte y me tire de espaldas extendiendo los brazos.
Reí ante mi comportamiento de niño.
Gire y respire hondo.
Ese perfume tan característico de el.
Me encantaba, algún día averiguaría que perfume usaba.
Claro que revise cada armario de su habitación y baño, pero no encontré fragancia alguna que se pareciera.
Observe la pared.
Se hallaban muchos cuadros de su banda. Discos que habían ganado.
Fotos, el con su hermano.
Creo que este departamento lo usaba como escape.
Siempre que lo veía aquí, su rostro estaba cansado, ojeroso y pálido.
Su pelo, tema aparte. No sabia que era mas blanco si el o su piel.

Me ocurría algo extraño con este hombre, que su nombre es Gerard
No quería que me tocara. No deseaba saber si era un pecador, por el solo hecho de que no podría matarlo.
Nunca había estado con un hombre, pero tampoco lo descartaba. Y no creo que el se fije en mi tampoco, nunca lo haría en un simple y miserable portero, cierto? Y no solo por eso, tampoco sabia si a el le gustaban los hombres. Muchas personas me veían así. No me molestaba, pero a veces tocaba un poco mi corazón, solo un poco.

Me atraía, si. Me gustaba. No voy a negarlo.
Sino, cómo me explico que paso horas en su habitación? Sonriendo como idiota estando en su cama, pensando cuántas personas deben haber pasado la noche, en compañía de él y de la suavidad del hermoso terciopelo?

Cerré los ojos lentamente y me quede dormido.

Un sonido me hizo saltar de la cama. Una puerta que se cerro.
-Maldición...-Susurre poniéndome de pie-

Pasos se acercaban, atormentando y amenazando mi morbo.

-Vamos Frank, piensa!-Me dije a mi mismo mientras observaba todo a mi alrededor- El armario!-Agregue-

Camine rápidamente en punta de pie, y me escondí en el, cerrando la puerta casi completamente.
-Por favor no te desvistas, por favor no te desvistas.-Susurre mirando por el pequeño espacio que había dejado antes de cerrarla-

Se acerco a su cama, se saco los zapatos revoleándolos por al aire, sin mirar por si rompía algo a su alrededor.

Volteo y se acerco al armario.
Comencé a sudar.
-Por favor, por favor, no.-Rogué en mi mente-
Un celular se escucho sonar.
-Maldición, deje el abrigo en el comedor.-Se alejo rápidamente-
Suspire.
Se fue de la habitación.
Rápidamente salí del armario.
Me acerque al pasillo, asome mi cabeza. Allí estaba, caminando de un lado para el otro en el comedor, hablando por teléfono.
Desapareció y corrí al baño.
Lo escuche despedirse y volvió a su habitación.
Lo mire.
Salí lentamente, sin perderlo de vista y fui hasta el comedor.
Abrí la puerta con mucho cuidado, sin hacer el menor ruido pude salir del departamento.
-Dios...Gracias.-Suspire cerrando la puerta con la misma prudencia.-
Mi celular sonó. Me asuste.
-Hola?
-Frank! Demonios! Estoy tocando el timbre hace media hora! En dónde estas?
-Julieta?
-No! Quién mas?
-En dónde estas?
-Abajo imbecil! Y no estas!
-Lo siento, estaba haciendo unas reparaciones. Estoy bajando.
-Mas te vale!-Colgó-

Tome el ascensor y rápidamente estaba en planta baja.
La vi a través del cristal agitando su pie, mientras me mostraba su reloj.
Sonreí.
Llegue hasta ella y abrí la puerta.
-Lo siento...-Me disculpe-
-Estas perdonado hermano-Me abrazo como siempre-
-Cómo estas hermosa?-Dije a su oído-
Me soltó.
-Fastidiada porque me dejas esperando media hora, pero bien.-Sonrió-
-Y tu llave? -Pregunte-
-Me la olvide en casa.-Sonrió-Subimos? O todavía no termino tu turno?
-No ha terminado...-Dije algo fastidiado-
-Que pena - Dijo dejando un bolso en el suelo-
-Y ese bolso?
-Pues, Paul se fue de viaje por temas de trabajo, así que...-No termino la frase-
Sonreí.
-Te quedaras conmigo???-Dije muy feliz-
-Así es, a menos que te moleste.
-Ah Julieta!-La empuje- Vivías acá, recordas? Cómo vas a molestarme, además desde que se fueron mamá y papa me siento algo solo.
-Ahhhh...-Dijo burlándose mientras me abrazaba-
-Ya ya....-La solté-
Reímos.
Dejamos de hacerlo cuando la puerta se abrió.
-Hey Robert-Salude-

El ayudante.

-Hola Frank. He venido mas temprano. No te molesta cierto?-Cerro la puerta-
-No. Te presento a mi hermana Julieta. Solía vivir aquí, antes de que trabajes acá.
Sonrió y la saludo.
-Un gusto.-Dijo ella-
-Igualmente-
-Subí Frank, si queres.-Dijo el-
-Pero mi turno no ha terminado todavía.-Respondí-
-No importa, solo es una hora y tu hermana vino a visitarte.
-Seguro?
-Si, no tengo problema.-Respondió sonriendo-
-Bueno, gracias Robert.-Respondí-

Subí con mi hermana al ascensor y a los segundos estábamos en el ultimo piso. Allí vivíamos.
Entramos.
Dejo su bolso en el comedor.
-Y dime, este tal Robert, no es un pecador?-Pregunto-
Sonreí.
Ella tenia el mismo don.
-No, parece que no. Nunca he tenido una visión de el.
Silencio.
Sonreímos.
-Y has borrado de este mundo a alguien que peco?-Pregunto-
-Pues si. Un hombre de este edificio.-Dije mientras caminaba hacia las habitaciones-

Escuche sus pasos, me seguía.

Contábamos con tres habitaciones. La de mis padres, la de Julieta, y la mía.
-Frank, han dejado mi habitación tal cual la deje yo?-Sonrió abriendo la puerta-
-Sabes como es mamá. No quiere tocar nada.-Dije asomando mi cabeza-

Reímos y cerramos la puerta.

Entramos a mi habitación.
-Ah...-Suspiro dejándose caer en mi cama- Siempre dije que no hallare una cama mas cómoda que la tuya hermano.-Agrego-
Reí y me senté a su lado.
-Déjame decirte que yo si la he encontrado.
Me miro confundida.
-Entonces...?-Dijo para que siguiera hablando-
-Te vas a reír mucho.-Sonreí-
-Vamos! Cuéntame-Insistió-
-Resulta....-Jugué con el cubre cama- Aquí vive un hombre, llamado Gerard. Que es muy lindo por cierto....-Dije algo avergonzado-
-Y te aprovechas de la llave maestra y de su cama.-Leyó mis pensamientos-
La mire.
-Cómo sabias?-Me sorprendí-
-Frankie, somos hermanos. Te conozco mejor que nadie.
-La cuestión es que hoy estaba aburrido y el no estaba. Entonces entre a su departamento, y me quede dormido en su cama. Luego él llego.
-Ah no!-Grito-
-Si....-Suspire- Pero pude salvarme, no se cómo. Pero salí de allí sin que me viera. Y justo luego llamaste, por eso no te conteste cuando tocaste el portero.
Rió a las carcajadas sueltas.
-No te rías, me tuve que esconder en su armario.-La mire-
-Lo siento -Dejo de reírse- Pero me hubiese gustado ver eso. Y has llegado a tocarlo?
La mire.
Rió.
-Me refiero a si es pecador o no.-Aclaro sus palabras-
Suspire.
-No, no quiero. No quiero saberlo.
-Porque no podrías matarlo.
-Exacto.
-Estas jodido hermano.
-Gracias por tu apoyo Julie, eh?
-Y le gustan los hombres?
-No lo se. No soy adivino. Además, solo viene a despejarse. Por lo menos es lo que yo supongo. Tiene una banda de rock, es cantante.
-Qué mas sabes?
-Que su cama es la mejor del mundo.-Sonreí-
Reímos un rato.
-Escúchame, cuando estuve esperándote un hombre quiso dejarme entrar.-Cambio de tema-
-Aja, y?-Respondí-
-Rozo mi espalda, y es pecador.
-Maldición...Qué viste?
-Su hijo, lo maltrata hace años.
-Cómo era el hombre?
-Alto, cabello castaño y unos grandes ojos azules.

Pensé unos segundos.

-Bajo de un auto bordo?
-Si, ahora que lo mencionas, vi cuando entro al garage. Y era bordo su auto.
-Vive en el octavo “B”. Es vecino de Gerard.
-Gerard vive en el Octavo “c”?
-Aja.
-Qué haremos Frank? Tenemos que matarlo.
-Has matado a muchos en este tiempo que no nos vimos?
-Mas o menos.
-Cantidad?
-Diez.
-Diez?-Me asombre-
-Imagínate que hay muchas personas en la oficina.
Reí.
-Esta bien. Tenemos que matar a este hombre, pero no podemos aquí. Sospecharían.
-Entonces?
-Podríamos citarlo en algún lugar. Se que trabaja, en un edificio muy importante.
-Se relaciona con abogados?
-Creo que si.
-Entonces no se habla mas. Yo soy abogada, puedo entrar y salir.
-Estas segura? Hay seguridad allí.
-Frankie! Estas desconfiando?
-No no.-Sonreí- Solo no quiero que te atrapen.
-Nunca nos atraparon, y ahora que estamos nuevamente juntos, menos todavía.
Sonreí enormemente.
Extrañaba hacerlo con mi hermana.
Era mas excitante y divertido.
Se sentía bien compartir este “don” con alguien.
-Qué haremos hoy a la noche?-Escuche-
-A qué te refieres?-Respondí-
Sus labios formaban una sonrisa, y comenzó a reír.
-Qué!?-Dije-
-Frankie! Hoy es tu cumpleaños! Estaba esperando a ver cuando te dabas cuenta el por qué de mi llegada! Pero veo que tengo que decírtelo!-Dijo entre risas-
Sonreí.
-Sabes que no me gusta festejar mi cumpleaños. Entonces era mentira que Paul viajo?
-Si!-Respondió pegándome cariñosamente en mi hombro-
Reí.
-No pensarías que me olvidaría de tu cumpleaños, cierto?
-No lo se-Me encogí de hombros-
-No seas imbecil, pero aun no me has dicho que quieres hacer.
-Nada Julie, ya sabes...
-No!-Me interrumpió- Saldremos esta noche!
-Pero..
-No no! Nada de peros! Saldremos a tomar algo. Pero primero debemos encontrar a ese hombre.
-Esta bien...-Me resigne-
Se puso de pie y tomo mi mano, jalándola.
-Espera!-Me puse de pie obligado- A dónde iremos?
-Me llevaras a dónde trabaja.
-Pero no me habías dicho que lo viste aquí?
-Exacto, pero vayamos a ver si esta. Quizás haya vuelto a su trabajo.
-No se..-Dude-
-Vamos!-Rió tirando de mi mano con mas fuerza-
-Ok ok, esta bien.-Respondí-
Tome las llaves, el celular y salimos del departamento.
Subimos al ascensor y presionamos el piso numero 8.
Llegamos y bajamos.
Respire hondo.
Observe la puerta de Gerard.
-Ok, tocaras o lo haré yo?-Se refería al timbre-
-Ah?-La mire-
-Frankie...-Sonrió- Deja de mirar su puerta. Me refiero a si tocaras el timbre o lo tendré que hacer yo.-Termino la frase-
-Ah...-Suspire- Si....-Presione el botón-
Silencio.
Nada.
Nos miramos.
-De nuevo?-Pregunte mirándola-
-Aja.
Extendí mi dedo lentamente, pero me detuve cuando escuche que una puerta se abría.
Mire rápidamente.
Era él.
Salió y cerro la puerta, sin darse cuenta de nuestra presencia.
Volteo.
-Oh! Hola Frank.-Sonrió-
-Hola Gerard....-Trate de no sonreír como imbecil-
-Hoy cuando llegue no estabas abajo.-Comento-
-Tenia cosas que hacer.....-Mentí-
Y pensar que estaba en su armario.
Se acerco un poco a nosotros.
-Están buscando a Nicolás?-Pregunto-
-Pues si...-Dijo mi hermana-
-Se fue, lo vi cuando tire la basura.-Respondió Gerard.
-Ah....-Dije casi murmurando-
Observe a Julie, lo miraba de arriba abajo. Inspeccionando cada detalle de su persona.
Sonrió.
-Bien.-Dijo acercándose al ascensor- Bajan?-Abrió la puerta-
Nos miramos.
-Si.-Dijo Julie-
Entramos.
Silencio.
-Soy Julie!-Sonrió ella- La hermana de Frank.-Extendió su mano-
Gerard estaba a punto de tomarla.
-No!-La aleje rápidamente- Julie! Recién estuvimos limpiando y....-No sabia que decir- No nos lavamos las manos! Es antihigiénico!-Mentí-
Gerard me miro.
-Veo que son muy limpios…-Alejo su mano sonriendo-
-Si lo somos...-Dije aliviado-
Llegamos a planta baja.
-Bien chicos, debo irme. Los veré luego quizás.- Ustedes se van?
-No, nos iremos luego.-Respondí-
-Bien.-Se acerco a la puerta y desapareció-
-Qué fue todo eso?-Dije mirándola-
-Qué!? Quería saber!-Respondió-
-Te dije que yo no! No quiero tener que matarlo!
Me miro a los ojos fijamente.
-Dios mío, estas enamorado?-Pregunto-
-No...-Respondí- No lo se...-Dude luego bajando la mirada avergonzado-
Silencio.
Levante la vista y la mire.
Seguía allí, observando todavía mis ojos.
-Lo estas?-Repitió-
-Lo estoy?
-No lo se, es tu corazón Frank, no el mío.
-No lo se, solo vayamos a buscar a Nicolás, ok?-Dije volteando-
Camine rápidamente, algo nervioso hacia la puerta y salimos.
Tomamos un taxi hasta el gran edificio en donde trabajaba Nicolás.

No fue muy largo el viaje, nos detuvimos. Suspire.
-Bien aquí tiene.-Le di el dinero-
Nos bajamos.
Espere afuera.
Mi hermana, gran actriz, dio un gran discurso sobre su empleo como abogada y el por qué de que tenia que entrar allí en ese preciso instante.
Yo prácticamente temblaba. Había demasiada seguridad. Podíamos ir presos si ellos querían.
Pero no, no fue así. Lo supe cuando salió con una sonrisa de oreja a oreja, mientras tomaba mi mano.
-Vamos....-Murmuro- Cualquier pregunta eres mi asistente, de acuerdo?
-Si...-Dije siguiéndola-
-Es la oficina que esta al final del pasillo.
No respondí.

Fue todo muy rápido.
De repente me encontraba en la gran terraza del edificio, esperando a mi hermana junto con Nicolás.
No se que le diría ella. Pero juro que subiría con el.
Siempre dije que debería haber estudiado teatro y no abogacía.

En la espera, camine a lo largo de toda la terraza.
Hermosa vista tenia.
El edificio contaba con unos 20 pisos.
Daba algo de miedo asomarse al borde, y sentir ese terrible viento empujándote al gran vacío.

La puerta se abrió.
Ella entro, junto con el.
-Frank?-Me observo- Qué haces aquí?
Mire a mi hermana.
-El tenia que hablar contigo.-Respondió ella por mi-
-Pero aquí? Cómo entraron? Y tu quién eres?-La miro-
-Yo soy su hermana.
Se acerco un poco a mi.
Estaba algo cerca del borde.
No sabia que decirle.
-Y bien? Quiero una explicación.-Comenzó a fastidiarse-
-Solo dime por qué.-Explique-
-Ah? No entiendo de que hablas.
- Como todos, cierto? Nunca saben que de que se trata-Respondí-
Mire a mi hermana.
Ella se acerco, ubicándose detrás de su espalda.
Es una mujer bastante grande en cuanto respecta a su anatomía. Es mas alta que yo, contaba con una fuerza increíble debido a sus largos años de actividad. Su estado físico siempre había estado impecable.

Se sintió acorralado. Como todo reflejo innato que poseemos los seres humanos, quiso escapar.
-De acá no te iras hasta que yo lo diga.-Sostuve su brazo con fuerza atrayéndolo hacia mi-
-Exacto.-Agrego mi hermana apretando su espalda haciendo que el chocara contra mi pecho-
-Gritare!-Dijo casi haciéndolo-
-Ah si?-Saque un cuchillo de mi bolsillo- Qué harás qué?-Pregunte mostrándoselo-
No contesto, observo detenidamente el filo, y luego mis ojos.
-Qué quieren de mi?-Pregunto-
-Que pagues por tus pecados.
-Acaso están locos? Llamare a los de seguridad.
-Llámalos, si es que sales vivo de aquí.-Acerque un poco mas mi cuchillo-
Quiso forcejear.
Tome sus hombros y ambos giramos.
Lo acerque al borde de la terraza, sosteniendo sus muñecas por detrás de su espalda.
-Qué estas haciendo!?-Grito-
Mire a mi hermana.
Ella tomo el cuchillo que mis manos ya no podían sostener.
-Dime que te arrepientes de hacer miserable la vida de tu hijo cada día que pasa.-Susurre a su oído-
Hubo un pequeño silencio, el viento se escucho entre nosotros.
-Cómo...-Tartamudeó- Cómo sabes eso?-Miro hacia abajo-
-Sabemos todo sobre ti, y no hay escapatoria. Estas arrepentido? Ah?-Hice presión sobre sus muñecas, grito- Lo estas!?-Grite-
-Si lo estoy! Ahora déjame ir!-Grito con dolor-
-No! Esto es solo el principio! Ahora que te arrepientes, debes pedir perdón, luego tu castigo.
-Castigo?-Giro su cabeza tratando de mirarme-
-Si, castigo. Pedirás perdón?-Respondí-
-Lo siento, ok?
-Bien, tu castigo y redención serán tu recompensa.
-Qué?-Miro hacia abajo una vez mas- No pensaras dejarme caer, cierto?-Pregunto-
Mire a mi hermana y ambos miramos el cielo.
-Tu que estas en el cielo, te ofrecemos a este pecador.-Dije junto con mi hermana-
-Ustedes están locos!!!!!-Grito-
-Nunca volverás a casa. Nunca volverás a casa- Repetí- No podrías ni deberías hacerlo.-Fue lo ultimo que escucho en su oído proviniendo de mi-

Lo acerque al precipicio un poco mas. Solté sus muñecas, lo empuje y cayo.
Ambos nos asomamos, vimos como su cuerpo parecía un pequeño muñeco, acariciando cada nivel del edificio.
Nos miramos, sonreímos y corrimos hacia la salida.
Bajamos por las escaleras de emergencia lo mas rápido que pudimos, nos escabullimos del edificio por la puerta trasera.
Caminamos desapercibidos, pasando por la esquina la importante firma de abogados.
Se hallaba en el suelo, rodeado por sangre y un circulo de personas horrorizados, gritando, pidiendo ayuda.
No serviría, estaba muerto y en manos de nuestro señor, libre de pecado alguno.
Nos tomamos de la mano.
-Caminamos?-Pregunto sonriendo-
-Quiero un helado.-Respondí-
-Hecho.-Sonrió nuevamente-

No hay comentarios:

Publicar un comentario