domingo, 12 de agosto de 2012

Think happy thoughts; Capítulo: #11

Capítulo: #11

Me desperté a la mañana siguiente y no tenía ganas de levantarme. Quería estar acostado todo el maldito día. O que por alguna vez en la vida no amaneciera y fuera de noche -¡Mala idea, Gerard!- Si, era una pésima idea.
Tomé unas cuantas pastillas para dormir y ahí quedé. Durmiendo como todo un oso.

— ¡Me tenías preocupado! ¿Por qué no abrías? -era Bob
— Por que estaba durmiendo. -dije sin ánimo y yendo a la cocina
— ¿Pasa algo, Gee? -dijo acercandose preocupado
— Si. Bob -lo miré y las ganas de llorar volvieron. No entendía por que el tema me afectaba tanto.
— Es por lo que hablamos ayer ¿Verdad? -se acercó para abrazarme
— Si. No sé que hacer.
— ¿Sabes con certeza lo que sientes?
— Si. Él me gusta...Mucho. Pero no...No puedo decírselo. ¡No puedo! Algo me lo impide.
— ¿Leah?
— No. Leah, no tiene nada que ver. Algo en mí. Algo en mi cabeza, me lo impide. Me lo hace ver como algo malo. Como algo anormal y no puedo. No puedo aceptarlo.
— Tranquilo, Gee. Tomate tu tiempo. Toma las cosas con calma.
— Tal vez lo mejor es no verlo más, y no pensar en él...
— ¡Tú estás loco! Se te está dando la oportunidad de volver a amar, de volver a enamorarte y no la aprovechas, en cambio de alejas de ella. ¡Deja de huir, Gerard!
— Bob...Quiero estar solo. Por favor dejame ¿Sí? -el asintió, besó mi frente y se fue.

Nuevamente mis pensamientos me atormentaban, pero no dejaba de pensar en lo alucinante que se sintió besar sus labios. Fue hermoso.
No dejaba de pensar en "no es normal" "¿Como se te ocurre enamorarte de nuevo?" Aunque tal vez esto no era amor. Simplemente me gustaba. O quizás simplemente era un buen amigo -¡Basta, ya! No sigas engañándote- Tenía una confusión gigantesca. Me sentía terriblemente mal. Estaba tan confundido. Sentía bastantes emociones diferentes.

— Frank...-no podía ocultar mi asombro al verlo. Tal vez Bob, le había dicho algo- ¿Qué haces aquí?
— Hace tiempo que no sales con nosotros. Pensé que tal vez te había pasado algo...-su tierna sonrisa aparecía de manera lenta.
— No. Estoy bien. He tenido...Mucho trabajo...Mucho estudio también -traté de sonreír
— ¿Y ahora? ¿Estás ocupado? -miró dentro de mi departamento.
— No.
— Si estás mal, por lo que pasó el otro día...-noté un nerviosismo. El ambiente estaba bastante tenso
— No. Todo está bien. -sonreí forzadamente
— Me alegro. ¿Quieres ir a dar una vuelta? Los chicos están en el bar...

Saludé a los chicos y me senté junto a ellos en una mesa. Había bastantes botellas de cerveza vacías. Indicios de que ya habían bebido bastante.
Los chicos hablaban muchas incoherencias. Algunos "chistes" para nada chistosos. Ademas mi estado de animo no era el mejor. Aproveché de que podía beber lo que yo quisiera sin que Bob, me fastidiara por beber en exceso. Así podía despejar mi mente un rato y dejar de divagar en los sentimientos. Sentimientos que no deberían existir.
Pasaron las botellas y yo no despegaba mi vista de Frank. Él sonreía y celebraba cada comentario incoherente que decían. En ocasiones me observaba y nos quedábamos mirando algunos minutos hasta que la voz de alguno, nos sacaba de ese transe.


Desperté en mi casa. Ray, Matt y Bob, estaban tirados en mi habitación. Dormían como troncos. Sus ronquidos los podía oír hasta el baño. Desperté con un dolor de cabeza. Ignoraba el como había llegado a mi casa.

— Buenos días -escuché tras de mí y salté
— No...No sabía que estabas -el solo hecho de mirarlo hacía que yo me pusiera nervioso. Eran inexplicables las ganas que tenía de repetir lo de hace unas noches.
— Yo los traje. Ninguno podía moverse -soltó una pequeña carcajada- Yo no había bebido mucho, así que te saqué las llaves del auto, de la chaqueta. Hise malabares para subirlos al auto. Debieron haberse visto.
— Gracias. -dije tímido y fui hasta la cocina con la vista baja
— ¿Gerard? -me detuvo del hombro. Sus brillosos ojos me miraban con una ternura infinita. Sus ojos me llenaban, pero de igual forma me debilitaban, ya que no los tenía. Recorrí fugazmente sus apetecibles labios.- ¿Estas bien?
— Si ¿Por qué lo preguntas? -sentía un nerviosismo desconocido. O tal vez si lo conocía. Era aquel nerviosismo de cuando no me agradaba. El nerviosismo de estar cerca de él.
— Estás extraño...tal vez solo sean tonterías. -bajó la vista- Bueno, me debo ir. -fue hasta el living, tomó su chaqueta- Nos vemos -sonrió una ultima vez y se fue.
No podía seguir así. Estaba dañado de una manera horrible. Me dolía el alma no poder besarlo. Las ganas de besarlo, tocarlo y sentirlo, me ahogaban. Lo necesitaba y estaba dispuesto a decírselo todo.

10:00 pm. Estaba a un lado de la pista, donde sería su carrera. Dentro de 5 minutos vería a Frank, correr su motocicleta. No me atrevía a hablarle aún. Ni siquiera se había percatado de mi presencia ahí, hasta que una chica me apuntó. Recién ahí, se dio cuenta de que estaba allí. Se acercó a un paso lento y mirando hacia todos lados. -Debes hacerlo, Gerard- Ahora o nunca...

No hay comentarios:

Publicar un comentario