domingo, 12 de agosto de 2012

Think happy thoughts; Capítulo: #18

Capítulo: #18

Debía ser fuerte. Ya había sobrevivido a cosas peores. Muertes, desilusiones, discriminaciones y un sin fin de cosas, ¿Qué me costaba aguantar una cosa más?. Hasta pensaba que me había convertido en una persona más fría. Dicen que cuando estás expuesto a cosas que te dañan o muy fuertes, tu capacidad de sentir dolor, iba desapareciendo.

— ¡Vamos, Gee! ¡Abre la puta puerta! -gritó Bob
— ¿Qué quieres? -abrí
— Hablar contigo ¿Puedo pasar? -dijo mirando hacia dentro
— No.
— ¿Por qué? -trató de empujarme
— Hay un desastre aquí dentro, Bob -Tenía hecha mierda mi casa. Había estado bebiendo demaciado y cedí a aquellas tentaciones de sexo. Okay, no era sexo lo que necesitaba, pero ebrio, hago cualquier cosa. Soy un completo idiota.
— ¡Qué mierda estabas haciendo, Gerard! -entró
— Nada, Bob. Te dije que había un completo desastre aquí. -me crucé de brazos.
— Okay. -se volteó a verme- ¿Qué sucedió con Frank?
— Qué es una mierda, eso pasó.

{~ Narra Frank ~}

Debía verlo, tenía que sentirlo. Esta dependencia era terrible. Nunca me había sentido tan dependiente de una persona. Nunca había sentido esto por una persona. Sé que las dependencias no terminan bien. No es bueno depender de otra persona.
Me percaté de que la puerta estaba abierta...

— ¡Bob! Se besó con el otro tipo, en frente mio ¿Como querías que reaccionara? -escuché su hermosa voz
— ¿Te explicó? -Bob, trataba de defenderme
— ¿De qué sirven las explicaciones cuando el daño esta hecho? -esas palabras cargaban una rabia tremenda
— ¿Tanto te afecta? ¡Vaya! No sabía que sentías algo tan fuerte.
— No sé si es o no fuerte. Solo sé que estoy muy débil, me siento muy mal.
— Te ves pésimo. Tienes una tremendas ojeras, estás más pálido, aun y tus labios están sequísimos ¿Has comido algo? -Había hecho daño. Yo le importaba demaciado. Tanto como él a mí. Solo que soy una mierda.
— No. No he comido nada, en dos días.
— ¡Por la mierda! ¡¿Te quieres morir de hambre?! -entré
— Permiso -lo ví. Se veía como un ángel. Parecía un cadáver. Es algo contradictorio, pero cierto. Por mi culpa ese tan maravilloso ser estaba así.
— Creo que es mejor que los deje solos- Bob, tan oportuno como siempre. -Estaré en la habitación, viendo TV -entró
— Gerard...
— No hay nada que hablar, Frank -me detuvo y se levantó
— Gerard...Te...Te amo -me sentía aliviado al decirlo. Se sentía bien esto. Me sentía bien de haberle dicho que lo amaba. Este sentimiento me llenaba
— No...Juegues más conmigo. Por favor -aunque me diera la espalda, podía notar que estaba llorando.
— Me llenas, Gerard -me acerqué y lo abracé- Eres mi todo. No puedo vivir sin ti, Gee. Y perdóname. No creí que te pudiera afectar tanto. No sabía lo mucho que te importaba -se volteó
— Eres la persona más importante que tengo. Te amo, Frank -se volteó y me tomó el rostro. Me acerqué a besarlo, pero me alejó- Pero no sé si esto es bueno. -acarició mi mejilla
— ¿Qué? ¿Por qué? -me alejé con una mezcla de confusión y rabia
— Frank -sonrió- Dijiste que te estabas sintiendo dependiente de mi...Y yo estoy sintiendo lo mismo-él creía y sentía lo mismo que yo. La dependencia no es buena, Frankie.
— Pero yo quiero y necesito estar contigo, Gerard. Todo ha sido muy rápido. Han pasado casi dos meses, desde que te conocí y ...todo lo que siento, pareciera no caber en mi pecho.
— Frankie -se acercó nuevamente y me abrazó- No creas que yo no te amo...Pero creo que es mejor que nos alejemos unos días -besó mi frente
— ¿Alejarnos unos días? ¿Nos seguiremos viendo? -tenía una serie de sentimientos, confundiéndose en mi cabeza
— ¡Por supuesto! Solo que no habrá...Besos...caricias...Nada. Seremos solo amigos. Ambos debemos pensar. -sonrió
— Está bien. ¿Amigos? -estiré mi mano para estrecharla con la suya
— Amigos -nos las dimos.

Nunca me había dado cuenta de lo bipolar que podía llegar a ser Gerard. Era una persona bastante inestable.
Se me hacía difícil verlo después de el trato de quedar como "amigos". Era terrible verlo y no poder besarlo, tocarlo ¡¿Como aguantarlo?!.
Las semanas pasaban y nosotros seguíamos con esta estupidez. No nos habíamos puesto un límite de tiempo. A decir verdad, por mí ni siquiera hubiera hecho esto. Solo cedí por que el me lo pidió y por que lo consideré buena idea.

— ¿Hasta cuando seguirán con esto? -me preguntó Bob
— Hasta que él quiera -bebí un sorbo de cerveza
— Hasta que él quiera...-repitió- ¿Desde cuando dependes de otro? -rió
— Desde que lo conocí ¡Oh mierda, que cursi me he puesto! -ambos reímos
— ¡Oh si! Y hablando del rey de Roma...-dirigí mi vista a la puerta, que se encontraba entreabierta
— Hola, chicos -nos dimos la mano. Era tan difícil resistirse a besarlo
— Justamente estabamos hablando de ti -dijo el maldito de Bob, con una enorme sonrisa burlona
— ¿Si? -nos miró- ¿Qué hablaban de mi? -sonrió abriendo una lata de cerveza

— Nada. Bob, es un mentiroso -le pegué por debajo de la mesa y Bob comenzó a reír
— Si, si. Oye, Gerard -Gerard lo observó- Tu cumpleaños será dentro de una semana ¿Qué harás?
— Casi lo olvidaba -dijo rascándose la cabeza
— ¿Qué? -me puse a reír- ¿Casi olvidas tu cumpleaños? -lo miré
— No. No recordaba que ya era abril...¡Wow! Como pasa el tiempo...
— Mucho tiempo..-lo miré como tratando de decir "Paremos con esto"
— ¡Uf! Es mejor que me vaya -dijo Bob. Él había entendido mi indirecta- adiós
— Adiós Bob -dijimos ambos.
— Sé que ha pasado mucho tiempo...Pero no lo sé, Frank...-se veía afligido.
— está bien. Todo está bien -traté de contenerme para no lanzarme a besarlo y toquetearlo.
— Creo que también me voy. Cuidate, Frank. -besó mi mejilla y se fué.

Gerard, no era el mismo. Estaba más frío. Está bien, nos distanciamos, pero los primeros días, el seguía igual conmigo...De apoco comenzó a cambiar y estaba más distante. Eso me dañaba, ya que yo lo amaba...Lo amaba demaciado.

{~ Narra Gerard ~}

No me había dado cuenta de como había pasado el tiempo...Cinco meses ya habían pasado desde que había conocido a Frank. ¡¿Como mie.rda había logrado enamorarme en tan poco tiempo?!.Durante los últimos dias, he tratado de alejarme de él, de olvidarme de él, pero es casi imposible. Mi cabeza piensa todo el día en Frank. Sus gestos, sus manos, sus ojos, su boca ¡Su alucinante boca!.

Lo único que quiero es volver a sentirlo mío. Besar esos tan adictivos labios.
En los siguientes días, no ví a los chicos. Creía ya haberme acostumbrado a la idea de no ver a Frank. Mi cumpleaños había llegado y yo esperaba a los chicos en mi casa para celebrar. Veintiséis años.

— ¡Feliz Cumpleaños! -dijo Bob, con latas de cerveza en la mano y abrazándome con dificultad
— Muchas gracias -lo abrasé -
— Los demás vienen en camino...-dijo entrando
— ¿Los demás? -pregunté confuso. A los únicos que conozco son a Ray, Matt y Frank
— ¡Oh, Gee! Invité a un par de amigos...

¿Un par de amigos? Mi departamento estaba plagado de gente que no conocía. Mi departamento era relativamente grande, y cabía mucha gente adentro. Esa sensación de ahogo tan conocida estaba volviendo...Me estaba ahogando hasta que lo vi aparecer. Mi respiración se normalizó. Definitivamente esto era algo extraño.

— Feliz Cumpleaños, Gerard -me abrazó y yo no me podía componer de lo que recién había ocurrido. Se separó y estiró su mano para pasarme un regalo.
— Gracias. -lo quedé mirando y no aguanté. Lo tomé de las mejillas y junté sus labios con los míos. ¡Oh dios! ¿Como me había podido resistir a ese excitante sabor por tanto tiempo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario