domingo, 12 de agosto de 2012

Think happy thoughts; Capítulo: #2

Capítulo: #2

Luego fuí a dejar a Bob a su casa y yo me fui a la mía. Extrañamente no tenía sueño y eso que eran cerca de las 5:00 am. Me dediqué a uno de mis pasatiempos: Dibujar.
Desde pequeño lo mío fue el arte. Odiaba lo científico y lo humanista. Tal ves un poco de filosofía, pero solo un poco. Siempre en mí hubo un gran interés por la pintura, la música, etc. Intenté tocar varios instrumentos, pero no me resultaba. Era un completo desastre con un instrumento en mis manos. Y por eso decidí dibujar y estudio diseño gráfico.

Desperté como a las 2:00 de la tarde. Tenía una hora exacta para levantarme, ducharme, almorzar e irme a la Universidad. Me bañé en 10 minutos, almorcé en 20 y en media hora estaba en la Universidad.

Clases normales. Para mí. Era terrible tener que estar en un lugar donde todos te miran raro. Es como estar en secundaria. Bueno, debería estar acostumbrado, siempre había sido así. Toda mi vida tuve que soportar las miradas penetrantes de otras personas.

— ¿Gerard? -me volteó un chico, mientras yo caminaba
— ¿Hola?
— Soy Matt. Él amigo de Bob. Nos conocimos anoche ¿Recuerdas? -sonrió
— ¡Oh! Si. Lo siento. ¿Cómo estás?
— Bien. Con algo de dolor de cabeza, pero bien. ¿Y tú?
— Bien. Con sueño. -odiaba conocer gente. Si, era el ser más antisocial en la tierra, pero estaba bien así. Nunca sabía como seguir una conversación.
— No sabía que estudiabas aquí ¿Qué estudias?
— Diseño gráfico ¿Y tú? - Bien, Gerard. Estás mejorando - habló mi interior
— Derecho. Y justo ahora tengo clases. Nos vemos. Cuidate. -agitó su mano mientras se iba
— ¿También? -susurré como para mí mismo. Por lo menos recordaba como ser cortés.

Tenía media hora hasta mi próxima clase. Así que me fui a tirar al pasto, bajo un árbol. Encendí un cigarrillo y comencé a escribir. Ya mencioné que también me gustaba la música, por eso hasta escribía canciones o poesía.

— ¿A qué hora sales de clases? -preguntó Bob, desde el otro lado del telefono
— En...-miré mi reloj.- Dos horas -reí- ¿Por qué?
— ¿Recuerdas que es viernes?
— Si...Y ¿Eso debería importarme? -pregunté
— ¡Claro que sí! Hoy saldremos.
— Bob, tengo que ir despacio. Ya salí ayer. Ahora dejame estar en mi casa. Solo -remarqué
— No. Frank hará una fiesta esta noche.
— ¿Y?
— Y...Que tenemos que ir.
— Para, Bob. Deben ir sus amigos. Yo no soy su amigo, ni pretendo serlo.
— ¿Por qué? ¿No te agradó?
— No. Lo encontré un poco irresponsable y arrogante
— ¿Por qué?
— Me contó lo de sus carreras en moto.
— ¡Oh! Pero el chico es simpatico. Te agradará.
— No lo creo Bob y mi última palabra es no. No iré y no me hagas show. -soné como novia enojada
— Okay -respondió enojado- Pero a la otra no te salvas Way. -amenazó
— Por eso te amo, Bob -reí y colgué

Como dije, salí en dos horas de la fastidiosa Universidad. Me subí al auto y conduje hasta mi solitario hogar. A veces me preguntaba si alguien sabría de mi existencia en aquel lugar. Siempre que pasaba en frente de alguno de los individuos que allí habitaban, era como un fantasma. Era como si ninguno se percatara de que un chico pasaba por su lado. ¿Tan invisible era para el mundo? Y en teoría era así. Aunque creo que hasta yo mismo hago eso. A veces estoy tan preocupado de mis cosas, que no noto lo que hay a mi alrededor. ¿Por qué debería importarme?

Al abrir el refrigerador me dí cuenta de que debía ir a comprar cosas para comer. Estaba bastante vacío. Tomé un poco de dinero y me fui a comprar. Me gustaba recorrer los pasillos y ver cada cosa que había. Tomé unos paquetes de fideos, queso, pan, y otras cosas.

— ¿Gerard? - No, por favor otra vez no. Seguramente había otro Gerard en este supermercado, así que no miré- ¡¿Gerard?! -me voltearon- ¡Hola!
— Em...Hola, Frank -Era el chico de tatuajes.
— ¿Cómo estás? - Estaba sonriendo. Tenía una sonrisa y unos ojos tan dulces, que contrastaban con la rudeza de su apariencia
— Bien ¿Y tú?
— Bien. Comprando cosas para la fiesta que daré esta noche ¿Bob, te avisó? - ¡Mierda! ¿Qué hago?
— No. No me dijo nada - Okay, soy bueno mintiendo, así que no lo notará
— Qué extraño. Le dije que te avisara. Bueno, estás invitado -dijo sacando unas cervezas
— Okay...-¿Qué más podía decirle?
— Le diré a Bob, que vaya por ti. Él sabe llegar a mi casa. Nos vemos -estiró su mano, para estrecharla con la mía
— Nos vemos. -y sonreí forzadamente. Él simplemente se fué

¡Magnifico! ¿Ahora que mierda iba a hacer? ¿Por qué simplemente no le dije que "No"? Tal vez un poco de amabilidad me quedaba. Bueno, más que un poco.
Volví a casa y me puse a cocinar. En el equipo de música sonaba "Wake Me Up When September Ends" de Green Day, uno de mis temas favoritos.

— ¿No que no te agradaba? -dijo Bob, apenas le había abierto la puerta.
— Recuerdo como ser amable, Bob -reí
— ¿En serio? -dijo sarcástico. Yo solo lo miré
— Te invitaría a comer, pero ya sabes que solo cocino para uno. No queda nada en la olla. -volví a donde estaba sentado y seguí comiendo
— Frank, me dijo que debía venir a buscarte. -dijo revisando todos los cd's que tenía tirados al lado del sillón
— Si. Me lo encontré hoy en la tarde y me dijo que fuera a su fiesta. Le dije que tú no me habías dicho nada. -reí
— Por eso estaba enojado -susurró como sí mismo y yo no entendí
— ¿Enojado? ¿Por qué? -dije levantándome para dejar el plato vacío en la cocina
— Nada. Ignora mis comentarios. ¿Irás o no?
— No lo sé. -me afirmé en el marco de la puerta, cruzado de brazos.
— Si quieres, Gerard -me miró con una seguridad increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario