sábado, 11 de agosto de 2012

Ultra-Cían Vs Infra-Magenta; Capítulo: #13

Capítulo: #13

- No quise hacerlo, no quería lastimarlo, tan solo deseaba acabar con ella, segar su vida, convertir su cuerpo en polvo para que Frank jamás la tocara nuevamente -

Gerard balbuceaba mientras Nélya intentaba infructuosamente de sanarle el brazo , ni siquiera lo escuchaba, su única preocupación era que estuviera en optimas condiciones para la próxima batalla, no podía disimular el enojo que sentía

- Eres un idiota, en que momento pensaste que podrías atravesar el ala de Frank sin dañar tu cuerpo -

- No pensé, solo la veía a ella, con sus malditos labios irradiando el brillo del beso que Frank le había plantado -

No le importó, estaba harta de oír lo mismo, una y otra vez desde que regresaron al inframundo

- Esto es infructuoso, voy a llamar a Essined ella tiene el don de cerrar la piel -

- ¿Sin sanar la herida? -

Nélya lo miró con algo de desprecio, era el colmo que su líder fuera una criatura tan pusilánime

- De eso no te vas a morir... ehh no puedes morir, creo que tendrás que aguantar el dolor por el resto de la eternidad, y no volver jamás a usar ese aguijón -

Gerard podía soportar el dolor de su cuerpo más no el de su alma, percibía la energía de Frank extinguirse cada segundo, abandonando cada plano del universo, esperó paciente la llegada de Essined, necesitaba cerrar su herida y buscar de alguna forma noticias sobre Frank.

La mujer de cuerpo esbelto, extraordinarios ojos verde claro, cabellos negros con brillantes mechones magenta que caían gracilmente sobre su pecho casi desnudo, que lucia justo en medio un medallón de Adamantina en forma de media luna, se acercó a Gerard, al inclinarse sobre él, el medallón no se movió, permaneció en su sitio, como si estuviera adherido a su piel.
Extendió ambas manos sobre el brazo herido de Gerard, acercándolas a pocos centímetros de distancia, irradiando una poderosa luz en tonos rosa y blanco, logrando que la piel se cerrara, quedando intacta, sin marcas ni cicatrices.

- Gracias -

- No tienes porque, es mi trabajo -

Gerard se quedó mirando el rostro de aquella vampiresa que sonreía levemente, tenía un aura extraña, había algo de pureza en ella que lo inquietaba, el dolor en su brazo había cesado, Essined se levantó dispuesta a marcharse

- Espera, quiero preguntarte algo -

Regresó sentándose de forma que su cabeza no estuvieras más alta que la de Gerard, era una norma para todos los seres inferiores

- No sabía que los vampiros tuvieran la habilidad de curar -

- No la tienen -

- Pero, eres de esa raza -

- No, soy una híbrida, como nos llaman en el ultramundo, una maldita -

Gerard sonrió, nunca pensó que el mundo de bondad existieran los prejuicios

- Y en el inframundo, ¿cómo te dicen? -

Essined lo dudó un momento, sonriendo aportando un tono de burla a sus palabras

- Eh... ¿suertudos? -

- ¿Por qué? -

- Cuando tienes los poderes de un ser de luz y uno de oscuridad dentro de ti, obtienes de inmediato la gracia de deambular tranquilamente por cualquiera de los estados, puedes dañar, puedes sanar... -

- O sea que en ti esta la combinación perfecta de los tres estados -

- Ja ja no, no tengo ni un ápice de humanidad, solo soy alguien con más poderes que muchos -

- Mmm ¿y tu puedes ir al ultramundo cuando te plazca? -

- Es uno de los beneficios de hija de un vampiro y un hada -

Gerard reclamó la presencia de su hermano en salón, tan pronto Mikey estuvo allí de pie se refirió a Essined

- Necesito que lleves a mi hermano al ultramundo, lo dejes allá y me traigas noticias de Frank -

Partieron de inmediato, en los pensamientos de Mikey retumbaban las palabras de su hermano "vete, si lo deseas te puedes quedar allí, yo te necesito aquí, necesito de tu amor y compañía, pero no puedo obligarte, no quiero imponer mi voluntad y mis deseos sobre los tuyos", Deseaba tanto ver a su mujer, a su familia, pero se le rompía el corazón al pensar en la situación de su hermano.

Atravesaron el portal sin problemas, una ninfa los recibió, acompañándolos hasta las habitaciones de Frank.

- Está agonizando -

Mikey sintió su corazón detenerse por un instante

- ¿Tanto mal le hizo Gerard? -

- Oh, no, él llegó bien, algo herido pero no de gravedad, es solo que Aileon estaba muriendo y Licht le dio toda su energía vital para salvarla -

- ¿Licht? -

- Es el nombre elemental de Frank -

Las puertas se abrieron, Alicia que permanecía al lado del lecho de Frank, corrió a recibir a Mikey, abrazándolo con tanta fuerza que le impedía respirar bien, los ansiosos labios se pegaron a la piel de su amado, llenándolo de besos, justo antes de propinarle una intensa bofetada

- Y, ¿esto por qué? -

- Frank me contó lo que andabas haciendo con tu hermano, ¿perdiste la cabeza?, qué clase de lugar es el inframundo que te convirtió en... ¡eso! -

Mikey abrazó con fuerza a su mujer, friccionando su rostro contra el de ella

- Él me necesita... ahora no hablemos de eso, mejor dime ¿cómo está Frank? -

- A un paso de transmutar su ser en energía pura, perder por completo su conciencia, y lo que aun le queda de humanidad, eso... si yo lo permito -

Airam respondió la duda de Mikey, se arrodilló en el lecho de su hijo, acarició suavemente su mejilla, pasando los dedos sobre sus párpados cerrados, dio un vistazo a todos en la habitación, concluyendo esta acción sobre Aileon, quién no paraba de llorar, sintiéndose culpable por el estado de Frank

- Prométeme que guiaras a mi hijo, júrame en presencia de estos testigos que no lo dejaras caer de nuevo en la tentación de la oscuridad y que lo acompañaras en esta guerra hasta que se termine, con nuestra victoria -

Apenas si alcanzó a escuchar la respuesta afirmativa de Aileon, y desde su pecho una intensa luz cían comenzó a emerger, encegueciendo a todos los presentes, humanos y elementales, se escuchó un quedo grito ahogado, seguido de una fuerte inhalación de aire de parte de Frank, quién se sentó de golpe en su cama, lleno de vitalidad, un poco desorientado, examinando a todos los presentes, vio un polvillo azul brillante a un lado de su cama, no tuvo necesidad de preguntar, su corazón lo sabía, su madre había dado su vida por él.

Apretó los labios para no gritar, no era tanto el dolor de su muerte, lo que más sentía es que no pudo conocerla bien, conocerla de nuevo, apenas si tenía recuerdos de su vida como Licht, de su infancia elemental aprendiendo a controlar sus poderes, de su entrenamiento, cuando Airam lo llevó a la tierra para que practicara el arte de hacer llover sobre las cosechas, y él con su poder desmedido provocó una inundación que arruinó todos los cultivos, obligando a las Alseides a plantar todo de nuevo, a los guardianes del sur a irradiar su calor para secar la tierra, Airam tan solo sonrió, en ese momento se dio cuenta que su hijo era el elegido.


- Quiero estar a solas con Mikey -

Fue lo único que pronunció, las criaturas que le rodeaban se acercaron a preguntarle cómo se sentía

- Dije, que me dejen a solas con Mikey -


- No lo vayas a dañar, por favor -

Frank miró a Alicia desconcertado

- ¿Crees que sería capaz de hacerle daño?, por favor, no me hagan repetirlo nuevamente -

La habitación se llenó de un silencio aterrador, Mikey no sabía que hacer, se quedó petrificado en su sitio, mientras Frank recogía entre sus manos el polvo azul de su cama, soplándolo luego logrando que saliera por el ventanal y cayera indiscriminadamente sobre la montaña en la que se cimentaba el palacio.

- ¿Por qué? -

- Él me necesitaba -

- ¿Lo amas, es decir, de forma sexual? -

Mikey no respondió, solo se quedó viendo el suelo

- Dímelo, no te voy a juzgar -

- Frank, él es mi hermano, yo soy capaz de dar mi vida por él -

- Eso lo sé, siempre lo he sabido, lo que quiero saber es muy concreto, ¿lo amas de manera sexual? -

Un largo silencio antecedió la débil respuesta de Mikey

- Sí -

Frank bajó su cabeza, dejando escapar lágrimas de dolor

- Si lo amas, por qué estás acá -

- Él nos pidió a Essined y a mi venir para saber cómo estabas... -

- Es decir que regresaras con él -

- Aun no lo sé -

Frank caminó hasta Mikey, tomando su rostro del mentón, obligándolo a levantar la mirada

- Yo voy a decidir por ti, Gerard necesita amor, te necesita a ti, si solo se rodea por esos seres olvidará pronto su humanidad, y pasando por encima de los celos, el dolor y la rabia que siento de solo pensar que eres tu quien recibe sus caricias y no yo... mi amor por él es mas fuerte que cualquier egoísmo, así que vete, ámalo, cuídalo, y no permitas que se pierda en su propia maldad -

No hay comentarios:

Publicar un comentario