sábado, 11 de agosto de 2012

Ultra-Cían Vs Infra-Magenta; Capítulo: #5

Capítulo: #5

Airam tomó a Frank de la mano, levantándolo del suelo

- Ya habrá tiempo para eso, ahora, debemos enfocarnos en ti, en que recuperes tu esencia -

Frank retiró su mano con furia, hincándose de nuevo sobre el portal

- ¡No!, No entiendes que no soporto esta angustia de no saber como esta él, si esta vivo, y... si esta sufriendo... -

Levantó los ojos hacia ella en actitud suplicante

- Tan solo muéstrame si aun vive -

Airam hizo un gesto con sus manos, llamando a tres criaturas de forma femenina vestidas con hojas otoñales, cada una de ellas se arrodillo en el portal, creando un triángulo imaginario, extendieron sus alas de tonalidades ocre y rojizas, un rápido aleteo de estas y el portal comenzó a cambiar de color, se nubló la imagen por un momento, mientras que Frank sentía que no podía esperar más, las nubes grises que impedían la visión se fueron disipando, dejando a la vista de Frank el peor espectáculo de su vida.

Gerard se encontraba desnudo, acostado boca arriba sobre una gigantesca piedra verdosa, atado con cadenas a esta, de sus brazos, piernas y pecho salían una especie de mangueras de un material orgánico, como si fueran intestinos, por los cuales salía sangre de su cuerpo y entraba una sustancia viscosa, más espesa que la sangre de color magenta brillante, Gerard tenia los ojos abiertos con una expresión de dolor tan fuerte y lastimera que Frank no pudo soportar aquella imagen, alejándose del portal, tropezando con las piedrecillas que brotaban del piso, se dejó caer en el suelo cubriéndose los ojos con sus manos, su corazón gritaba de dolor, pero el se callaba todo aquello, rogando cada segundo que solo fuera una maldita pesadilla, que algo lo despertara de este horror.

Airam se acercó de nuevo a su hijo, ella sentía en lo más profundo de su alma ese dolor que lo estaba matando, le retiró las manos del rostro, mirando fijamente esos hermosos ojos que dejaban captar ese dolor de amor tan fuerte, las lagrimas cían empezaron a brotar, rodando por sus mejillas pálidas

- ¿Qué es ese horror, qué le están haciendo a mí... a Gerard? -

- Están arrancándole del cuerpo hasta el último rastro de humanidad que pueda tener -

Frank bajó la mirada, sus palabras se ahogaban en su garganta, el poco aire que su congestión dejaba colar hasta sus pulmones le impedían hablar con claridad

- Lo están... lo están dañando -

- Ese hombre que viste allí, ya no es Gerard -

Frank se limpió las lagrimas, notando sobre el dorso de su mano el color cían de estas

- ¿por qué mis lagrimas son azules? -

- Es tu esencia Frank, eres un hada de agua -

Frank empezó a reír, sus carcajadas se combinaban con el llanto que no podía parar de brotar de sus ojos

- ¡Ya! por favor basta... Dios, tal vez me comí un hongo y no me di cuenta -

Se levantó del piso ante la mirada de asombro de su madre, caminando en línea recta por el lugar, devolviéndose, dando manotazos al aire mientras balbuceaba cosas incomprensibles, se detuvo en seco observando su entorno con cuidado

- Mm ya sé que pasa, algo me fumé, verdad, ja ja ja estoy en un viaje, Dios! Que hierba mas poderosa... a ver, recapitulemos, a Gerard se lo llevan unos espectros... no, no hay que ir antes, una cosa violeta me persigue, a Gerard le hablan voces que no se ven, lo secuestran unos espectros, a mi la lucesita, ahora, resulta que Gee es el diablo y yo... ja ja ja un hada, un hada de agua, ¿no me pude haber inventado una criatura más simplona? -

Airam extendió sus alas, elevándose un poco del suelo, levantando a Frank de la cintura, elevándose un poco más con él, volaron hasta quedar sobre el portal, Airam bajó su rostro susurrándole en el oído

- Ven conmigo a la tierra, hay algo que debes ver para que aceptes de una vez por todas que esto, por muy absurdo que te pueda parecer no es un sueño -

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