sábado, 11 de agosto de 2012

Ultra-Cían Vs Infra-Magenta; Primer testimonio.

Primer testimonio.

Soy el rey de mi universo, el monarca absoluto, cada noche domino multitudes con mis palabras, con mis gestos, una sola sonrisa y derrito cien corazones, una sola palabra y domino mil almas, extiendo mis brazos al cielo, a ese cielo que se llena de estrellas solo por mí, los reflectores iluminan mi rostro perfecto, y cientos de exclamaciones a la sola visión de mi presencia reafirman esa innegable verdad, ¡soy Dios!, Las paginas en las que se escriben los nombres de los más grandes hombres de la humanidad tienen un renglón listo para mí, Gerard Way.

La luz de los reflectores se extingue, y acá comienza de nuevo, la inclemente soledad, tal cual es el camino del escenario al backstage, oscuro e intrincado, así es cada uno de mis malditos días, en los que simplemente soy este payaso de revistas que sonríe enmascarando su más profundo dolor, soy una mentira, un simple humano que sueña con ser algo más, una criatura de la oscuridad, esas fueron mis palabras una de tantas veces en las que renegué de mi condición de humano, ¡ah! Que bellos eran aquellos días en que mi inocente ego soñaba con grandezas para mí, ahora, reniego de mi destino, no lo quiero, no así, no por encima de él.

Él, sus ojos son tan puros, como el más cristalino de los nacimientos de agua en la montaña más virgen, como sus labios, son vírgenes para mí, porque aun no los he besado, y sabe Dios cuantas veces lo he deseado, solo Dios sabe cuan intenso es mi dolor, cada noche, cuando soy aquel hombre poderoso, me acerco a él, siento su aroma, lo grabo en mi alma, flaqueo ante la calidez de su piel húmeda por la excitación que tocar le produce, por el calor de los reflectores que se meten en su piel haciéndola brillar con esas pequeñas gotas de sudor, de ese salado gusto que he tenido la oportunidad de tener en mi boca, cuando furtivamente dejo que mi labios se posen criminales sobre su piel, Siempre pensé que los ángeles debían lucir como él, ¡Dios! Que irónico, sin saberlo, siempre acerté.

Y ahora, a semanas de cumplir mi tercer década en este mundo, el rumor macabro del destino trae hasta mis oídos la noticia del designio que me veo obligado a cumplir, es maravilloso saber que eres lo que siempre soñaste ser, pero es trágico y doloroso aceptar que él ser que más amas en el mundo de la noche a la mañana se ha convertido en tu mayor enemigo, en él único obstáculo en el camino a tu consagración como el máximo regente de la oscuridad.

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