sábado, 11 de agosto de 2012

Ultra-Cían Vs Infra-Magenta; Capítulo: #2

Capítulo: #2

- Que es peor, morir bajo un meteorito, o congelado en la acera de una calle desierta a las 3 a.m., solo porque Gee tuvo un sueño premonitorio -

Frank dejó caer ambas manos sobre su abdomen para contener la carcajada que las burlonas palabras de Mikey habían causado en él

- Si, ya ríanse, pero eso pudo haber pasado, ustedes no me entienden, fue tan real... -

Gerard no los miraba a los ojos, sentía algo de vergüenza, haber quedado como un idiota frente a todos, poner entre dicho su salud mental, intentó cambiar de tema rápidamente, pero no lo logró, la supuesta premonición fallida se había convertido en el tema recurrente de las tardes de ocio de sus compañeros de banda, decidió retirarse a una de las literas, se acomodó los audífonos subiendo el volumen de la música para no tener que escuchar mas burlas sobre él.

"Gerard, escúchanos"

Un eco de voces le obligó a abrir los ojos, corrió la cortinilla de la litera, pero no había nadie cerca a él, se acomodó de nuevo, cerrando los ojos, tratando de dormir

"Gerard atiende nuestra voz"

Aquellas voces se oían distantes, distorsionadas, como si recorrieran un largo trecho para alcanzar su destino final, pero él conocía más que nadie el origen de aquellos sonidos, no eran externos, no eran producto de su mente, no, él no estaba loco, sería más fácil excusarse en esta condición, pero la verdad era más terrible, al menos para él.

Intentó no pensar en nada, abandonarse a la voluntad del sueño, de ese profundo y maldito sueño que se había convertido en una constante, la violenta e inevitable destrucción del mundo tal cual lo conocía, la muerte despiadada que arrancaba la piel de quienes amaba, allí, justo frente a sus ojos, las últimas palabras de sus padres gritando ¡Clemencia!, lo que más le aterraba, era que esas palabras iban dirigidas a él, como si tuviera la solución en sus manos, él, indiferente volteaba la espalda a las suplicas, mientras desde el pináculo más alto de la tierra veía como el mundo se consumía en flamas infernales, el olor de la carne quemada golpeaba agresivamente sus sentidos, haciéndole perder el conocimiento, para recuperarlo solo cuando la imponente sombra, retrato de si mismo, de sus temores, de ese lado oscuro y maldito que siempre le ocultaba al mundo, se paraba frente a él, extendiéndole la mano, ayudándolo a levantarse, enseñándole el mundo despoblado "es tuyo, tu lo creaste", cerraba sus ojos para evitar el dolor que este horror le producía, pero su sombra apretaba las manos en su cuello, logrando que la asfixia producida en el sueño, lo hiciera despertarse de inmediato.

Se sacudió tan fuerte en la litera que cayó al piso de golpe, Frank se arrodilló a su lado, acariciando suavemente su cabello, - despierta Gee, ¿qué tienes? -

Gerard se apoyó en el brazo de Frank para incorporarse un poco, se sentó recostado contra el borde de la litera

- Otro sueño Frank, otra maldita pesadilla, cada vez es igual, ya no puedo dormir sin que esas visiones apocalípticas dominen mi descanso -

Frank se sentó a su lado dejando descansar su mano tímidamente sobre el muslo de Gerard, abriendo sus ojos para no perderse un solo centímetro de esa piel que desde hace tanto tiempo le hacía perder la razón, interrumpió su propio silencio, siempre temeroso de que Gerard descubriera en él esa mirada que ya no era de amistad.

- Deberías ver a un psicólogo, a alguien que te ayude -

- No puedo -, Los ojos aguados, temerosos de Gerard se clavaron en los empáticos ojos de Frank, que parecían, más que nadie, comprenderlo - Tengo miedo que me declaren loco, o algo peor... es que, eso no pasa solo cuando duermo, por momentos, mientras hablo con personas que recién conozco, algo se apodera de ellas, habla a través de ellos, me dicen que tengo que comenzar, que ya es tiempo, que este mundo, que este enfermo universo debe ser exterminado -.

Frank retiró de Gerard esa mirada apaciguadora, apretando los labios murmuró un "Hum"

- Si, sé a que te refieres -

- No Frank, no lo sabes, a ti no te pasa esto, no me puedes entender... nadie puede -

Gerard se levantó buscando la compañía de su hermano, Frank se quedó viéndolo caminar, hasta que la pequeña luz violácea se interpuso ante sus ojos

- Ahora que quieres, ¿Cuando me vas a dejar en paz? -

- Frankie, tienes que aceptar mi invitación, es imperativo que vengas conmigo -

A pesar que no le temía al ente como tal, si temía aceptar esa invitación, ¿a dónde lo podría llevar si decía que si, regresaría de nuevo? Pero lo que más temía era que aquella insistente luz fuera solo un producto de su mente; Se levantó de allí, a rodearse de gente, era la única forma en que la luz lo dejaba en paz, pero el pequeño destello por primera vez desde que apareció en la vida de Frank se materializó en forma humana ante sus ojos, era su propio reflejo, tan perfecto, sin aquellos tatuajes ni perforaciones que Frank lucia, era él, en la esencia más pura, habló con su misma voz, petrificándolo ante esta acción

- No debes temer, debes acudir, debes venir conmigo, antes que sea demasiado tarde -

Se acercó a Frank tomándolo suavemente de los brazos


- Tienes menos de dos semanas para aceptar venir conmigo, antes que Gerard cumpla sus 30 años, a la fuerza no te puedo llevar, pero si no lo haces, te vas a arrepentir, por ti, por ese hombre que en secreto amas, por el bien de la humanidad -

- ¿Qué demonios tiene que ver mi respuesta positiva a tu invitación con la humanidad?, Yo solo soy un simple mortal... y que tiene que ver Gerard en todo esto... ¿cómo sabes que lo amo?... ¡ya déjame en paz! -

Caminó atravesando el espectro dejándolo detrás, como si eso fuera suficiente para escapar de su destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario