viernes, 3 de agosto de 2012

Yo soy aquel; Capítulo: #13

Capítulo: #13

-Entonces si es verdad?- pregunte casi al borde del llanto

Esperaba con ansiedad una respuesta, preferiblemente un no. El único "No" que me iba a salvar la vida. La única manera de aferrarme a la vida, en esta ocasión, se debía a una negación.

-Nunca fue una mentira- respondió Mikey sonriendo ante mi ansiedad

No! No! No! Yo quería un no por respuesta! No puedo caminar, No puedo vivir en paz, No me quiere mi hermano, No soy bueno dibujando, No valgo mas que una mierda....No puedo vivir sin el. Porque el único "No" mas positivo de mi vida se había vuelto la afirmación mas dolorosa?
-Porque Mikey? Dime porque- reclame con un nudo en la garganta que cada vez que respiraba se iba enredando mas y mas.

-Porque el me gusta y creo que yo no le soy indiferente- dijo Mikey sentando en el borde de mi cama

Me limpie las lágrimas que amenazaban con salir y me arrope con las cobijas hasta la cabeza para no verle la cara.

-No me digas que te gustaba el pequeño Yoko- pregunto Mikey con una sonrisita idiota

Tenia ganas de golpearlo, de matarlo, de destruirle a puñetazos su idiota mueca de alegría. No era obvio que le satisfacía mi dolor? Ver mis ojos rojos e hinchados de tanto llorar le provocaba tanto placer que juraría que cada vez que una lagrima rodaba por mi mejilla, el tenia un orgasmo.

-Desde cuando sales con Frank?- pregunte mientras miraba hacia la puerta, lugar hacia donde quería que Mikey caminara

-Tres o cuatro días, yo se lo pedí formalmente. Y bueno, en cuanto dijo que si, corrí a contarte. Siempre eres el primero de enterarte acerca de lo que acontece en mi vida-

Sentí como mi cuerpo se quemada y se desmoronaba por dentro, como si me estuviese quemando y toda mi alma quedara reducida a estúpidas cenizas. Apreté las sabanas y me mordí con tal fuerza el labio, que termino manchando mi cobertor. La sangre que corría por mi labio era poco a las lágrimas de sangre que derramaba mi corazón cada vez que se partía.

Lo mire con desprecio.

-No me vas a felicitar?- pregunto Mikey abriendo sus brazos para un abrazo

-Que mierda quieres que diga?! Si Mikey, eres el mejor hermano del mundo porque fuiste al primero que le contaste que sales con la persona que amo, esto querías oír?!- grite desesperado ante su maldito descaro

Lauren movía la cabeza en desaprobación y yo mordía mi labio para no flaquear enfrente de ese maldito, no le iba a dar el gusto, no esta vez. Sentía como me hervía la sangre, en mi mente solo cruzaba destruirle la cara como fuese posible, quería tener a mi muso a mi lado y hacerle el amor enfrente de el para que viera que no ama ni la mitad de lo que yo amo a Frank, ni siquiera se asemejaba a ese sentimiento tan hermoso y tan perfecto que sentía cada vez que lo veía. Sus besos no los iba a disfrutar tanto como yo, no iba a besarlo con suavidad y entrega, jamás iba a sentirse cerca del pedestal en el que la gloria de sus besos estaba posada. Nunca y de ninguna manera el amaría mas a Frank que yo.

Pero el si caminaría de su mano, le abrazaría, le besaría sin problema y yo...no podría darle nada de eso. Lo único que haría a mi lado seria ser mi niñera, la que cuida a este pobre inútil que no puede moverse. Pero bien dicen por ahí, que no todo corre con la misma suerte, a veces deseaba que en lugar de rescatar a Mikey hubiese seguido con mis labores. Miles de veces soñaba con encontrarme en su posición y el en la mía para zarandearle la silla y hacerle sentir que no valía nada por no poder caminar. Me gustaría burlarme así como él se burla de mi, pero sin duda me haría el mas injusto de los hermanos, porque aparte de no haber dado mi vida para salvarlo, estará haciendo de su vida una mierda. Y no es lo que Mikey hace con la mía? Yo di casi mi maldita vida por el, preferí ser yo quien cargara la cruz, no eran justas las gracias? Estaban de mas acaso? Hice mal en defenderlo?

Pero todo tiene un curso, y gracias a esta nueva condición lo conocí. Pero de que sirvió si al final Mikey se lo llevo?

Apreté mis puños y puse mi cara en alto con una sonrisa, si mi tratamiento era exitoso yo podría hacer lo mismo que Mikey y entonces yo le partiría las piernas para que sintiese como yo me sentía.

-Ya vámonos que el doctor Bryar me ha de estar esperando ya-

-Voy por Frank y nos vamos-

Más tortura para mí. Frank se subió en el asiento copiloto, el y Mikey parecían llevarse muy bien, pero no fue tan mal porque Frank no dejaba que yo saliera de la conversación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario