viernes, 3 de agosto de 2012

Yo soy aquel; Capítulo: #14

Capítulo: #14

-Seis meses han pasado desde tu primera visita al tratamiento Gerard!- menciono el doctor Bryar mientras alzaba mi pierna

-Cada día me siento mas y mas de pie- bromee, hacia mese que no reía

-Me agrada saber que ya estas mas contento desde la última vez que te vi, te ves mejor así- dijo el Dr.

-Doctor no me apriete muy fuerte la pierna porque luego me salen moretones y no quiero que Lauren llore al verlos- pedí amablemente

El doctor soltó mi pierna y me ayudo a sentarme, recargándome en la pared y después se sentó en la silla situada a un lado de la camilla y tomo mi mano.

-Mañana comienza la práctica, veremos si tus piernas están aptas para volver a andar- explico el doctor

Grite de la emociona.

-Y pronto dejare de utilizar la silla?- pregunte emocionado

-Eso depende de tu empeño-



*****

-Y dijo que dependía de mi!- exclame sonriendo exclame casi gritando

Todos me felicitaron, pero hubo una reacción que me dejo insatisfecho, una cara de desilusión. Creí que no me perturbaría pero lo hizo al instante, aquella persona que tanto me había apoyado en este tiempo parecía estar indispuesta a compartir mi felicidad.

-Pasa algo Ángela?- le pregunte a la mujer de expresión inconforme

-No pasa nada. Solo estoy sorprendida- respondió con una sonrisa fingida

-Mañana tenemos que ir a tus terapias! Yo quiero estar apoyándote en tus primeros pasos- dijo Frank casi saltando de la silla por la emoción

Reí.

-Frank, mis primeros pasos los di años atrás-

Frank se sonrojo y enterró su cara en el hombro de Mikey, quien le acariciaba la cabeza con dulzura mientras Frank sonreía dulcemente.

-Sabes Frank, eres tan bello cuando te sonrojas- dijo Mikey y luego lo beso con dulzura

Debo admitir que aunque me doliera en el fondo del squidishpush, ambos se veían tiernos juntos. Derramaban maldita miel y claro a mi era a quien las abejas picaban, enterrando sus afilados aguijones en mi piel expuesta y llenándome de ira al verlos. Mis uñas se encajaban lentamente en la mesa, y comencé a desearles la muerte a ambos, que murieran por hacerme esto. Entonces Frank me miro y se mordió coquetamente el labio, y comenzamos una guerra de miradas penetrantes, las mías de odio, las suyas de lujuria y perversión.

Tome a Lauren de la quijada y la bese por tres minutos, me miraron sorprendidos. Pero la cara de Frank fue la que mas me gusto, ese gesto de indignación y molestia hizo que una sonrisa se dibujara en mi rostro, y me sabía a victoria.

-Gerard...podemos hablar?- pidió Ángela tomando su bastón y levantándose del asiento

-Seguro-

Fuimos a su habitación y la ayude a sentarse en la silla que estaba junto a la ventana, por la cual se veía el hermoso cielo nocturno. No se veía la luna por ningún lado y tampoco estaban las estrellas, solo estaban las nubes, y a pesar de eso....seguía creyendo que el cielo se veía maravilloso.

Ángela toco la fría ventana y después con esa mano, se acarició el brazo
-Perdón por haber besado a Lauren, estaba loco de celos- explique tratando de que aquella

-No te traje aquí para discutir eso...pasa algo mas- respondió apoyando sus codos en el marco de la ventana

-Es algo malo?- pregunte preocupado

La mujer suspiro

-No es malo, es inevitable-

El cuarto de quedo en silencio, a pesar de que los bullicios de la sala de se colaban cada vez que alguien reía. La tensión estaba tomando mis huesos y ella parecía estar perdida.

-Sabes...- dijo al fin, después de diez minutos -No quiero irme sin saber que Frank estará en buenas manos-

Me asuste

-A donde iras?-

La pregunta más estúpida que en la vida pude hacer.

-A tomar la mano de Dios- contesto secamente

-No! Tu no puedes irte! Que será de Frank?! Que será de mi?!-

-Tu y el se tiene el uno al otro, yo ya no hago mas falta. Y siempre que me necesites, busca respuestas en tu corazón, mira que lo tienes muy abandonado-

-Pagare tu quimioterapia! No te dejes vencer!- replique ante la ansiedad de saber que se rendía

-Gracias....pero si la muerte ha venido por mi, no puedo escaparme de ella-

Ambos nos quedamos en silencio por más de diez minutos, reflexionando la plática. Era difícil aceptar que mi ángel se iba y no había vuelta atrás. Porque así es la maldita muerte, se lleva a quienes amas y la odias por ese aspecto...pero también la amas por te gustaría sentir que le importas a alguien, que te aman...porque lloran por ti. No es complejo de entender y no lo fue para mí. Muerto seria la única manera en la que Mikey y mis padres me amarían? Muerto seria la forma en la que Frank me amaría?

-Gerard...ama a Frank siempre, ahora él es como tu segundo hermano, quiero que lo cuides-

Y una lágrima rodó por su mejilla. A pesar de la confianza que nos teníamos, acordamos no abrazarnos. Pero mi debilidad me gano y la suya también porque me devolvió el abrazo

Al día siguiente, me temblaba el cuerpo, las ansias carcomían mis sentidos y la desesperación consumía mi cabeza. Tenía miedo de fracasar en mi primera "caminata". Al ver las barras de metal de las que tenia que sostenerme, rápidamente me asuste. Eran unas barras paralelas y abajo de ellas había un colchón azul. El doctor me instalo unas prótesis de metal en las piernas y me abandono a mi suerte al estar de pie, sosteniéndome de las barras porque al primer paso caí de boca. Todos su asustaron pero el doctor me volvió a ubicar entre las barras.

-Quiero que comiences estando de pie, sin las barras- ordeno el doctor Bryar

Mire la expresión de cada uno de mis acompañantes, miedo, confusión, tristeza y ansias. Mire a Mikey a los ojos y el me veía incrédulo, el odio lleno mi cuerpo al ver sus sucias manos entrelazadas con las de mi ángel.

Me solté poco a poco y mis piernas no respondieron, pero antes de caer me agarre con fuerza y mire el doctor decepcionado. No funcionaba, todo había sido en vano, los moretones y mi tiempo invertido en el maldito tratamiento. Las lágrimas hicieron su aparición y pronto la debilidad había tumbado mis esperanzas.

-Vamos Gerard! Tu puedes!!- grito Frank tratando de animarme

Primero lo mire incrédulo pero al ver su sonrisa y sus ojos brillar de la emoción, todas mis fuerzas se reunieron. Él estaba ahí, apoyándome, así como todos los que me acompañaban y los que no que creían en mí, y no podía defraudarlos en mi primera gran prueba.

Respire hondo, me maree pero decidí continuar.

Agarre las barras. 1...2...3

Y lentamente mis brazos abandonaron las barras, casi. Mis acompañantes comenzaron a gritar que yo podía, esta lucha no podría estar perdida.

1...2...3...

Y me solté, caída otra vez. Rasguñe el colchón y llore de impotencia, no podía estar de pie pero lo intentaría otra vez.

1...2...3

Tres segundos de pie! Y suelo otra vez.

1...2...3

Todos me miraron impacientes porque no me soltaba

4....5....

Y estaba de pie, el minuto más feliz para mí y para mis amados. Estaba de pie y pronto...estaría corriendo a los brazos de Frank.

-Pudiste!- grito Lauren mientras corría hacia mi -Sabia que lo harías!-

Mikey me abrazo y me dio un beso en la frente, me corrió el cabello de la cara y me sonrío.

-Tengo fe en ti Gerard, felicidades hermano-

Luego Frank se quedo del otro lado sonriendo. Lo mire serio por unos segundos pero al ver su carita no pude contener una sonrisa. Se sonrojo y bajo su cara, pero al sentir que yo no dejaba de mirarle volvió a alzar la vista y susurre te amo. A él le debo mis nuevas esperanzas, como no amarlo?

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