domingo, 4 de noviembre de 2012

Orange hallo; Capítulo: #11

Capítulo: #11

Los sonidos nocturnos que Frank solía disfrutar al lado de su amado, se presentaban aterradores, como una siniestra sinfonía de muerte, su mirada fija en el cerrojo de la gruesa puerta de madera, asegurada con un gran candado, además de un pesado mueble, para impedir la eventual interrupción de su intimidad, en su mente los recuerdos de su infancia en Monroeville, la hacienda de su padre, atormentaban cada segundo de su existir, pensaba en contarle a Gerard todo su pasado, pero sentía vergüenza, en anteriores ocasiones había intentado hacerlo, pero temía ser juzgado por su debilidad, Frank sabía que Gerard lo amaba profundamente, y en él se podría refugiar. 

El amanecer fue anunciado con anticipación, gracias al sonido del carruaje de su padre abandonando la hacienda, los rayos del sol se comenzaron a filtrar por las ventanas de su habitación, Frank se vistió apropiadamente, bajó hasta la cocina, donde las atareadas cocineras no advirtieron su presencia, de pie, recostado en el marco de la puerta, le inquirió a una de ellas si su hermanastro ya había bajado a desayunar, sin obtener respuesta quiso subir un poco el tono de su voz, que se ahogo en su garganta antes de salir, al sentir una atrevida mano que se posaba fuertemente sobre su cadera, resbalándose por sus nalgas, terminando esta acción con un fuerte apretón, Frank se petrificó, la respiración de David sobre su hombro, el aroma de su aliento, le hizo sentir todo de nuevo, David se acercó aun más, quedando pegado a la espalda de Frank, y deslizando su mano de nuevo por sus caderas lo rodeó, escurriendo sus dedos por entre la pretina del pantalón, Frank respiraba fuertemente, debido a la rabia, y al miedo, David abrió su mano entre el pantalón de Frank para tomarlo con fuerza, acercándolo a su cuerpo, rozando su miembro contra la cadera de Frank, - ¿Tan ansioso estás por verme hermanito?-, Frank tomó fuertemente la mano de David, y se dio media vuelta, en una violenta acción lo empujó, cayendo David al piso, - ¡Tu a mí no me vuelves a tocar!, Maldito imbécil, ya no soy un niño y te puedo romper la cara cuando quiera -, Frank resoplaba y temblaba a causa de la ira, David se levantó del piso en medio de risas, se retiró un mechón del negro cabello que le cubría sus ojos color avellana, y miró a Frank directo a los ojos, - ¿Por qué tiemblas hermanito?, si es por deseo, yo te lo puedo calmar, si es por miedo... entonces tus palabras no tienen fundamento -, Frank se acercó a David, con toda la disposición de reventarlo a golpes, pero la presencia de un desconocido le puso fin al altercado, David se acercó a este, y como si fuera un trofeo, con orgullo en su voz lo presentó, - él es el señor Billy Martin, es un agrónomo de la capital, y viene a transformar esta huertita en una hacienda de verdad -, Frank fijó su mirada en aquel delgado hombre de tez blanca, vestido todo de negro, Frank se calzó su papel de hombre fuerte, y como lo había hecho toda su vida, se tragó para sí todo lo que sentía en ese instante, extendió su mano para saludar al agrónomo de forma cordial, invitándolo luego a hacer un recorrido por la hacienda.

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