martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #21

Capítulo: #21



Gerard V.

Todos se habían ido. Tuvimos una cena agradable, pero anormal. 
Bob no discutió en ningún momento de ella, con Ray. Intercambio su ensalada, ante la equivocación del pedido.
Pero lo mas llamativo para mi persona fue él, Frankie.
Se perdió unas diez veces, vaya uno a saber en dónde.
Su mirada desaparecía, concentrándose en una lámpara, pared o el vaso de Bob.
Estoy mas que seguro que Mickey lo noto, siendo el mas observador de todos nosotros.
Hablaba sólo. Fue la segunda vez en el día en donde lo encontré murmurando.
No entendí, no pude escuchar que dijo. Pero vi claramente, como sus labios se movían.
Revolviendo en los pequeños cajoncitos de memoria, recordé que hubo otras ocasiones en donde ocurrió lo mismo. Aun así, siempre llegaba a la conclusión, era normal. 
Pero hoy? Debo confesar que me asuste. Realmente, me preocupaba su bienestar.
Luego? Jugó con su helado, hasta transformarlo en una completa sopa.

Me despedí de ellos, y cerré la puerta.
Voltee.
Iba y venia, llevando las copas de helado a la cocina.
Camine hasta ella, y me senté en la mesada.
No dijo nada, pero supe que noto mi presencia.
Silencio.
Sólo se escuchaba el correr del agua, acompañados del choque del vidrio al ser lavados.
-Dime...-Dije encendiendo un cigarrillo.-
-Si?-Ni siquiera volteo-
-Qué ocurre?
-Por qué lo preguntas?-Seguía lavando-
-Dímelo tu.
-No se a que te refieres.-Respondió-
-Puedes dejar eso y mirarme un segundo?-Le dije-
Volteo, con una de las copas en la mano.
Nos miramos.
-Y bien?-Exhale el humo mientras comenzaba a balancear ambos pies-
-Y bien qué?-Se acomodo el cabello con el brazo-
-Dime que ocurre.
-No ocurre nada Gerard.-Dijo muy serio-
-Ah no?-Lo mire- No has dicho mucho durante la cena, “volabas” por ahí.-Hice un ademán con la mano derecha-
-Volabas?-Pregunto-
-Si...-Sonreí- Te tildabas, tu mirada se perdía.-Respondí-
-Ok, ya entendí.-Volteo para volver con las copas-
-Entonces?.-Pregunte-
-No ocurre nada.-Vi como agacho su cabeza.- Sólo estoy cansado. Además.-Hizo una pausa- Sabes que soy de hacer esas cosas. Volar, como dice tu.
-Y tu cómo lo llamas?
-Pensar. Debatir.
Silencio. Ya comenzaba a confundirme.
-Pensar. Si, puede ser.-Dije- Pero debatir? Con quién? Contigo mismo?
Rió muy bajo
-Sabes Gerard?-Cerro la canilla- Déjalo así.-Volteo mientras se secaba las manos- Es mejor que vayamos a dormir.
-Pero..-Me deslice de la mesada-
-No.-Se acerco un poco- Déjalo. Si? No tengo ganas de hablar, realmente estoy muy cansado. Necesito dormir.

Nos miramos, durante largos minutos.
Busque en su mirada, alguna respuesta. 
Nada.
Espere un poco mas.
Algo dirá, pensé.
Nada.
Me acerqué un poco a él, tomando sus manos.
Miro mis movimientos.
-Sabes que puedes decirme lo que sea. Lo sabes, Frankie. Cierto?
Apenas sonrió.
-Si.-Miro nuestras manos- Iremos a dormir?
-Tan casando estas?
-Si.-Parecía que saldría corriendo de allí-
-Ok. Esta bien.-Solté sus manos-

Voltee, apagando todas las luces. Sabia que me seguía.
Subimos lentamente cada gastado y viejo escalón.
-Bueno...-Encendí la luz- Tienes razón.-Abrí el armario- Debemos dormir porque ya es muy tarde-Logre encontrar un pijama-

Me acerque a la cama, sentándome en el borde de ella, y lentamente cada prenda se desprendía de mi cuerpo.
-Ahora vengo..-Escuche-
-A dónde vas?
-Me cambiare en el baño.
-Pero Frankie...-No me dejo terminar la frase-

Rápidamente desapareció con su pijama en la mano, y escuche la puerta del baño.
La había azotado?
Si.
La había azotado.

-Qué demonios pasa con él?-Comencé a hablar sólo mientras me colocaba el pantalón-
Me intrigaba saber que ocurría , por qué había cambiado tanto. Y no me refiero a su estadía aquí. Cuando estuve en su casa, presentí que algo estaba fuera de lugar 

Finalmente, ya cambiado me acosté, arropándome. Apoye la cabeza sobre el respaldo de la cama.
Él, volvió. Nos miramos.
Cuidadosamente, dejo su ropa muy bien doblada sobre una de las sillas y se acerco a la cama.
Me observo, dudaba de acostarse a mi lado. Se sentó a mi lado, dándome la espalda, y luego se acostó.
-Listo..?-Pregunte-
-Si.-Se arropo-
-Bien.-Apague la luz-

Silencio.
Me acomode y gire hacia el.
-Tienes frío?-Pregunte-
-No.-Dijo-
-La has pasado bien, esta noche?
-Si.
Silencio.
-Vamos Frankie...-Dije- Háblame.
-Lo estoy haciendo.-Escuche-
-Si, pero no estamos en el ejercito, sabes? Puedes decirme, mas que un “no” o un “si”.
No dijo nada.
Me deslice a su lado, lentamente.
-Dime...-Dije su oído- Qué te pasa? Hice algo mal? Algo te molesto?
-No...-Murmuro-
Quite mi mano debajo de la manta, para llevarla a su cabello.
-Entonces?-Lo acaricie- No me gusta verte así. Pareces...-Hice una pausa- Triste?-Casi dude-
-No, sólo es que...-Emitió-
-Si?
-Olvídalo.-Dijo-
-Frankie...-Hice un poco de presión con mi mano-

Giro lentamente hacia mi. Apenas podía ver su rostro entre tanta oscuridad.
Rodee con mi brazo su cuello y lo atraje a mi pecho.
-Se supone que debes estar feliz.-Murmure acariciando su espalda-
-Lo estoy.-Dijo-
-Si? Entonces es una nueva clase de felicidad o qué? Porque se supone que debes sonreír si lo estas. Y no vi una sonrisa en las ultimas tres horas que pasamos juntos.
Suspiro, y apoyo su cabeza en mi pecho.
-Gerard?-Levantó un poco su cabeza como si pudiese verme-
-Si?-Respondí-
-Sólo puedes abrazarme sin preguntarme nada? Quedarnos en silencio?
Sonreí.
-Si...-Respondí- Pero me debes una explicación por tus acciones.
-Lo se...-Murmuro acomodándose sobre mi pecho- Algún día juro que lo haré.
-Lo juras?-Ubique su pequeño cuerpo, comparado al mío, sobre mi pecho-
-Lo juro.-Murmuro a mi oído- Esto se siente bien...-Pude sentir que sonreía-
-Me alegro.-Acaricie su espalda-
-No te estoy aplastando?
-Para nada. 

Acaricie otra vez su espalda. Podía sentir como mis dedos, recorrían sus vértebras, y su respiración se calmaba con cada caricia.
-Mmm...-Emitió hundiendo su rostro en mi cuello-
Sonreí.
-Sh...Duérmete.-Nunca deje de acariciarlo-

Su cuerpo se relajo ante mi tacto, sus manos se deslizaron en mis hombros y cayo dormido.
Debo admitir, que siempre tuve una adoración con Frank.
Era como mi hermano pequeño, es mi mejor amigo.
Pero se que siento por el, mas de lo que debo.
Y me permitía sentirlo, pero no decirlo. Es complicado, difícil, inexplicable, embarazoso y comprometido.
No puedo simplemente escupir al mundo lo que siento por el, cuando ni siquiera yo estoy seguro de aquel sentimiento.
Estoy en el medio de una telaraña, hace años. Y todavía no pude encontrar el camino de salida. Y cuando quiero hacer un hueco para huir, sólo consigo caer en otra telaraña, una y otra vez.
Bese su hombro, y cerré los ojos para dormir.

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