martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #28

Capítulo: #28



Ray VI.

Me encontraba en la cocina, tomando una taza de café, de un tamaño bastante considerable y malo para mi salud. Pero no tengo otra opción. Debo trabajar, y no puedo ser un zombie con mis pequeños amigos.
Los minutos estaban contados.
-Que sea lo que dios quiera...-Deje la taza en la pileta para lavarla luego-

Tome mi delantal, las llaves y salí de allí.
Decidí darle uso a mis pies. Necesitaba tomar aire. Procesar todo lo ocurrido anoche.
No se que hubiese hecho si perdíamos a Frank. Es Frank.
Nuestro maldito y simpático enano.
Sonreí ante mi pensamiento.
Estaba seguro que Gerard cuidaría de él, pero me preocupaba. Hablaba sólo. Según Gerard hablaba con alguien en aquel sangriento baño.
Mi mente no se atrevía a recordar esas imágenes, la puerta llena de sangre. Había sido su cabeza la que se estrello contra ella, una y otra vez.

Finalmente, llegue al jardín.
Entre bostezando.
-Buen día Laura...-Dije tratando de sonreír-
-Dios Ray, estas bien?-Fue lo primero que dijo al verme-
-Ah...-Suspire- Créeme que he tenido una noche de película.-Dije mientras dejaba mi abrigo en el perchero-
-Toro!!!!!-Gritaron los tres primeros soles que habían llegado-
-Hey!-Sonreí-

Ellos corrieron hacia mi, agarrando mis piernas con sus pequeñas manos.
-Cómo están?-Me agache-
-Bien!-Sonrieron- Y tu?
-Bien.-Sonreí- Han llegado temprano hoy.
Rieron.
-En un segundo estoy con ustedes si? Debo hablar con Laura.-Sonreí-
-Esta bien.-Respondieron-
Me puse de pie y me acerqué a ella.
-Cómo estas?-Bese su mejilla-
-Bien, pero tu no pareces estarlo. No has dormido?-Pregunto-
-Poco y nada. No sabes...-Suspire apoyándome contra la pared-
-Cuéntame.-Acomodaba las pertenencias de nuestros pequeños acompañantes-
-Anoche, Frank se desmayo.
-Frank? Tu amigo Frank?
-Así es.
-Pero esta bien?
-Si, tuvimos que llevarlo al hospital. Le dieron seis puntos.
-Qué?-Me miro-
-Si...-Mire el suelo- No te contare detalles, porque...-Hice una pausa- Comenzaría a llorar...-Casi murmure- Pero créeme que por un momento pensé que lo perderíamos. Tendrías que haber visto a Gerard.-Comenzaba a descargarme con ella- Estaba tan destrozado.
-Ray...-Suspiro acercándose a mi- Lo siento.-Me abrazo- Pero esta bien, no?
-Si...-Apenas sonreí devolviéndole el abrazo-
-Eres un idiota...-Me soltó- Podrías haber llamado, te quedabas en tu casa. 
-No...-Sonreí- Ellos me alegran. Necesitaba venir.-Respondí- Sino, me volvería loco en mi casa.
Sonreímos.
-Seguro que quieres quedarte?-Sonrió-
-Si.-Dije de la misma manera-
-Bueno, como tu digas. Pero sabes que cuando ocurre algo, me llamas y te tomas el día. Si?
Asentí con la cabeza.
-Bueno...-Murmure- Mejor hacemos que desayunen?-Pregunte-
-Si.-Dijo ella-

 Hoy, no teníamos tantos pequeños con nosotros. Llegaron dos mas, y sólo eran cinco.
-Bueno, qué tal si desayunamos?-Sonreí al acercarme a ellos-
-Si!!!-Gritaron sonriendo-
Sonreí. Sólo por ellos, sonreía.

Me acerque a la mesa tan pequeña vista desde mi mundo, y deje unos tres platitos con galletitas, para luego servir leche en sus vasos.

Comieron, y tomaron su leche. Últimamente, no nos daban problemas con ella. Si, costo tiempo y esfuerzo hacerles entender que debían tomarla para crecer sanos y fuertes, pero finalmente lo logramos.
Eso, nos lo agradecerían cuando sean grandes, si es que pueden recordar quienes fueron sus profesores.

Me senté en el suelo, junto a ellos. Suspire.
Silencio.
Estaba a cargo, Laura tenia que hacer unos tramites del Jardín.
Uno de ellos, se acerco y se sentó sobre mi pierna.
-Estas bien Toro?-Pregunto Tomy-
Lo mire sorprendido.
-Si, por qué lo preguntas?
-Estas triste?-Dijo acariciando mi mejilla-

Dios mío, pensé. Estas criaturas son mas listos que nosotros, los adultos.
Sonreí, y rodee su pequeña cintura.
-Quizás...-Respondí-
-Por qué? El monstruo fue a tu casa porque no comiste tu cena?
Tuve que reír.
-No.-Sonreí- Un amigo esta enfermo.-No quería dar mucha información incomprensible para ellos-
-Ah....-Dijo con algo de confusión-Le duele la pancita?-Me miro- A mi me dolía ayer. –Sonrió tocando su abdomen-
-Si? Te dolía?-Pregunte-
-Si, mi mamá dijo que comí mucho chocolate.
Sonreí.
-Sabes que si comes mucho chocolate, luego te duele la pancita.-Dije dulcemente-
-Entonces le dolía la pancita a tu amigo?
-Algo así.-Sonreí-
-No estés triste Toro.- Apoyo su pequeña cabecita en mi hombro- Tiene que dejar de comer chocolate y no le dolerá mas.-Escuche-
-Por qué eres tan dulce?-Pregunte de la nada-
No dijo nada. Supe que no entendió mi pregunta.

El resto de los chicos, nos vieron juntos. Era algo automático. Si algunos de ellos, estaba sobre mis piernas, todos querían estarlo. Ellos, y sus sanos celos.
Lentamente se acercaron a mi, y en segundos estaban todos encima de mí. Abrazándome.
-Toro esta triste.-Dijo Tomy- Porque a su amigo le duele la pancita.-Agrego mirando al resto-

Dios sabe cuan pedófila se veía esta escena, pero créanme que ese amor tan inocente, hizo que mi alma regresara.
Nos quedamos en silencio. Disfrute de que sus pequeños brazos me rodearan.
Cerré los ojos, y algunas lagrimas cayeron.
La puerta se abrió.
Mire a Laura, me sonrió.
-Laura, Toro esta triste.-Dijo Tomy mirándola- Porque a su amigo le duele la pancita.
Ella me sonrió con ternura.
-Ojala pudiese adoptarlos a todos.-Dije mirándola-
-Ah..-Suspiro- Pienso en eso todos los días.-Agrego Laura-
-Bueno chicos. Basta de hermosos abrazos. Vamos a jugar o qué?-Sonreí-
-Si, si! Afuera afuera!-Grito uno de ellos-

Se alejaron, me puse de pie.
Corrieron hacia el pequeño patio, al mismo tiempo que Laura se acerco a mi.
-Te encuentras bien?
-Si...-Sonreí- Ellos algún día, me mataran pero de la ternura.-Agregue-
-Vamos, vamos a jugar con ellos.-Tomo mi mano sonriendo-

Sobreviviría, si.

No hay comentarios:

Publicar un comentario