martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #29

Capítulo: #29



Mickey VI.

Deje a los chicos en sus hogares y llegue a mi refugio.
Alicia estaba en el comedor, esperándome.
-Cómo esta?-Fue lo primero que dijo al verme.
-Bien...-Sonreí dejando las llaves en la mesa.-Estará bien, le dieron seis puntos.
-Dios mío...-Susurro- Esta con Gerard, cierto?
-Si..-Me deje caer a su lado- Estoy aniquilado.-Cerré mis ojos para dejar caer la cabeza sobre el sofá-
-No vayas hoy a trabajar, quédate. Yo me quedare contigo.
-Qué?-Abrí los ojos- Te quedaras?
-Si.-Sonrió- Llame avisando lo ocurrido. Así que llama a los chicos y nos quedaremos.
-No lo se...-Dude- No me gusta dejarlos solos.
-Mickey...-Se acerco un poco- Amor, debes descansar. Has tenido una larga y estresante noche. Sólo es por hoy, mañana ve si tu quieres. Pero hoy quédate, si?
-Esta bien..-Sonreí abrazándola- Creo que me hará bien.
-Qué habrá pasado por su mente, para hacer eso?-Dije en su oído-
-No lo se..-Contesto-Pero...-Me soltó lentamente- Ya lo sabremos. Ahora nos iremos a dormir. Si?
-Ok..-Bostece-

Nos pusimos de pie.
-No has dormido en toda la noche?-Pregunte mientras subía las escaleras-
-No.-Contesto- Quería verte.-Escuche-
Sonreí.
Llegue hasta nuestra cama, y caí desplomado allí.
-Dios...-Murmure mientras fregaba mis ojos- Estoy muy cansado.
-Con mas razón...-Dijo ella cerrando las cortinas- Debes descansar. No olvides llamar a los chicos.
-Cierto...-Murmure-
Quedamos a oscuras, encendió la luz.
Tome el celular, mientras me sentaba en la cama.
Decidí llamar a Travis.
-Hola? Travis.-Murmure mientras desataba mis zapatos- Mira, hoy no iré. Estoy muy cansado. Aja. Si, esta bien. Se ha quedado con Gerard, estará con la venda unos cuantos días, pero esta fuera de peligro. Si, estoy bien. Sólo necesito descansar. Mañana nos veremos. Qué? No. No seas idiota. Mañana iré a trabajar. No vaya a ser que me arruinen el negocio.-Bromee escuchando su risa- Si, gracias-Colgué-
Finalmente termine de quitarme la ropa, quedando sólo con mis prendas interiores.
-Ah...-Suspire recostándome.- Por fin.
La luz, desapareció.
-Duerme mi amor-Abrazo mi cintura-
-Si..-Acaricie su mano- Alicia?
-Mmm?
-Te amo.-Sonreí sin que me viera-
-Aww...-Beso mi pecho- Yo también amor.

Silencio, cerré los ojos y caí dormido.

*****

Sentí la vibración del celular sobre la mesa.
Tarde en despertar.
Lentamente, estire mi brazo y tome el teléfono.
Sin abrir los ojos, lo puse en mi oreja.
-Mickey?-Escuche-
-Gerard?-Dije aun dormido-Si, pero esta bien. Dime.
Silencio.
-Estas bien?-Pregunte- Le has dicho que estaban jugando? Dios...-Suspire- Eres malo para mentir Gerard. Cómo le pudiste decir eso a Jamia? Ok ok, esta bien. Te entiendo... -Dije al escuchar que parecía enfadado- Has hablado con él? Es muy extraño todo lo ocurrido. Mira..-Hice una pausa- Tenemos que acompañarlo, hacerlo sentir seguro para hablar. Quizás tiene algún problema, y no sabe como decirlo, por eso reacciona de esta manera. Debemos darle tiempo Gerard, tiempo.-Repetí- Ah Gerard...-Suspire- No creo que vuelva a estrellar su cabeza. Esta bien..-Respondí- Nunca debes agradecerme por escucharte Gee, somos hermanos y te amo..-Sonreí.-Ok, lo haré. Nos hablamos.-Colgué-

Sostuve el celular.
-Mmm...-Escuche-
-Shh..-Susurre- Duerme.-Acaricie su mano que aún yacía sobre mi abdomen-
-Quién era?-Pregunto algo dormida-
-Gee.
-Esta todo bien?
-Si, sólo estaba un poco nervioso. Duérmete mi amor.
No dijo nada, beso mi pecho y volvió a sus dulces sueños.

Espere unos minutos, hasta estar completamente seguro que estaba dormida.
Aleje su brazo con suavidad y lentitud para ponerme de pie.
Camine a oscuras, cerré la puerta y baje al comedor.
Me deje caer en el sofá, bostezando mientras fregaba mis ojos.
Espere unos segundos, los abrí. Mire el reloj.
Las catorce horas? Mi cuerpo no recuerda, no siente haber dormido, ni siquiera una hora.
-Dios...-Murmuré-
Fije mi vista en algún punto sin importancia, los ojos dolían. No puedo decidirme si es a causa del cansancio o del llanto continuo. Quizás es una mezcla entre ambas cosas.
Volví a la realidad, mirando el gran reloj de bronce contra la pared.
Casi las tres de la tarde, marcaban las agujas.
-Demonios...-Susurre-
Cuánto tiempo estuve “hipnotizado”?
Lentamente, mis ojos bajaron hacia mi mano, aún tenía el celular en el.
Lo tome, y marque el número de Frank.
Sonó unas cuantas veces, pero finalmente atendió.
Su voz sonaba extraña, estaba llorando. No estaba equivocado.
-Frank?-Me acomode en el sofá- Qué ocurre? No me respondas “Nada”, estas llorando. Dime, qué pasó? Aja...-Suspire mirando el techo- Deben calmarse Frankie, no se que ocurre entre ustedes, pero ambos están muy alterados últimamente, y sabes que en tu estado no debes dejar que eso pase. Exacto. Qué?-Pregunte- No Frankie, no digas eso. Nadie piensa eso.-Hubo un silencio- No estoy mintiendo, no pongas palabras que de mi boca no salieron. El, sólo se preocupa por ti. No Frankie...-Murmuré- Piénsalo, si? No tomes decisiones sin pensarlas. Por algo viniste. Esta bien. No, no diré nada. Cuídate. Yo también te quiero.-Colgué-

Frank, necesita ayuda y pronto, pensé una y otra vez hasta escuchar los pasos de Alicia en las escaleras.

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