martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #35

Capítulo: #35



Mickey VII.

Demonios. Había tenido un buen día. Es decir, pude calmarme gracias a Alicia. Estuvo a mi lado todo el tiempo, recordándome porque debo seguir luchando en esto llamado “vida”.
Si, había hablado con Frank y Gerard. Ambos sufrían.
No conocía exactamente la causa de la amargura de mi buen amigo Frankie, pero lamentablemente si el padecimiento de mi pobre hermano. Sus palabras me asombraron. 
Frank un esquizofrénico? Por dios Gerard, debes dejar de ver tanta televisión.
Pensé que allí terminaba mi día, pero no. Oh no...mi ingenuidad sobrepasa la de cualquiera.
Al terminar de cenar, me encontraba relajado en el sofá, con mi esposa. Mirando televisión como lo hace cualquier humano luego de llenar su estómago. En seguida un celular sonó. Ambos nos miramos.
-Es el tuyo amor.-Dijo ella- Esta sobre la mesa.
No quería levantarme. Juro que lo iba a dejar que suene, hasta que la otra persona se canse de escuchar ese sonido infernal en su oreja. Algo hizo que cambiara de parecer. No sé que fue, quizás el sexto sentido quiso hacer su aparición, quien sabe.
Mire la pantalla. Era mi hermano.
-Gee?-Atendí-
No respondió, sólo se escuchaban sollozos. No era buena señal, no luego de todo lo que habíamos pasado.
-Gerard?-Dije esta vez ya algo nervioso-
Espere unos segundos, pero no respondía.
-Por dios Gerard!-Casi grite- Qué ocurre?
-No..-Sollozo- No se que hacer. Me desep...-Tartamudeó- Me desespera.-Termino la frase- Hemos discutido luego de que hablé contigo.-Comenzó a hablar demasiado rápido- Se ha encerrado en la habitación. No se como esta. He estado todo la tarde y noche llorando.
-Demonios Gerard...-Suspire-
-Por favor ven. Avísale al resto. Puedes venir? Estoy aterrado. Estoy temblando. Me falta el aire.
-Escúchame Gee. Estas escuchándome?
-Si...-Murmuró-
-Acuéstate en el suelo, con tus pies sobre el sofá. Respira hondo. Cuenta hasta cuatro y exhala el aire. Ok? No olvides hacer eso. Estoy saliendo ahora mismo para allá.-Comencé a moverme por la casa, recolectando llaves de ella y del auto- Puedes hacer eso por mi? En quince minutos estaré ahí.-Cambie de oreja el celular-
-Si...Lo hare. Apúrate.
-Lo haré. No te preocupes. Estaré ahí.
-Ok...-Susurró-
-Te amo Gee. Haz lo que te dije.
Colgó.
-Demonios!-Grite-
-Qué ocurre?-Dijo Alicia-
-No lo se. De nuevo Frankie, discutieron.-Me acerque a ella. Y Gee esta teniendo un ataque de pánico. Eso creo.-Respondí-
Se puso de pie, y me abrazo.
-Tengo que avisarle al resto. Si?-Bese su frente- 

Salí casi corriendo de allí, ya sentía mi corazón pidiendo a gritos salir por mi boca. Subí al auto, y maneje lo más rápido que pude hasta su casa. Estábamos cerca, pero en estas ocasiones la distancia se hace infinita en tu mente.
No me moleste en mirar los semáforos, apenas mis ojos avistaban ambos costados para seguir mi rumbo.
Segundos pasaron para ver la pequeña luz que alumbraba su porche. Creo que desperté a todo el barrio con la frenada que produje al estacionarme.
Al demonio con los vecinos, era mi hermano al que debía ver.
Los temblores de mis manos impedían que pudiese abrir la puerta de su casa, unos minutos más  y estaba dentro.
Todas las luces estaban encendidas. Pude ver los pies de Gerard sobre el sofá.
Lancé mis cosas al suelo, sin importarme nada y corrí hacia el.
-Estas bien?-Me arrodillé a su lado-
Apenas sonrió.
-Viniste.-Dijo respirando hondo-
-Claro que vine.-Tome su mano- Cómo te encuentras?
-No lo se...-Se sentó lentamente- Mi respiración se ha calmado. Pero aún siento...-Dijo tocando su pecho- Esas malditas palpitaciones.
-Shhh...-Lo atraje hacia mi- Respira. Respira y trata de calmarte.
Silencio. Sus manos tomaban fuerza para usurpar mi espalda, y estallo nuevamente en llanto.
-Gee..-Murmuré- Dime, que pasó?
-Discutimos. Escuchó cuando te dije que era un esquizofrénico.-Volvió a llorar- Y...-No pudo terminar la frase.-
-Demonios Gerard, cálmate.-Acaricie su espalda-

No se cuanto tiempo estuvimos así. Pero el no mejoraba. Si, había minutos en donde recordaba que tenía que respirar. Pero Luego? Seguía llorando. No se de donde saca tantas lágrimas.
Millones de veces lo he visto llorando, pero no como esta vez. 
Lo aleje suavemente, se puso de pie y se sentó en el sillón, abrazando sus piernas.
Lo mire, fregué mis ojos y tome el celular. Tenía que llamar al resto, debían y tenían que  estar aquí.

*****

Me encontraba en el porche, esperando por ellos. No se cuantos cigarrillos ya he fumado. Creo que mi sistema nervioso esta por colapsar, pero no podía dejar que eso ocurriera. No, teniendo a Gerard allí adentro. Debo y tengo que ser fuerte por el. No puedo darme el gusto de llorar ahora. No.
Un Taxi se acercaba, eran ellos.
Lance el cigarrillo al pasto y frote mis manos. Hacia frío, o quizás eran los nervios. No lo se.
Pero me sentía raro, son esas sensaciones que uno tiene pero no puede hallarle una descripción completa y precisa. No se puede vivir de esta manera. No.
Momentos buenos, momentos malos. Altos y altibajos. Es un constante desequilibrio, el cual ya no puede ser manejado. 
Si, tengo una esposa, amigos, ellos pueden serenar y apagar un poco el fuego de este infierno, sin poder sacar los sentimientos de mi corazón. O los pensamientos de mi pobre cabeza, a punto de explosionar.

Bajaron del taxi. No se tomaron el trabajo de subir los cuatro escalones. Menos aún con lo que miden cada pierna de Ray. Parecen dos zancos con vida.

-Que pasó?-Preguntó Ray-
-Pasen.-Dije haciéndome a un lado-

Su llanto se escuchaba en toda la casa. 
-No puedo hacer que deje de llorar.-Mire a ambos-
-Demonios.-Dijo Ray-Gerard?-Se acerco a el- Gee?-Se arrodillo a su frente- Puedes mirarme?-Tocó una de sus rodillas-
-No. No puedo. No quiere abrir la maldita puerta. No te das una idea de las cosas horrendas que nos hemos dicho a la tarde.-Dijo ahogándose entre lágrimas sin mirarlo.-
 -No dice más que eso.-Dije-
-Qué ocurrió?-Dijo Bob acercándose- Por qué discutieron?


-Porque..porque...escuchó la conversación que tuve con Mickey.-Respondió mi hermano balanceándose un poco como un verdadero autista-
-Creo que escuchó cuando dijo “Me da miedo, parece un esquizofrénico”-Agregue- Por lo menos es lo que pude entender entre tantas lágrimas.
-Frank, esta arriba? Duerme?-Preguntó Bob-
-Si.-Dije- Duerme. Tomo el remedio, el cual le produce sueño.
Suspire, sentándome en el apoya brazo. 
-Vamos hermano, cálmate un poco.-Acaricie su espalda-
Sentí su temblor, al asentar mi mano.

-No ha..-Sollozo Gerard- No ha almorzado, ha tomado su pastilla sin tener comida en el estomago. No ceno. Destrozara su estomago de esta manera.-Termino la frase-
-Has intentado todo?-Preguntó Bob ubicándose junto a Ray-
Silencio.
-Gee.?-Dijo Bob-
Negó con la cabeza.
-Puedo...-Su voz tembló un poco- Puedo abrirla con la llave del baño. Pero se enojara, no quiero escuchar más gritos. Sólo quiero dejar de escuchar gritos...-Hundió su cabeza otra vez en sus piernas- Me hieren, nos hiere.

Por un momento recordé su pasado, esos ataques depresivos que tenía, y sólo decía cosas incoherentes, ahora sonaban tan así para mis oídos. Pero no pude evitar recordar todo eso, las pastillas, las constantes terapias, y sesiones a las que acudía. 
Estábamos retrocediendo, y no era bueno, para nadie.
-Como desearía...-Sollozo- Como desearía que estés aquí. Sólo somos dos almas perdidas, nadando en una pecera.-Siguió cantando muy a lo bajo- Año tras año corriendo sobre la misma vieja tierra. Qué es lo que encontraste?-De repente miró a Ray- Los mismos viejos miedos.-Volvió a hundir su cabeza-Desearía que estés aquí- Lloro por enésima vez-
Sabía a quien pertenecía la canción, la hemos escuchado cientos de veces juntos, era una de las preferidas en nuestra lista.
Pero aún había algo que me intrigaba, algo que nos sabíamos. Esa mirada repentina hacia Ray me lo confirmo. Ni siquiera he olvidado sus palabras aquella vez en su casa.
Por qué demonios nos ocultan cosas!?, grite en mi mente.
Bob, se puso de pie.
-Voy al baño.-Dijo subiendo las escaleras-

Ray siguió tratando de hablar con mi hermano, pero era en vano, nada salía de sus fino labios, sólo sollozos y algunos murmuros sin sentido.
Me di cuenta que Bob tardaba en el baño, y a estas alturas de las circunstancias mi mente ya estaba imaginándolo en la bañera con sus venas danzando en el aire.
-Iré a ver qué ocurre con Bob.-Dije poniéndome de pie-
Mis pies subieron rápidamente, haciéndole caso a mi paranoia.
-Bob?-Toque la puerta- Estas ahí?
-Si..-Dijo casi susurrando-
Suspire aliviado al escuchar su voz.
-Puedo entrar?-Pregunte-
-Si.-Respondió-

Entre, asomando mi cabeza para mirarlo.
-Qué ocurre?-Cerré la puerta-
Se encontraba sentado sobre el inodoro.
Inspeccione rápidamente, buscando señales de sangre, o alguna hoja de afeitar. No encontré nada de eso, y suspire otra vez.
Bob, no respondió a mi pregunta, pero pestañeó y algunas lágrimas cayeron.
-No no...-Dije arrodillándome a su frente- Bob, por favor...-Apoye mis manos en sus rodillas-
No podía verlo así, no. Muy pocas veces lo hemos visto llorando, no era el tipo de persona que se deja ver llorar cuando esta triste. Siempre fue el más fuerte de nosotros, sin importar que mi hermano diga mi nombre en esa categoría. Siempre supe y creí que era Bob.
-No puedo Mickey...-Sollozo- No puedo ver todo esto, y no poder hacer nada. Él duerme, Él llora desconsoladamente. Y yo...-Cubrió su rostro-
Lo abrace con fuerza.
-Y tu?-Dije a su oído-
-No quiero decirte. Bastante soportas con Gee.-Murmuro-
-No seas imbecil. Dime. –Insistí-No te lo guardes Bob. Es bueno hablar, dime.
-Y estoy muerto de miedo.-Apretó mi espalda teniendo -No se que pasara con ellos.-Agrego-
Su brazo se movió, supe que lanzo el cigarrillo en alguna parte del baño.
-Demonios Bob...Por qué no me dijiste que te sentías así?-Pregunte-
-No lo se..-Murmuro- No quería cargarte con más cosas. Bastante tienes con Gerard.
-Nunca digas eso. Somos amigos. Siempre estaré ahí, para abrazarte. Como lo estoy haciendo ahora.-Respondí-
-Lo se. Lo siento.
Acaricie unos segundos su espalda, bese su cuello y lo solté lentamente.
-Ahora.-Me puse de pie tomando su mano- Bajaremos. Tomaremos un te, para calmarnos un poco, si?
-Esta bien.-Sonrió levemente-

Salimos de allí, ambos miramos unos segundos la puerta de Frank y bajamos otra vez.
Prepare un te para todos, como había dicho. Claro que Gerard no quiso. Apenas negó con su cabeza.
Estuvimos en silencio un rato. Escuchando el llanto continuo y desesperado de Gerard.
-Cálmate Gee, por dios... –Dije a mi hermano-
-No puedo... No puedo... -Murmuro- Ustedes no saben lo que él significa para mí.
-Lo sabemos.-Dijo Bob-
-No.-Lo miro- No lo saben. No..-Hizo una pausa- No lo saben...
Note, como Ray clavo sus ojos en el. Nuevamente esa sensación de ocultación de información, invadió mi mente, y corazón.
Ray se acerco nuevamente a el, y se arrodillo a su frente.

-Gerard...-Murmuró apoyando sus manos en sus rodillas- Sube, sube y termina con todo esto. Se ha salido de control y lo sabes. Usa la llave del baño.
-De qué hablan?-Pregunto Bob-
Nos miramos.
Esto me desesperaba, pero mi boca no se abría para quejarme. No se por qué, sólo no pude decir nada.
-Tu puedes hacerlo. Sube, respira y díselo.-Dijo Ray-
-No puedo Ray, no se como decirlo. Quizás no me crea, luego de todo lo que hemos hecho sobre el escenario.
-Créeme que te creerá. –Sonrió- Esta allí arriba sólo, quizás tan destrozado como lo estas tu.
-O no despertó por el remedio.-Dijo mi hermano-
-Despiértalo. Pero esto, no esta yendo por buen camino Gerard. Ni él ni tu están bien, ya no es sano. Ya no puedes fingir.
Cobre agallas, y finalmente mis labios se separaron. 
-Por qué no nos dicen que hablan?-Pregunte-
-Sube. Vamos.-Tomo una de sus manos Ray sin llevar el apunte a mis palabras-
Gerard se puso de pie.
-Yo..-Mire el suelo- No sé que como empezar.
-Encontraras la manera.-Me llevo hasta las escaleras- Pero sube, y termina con esto Way.
-Demonios Ray, eres tan..-Hubo un silencio- Eres tan muy buen amigo. Siempre estas ahí, a mi lado.-Sonrió- Y todo por lo que te he hecho pasar...
Sonrió.
-Yo acepte, así que ambos somos culpables.
-Pero podrías haberme dicho que no. Negarte.
-Nunca me niego a mis amigos.-Sonrió- Y ahora- Miró las escaleras-Sube.-Termino la frase-
Mi hermano desapareció por las escaleras.
-Ok Ray!-Grite de la nada- Dinos ahora mismo qué ocurre!
-No puedo. Lo haré cuando baje Gee.-Dijo calmadamente.-
-No. Dinos ahora.-Dijo Bob-
-No. Lo diré con la presencia de Gerard y Frank.
-Por qué no ahora? Cual es la diferencia?-Pregunte-
-La diferencia es que todos sabrán que hablo, si ellos están presentes.

Rezongué frustrado, frotando mi frente.
-Esto...-Me deje caer en el sofá- Me esta volviendo loco.
-A ti? No te imaginas como estoy.-Dijo Ray-
-Tu?-Dijo Bob- Pareces estar muy calmado. Lo cual me esta tentando a golpearte.
-Digan lo que quieran, no abriré la boca hasta que ambos bajen.-Se cruzó de brazos-
Eso fue lo último que escucharon mis oídos, de ahí en adelante estuvimos en silencio. Todos pensando en que estaría ocurriendo allí arriba. 
Luego de casi media hora algunos gritos se escucharon, y un golpe seco en el techo.
Los tres miramos hacia arriba.
-Mejor subimos.-Se levanto de golpe Ray- Puede que halla pasado algo.
-No me digas.-Dije yendo detrás de el-
Bob nos siguió y rápidamente subimos las escaleras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario