martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #41

Capítulo Zero



My Chemical Romance.

Era el principio, el final de todo, de nada. Una vez más volverían al escenario a demostrar que nunca habían partido.
Quemaduras durante rodajes de video, intoxicaciones por comida, stress, rumores falsos pero no ilusorios, peleas entre almas gemelas, decisiones que cambian vidas enteras.
Pudieron superar todo, con esfuerzo, dolor, hasta quizás con algo de sangre, pero supieron hacerlo.
Se sentían felices, completos. Después de tanta agonía recuperaron la pieza perdida de sus vidas, la fundamental. Ellos son el rompecabezas. 
Ninguno de ellos tiene un asunto pendiente, todo esta dicho y hecho. Pueden alegrarse con franqueza por primera vez. 
Sus labios sostienen aquellas sonrisas magníficas sin descripción. Sólo están allí, clavadas en la comisura de sus labios, para no irse nunca más, o al menos ese es su mayor deseo en este momento.
Todos estaban en el camarín, se miraban en silencio, sonreían, movían sus pies ansiosos.
Gerard, sostenía su botella de miel, nunca había desacostumbrado su voz, pero hace tiempo que no cantaba ante millones de personas.
Frank ejercitaba sus dedos, elongaba su pequeño pero formado cuerpo, listo para correr, saltar y hacer sus típicas locuras en el escenario. 
Bob, abrazaba cada minuto que podía a Ray, pidiéndole disculpas por enésima vez.
Mickey? Observaba. Como siempre lo ha hecho. Era el gran ojo que miraba todo, inspeccionaba cada acción, lo aprehendía con fuerza, con miedo a que todo sea un sueño, una mala jugada de su inconsciente, una broma de mal gusto.
Gerard miró a Frank. Se acerco lentamente, y rodeo su cintura.
-Estas nervioso?-Le dijo a su oído-
-Muy.-Respondió su eterno amante-
-No debes estarlo. Todo saldrá bien, aunque también estoy algo nervioso, debo confesar.-Dijo Gerard sonriendo en el cuello de su amado-
-Me haces cosquillas.-Dijo Frank apoyando su cabeza sobre el hombro de Gerard-
-Eres hermoso.-Dijo dando pequeños besos en su piel aún provocándole estremecimiento-
-Tu también.-Entrelazo sus dedos con los de el- Pero aún no entiendo como es que Jamia lo ha tomado tan bien.
-Quizás porque siempre lo supo.-Dijo Gerard apoyando su mentón en el hombro- Era algo evidente, pero no permitido y demostrado.
Silencio.
Todos suspiraron.
-Es hora.-Dijo alguien entrando- Salen en quince minutos.-Se fue-
-Demonios...-Dijo Frank- Estoy tan ansioso!-Rió algo nervioso- Pero con muchos nervios.
-Lo harás bien mi amor. Siempre lo haces bien. Cualquier cosa que haces, es perfecta.-Dijo a su oído-
-Lo dices porque estas conmigo.
-Siempre lo dije, y antes no estábamos juntos.
-Pero nos amábamos.
-Ah...-Suspiró Gerard- No empieces con tus juegos de palabras enano.-Lo soltó-
Frank volteó sonriendo, sabiendo cuanto le gustaba hacer esto con Gerard.
Recordó cada situación sucedida hace poco tiempo atrás, y dejo de sonreír.
-Deja de atormentarte.-Dijo Gerard leyendo sus pensamientos-
-Lo siento.-Lo abrazo- Lamento todo lo que hice.
-Lo compensas cuando veo tu hermoso rostro cada mañana.-Lo abrazo con fuerza- Cuando me besas de esa manera tan particular y dulce que tienes, cuando me tocas, cuando me abrazas, cuando me dices a lo oído cuanto me amas. Y podría seguir con el listado.
-Te amo Gerard Way.-Dijo en su pecho sonriendo-
-Yo también Frank Iero, y sino estoy a tu lado, seria un miserable.-Respondió Gerard-

Se soltaron, sonrieron y culminaron su escena con un beso.
El resto se acerco, sonriendo, pero aún nerviosos.
Formaron un circulo. Cada uno de ellos, tomo el hombro del que estaba a su lado, se miraron.
-Es el momento.-Dijo Bob-
Su voz resonó en todo el camarín. Había un gran silencio, cómodo, hermoso, pero enigmáticamente determinante. 
-Todo lo que hemos pasado.-Dijo Mickey-
-Estamos aquí. Una vez más. Juntos y de pie.-Agregó Ray mirando a todos-
-Hemos confesado todo. No hay más secretos entre nosotros.-Dijo Frank-
-Pero si vuelves a hacer eso Ray...-Dijo Gerard- Terminaras enredado con el cable de tu guitarra-
Todos rieron muy a lo bajo.
-Yo siempre dije “Doy todo por mis amigos”.-Se excuso Ray-
-Eres el mejor.-Dijo Bob-
-Son mi familia.-Agregó Mickey-
-Somos My Chemical Romance. -Dijo Gerard-
-No.-Dijo Frank- Ese es nuestro trabajo. Somos seres humanos.
Silencio.
-Será una noche inolvidable.-Dijo Bob-
Se abrazaron los cinco, se besaron, se dieron palmadas en la espalda. Seria la mejor noche, su existencia. La noche en donde recordarían porque nunca debieron haberse disuelto, ocultado sus sentimientos.
Acomodaron su ropa un poco. Uno por uno, salió del camarín.
Sus corazones se aceleraban a medida que se acercaban al escenario. Los gritos de las fans colmaban sus oídos, los deleitaban con hermosos alaridos desaforados.
Las palmas comenzaron a escucharse, aclamando la salida de la banda.
-Bueno... -Dijo Bob sonriendo- Nos vemos arriba.
Fue el primero en subir los escalones, y la multitud enloqueció.
El resto sonrió, suspiró nerviosamente y de apoco cada uno fue ocupando su lugar allá arriba.
Pero él lo dudaba, había algo que le impedía salir.
-Estas bien?-Escuchó-
Volteó asustado.
-Jamia?-Preguntó-
Sonrió.
-Tenía que venir.-Dijo acercándose-
Gerard retrocedió unos pasos, se sentía un traidor. Le había sacado a su esposo. Frank había decidido dejarla, para estar con él. Pero aún así, se sentía un conspirador.
-Esta bien. Lo he aceptado.-Dijo al ver como retrocedió-
-Yo... -Miró el suelo- No sé que decir-
-No debes decir nada. Sólo sube y canta. Si él es feliz contigo,  no me opondré.-Seguía sonriendo-
-Cómo puedes sonreír con todo lo que ha ocurrido? Te ha dejado por el mejor amigo.-Dijo Gerard-
-Y por qué tu sonríes?-Preguntó ella- Si debe ser como tú lo dices, tampoco deberías sonreír. Las sonrisas pueden ser tu epitafio o tu fortaleza ,Gerard.
Silencio.
Se miraron unos segundos fijamente.
-Mira Gerard....-Ella hizo una pausa- Ya todo esta dicho y hecho. No hay nada que decir u hacer. Sólo sube y haz tu trabajo, comparte la noche con él.
No respondió, apenas sonrió para asentir con la cabeza. Miró las escaleras. Tomo con fuerza el apoya mano, y subió al escenario.
Las luces iluminaron su anatomía, sus ojos se cerraron un poco a la falta de costumbre.  
Poco a poco la multitud se calmaba y guardaba silencio, esperando algunas palabras del cantante.
Se acerco al micrófono, miró a sus colegas, acomodo el cuello de su camisa, y sus labios se abrieron. Tardo unos segundos en hablar, pero finalmente lo dijo. Unas disculpas, un gracias, deseos de que pasen bien la noche, etc.
Miró a Frank, antes de que comenzara la primera canción. Quería correr hacia él y besarlo como si fuese la última vez que lo haría, pero tuvo que contenerse. Y no lo hizo por la multitud, ellos sabían de su relación. Lo hizo por Jamia, sabía que estaba allí, no lograba verla, pero sabía de su presencia. 
El arte comenzó a escucharse, y la multitud volvió a su euforia antigua pero anhelada por todos.
Sonreían a más no poder. Gerard de vez en cuando, volteaba a mirar a Frank. Sus ojos se apetecían, pero esta noche no habría escenas sobre esas tablas. No.
En la parte más ruidosa y rockera de la canción, Frank corrió de una a punta a otra en el escenario. 
Hubo un segundo, que susurró a su oído rápidamente “Te amo”.
Gerard negó con su cabeza, sonriendo. Viendo como su amigo y amante, volvía a su viejo habito. Observo como se detuvo justo en el centro del escenario, corrió y sólo se lanzo al público gritando desmedidamente.
Algo inesperado ocurrió, los fans se apartaron rápidamente. Frank cayo en el suelo, sobre su guitarra.
La banda dejo de tocar. Gerard fue el primero en reaccionar, lanzó el micrófono al suelo corrió y salto lo que separaba el escenario de las vallas.
-Frank!!!!-Grito arrodillándose a su lado-
La sangre broto de su cabeza, haciendo rápidamente un lago a su alrededor mientras tomaba de la mano al silencio.
El resto de la banda lo acompaño. Gritos desesperados e incoherentes salían de la boca de Gerard, y de los fans.
-Frank??!!!!!-Grito tomándolo entre sus brazos-
Logró voltear su cuerpo. Su rostro estaba destrozado, ensangrentado. Parte de su guitarra incrustada en su pecho, tornando la camisa blanca en un rojo bermellón.
-Por dios! Que alguien llame a una ambulancia!-Grito Bob ya llorando-
Gerard abrazo su cuerpo, sabiendo que era demasiado tarde para salvarlo. Lloro, lloro mirando a la multitud que les rodeaba mirándolos con terror, miedo, tristeza, estremecimiento.
Hizo uso de las pocas neuronas coherentes que tenía en ese momento.
-Cómo pudieron abrirse así!!!!?-Grito a la primera fila de chicas que se encontraba a su frente- Ustedes lo han matado!!!! Frank!!!!-Grito abrazándolo otra vez-
Las chicas, no respondieron, pero una leve sonrisa se dibujo en sus labios.
-Por qué demonios sonríen!?-Grito Mickey a todo pulmón-
Gerard, giro lentamente su cabeza. Vio a Jamia a un costado, apoyada en una valla, sonriendo, con sus brazos cruzados en el pecho.
Dejo a Frank en el suelo, se puso de pie, dejando que las lágrimas invadan su cuerpo.
-Cuídalo.-Dijo mirando a Bob-
-Qué?-Respondió este- A dónde vas?
-A matarla. Fue ella. Ella lo planeo. Debí suponerlo!-Grito mirándola-
-Qué!?-Grito Mickey- No Gerard!-Agarro sus hombros-
-Suéltame!-Miró a su hermano- 
-No! Iras preso Gerard! Además estas loco! Ella planeo todo esto!? Escuchas lo que dices?
-Y cómo explicas que se haya abierto la multitud! Ah!?-Le grito en la cara- Explícamelo. Suéltame!-Grito otra vez-
-No!-Dijo Mickey-
Ray se unió a el, tratando de controlar la ira de Gerard, pero era demasiado fuerte para ellos. Pudo soltarse, corrió hasta ella. Amago con escaparse, pero las piernas de Gerard fueron más rápidas, y logró tomarla del pelo.
-Hija de puta!-Le grito en el oído-
La volteó, para mirarla a los ojos.
-Yo soy una hija de puta!?-Grito ella- Y tu qué eres?
-Alguien muy vengativo.!-Le contestó tomándola del cuello-
La lanzo al suelo, escuchando su queja por el dolor. Los guardaespaldas tomaron su espalda, pero no impidió que Gerard se sentara en su regazo.
Tomo con ambas manos, su pequeño y delicado cuello, lo apretó con toda la fuerza que conocía y tenía, sin importar cuantos hombres jalaban de su ropa y anatomía para alejarlo. Ella sonrió por haber cumplido su ocupación, pero murió en sus manos.
-Muérete perra! Muérete!-Grito al nuevo cadáver-
Los hombres, lograron quitarlo de encima de ella.
Los policías, gente de seguridad y encargados del show, los rodeaban, conteniendo a los fans.
-Gerard!! -Gritó Mickey-
Su hermano mayor, corrió hacia el. Lo abrazo, observando aún a su amante en el suelo, sin vida, sangrando, mientras la palidez invadía su rostro.
-Ha muerto Mickey!-Se dejo caer en el suelo llevando a su hermano con el-
-Shhh Todo estará bien Gerard, estaremos bien. No se como, pero lo estaremos.-Dijo a su oído- Estaré a tu lado Gee.
Gerard lo escuchaba vagamente, mientras veía como unas personas con camisas largas blancas, y una gran cruz roja en su centro, chequeaban el pulso de su amado.
Negaron con su cabeza, y Gerard lanzo un grito de horror en el oído de su hermano, mientras sentía su corazón latir fuertemente. Tuvo la loca idea de que saldría por su boca, y correría hacia Frank.
-Hemos sobrevivido a mucha miseria en estos últimos meses, podremos superar esto.
-Estamos hablando de Frankie por dios!-Grito Gerard tratando de soltarse cerrando sus ojos-
-Lo se!-Grito Mickey abrazándolo con más fuerza-
No había conexión con el mismo. Frank, era su amante, su zero. Era el rostro en sus sueños de vidrio. Era el indicado para él, lo que realmente necesitaba.
Gerard, trataba de respirar, pero el aire simplemente se negaba a entrar a sus pulmones.
-No lo sabes, porque así es como comienza la miseria.-Dijo Gerard en sus últimos respiros-
Soltó a Mickey bruscamente, tocó su pecho, y sólo cayo hacia delante.
Escuchaba a su hermano gritar a años luz.
Sus ojos se clavaron en Frank, los cuales aún estaban abiertos. Estiro su  mano tratando de alcanzar la suya, pero estaban demasiado lejos. 
Sonrió, siguió sonriendo hasta que su débil y arruinado corazón dejo de latir, para ensamblarse con la frialdad de su pareja.

FIN.

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