Capítulo: #6
No podía mirarlo sin querer llorar. Lo había extrañado tanto que el no tiene la menor idea, y nunca la tendrá aunque este horas sentado a su lado explicándoselo.
De repente se largo a llover.
Era tarde.
Ambos bostezamos.
Mire hacia fuera, viendo como los autos pasaban a mi lado.
-Hey...-Dijo suavemente- Te encuentras bien?
Lo mire.
-Mm?
-No se.-Sonrió- Estas pensativo.
-Estoy bien.-Sonreí-
-Seguro?-Insistió-
-Si.-Volví a sonreír-
No dijo mas nada. Miro hacia su frente, y ninguno expreso nada mas hasta llegar.
Conocía su hogar, si. Varias veces lo visitamos con Mickey, pero no era lo mismo.
Esta vez, estaba solo. Me sentía con algo de vergüenza. Quizás estaba invadiendo su privacidad.
-Bueno.-Estaciono el auto- Hemos llegado.-Miro su reloj.
-Qué hora es?-Le pregunte-
-Casi las dos de la mañana.
Suspire.
-Vamos, debes estar cansado.-Abrió su puerta-
Hice lo mismo con la mía.
Apenas lloviznaba ahora, pero sabia que no dejaría de llover hasta el otro día.
Nos acercamos al baúl, y el tomo mis cosas. No quiso que yo las cargara.
Lo seguí, entramos en silencio.
-Jamia debe estar dormida. Sube en silencio.-Subió las escaleras-
Mi habitación estaba junto a la suya.
Contaba con tres.
Una, la usaban ellos. La otra, era para los huéspedes. La tercera habitación la dejaron para hacer un pequeño gimnasio.
-Bueno...-Encendió la luz dejando los bolsos junto a la cama-
Mire la habitación, estaba igual que la ultima vez, cuando dormimos allí con Mickey.
-No hay nada diferente.-Sonrió-
-Lo se.-Casi reí-
-Quieres comer algo? O un baño tal vez?
-No tengo hambre.-Dije-
-Vamos, debes comer algo.
-Frank..-Sonreí- He comido en el avión, quizás un baño estaría bien.
-Ok.-Volteo- Te buscare unas toallas y podrás bañarte. Si?
-Bien.-Dije-
Se detuvo de espaldas a mi.
Espere y espere.
No se movía, no hablaba.
Finalmente volteó nuevamente.
Se acerco.
-Lo lamento...-Dijo mirándome a los ojos-
-Qué? Qué lamentas?-Dije confundido-
-No lo se..-Se acerco un poco mas para abrazarme-
-Frank...-Rodee su espalda-
-Es que..-Hizo una pausa- Estábamos juntos los trescientos sesenta y cinco días del año, y ahora apenas nos vemos una vez por mes.
Hice un poco de presión, atrayéndolo hacia mi pecho.
-Yo también lo lamento.-Dije a su oído-
-Sabes?-Me soltó-
-Si..?-Mire sus ojos-
Sabia que quería llorar, lo conocía como la palma de mi mano.
-No quieres...-Tosió algo nervioso- No quieres que duerma contigo esta noche? Te he necesitado Gerard, no sabes cuanto.-Miro a un costado-
¿Cómo iba a negarme? Cómo!?
-Y Jamia?
-No se dará cuenta. Además cuando vea que eres tu, no le molestara.-Sonrió esperando mi si como respuesta-
-Esta bien.
-Gracias!-Volvió a abrazarme-
-No tienes que agradecerlo. También te he necesitado Frank.-Confesé-
-Te traeré las toallas.-Me soltó para irse rápidamente-
Acomode mi pelo, sentándome en la cama.
Estire la mano, para tomar uno de los bolsos. Revolví unos segundos, buscando mi pijama.
-Aquí tienes.-Susurro estirando sus manos con dos toallas en ellas-
-Gracias.-Me puse de pie-
-Seguro que no quieres comer?
Reí muy bajo.
-Deja de insistir. Me bañare y nos dormiremos.
-Esta bien.
Tome un baño rápido, pero sin dejar de pensar en mi pequeña estadía.
Era poco tiempo, si.
Pero me reconfortaría estar unas horas a su lado.
El saber que nuestra amistad seguía allí.
Me vestí en el baño, por alguna razón fue la primera vez que no quise hacerlo frente a el.
Entre a la habitación, mientras terminaba de secar mi pelo.
Ya estaba acostado en la cama, arropado. Hacia algo de frío.
No mucho, pero lo necesario para no dejar de colocar en la cama una manta.
-Te sentís mejor?
Lo mire.
-Se que estas cansado, y seguramente el baño te relajo.
-Si.-Sonreí-
Lo mire unos segundos, algo indeciso para acostarme a su lado.
Finalmente deje la toalla en el respaldo de la silla, y me recosté a su lado. Arropándome lentamente.
El apago la luz.
Suspire girando hacia el.
-Parece un sueño...-Murmuro-
-Qué cosa?
-El que estés acá. Fue una sorpresa muy grande.
Sonreí sin que el me viera.
-Lo se. Tenia muchas ganas de verte Frankie.
Se acerco un poco, y se acurruco en mi pecho.
-Viejas épocas...-Deje que mis pensamientos salieran a la luz-
Sonrió, lo sentí.
-Te molesta?
-No. Para nada.-Acaricie su pelo-
-Gerard?
-Si?
-Te quiero.-Murmuro-
Sonreí.
-Yo también Frankie, yo también.-Lo abrace con mas fuerza-
-Que duermas bien.-Beso mi hombro rápidamente-
-Igualmente.-Bese su cabeza-
Gerard II.
No podía mirarlo sin querer llorar. Lo había extrañado tanto que el no tiene la menor idea, y nunca la tendrá aunque este horas sentado a su lado explicándoselo.
De repente se largo a llover.
Era tarde.
Ambos bostezamos.
Mire hacia fuera, viendo como los autos pasaban a mi lado.
-Hey...-Dijo suavemente- Te encuentras bien?
Lo mire.
-Mm?
-No se.-Sonrió- Estas pensativo.
-Estoy bien.-Sonreí-
-Seguro?-Insistió-
-Si.-Volví a sonreír-
No dijo mas nada. Miro hacia su frente, y ninguno expreso nada mas hasta llegar.
Conocía su hogar, si. Varias veces lo visitamos con Mickey, pero no era lo mismo.
Esta vez, estaba solo. Me sentía con algo de vergüenza. Quizás estaba invadiendo su privacidad.
-Bueno.-Estaciono el auto- Hemos llegado.-Miro su reloj.
-Qué hora es?-Le pregunte-
-Casi las dos de la mañana.
Suspire.
-Vamos, debes estar cansado.-Abrió su puerta-
Hice lo mismo con la mía.
Apenas lloviznaba ahora, pero sabia que no dejaría de llover hasta el otro día.
Nos acercamos al baúl, y el tomo mis cosas. No quiso que yo las cargara.
Lo seguí, entramos en silencio.
-Jamia debe estar dormida. Sube en silencio.-Subió las escaleras-
Mi habitación estaba junto a la suya.
Contaba con tres.
Una, la usaban ellos. La otra, era para los huéspedes. La tercera habitación la dejaron para hacer un pequeño gimnasio.
-Bueno...-Encendió la luz dejando los bolsos junto a la cama-
Mire la habitación, estaba igual que la ultima vez, cuando dormimos allí con Mickey.
-No hay nada diferente.-Sonrió-
-Lo se.-Casi reí-
-Quieres comer algo? O un baño tal vez?
-No tengo hambre.-Dije-
-Vamos, debes comer algo.
-Frank..-Sonreí- He comido en el avión, quizás un baño estaría bien.
-Ok.-Volteo- Te buscare unas toallas y podrás bañarte. Si?
-Bien.-Dije-
Se detuvo de espaldas a mi.
Espere y espere.
No se movía, no hablaba.
Finalmente volteó nuevamente.
Se acerco.
-Lo lamento...-Dijo mirándome a los ojos-
-Qué? Qué lamentas?-Dije confundido-
-No lo se..-Se acerco un poco mas para abrazarme-
-Frank...-Rodee su espalda-
-Es que..-Hizo una pausa- Estábamos juntos los trescientos sesenta y cinco días del año, y ahora apenas nos vemos una vez por mes.
Hice un poco de presión, atrayéndolo hacia mi pecho.
-Yo también lo lamento.-Dije a su oído-
-Sabes?-Me soltó-
-Si..?-Mire sus ojos-
Sabia que quería llorar, lo conocía como la palma de mi mano.
-No quieres...-Tosió algo nervioso- No quieres que duerma contigo esta noche? Te he necesitado Gerard, no sabes cuanto.-Miro a un costado-
¿Cómo iba a negarme? Cómo!?
-Y Jamia?
-No se dará cuenta. Además cuando vea que eres tu, no le molestara.-Sonrió esperando mi si como respuesta-
-Esta bien.
-Gracias!-Volvió a abrazarme-
-No tienes que agradecerlo. También te he necesitado Frank.-Confesé-
-Te traeré las toallas.-Me soltó para irse rápidamente-
Acomode mi pelo, sentándome en la cama.
Estire la mano, para tomar uno de los bolsos. Revolví unos segundos, buscando mi pijama.
-Aquí tienes.-Susurro estirando sus manos con dos toallas en ellas-
-Gracias.-Me puse de pie-
-Seguro que no quieres comer?
Reí muy bajo.
-Deja de insistir. Me bañare y nos dormiremos.
-Esta bien.
Tome un baño rápido, pero sin dejar de pensar en mi pequeña estadía.
Era poco tiempo, si.
Pero me reconfortaría estar unas horas a su lado.
El saber que nuestra amistad seguía allí.
Me vestí en el baño, por alguna razón fue la primera vez que no quise hacerlo frente a el.
Entre a la habitación, mientras terminaba de secar mi pelo.
Ya estaba acostado en la cama, arropado. Hacia algo de frío.
No mucho, pero lo necesario para no dejar de colocar en la cama una manta.
-Te sentís mejor?
Lo mire.
-Se que estas cansado, y seguramente el baño te relajo.
-Si.-Sonreí-
Lo mire unos segundos, algo indeciso para acostarme a su lado.
Finalmente deje la toalla en el respaldo de la silla, y me recosté a su lado. Arropándome lentamente.
El apago la luz.
Suspire girando hacia el.
-Parece un sueño...-Murmuro-
-Qué cosa?
-El que estés acá. Fue una sorpresa muy grande.
Sonreí sin que el me viera.
-Lo se. Tenia muchas ganas de verte Frankie.
Se acerco un poco, y se acurruco en mi pecho.
-Viejas épocas...-Deje que mis pensamientos salieran a la luz-
Sonrió, lo sentí.
-Te molesta?
-No. Para nada.-Acaricie su pelo-
-Gerard?
-Si?
-Te quiero.-Murmuro-
Sonreí.
-Yo también Frankie, yo también.-Lo abrace con mas fuerza-
-Que duermas bien.-Beso mi hombro rápidamente-
-Igualmente.-Bese su cabeza-
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