martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #7

Capítulo: #7



Frank II.

Maneje en silencio hasta casa.
Le pregunte si le ocurría algo.
Parecía pensativo, aunque mi mente encontraba la palabra “Tristeza” para describirlo.
Solo sonrió ante mi pregunta, sabia que estaba mintiendo. Algo ocurría con el, quería saberlo pero no lo obligaría a que hable, tarde o temprano lo hará.

Llegamos, cargue con sus cosas, aunque no quiso, pero finalmente logre mi cometido.
Subimos en silencio, una vez mas estaba allí. En la habitación de huéspedes, pero esta vez era diferente, Mickey no estaba.

-Quieres comer algo? O un baño tal vez?-Le pregunte-
-No tengo hambre.-Dijo-
-Vamos, debes comer algo.
-Frank..-Sonrió- He comido en el avión, quizás un baño estaría bien.
-Ok.-Voltee dejando de insistir- Te buscare unas toallas y podrás bañarte. Si?
-Bien.-Dijo-

Voltee para irme, pero me detuve repentinamente.
Quería abrazarlo fuertemente, decirle cuanto lo extrañe.
Pero me sentía un completo idiota frente a el.
Finalmente voltee.

-Lo lamento...-Dije mirándolo a los ojos-

¿Qué lamentaba?, ¿haberme separado de el?, dejar que se vaya de mi lado? Haber arruinado todo por un capricho?

-Qué? Qué lamentas?-Dijo confundido-
-No lo se..-Me acerque un poco mas sin saber que decir, finalmente lo abrace-
-Frank...-Rodeo mi espalda-
-Es que..-Hice una pausa- Estábamos juntos los trescientos sesenta y cinco días del año, y ahora apenas nos vemos una vez por mes.-Fue lo mas inteligente que dije en toda la noche-
Hizo un poco de presión, atrayéndome hacia su pecho.
-Yo también lo lamento.-Dijo a mi oído-

Creo que no sabe de lo que hablo.

-Sabes?-Lo solté-
-Si..?-Miro mis ojos-

Estaba a punto de llorar, discutía con mis lagrimas para que no cayeran frente a el.

-No quieres...-Tosí algo nervioso- No quieres que duerma contigo esta noche? Te he necesitado Gerard, no sabes cuanto.-Mire a un costado sumamente avergonzado-
-Y Jamia?-Pregunto-
-No se dará cuenta. Además cuando vea que eres tu, no le molestara.-Sonreí esperando que aceptara-
-Esta bien.
-Gracias!-Volví a abrazarlo como si me hubiese ganado la lotería-
-No tienes que agradecerlo. También te he necesitado Frank.-Dijo-
-Te traeré las toallas.-Lo solté rápidamente antes que pierda el control de la situación-

Camine hasta el pasillo en donde se encontraba un pequeño armario con las toallas.
Suspire apoyando mi cabeza en el.
Cerré los ojos.
Estuve así, unos minutos.
Luego, mire hacia un costado.
Podía ver claramente a Jamia desde allí. Dormía placidamente.

-Vamos Frank, lo prometiste.-Dije susurrando- Prometiste olvidar todo eso.

Deje mi inconsciente de lado, y volví con las toallas para Gerard.

-Aquí tienes.-Susurre estirando mis manos con dos toallas en ellas-
-Gracias.-Se puso de pie-
-Seguro que no quieres comer?
Rió muy bajo.
-Deja de insistir. Me bañare y nos dormiremos.
-Esta bien.-Dije-

Aproveche para desvestirme mientras el tomaba su baño. Me acosté arropándome. Mi cuerpo tenia frío, no mucho, pero se tornaba molesto.
De repente, sentí que el agua dejo de correr.
Luego de unos minutos, el apareció secando su pelo.


-Te sentís mejor?-Le pregunté-
No contesto, solo me miro.
-Se que estas cansado, y seguramente el baño te relajo.-Aclare mi pregunta-
-Si.-Sonrió-

Parecía indeciso para recostarse a mi lado. Pero dejo su toalla en el respaldo de la silla, para acostarse junto a mi.

Apague la luz.
Oí su suspiro al mismo tiempo que giro hacia mi.

-Parece un sueño...-Murmure-
-Qué cosa?
-El que estés acá. Fue una sorpresa muy grande.
-Lo se. Tenia muchas ganas de verte Frankie.

Me acerco un poco, acurrucándome en su pecho como lo hacíamos en viejas épocas.
-Viejas épocas...-Leyó mis pensamientos-
Sonreí, al ver la conexión que teníamos.
La que siempre tuvimos.
-Te molesta?-Pregunte sabiendo que diría que no-
-No. Para nada.-Acaricio mi pelo-
-Gerard?
-Si?
-Te quiero.-Murmure-
-Yo también Frankie, yo también.-Me abrazo con fuerza-
-Que duermas bien.-Bese su hombro rápidamente-
-Igualmente.-Beso mi cabeza-

No pude evitar recordar la ultima noche que había pasado a su lado.
El día en donde todo tuvo que terminar para nuestro bien mental y físico.
Era difícil, cruel, pero no había otra escapatoria.

Separación o suicidio.
Si, era la separación de la banda o mi adiós al mundo, sin importarme nada.

Decidí seguir viviendo, quizás debo pagar el precio de mi egoísmo.
Pero ahora? Nada importa, el esta abrazándome, siento su respiración en mi cuello.
Se ha dormido y no puedo hacer otra cosa que mantenerme despierto para seguir acariciando su espalda.

-Deja de acariciarme....-Murmuro algo dormido, mientras acomodaba su cabeza sobre la mía- Y duerme un poco hemos tenido un día muy largo.
Reí muy bajo.
-No quiero dejar de acariciarte...-Dije de la misma manera-
-Bien, yo tampoco quiero que te detengas.-Me soltó para abrazar mi pecho-
Silencio.
Sentí su mano moverse sobre mi hombro.
Abrí los ojos, y mire en la oscuridad el techo.
-Me he sentido muy solo allá.-Hablaba en voz baja-
-Por eso te gustan mis caricias.
-No. Siempre me gustaron.-Aclaro-
-Sh, duérmete.-Dije para que deje de volver loca a mi  mente-

Sus músculos se relajaron, y finalmente cayo dormido sobre mi.
Sonreí por ultima vez, para cerrar mis ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario