Capítulo: #9
Nos retiramos de allí en silencio. No podía evitar mirarlo con odio a Josh. Se supone que debemos hacer que él, olvide la separación y su odio hacia Ray.
Si, es algo inolvidable, pero lo menos que debemos hacer es recordárselo.
Aun nos quedaban unas casi cuatro horas mas de trabajo.
Entramos a nuestro local.
No tenia ganas de hablar. Simplemente esas cosas, me arruinaban el día. Ver como mis amigos desean matarse entre ellos.
Por qué no puede haber paz?. Nunca estará todo íntegramente sereno, siempre hay algo que opacara la realidad, haciendo que te sientas dañado, una y otra vez.
Escuche ese nocivo llamador de ángeles.
Se hallaba encima de la puerta. Si, era una seguridad para que nadie lograse robar sin que lo notáramos.
Mis oídos lo detestaban, hacia que los pelos se pongan de punta. Todo aquel que me conoce, puede comentar y comprobar que soy una persona tranquila. Pero si ustedes realmente quieren conocer lo peor de mi, acerquen uno de esos a mi oído, y haré lo que sea con tal de que lo excluyan.
Una chica entro. Era el único cliente que estaba en ese momento.
Todos estábamos detrás del mostrador, excepto Josh.
No tuve mejor idea, de ordenarle que acomodara las góndolas. No tenia ganas de tenerlo cerca, mi sangre hervía gracias a el.
Nos observaba, sin decir nada.
-No lo puedo creer.-Pronuncio cada palabra entre difíciles respiros-
-Aquí vamos otra vez.-Pensé ya adivinando la situación que se avecinaba.-
-Las veces que he querido ir a los conciertos, y nunca pude hacerlo. Mi madre no me dejaba porque era menor de edad. Trate de escaparme-Comenzó a hablar rápidamente mientras no quitaba sus ojos de mi- Caí por la ventana. Estuve internada un mes, con la pierna enyesada. Luego quise entrar con unos amigos mayores, pero el de seguridad se dio cuenta, y me prohibió la entrada. Estuve castigada un mes.
-Alguien la puede callar?-Escuche que murmuro Tom a punto de reír-
Pero yo, la escuchaba atentamente.
-Y finalmente cuando tuve la edad para ir sola, ustedes se separaron. Los odie, los insulté meses, mientras veía sus posters prenderse fuego en la parrilla. –Respiro muy hondo- Pero aquí estoy, vine a verte. A pedirte perdón por hablar de esta manera.-Rió algo nerviosa y avergonzada- Y por el gran fuego que hice en el patio trasero de mi casa. Luego, me senté una tarde y lo pensé con tiempo- Otra vez hablaba con apresuramiento- Y deben haber tenido sus razones. Aunque no creo lo que dijeron en la conferencia “Necesitamos un tiempo para pensar en nuestro futuro”, yo se que hay algo mas.
-Oooook.-Escuche que dijo Josh acercándose a ella- Qué quieres?-Rió tratando de no herir sus sentimientos- Un autógrafo? Algún cd? Te lo damos gratis- Sonrió- Con tal de que dejes de hablar.-Murmuro a lo bajo-
Ella no lo escucho, seguía mirándome.
Sonreí, era tierna. Fue tan valiente al venir aquí a decir todo eso. Entendía como se sintió, como se sentía. Había tenido grandes aventuras para vernos, y cuando finalmente no tenia problema alguno, nos separamos.
Camine, saliendo detrás del mostrador y no pude hacer mas nada, que abrazarla.
-Siento lo que tuviste que hacer.-Dije a su oído-
No se movió, creo que la sorprendí.
Finalmente, luego de unos segundos me soltó, secando alguna que otra lagrima debido a la emoción.
-Dime...-Hizo una pausa- Dime que volverán al escenario.
La miro fijo.
-Cuál es tu nombre?-Le pregunte-
-Caroline.
-Caroline-Sonreí- No quiero mentirte. No lo se. No se, si algún día volveremos.
-Maldición...-Bajo la vista-
-Pero te diré algo. Si eso llega a ocurrir, prometo que personalmente te invitare al primer recital. Por todo lo que has hecho para vernos. Qué dices?-Sonreí-
Sonreía enormemente.
-De verdad!?-Casi grito- O solo lo estas diciendo para que me calle y me vaya de una buena vez por todas?
-Jajajajaja!-Reí- Hablas mucho, si. Pero lo dije en serio. Has pasado un mes en un hospital por nosotros. Juro que estarás en la primera fila.
-Gracias!-Volvió a abrazarme-
-De nada.-La solté- Ahora, que tal si me anotas tus datos en un papel? Nunca se sabe que pasara. Pero si algo logra unirnos, cumpliré con mi promesa.
Rápidamente, revolvió en aquel morral verde militar, y saco un pequeño anotador.
Note como sus manos temblaban al escribir sus datos.
Me entrego su papel.
-Bien.-Lo leí para guardarlo en el bolsillo trasero de mi jean- Caroline, fue un gusto conocerte. No quieres llevarte un cd? Gentileza de la casa.
-No.-Sonrió- Gracias, pero ese es tu trabajo y no quiero que desperdicies tu dinero. Hoy es la primera vez que pude venir. No vivo cerca. Pero créeme que vendré a comprarte.
Tenia una sonrisa encantadora. Una mirada mas que honesta, sus ojos verdes brillaban.
No dude en dejarle mi firma en su morral, nos abrazamos un vez mas y se retiro.
-Dios...-Dijo Travis- Fan de primera clase.
Lo mire y sonreí.
-Esas son nuestras fans. Un mes en un hospital? Es mucho...-Volví detrás del mostrador-
Aquellas pequeñas cosas, regresaban esa felicidad tan extrañada por mi alma.
Sonreí, sonreí enormemente.
Mi celular sonó.
-Hola?!-Dije sonriente al ver el nombre de mi hermano en la pantalla- Qué? Si? No vale! Quiero saber! Esta bien...-Suspire resignado- Te esperare, a las cinco estarás? Seguro? Ok.-Colgué-
-Qué te dijo?-Preguntó Tom-
-Dijo que estaría a las cinco de la tarde en casa, y que viene con una sorpresa. No me quiso decir.-Conteste-
-Qué será?-Dijo Travis-
-No lo se..-Sonreí- Pero me gustan las sorpresas-
Mickey II.
Nos retiramos de allí en silencio. No podía evitar mirarlo con odio a Josh. Se supone que debemos hacer que él, olvide la separación y su odio hacia Ray.
Si, es algo inolvidable, pero lo menos que debemos hacer es recordárselo.
Aun nos quedaban unas casi cuatro horas mas de trabajo.
Entramos a nuestro local.
No tenia ganas de hablar. Simplemente esas cosas, me arruinaban el día. Ver como mis amigos desean matarse entre ellos.
Por qué no puede haber paz?. Nunca estará todo íntegramente sereno, siempre hay algo que opacara la realidad, haciendo que te sientas dañado, una y otra vez.
Escuche ese nocivo llamador de ángeles.
Se hallaba encima de la puerta. Si, era una seguridad para que nadie lograse robar sin que lo notáramos.
Mis oídos lo detestaban, hacia que los pelos se pongan de punta. Todo aquel que me conoce, puede comentar y comprobar que soy una persona tranquila. Pero si ustedes realmente quieren conocer lo peor de mi, acerquen uno de esos a mi oído, y haré lo que sea con tal de que lo excluyan.
Una chica entro. Era el único cliente que estaba en ese momento.
Todos estábamos detrás del mostrador, excepto Josh.
No tuve mejor idea, de ordenarle que acomodara las góndolas. No tenia ganas de tenerlo cerca, mi sangre hervía gracias a el.
Nos observaba, sin decir nada.
-No lo puedo creer.-Pronuncio cada palabra entre difíciles respiros-
-Aquí vamos otra vez.-Pensé ya adivinando la situación que se avecinaba.-
-Las veces que he querido ir a los conciertos, y nunca pude hacerlo. Mi madre no me dejaba porque era menor de edad. Trate de escaparme-Comenzó a hablar rápidamente mientras no quitaba sus ojos de mi- Caí por la ventana. Estuve internada un mes, con la pierna enyesada. Luego quise entrar con unos amigos mayores, pero el de seguridad se dio cuenta, y me prohibió la entrada. Estuve castigada un mes.
-Alguien la puede callar?-Escuche que murmuro Tom a punto de reír-
Pero yo, la escuchaba atentamente.
-Y finalmente cuando tuve la edad para ir sola, ustedes se separaron. Los odie, los insulté meses, mientras veía sus posters prenderse fuego en la parrilla. –Respiro muy hondo- Pero aquí estoy, vine a verte. A pedirte perdón por hablar de esta manera.-Rió algo nerviosa y avergonzada- Y por el gran fuego que hice en el patio trasero de mi casa. Luego, me senté una tarde y lo pensé con tiempo- Otra vez hablaba con apresuramiento- Y deben haber tenido sus razones. Aunque no creo lo que dijeron en la conferencia “Necesitamos un tiempo para pensar en nuestro futuro”, yo se que hay algo mas.
-Oooook.-Escuche que dijo Josh acercándose a ella- Qué quieres?-Rió tratando de no herir sus sentimientos- Un autógrafo? Algún cd? Te lo damos gratis- Sonrió- Con tal de que dejes de hablar.-Murmuro a lo bajo-
Ella no lo escucho, seguía mirándome.
Sonreí, era tierna. Fue tan valiente al venir aquí a decir todo eso. Entendía como se sintió, como se sentía. Había tenido grandes aventuras para vernos, y cuando finalmente no tenia problema alguno, nos separamos.
Camine, saliendo detrás del mostrador y no pude hacer mas nada, que abrazarla.
-Siento lo que tuviste que hacer.-Dije a su oído-
No se movió, creo que la sorprendí.
Finalmente, luego de unos segundos me soltó, secando alguna que otra lagrima debido a la emoción.
-Dime...-Hizo una pausa- Dime que volverán al escenario.
La miro fijo.
-Cuál es tu nombre?-Le pregunte-
-Caroline.
-Caroline-Sonreí- No quiero mentirte. No lo se. No se, si algún día volveremos.
-Maldición...-Bajo la vista-
-Pero te diré algo. Si eso llega a ocurrir, prometo que personalmente te invitare al primer recital. Por todo lo que has hecho para vernos. Qué dices?-Sonreí-
Sonreía enormemente.
-De verdad!?-Casi grito- O solo lo estas diciendo para que me calle y me vaya de una buena vez por todas?
-Jajajajaja!-Reí- Hablas mucho, si. Pero lo dije en serio. Has pasado un mes en un hospital por nosotros. Juro que estarás en la primera fila.
-Gracias!-Volvió a abrazarme-
-De nada.-La solté- Ahora, que tal si me anotas tus datos en un papel? Nunca se sabe que pasara. Pero si algo logra unirnos, cumpliré con mi promesa.
Rápidamente, revolvió en aquel morral verde militar, y saco un pequeño anotador.
Note como sus manos temblaban al escribir sus datos.
Me entrego su papel.
-Bien.-Lo leí para guardarlo en el bolsillo trasero de mi jean- Caroline, fue un gusto conocerte. No quieres llevarte un cd? Gentileza de la casa.
-No.-Sonrió- Gracias, pero ese es tu trabajo y no quiero que desperdicies tu dinero. Hoy es la primera vez que pude venir. No vivo cerca. Pero créeme que vendré a comprarte.
Tenia una sonrisa encantadora. Una mirada mas que honesta, sus ojos verdes brillaban.
No dude en dejarle mi firma en su morral, nos abrazamos un vez mas y se retiro.
-Dios...-Dijo Travis- Fan de primera clase.
Lo mire y sonreí.
-Esas son nuestras fans. Un mes en un hospital? Es mucho...-Volví detrás del mostrador-
Aquellas pequeñas cosas, regresaban esa felicidad tan extrañada por mi alma.
Sonreí, sonreí enormemente.
Mi celular sonó.
-Hola?!-Dije sonriente al ver el nombre de mi hermano en la pantalla- Qué? Si? No vale! Quiero saber! Esta bien...-Suspire resignado- Te esperare, a las cinco estarás? Seguro? Ok.-Colgué-
-Qué te dijo?-Preguntó Tom-
-Dijo que estaría a las cinco de la tarde en casa, y que viene con una sorpresa. No me quiso decir.-Conteste-
-Qué será?-Dijo Travis-
-No lo se..-Sonreí- Pero me gustan las sorpresas-
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