domingo, 24 de noviembre de 2013

The unnamed feeling; Capítulo: #2

Capítulo: #2

-Y el resto?-Te pregunte-
-Están en el lobby. Nos encontraremos allí.
-Ok.
Tomamos el ascensor.
Me costaba estar a solas en algún lugar contigo.
No podía dejar de pensar en todo lo que podía hacer con tu físico.
Recuerdo en una noche de alcohol, en la cual te bese. Me respondiste.
Pero luego? Dijiste que solo fue causa del alcohol, y que una gran confusión te rodeaba.
Mi corazón sintió una gran tristeza, se sintió y me sentí despreciado.
Nunca mas hablamos del tema.
Desde ese día? Solo me hundía en ese sentimiento innombrable que sentía hacia tu persona.
Eso es.
No sabia que era amor.
Así me gustaba llamarlo.
El sentimiento innombrable.
Suspire.
Me miraste.
-Qué?-Dijiste-
-Nada.-Te conteste-
Las puertas se abrieron.
Salimos y nos encontramos con el resto de la banda.
El único zombie era yo, como de costumbre.
Debemos agregarle que a la noche, me costaba horrores conciliar el sueño.
Me la pasaba horas y horas dando vueltas en la cama, pensando en vos.
O simplemente qué hacia? Se que les sonara muy obsesivo.
Pero muchas veces me encontré sentado en el suelo, junto a la delgada pared que compartíamos de la habitación del hotel.
Me encantaba escucharte reír mientras mirabas televisión a todo volumen, o cantar.
Eras cosas que hacían bien a mi alma afligida. 
Era una especie de función para mi.
Me sentaba con mi cena, o con unos cuantos cigarrillos, y me dedicaba a escucharte.

Salimos y subimos a la van.
-Bien. Deben dar esta entrevista y luego tendremos el ensayo para el recital de esta noche, de acuerdo?-Dijo nuestro manager-
-De acuerdo-Respondimos todos-
La entrevista paso.
Nada del otro mundo. Solo un pasaje por nuestra pequeña discografía, pero no menos importante que el resto de las bandas.
Las típicas preguntas sobre nuestras vidas privadas, a las cuales solo sonreíamos o contestábamos con ironías.
No estuvo nada mal, de todas formas.
Volvimos al hotel, para descansar. Luego tendríamos el ensayo.

Recostado con los brazos extendidos, me encontraba en mi cama.
Tocaron la puerta.
Me levante con poco animo y la abrí.
-Frank..-Sonreí-
-Estabas dormido?
-No. Ocurre algo?
-Solo estoy aburrido y los chicos se fueron. No se a donde.
Abrí la puerta un poco mas.
-Entra.-Te dije-
Lo hiciste y te acostaste como si nada, sobre mi cama.
Siempre hacías lo mismo.
Pero no te dabas cuenta en la situación que ponías a mi mente haciendo esas cosas.
Me acerque y me recosté a tu lado.
-Me gusta New York.-Dijiste-
Te mire, sonreí.
Mirabas el techo.
Seguí mirándote, giraste y nos miramos.
-Qué?
-Nada.-Te respondí-
-Por qué siempre me estas mirando y tu respuesta en un simple “nada”?-Preguntaste sonriendo-
-Solo te miro. Acaso no puedo?-Te respondí-
De vez en cuando te lanzaba como kamizase alguna indirecta, esperando a que la entendieras y te hagas cargo de lo que me provocabas. Pero siempre te hacías el idiota.
Al principio, pensé que no estabas al tanto de lo ocurría en mi corazón.
Pero he llegado a la conclusión de que lo sabias muy bien. Solo preferías no hacerte cargo.
La cuestión es: ¿Sentías lo mismo que yo, o no?.
Mas adelante tendrán la respuesta a esa pregunta.
Espere, y espere unos minutos largos, que parecieron años, una respuesta. 
Nada, nada salió de tus labios.
Solo una pequeña sonrisa.
No dije mas nada. Para qué? 
Para qué torturarme de esta manera?
No tiene sentido.
Deje de mirarte, volví a suspirar.
Giraste y me abrazaste.
No me moví en lo mas mínimo.
-Estas enojado conmigo?-Preguntaste-
-No, por qué lo preguntas?-Te respondí-
-Digo, si alguien te abraza se supone que le devolves el abrazo, o no?-Dijiste-
Te mire.
No iba a contestarte, pero no pude contenerme.
-Si te abrazo, no te soltaría nunca mas. Te atraparía en mis brazos de por vida.-Dije haciendo una inmenso esfuerzo para que mis brazos no te rodearan-
Lentamente tu brazo izquierdo, dejo de rodear mi pecho, para luego ponerte de pie.
-Lo lamento si no es lo que querías escuchar- Te respondí-
-Por qué siempre me pones en esta situación Gerard?-Preguntaste-
-Vos preguntaste, yo te respondí.-Dije-
Me miraste por unos minutos y te fuiste de mi habitación.
Otra vez solo.

La noche nos acompañaba.
Recién habíamos terminado el recital.
No me miraste ni siquiera una vez, durante el show.
Ni una sola maldita vez.
Fue un momento, en donde casi estallo en llanto en medio del escenario.
Y solo porque tus ojos no se dignaron a mirarme.
Solo por eso.
Me estaba obsesionando contigo.
Bajamos del escenario.
-Gran show.-Dijiste mirándome-
Ni me moleste en contestarte. Creo que lo estabas haciendo a propósito. Viste mi rostro, sabias que estaba dolorido. Y aun así no te importo en lo mas mínimo.
No dije nada. Salí del camarín y termine en el baño.
Suspire, apoye las manos contra la pared y estalle en llanto.
La puerta se abrió.
Mire.
-Mickey... -Susurré -
-Hermano..estas bien?
Negué con la cabeza.
Se acerco y me abrazo.
-No se si puedo seguir con esto.-Susurre a su oído-
Todos sabían mis sentimientos, todos.
-Creo Gerard, que deberías buscar a alguien, mas si el no te corresponde.
Lo solté. Lo mire.
-Cómo se supone que puedo hacer eso, cuando me la paso noches pegado contra la pared solo para escuchar su risa?-Confesé-
Mi hermano se alejo, quizás algo asustado. No pensaba que mi obsesión contigo había llegado tan lejos.
-Haces eso?-Pregunto-
-Hace de cuenta que no dije nada.-Susurré volteando dándole la espalda-
-Haces eso, de verdad?-Repitió-
Volteé otra vez. Lo mire. Asentí con mi cabeza.
Estaba tan avergonzado por lo que había salido de mi boca. Confiaba en mi hermano, pero era algo muy privado, y simplemente lo escupí en su cara.
-Gerard, de verdad tenes que conseguir novia o novio. No interesa. Pero estas yendo por mal camino así.
La puerta volvió a abrirse. Gire rápidamente para que no me veas llorando.
-Dejanos solos.-Dijiste-
-Pero...-Dijo mi hermano-
Lo interrumpiste.
-Dejanos solo por favor, Mickey.-Dijiste en un tono bastante seco-
El se retiro en silencio. Quedamos solos.
-Qué ocurre?-Dijiste-
No conteste. No me atrevía a mirarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario