domingo, 24 de noviembre de 2013

The unnamed feeling; Capítulo: #4

Capítulo: #4

-Son leyes universales estúpidas Frank.-Te conteste-
-Pero pensa que a mi, me criaron de esa manera.
-Y desde cuándo seguís tus creencias? Estas dispuesto a seguir sufriendo solo porque así te criaron? A mi también me criaron de la misma manera, y ya ves que mande todo al demonio esa noche que nos besamos.
Ibas a contestarme, pero ahogaste la respuesta.
-Que descanses.-Dijiste caminando hacia tu habitación-
-Maldición...-Dije cerrando la puerta-

Por supuesto que no dormí en toda la maldita noche.
No dejaba de pensar en tus palabras.
Llegue a la conclusión de que sufrías mas que yo. No solo tenias que luchar con tus sentimientos hacia mi, sino hacia los de los demás. Con tu creencias y crianza.
No entiendo como es que te cuesta tanto reconocer que te pasa lo mismo.
Acaso te gustaba provocarme acostándote en mi cama? Mirándome durante lo shows? Cuando eso destrozaba todos mis sistemas?
Abrí los ojos, vi luz.
Si, había pasado toda la noche sentado en el suelo, al pie de la cama. Pensando, llorando, recordando, anhelando, lamentando.
Me puse de pie.
Tambaleé un poco al hacerlo.
Mis piernas estaban entumecidas.
Llegue hasta el baño, y me bañe con agua fría. La necesitaba.
Ya vestido, salí de mi habitación.
Te vi en el pasillo.
No quería ni siquiera verte.
Voltee, rogando que no me hayas visto o escuchado.
-Gerard.-Escuche-
-Maldición..-Susurre-
Voltee.
Te acercaste a mi.
-Quiero disculparme por lo que dije anoche.-Comentaste algo avergonzado-
-Esta bien.-Dije sin darte importancia-
Voltee para irme. Pero tomaste uno de mis brazos.
-Y ahora qué ocurre?-Dije volteando otra vez-
-No quise hacerte sentir mal, podes estar con todas las personas que desees. Eso no incumbe. -Respondiste-
Silencio.
-Tenes razón.-Te respondí.-Porque nosotros no tenemos nada. Cierto? Ningún tipo de relación, salvo una amistad. No debo darte explicaciones de nada.
Vi en tu mirada como mis palabras apuñalaron tu corazón.
-Solo quería decirte eso.-Dijiste volteando para irte-
Iba a detenerte para disculparme. Pero ya lo había arruinado.
Voltee y seguí caminando.
Baje hasta el comedor.
Allí estaba mi hermano. Tomando el desayuno, mientras sostenía una revista en sus manos.
-Hey...-Dije sentándome a su frente-
-Gerard!-Dijo sonriente- Qué tal tu mañana?
Suspire.
-Apesta.-Contesté- Ya he empezado mal el día.
-Ah si? Por qué?
-No interesa. No estoy de humor para hablar.
Vi como te acercabas a nuestra mesa.
Te sentaste junto a Mickey.
Me miraste, mire hacia un costado.
La mesera nos trajo café.
-Y bien? Se puede saber qué pasa que están tan serios?-Dijo mi hermano-
Siempre tenia esa mala costumbre de preguntar en el momento menos indicado.
Nos miramos.
Fuiste el primero en bajar la mirada.
-Nada.-Conteste-No ha pasado nada.

Un mes había pasado.
Apenas nos hablábamos, cada día estábamos mas distanciados.
Seguíamos en New York.
Habías intercambiado tu habitación con Mickey.
Ya no tendría ni podría escucharte reír a través de las paredes.
Un silencio se apoderaba de mi habitación cada noche.
Extrañaba mi pequeña “Función”.
Hubo noches, en las cuales termine sentado en la puerta de tu habitación. Tratando de escucharte. 
Un día Bob, nuestro baterista, me descubrió.
No di explicación alguna.
Mi vergüenza y orgullo fueron pisoteados.
Nunca mas lo hice.

Pero algo inesperado ocurrió.
Había terminado la semana. Viernes.
Serian los últimos días que estaríamos en New York.
Sumamente agotado, me desplome en la cama. Solo quería dormir.
Tocaron la puerta.
-Maldición...-Dije levantándome de mala gana-
Mientras llegaba a la puerta, mire el reloj. Las tres de la mañana.
Mas vale que sea por algo importante que me molesten, sino me encargare de matar a quien sea, por venir a esta hora.
Abrí la puerta.
Me sorprendí.
-Frank..-Susurre-
Me miraste en silencio.
-Paso algo?-Te pregunte-
No contestabas.
-Frank...?-Repetí-
Sonreíste. Pero esa sonrisa fue única.
Te abalanzaste hacia mí. Me besaste con tanta pasión.
Mientras lo hacías cerraste la puerta con uno de tus pies.
Seguiste besándome mientras me empujabas hacia la cama.
No me diste tiempo a nada.
Caímos juntos.
Me soltaste, te mire.
-Acaso estas loco???-Dije sonriendo-
-Me canse. Me canse de negarte Gerard. Estos días que no nos hablamos, pensé que moriría de la tristeza.
Sonreí.
Acariciaste mi cabello.
Estaba feliz. No podía estar más feliz cuando escuche tus palabras.
Silencio.
Tome tu rostro y te bese.
Necesitabas respirar, te solté y seguiste besando mi cuello.
Te acomodaste un poco más sobre mi cuerpo.
Un gemido salió de mis labios cuando desabotonaste mi pijama y desparramaste besos en mi pecho.
Era mi sueño. Estaba soñando? Estabas besándome? Estabas sobre mi cuerpo?
-Estoy soñando? Porque no es justo si es un sueño...-Susurre-
Dejaste de besarme para reír.
-No, estoy acá. Besándote.-Contestaste-
Abrí los ojos, suspire mirando el techo.
Lentamente te aleje de mí.
Giramos.
Te observé, respirabas excitado, con miedo, vergüenza, alegría.
-Estas seguro de esto Frank? No quiero obligarte a nada.-Dije mirándote-
-Solo quiero pasar la noche contigo. Es lo único de que lo que estoy seguro en este momento.-Contestaste sonriendo-
Sonreí y te bese.
Seguí bajando con mis besos.
Sentía como tu cuerpo comenzaba a relajarse.
Te quite la remera fina que llevabas para dormir.
Te mire, sonreías.
Seguí mirándote, mientras bajaba lentamente mi mano hacia tu parte mas intima.
No quería asustarte.
Cerraste los ojos. Te aferraste a mi espalda.
Seguí bajando, hasta que te toque.
Te encorvaste.
-Estas bien?-Susurre-
-No te detengas, por favor.-Suplicaste-
Mis oídos no entendían, ni creían tus susurros.
Seguí tocándote suavemente, mientras mis labios se deleitaban con tu cuello y pecho.
Comenzaste a gemir cada vez más fuerte. Hasta que llegaste finalmente, ahogaste un grito en mi oído.
Me recosté sobre tu cuerpo.
-No puedo creer esto...-Susurre besando tu cuello-
Me abrazaste con ternura.
-Yo tampoco. Simplemente vine decidido a todo.
-Ya veo...-Dije casi riendo-
-Te sorprendí, cierto?-Dijiste-
Sonreí.
-Si que lo has hecho.-Te conteste-
Me aleje y te mire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario