miércoles, 26 de marzo de 2014

Is that... You make me feel so special; Capítulo: #9

Capítulo: #9

{*Narra Gerard*}

Estaba acostado listo para dormir, aunque era imposible. No podía creer que había estado a punto de besar esos hermosos labios. Solo nos encontrábamos a un par de centímetros y lo más extraño fue que Frank también se veía dispuesto y decidido a besarme. Miró mis labios. Para mí, eso quiere decir que los deseaba. Por primera vez pude observar su angelical rostro de tan cerca y eso me dejó encantado. ¿Cómo podía ser alguien tan perfecto? En realidad Frank me gustaba… y mucho, pero vino a mi mente la imagen de Linda con mi padre. Tan enamorados y me sentí mal. Pronto me dormí. 

- Levántate hijo, yo me voy al trabajo – dijo mi padre abriendo las cortinas.
- Nooo… 
- ¡Arriba! – Me destapó – Adiós. 
- Adiós.

Me levanté, me arreglé y luego bajé. Llegué a la cocina a desayunar, cuando entré Frank estaba sentado comiendo.

- Hola – dije tímido. 
- Buenos días – me respondió sonriente.
- ¿Cómo dormiste?
- Muy bien ¿y tú?
- Mm… No dormí mucho, la verdad.
- ¿Por qué?
- No lo sé – respondí perturbado, revoloteado mis ojos.
- ¿Estabas pensativo? – me volteé rápido y lo quedé mirando.
- Puede ser – dije serio, pero él solo sonrió más.
- ¿Te espero? – dijo Frank poniéndose de pie y dejando su posillo en el lavaplatos que estaba a mi lado.
- Eh… si quieres, ve… a mi me queda harto aun.
- Está bien – dijo poniéndose frente a mí – Te espero – hizo una risa burlesca y se fue.

Fue raro. Cualquier chico heterosexual me evitaría con lo que paso ayer con Frank. En cambio él… actuaba normal. O hasta más amigable. ”¿Y si es gay?” pensé. Era lo más relevante, así que quería averiguarlo, pero de manera disimulada. 

- Estoy listo – dije saliendo de la cocina.
- ¿Cómo? ¿ya terminaste? –dijo poniéndose de pie.
- si – abrí la puerta y salí.
-ok – dijo siguiéndome.

Mientras caminaba intentaba lograr entablar una conversación con la cual pudiera responder mis dudas.

- Eh… Frank, ¿tienes novia? – no lo legré. Soy tan estúpido ¿cómo le pregunté eso?
- No – dijo observándome extrañado.
- ah… ¿pero si has tenido? - ¡genial! La rematé con esa.
- Si – dijo entre confuso y chistoso. - ¿y tu?
- también – dije mirando hacia al frente.

Preferí callar el resto del camino y él no puso tema tampoco. Entramos al colegio y cada uno se dirigió a su salón.

{*Narra Frank*}

El día estuvo relativamente normal. Hice mis tareas, presté atención… Bueno, algo. Y los recreos los pasé con algunos compañeros y Gerard, pero me sentía incómodo. Entre nosotros solo había miradas y nerviosismo. Lo pude notar. Al salir de clases me fui solo. Llegué a casa y me fui a duchar. Mientras lo hacía escuché ruido, supuse que era Gerard. Cuando terminé salí del baño, me dirigí a mi cuarto y comencé a tocar guitarra. 
Me gustaba tocar y me las daba de compositor también. Nunca faltaban los momentos de inspiración. Así que fui al balcón y comencé a escribir. Sentí un leve ruido tras de mí. Antes de girarme Gerard ya me estaba hablando.

- Estaba abierto. – dijo apoyándose a mi lado, mirando el atardecer.
- No te he dicho nada – dije sonriendo. – ¿Piensas que me enojaré como tú cuando entré a tu habitación sin avisar? Aunque bueno… si avisé, pero no escuchaste – Gerard sonrió.
- No estaba de buen humor ese día.
- si lo noté. – seguí escribiendo.
- ¿qué haces? – dijo mirándome.
- Eh… nada – dije escondiendo mi cuaderno.
- vamos… dime – se comenzó a acercar a mí.
- Eh… Gerard. Nada, en serio – intentaba esquivarlo 
- Frank. ¿Por qué no me dejas ver? – se lanzó sobre mí. Intentando quitar el cuaderno de mis manos. Pero yo me resistí. No quería que viera mis cursilerías. 
- Gerard ¡Déjame! – dije entre risas, intentando arrancar. 
- ¡No! Hasta que me muestres. 
- ¡Gerard! – Después de este último grito Gerard agarró mis brazos fuertemente, poniéndolos tras de mí. Me quedé quieto, él me miró por unos segundos. Me sentí desvanecer ante su mirada y respiración. Sus ojos me expresaban deseo y no lo puedo negar… Yo también lo deseaba. Vi sus labios por última vez y solo me dejé llevar. Gerard se me acercaba poco a poco, pero en mi cabeza hubo una explosión de pensamientos que no eran agradables. ”Es un hombre, Frank” repetía mi voz interna mil veces dentro de mi cabeza.
Sentí que en cualquier momento el corazón se me saldría por la boca de lo nervioso que estaba. Los milímetros entre Gerard y yo se hacían cada vez más cortos. La maldita imagen de mi madre con Donald se me vino a la mente, abrí los ojos de nuevo. Gerard estaba casi… casi… No puedo, no puedo… No puedo. ¡NO! Repentinamente todo los nervios y fuerza que me quedaban se me fueron directo a mi puño derecho. No veía otra manera. Mi mente estaba al borde del colapso. Quería, pero no podía. Gerard estaba rozando mis labios cuando me vi obligado a estrellar ese puño que desbordaba una fuerza impresionante contra su rostro. Fue tanto el impulso y tan inesperado que Gerard se desequilibró y cayó al suelo…
Me quedé estático. Sin poder creer lo que acaba de hacer. Recordé el tiempo en que le tenía miedo a Gerard y como volvía a apoderarse de mí al ver que en cualquier momento se pondría de pie y me lo devolvería. Gerard levantó su rostro con su mano en la mejilla izquierda. Me invadió un susto que hasta me erizó la piel. Pero me sorprendí al ver la expresión de Gerard. No era de rabia, odio. Era extraña… Su mirada expresaba… Tristeza (?)


No hay comentarios:

Publicar un comentario