miércoles, 26 de marzo de 2014

Is that... You make me feel so special; Capítulo: #18

Capítulo: #18

- Ah… - sonrió – No, disculpa olvidé presentarme. Yo soy Mikey.
- ¿Mikey?... ¿El hermano de Gee?
- Em... Si el hermano de "Gee". - cuando recalcó "Gee" me avergoncé. Pude sentir que mis mejillas se tornaron de color rojizo. Pero solo sonreí nerviosamente - ¿Te ha hablado de mí? – continuó hablando.
- Sí... Algo.
- ¿Algo? 
- No me habla mucho de sus cosas personales. 
- Ah... Si, es más reservado con ese tipo de cosas. - asentí.
- ¿Y cómo entraste? - dije asegurándome de que no hubiese nadie en casa.
- Pues.... Mi papá me pasó llaves en la mañana, le había avisado de antes que quería venir. Quería darle una sorpresa a Gerard y por eso vine. 
- Ah... Que bien. Estará contento de verte - sonrió.
- Y ¿A qué hora llega?
- A las cinco, aproximadamente. 
- Entonces.... ¿Tú qué haces aquí tan temprano? ¿No van en la misma escuela?
- Eh... - Tendría que decirlo - Si - Quedé en silencio, pero él me miró esperando más. - Hice la cimarra. - dije bajando la vista.
- Ah... - él comenzó a reír. 
- Pero no le digas a nadie.
- Está bien... Entonces Gerard llega a las cinco.
- Sí - no quise decirle que Gerard había hecho la cimarra conmigo. Me volteé y fui a la cocina, mientras Mikey se sentaba nuevamente en el sillón. - ¿Almorzaste?
- No, pero no te preocupes. No tengo hambre.
- No.... ¿cómo crees que te voy a dejar mirando? ven a almorzar.
- Bueno, si insistes - dijo acercándose al comedor, yo comencé a reír. - ¿Y cómo se llevan ustedes? - Dijo una vez que estábamos sentados comiendo.
- Bien... A veces.
- ¿A veces? - frunció el ceño.
- Es simpático.... - sonreí - Me gusta estar con él... Mucho - Estaba sonriendo bobamente, recordando los bellos momentos que había pasado con él. Hasta que subí mi vista y vi la expresión de Mikey... Me miraba confundido y recién ahí yo reaccioné y continué hablando. - Em... Pero igual hay veces en que discutimos.
- ah... Típico. Serán como hermanos.
- ¿Ah? - dije mirándolo confundido.
- Seremos hermanastros.... Bueno no es algo seguro, pero mi papá está muy enamorado de Linda - Sonrió ampliamente.
- Supongo... - mí vista se perdió en mi comida.
- ¿Qué pasa?
- Eh... Nada... Es que es raro. No me acostumbro.
- Pero tu madre tiene derecho a ser feliz.
- Yo también - dije en susurro con la vista baja.
- ¿Qué? - dijo sin entender.
- Nada... - callamos ambos por largo rato, después de terminar de comer me puse de pie - Oye ¿Veamos una película mientras esperas a Gerard? - dije para dejar de aburrir a Mikey
- Bueno.

Ambos nos sentamos en el sillón, mientras la película comenzaba. Mikey moría de la risa con cada estupidez que salía, era un chico agradable. Pero yo, en cambio, estaba totalmente distraído pensando en Gerard... ¿En verdad volvería? y ¿si ya no me quiere ver más y simplemente se va? Esto me tenía mal y el mirar el reloj a cada momento no era la mejor opción, ya habían pasado las cinco y aun no daba señales de vida. 

- ¿Mikey? - ambos volteamos al escuchar su voz.
- ¡Gerard! - exclamó Mikey efusivamente. Se dieron un fuete abrazo y reían, yo solo me limitaba a observarlos, se veían tan felices.
- ¿No hay uno para mí? - dije en susurro, refiriéndome al abrazo que Gerard le brindaba a su hermano. Supuse que había sido inaudible, hasta que vi la mirada de Gerard. Me miró serio soltando los brazos de Mikey. 
- ¿Cómo estás? Te extrañé mucho - dijo Mikey sonriente. No se percataba de la incómoda situación. 
- Yo igual te extrañé - volvió a sonreír y besó la frente de Mikey. - ¿Cuándo llegaste?
- En la mañana... 
- ¿y qué hiciste en todo este rato? - lo interrumpió.
- Eh... Pues, conocer a nuestro "hermano" - dijo en tono burlesco. - Es simpático.
- Ah… - Gerard me observó, ambos estábamos serios.
- ¿Salgamos? – se dirigió a Mikey nuevamente.
- Bueno… Si quieres. - Se volteó hacia mí. - ¿vas con nosotros?
- No – dije amablemente.
- Vamos, será divertido. ¿Verdad Gerard?
- No, a Frank le gusta esconderse… En su pieza. – lo miré apenado por lo que dijo. Sus indirectas no eran para nada agradables.
- Ve con tu hermano, Mikey – dije sonriéndole, mientras me ponía de pie.
- Pero si ahora somos como hermanos – aun sonreía, creyendo que el ambiente estaba normal, pero para Gerard y yo, era totalmente incómodo.
- No, Mikey. No somos hermanos. – subí las escaleras y fui a mi habitación

{*Narra Gerard*}

Es verdad. No fui agradable, pero intentaba hacerme el fuerte, aun que creo que solo conseguí verme como un estúpido.
- Que eres malo… Frank me hablaba bien de ti, que eras simpático, que aquí y que allá ¿y tú? – Mikey me miraba molesto, pero yo lo necesitaba de mi lado. Necesitaba que me aconsejara.
- Mikey necesito hablar contigo
- Está bien – dijo de mala gana, saliendo de la casa. - ¿de qué quieres hablar? – preguntó mientras caminábamos sin rumbo alguno.
- ¿Vamos a comer?
- Gerard, préstame atención. Te estoy hablando. 
- Tengo hambre.
- ¡Gerard! – lo miré. – Yo no, almorcé con Frank – esta vez, él dejó de observarme y siguió caminando.
- Mikey, es que necesito hablar contigo. Algo sobre Frank. – Dije tímido. Sabía que podría confiar en Mikey, siempre había sido así, por lo cual estaba dispuesto a contarle nuestro “secreto”.
- Oh… - dijo frenándose. - ¿Qué paso?
- Ven – dije entrando a un restaurante, nos sentamos y después de pedir la orden, comencé a comer, mientras Mikey me observaba atento, solo con un vaso de agua.
- Cuéntame, Gerard – Estaba ansioso por saber. Mikey no era muy paciente.
- Eh… Es que no es muy fácil de contar… - Dejé la comida de lado y me concentré en la conversación con Mikey 
- Vamos, Gerard. Sabes que puedes confiar en mí. Dime ¿Qué paso? ¿Te golpea? ¿Roba tus cosas? ¿Qué pasa?
- No, Mikey. Es peor 
- ¿Qué puede ser peor que te golpeen o roben? – Mikey me hablaba sorprendido
- Eh… - Quedé en silencio un rato.
- ¡Habla! – pegó un grito que me hizo saltar.
- ¡Ay, Mikey!
- Pero es que te quedas callado. – reclamaba como un niño pequeño. - ¿Ves? De nuevo te quedas callado.
- Pero es que es complicado… - Respiré profundamente. Era el momento, tenía que decirlo. – Me gusta Frank. – Mikey abrió los ojos como nunca en mi vida los había visto. Entreabrió la boca para decir algo, pero no le salían palabras.
- ¡¿Qué?! – logró soltar finalmente. 
- Eso… Que me gusta F…
- Ash ¡si escuché! – Yo no pronuncié palabra alguna. Solo lo miraba con una expresión de confusión, miedo y quizás cuantas cosas más. Mis ojos estaban algo cerrados y mis manos tensas. - ¡Gerard, por dios! El que tenga los ojos lindos no quiere decir que tengas que acostarte con él. ¡Contrólate!
- ¡Mikey! No es solo eso… Yo… Yo… Yo lo amo.
- ¿Lo amas? – dijo Mikey bajando la voz. – Gerard, mi papá está locamente enamorado de Linda y ¿tú te preocupas de conquistar al hijo?
- Mikey, ¿crees que lo hago a propósito?
- Pues… No lo se… No creo, pero es algo grave. 
- Si lo sé… Y es precisamente por eso que Frank no quiere decir nada, pero su mamá no lo toma ni en cuenta y el se preocupa por ella.
- Pero quizás no quiere terminar como ella. Dale tiempo, Gerard. Él esta recién empezando esto. ¿O de antes era gay?
- No.
- ¿Ves?... – Mikey me miraba con angustia. - ¿Piensas seguir con esto?
- ¿A qué te refieres?
- Creo que deberías olvidarte de él.
- No puedo, Mikey. Desde que vi sus ojos se me hizo una adicción. Me hipnotizó, me hechiza con cada palabra salida de sus labios. Me deja sin aliento cada vez que me besa, cada caricia me mata de apoco. No se qué hacer, Mikey. – El que expresaba angustia con cada gesto ahora, era yo.


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