miércoles, 26 de marzo de 2014

Is that... You make me feel so special; Capítulo: #13

Capítulo: #13

{*Narra Gerard*} 

- Hijo, despierta – escuché a mi padre entrar a la habitación. Yo no quería despertar. Solo lo veía desde mi posición.
- Mm… No – regañé, aun algo dormido.
- Ya, Gerard arriba – Se acerco a mí cama para destaparme, como siempre lo hacía. Pero recordé que la noche anterior, Frank se vistió… Yo no.
- ¡Oh! ¡Desperté! – dije de un salto, sentándome en la cama, pero aun tapado. Se quedó parado mirándome con cara dudosa, pero luego solo me sonrío.
- Que bien… Y… – habló apuntando a Frank, que aun dormía en su saco de dormir. - ¿Qué hace Frank aquí?
- Eh… Lo invité a quedarse. Es muy simpático – dije sonriendo, fingidamente, papá no se vio convencido, pero tampoco le dio importancia. Así que se fue.
- Está bien – dijo abriendo la puerta – Apúrense, con Linda nos vamos a trabajar. – salió.
Me puse un boxer y me arrodillé al lado de Frank – Frank – dije bajo, mientras lo movía un poco. 
- Mm… - seguía dormido.
- Frank, despierta – Besé suavemente su mejilla. Lentamente abrió sus hermosos ojos. 
- Hola – dijo con una gran sonrisa, estirando su cuerpecito. 
- Hola, pequeño ¿Cómo dormiste? – le acaricié la mejilla.
- Muy bien. ¿Y tú?
- Genial… Pero ahora hay que levantarse – dije poniéndome de pie, mientras Frank hacía lo mismo. – Vino mi papá y te vio aquí – una pequeña carcajada salió de mi parte. Frank solo abrió sus ojos.
- ¿Qué dijo?
- Nada, solo le dije que nos llevamos bien. – Salí de la pieza para ir al baño. Al rato ambos estábamos listos saliendo de casa.

Comenzamos a caminar, mientras ambos estábamos en silencio. Era difícil hacer como que nada había pasado, por lo menos para mí.

- ¡Frank! – Se escuchó tras nosotros. Ambos volteamos. 
- ¡Bob! ¿Qué haces aquí? – dijo Frank, abrazándolo.
- Voy al colegio – Habló di fónico – no aguanto más en casa. Es muy aburrido. Hola Gerard – dijo mirándome.
- Hola – respondí amablemente.

Pronto llegamos al colegio. Bob y Frank hablaban bajo en algunas oportunidades y se escuchaban pequeñas risitas. Pero no me importó, no tengo por qué meterme en sus conversaciones. Fui a mi sala, mientras miraba a Frank en forma de “despedida”. Él se sonrojó y sonrió. Era tan lindo. 

{*Narra Frank*}

Entramos a la clase, algo atrasados, pero no nos dijeron nada. La profesora solo nos miró feo. Bob se sentó junto a mí ”Adiós concentración” me dije a mí mismo al ver que Bob ya comenzaba a hablarme.

- Hey, Frank – dijo bajo, sin mirarme.
- ¿Qué? – Yo hacía como que escuchaba a la maestra.
- ¿Qué paso con Gerard? ¿Le mandaste la carta? – hablaba con la cabeza baja para que así no lo vieran.
- Sí – dije mientras reía por el nerviosismo.
- ¿Y?
- ¿y qué?
- vamos, cuéntame. No seas así… ¿Qué pasó?
- Le di la carta – dije sonriendo.
- ¿Y qué te dijo él?
- Creo que le gustó… Y mucho – mis mejillas tomaron un color rojo, que supe, era notorio.
- ¿mucho? – Bob sonrió, guiñándome un ojo.
- Sí – dije tímido. – Mucho – repetí mientras me mordía el labio y me largaba a reír.
- ¡Silencio, atrás! – La profesora se dirigió molesta hacia nosotros. 
- Perdón – dijimos ambos, simulando tomar atención.
- ¿Te dio algo a cambio? – Dijo coqueto, molestándome - ¿una noche de placer? Jajaja – rió fuertemente.
- ¡Silencio! – repitió la profesora. Yo no dije ninguna palabra y me quedé totalmente serio por el comentario de Bob. Me miró con una expresión rara.
- Frank… - dijo serio esta vez. Sus ojos comenzaron a abrirse ampliamente, al igual que su boca. – Frank… te… Te lo – hacía gestos raros con las manos. Yo me hice el distraído, pero sabía que mi rostro me delataba. - ¡Frank! – dijo con fuerza, pero intentó no hablar fuerte.
- ¡¿Qué?! – dije de la misma manera, volteando a verlo. Bob me miraba esperando una respuesta. – Ash… - dije resignado. Lo miré – Si Bob, estuvimos juntos.
- Hiu – puso cara de asco – No quería detalles – volteó hacia otro lado. Lo mire entre confuso y sorprendido.
- Bob… No te he dado deta…
- Ya. Cállate. Cochino. – dijo divertido. Yo sonreí, me dio risa que fuera así. Después de mirar a otros lados y hacerse el tonto, me miró otra vez. – Ya cuéntame. – Me comencé a reír, era inevitable. Las tonterías de Bob eran muy graciosas.
- Bob, Bob, Bob – dije negando con la cabeza. Como si fuese un problema sin solución.- Le dejé la carta en su pieza, después cuando supe que la había leído fui a su cuarto. Y sucedió… Fue lindo – dije suspirando. Bob rió.
- Que gay eres, Frank – dijo pegándome un leve manotazo en la cabeza. Ambos comenzamos a reír. 
Las clases pasaron y yo no logré concentrarme en ninguna. Cuando al fin Bob me dejaba de hablar, comenzaba a rondar por mi mente Gerard. Sus hermosos ojos, labios… Cada detalle de su cuerpo, cada acción o risa lo hacía más hermoso y deseable a mis ojos. Ansiaba tenerlo cerca, sentirlo y poder besarlo hasta cansarme. Solo quería que terminaran las clases para irme a casa. Y me encantaba la idea de saber que Gerard quería lo mismo. Estaba seguro de eso, era como… Telepatía. Sonó el timbre y pegué un salto en la silla, ordené mis cosas muy rápido, solo quería ver a Gerard. Me despedí de Bob, quien entendió que deseaba estar con Gerard. Solo con Gerard. Fui hasta un árbol que se encontraba frente la puerta del colegio, Vi salir a Gerard con unas niñas. Ellas estaban muy coquetas, tocaban su pelo, lo miraban mordiéndose los labios y él solo me buscaba con su mirada. Yo permanecía tras el árbol riéndome. En un momento Gerard, entre tanto mirar, me encontró. Yo le sonreí y salí de mi “escondite”. Él se despidió de las niñas y se acerco a mí. 

- Tienes admiradoras nuevas – dije divertido.
- Mi corazón está ocupado – dijo sonriendo mirando hacia otro lado. Comenzamos a caminar dirección a casa.
- ¿Si? Que bien… y ¿quién es el afortunado? – dije aun más divertido. Gerard me miró y comenzó a jugar con su lengua dentro de su misma boca, miró hacia todos lados y me empujó entre unos arbustos.
Tomó mi rostro y me besó, hizo un movimiento con sus labios que me dejó con ganas de más y salió de ahí como si nada hubiese pasado. Yo lo seguí aun entre risitas, fijándome en que nadie nos haya visto.
- Camina más rápido – dijo adelantando el paso – quiero llegar luego – se volteó para cerrarme el ojo, yo comencé a reír.
- Espérame. – dije dando pequeños saltitos tras él.

Llegamos luego, no aguantábamos más. Yo solo quería besarlo y sentir el dulce sabor sus labios, poder abrazarlo y estar con él. Entramos a casa rápido. Abrimos la puerta y Gerard se volteó, estrellándome contra la puerta, ambos reíamos, pero pude notar que no estábamos solos. Lo empujé antes de que hiciera cualquier cosa, al notar que Donald y mi mamá nos miraban desde el living. Gerard notó que mi vista se dirigía al living, así que levemente giro su cabeza hacia atrás. Hasta ver a nuestros padres.

- ¿Qué les pasa a ustedes? – dijo mi mamá, mientras nos miraba raro.
- Eh… - Gerard parecía confundido – Estábamos jugando… A pelear – una risa salió de mi parte. No podía creer la estúpida respuesta que había dado Gerard.
- ¿Qué hacen ustedes aquí tan temprano? – interrumpí. No quería que sospecharan algo.
- Pues, es viernes – dijo Donald sonriente – Ambos salimos temprano.
- Ah… - dije desilusionado. No podría estar con Gerard.
- Pero queremos decirles algo – dijo mi mamá poniéndose de pie muy sonriente. Gerard se volteó y nos quedamos mirando con susto. Tenía miedo de lo que mi madre podría contarnos.
- Queremos ir a acampar – Ambos nos miraban con amplias sonrisas en sus rostros. Nosotros estábamos serios y sin decir nada.
- No, que aburrido – dijo Gerard rompiendo el silencio.
- Pero hijo, hace tiempo que no estamos juntos.
- ¿Y ahora seremos la familia feliz? – dije yo mostrando mi rechazo a su idea.
- No sean pesados. Les prometo que se divertirán - dijo mi madre subiendo a su habitación con Donald a su lado.
- Si tu vas yo voy – dijo Gerard, volteándose sonriente. – No puede ser tan malo si tú estás a mi lado. No me dejes solo con ellos – Me miró con sus hermosos ojos que relucían un brillo que los hacía ver perfectos. Le sonreí. 
- Está bien.


No hay comentarios:

Publicar un comentario