miércoles, 26 de marzo de 2014

Is that... You make me feel so special; Capítulo: #21

Capítulo: #21

Me encantaba poder sentir su lengua dentro de mi boca, como buscando un tesoro. Al fin dejé que Gerard tomara el control, cosa que tanto él deseaba. Subió sobre mí y se dirigió a mi oído. 

- ¿Bob se fue? – Dijo, mientras mordía mi oreja.
- Si – Respondí, aunque después de pensarlo… No estaba seguro. Pero tampoco volví a tocar el tema, ya que Gerard se preocupó de dejar mi mente solo con su imagen y no pensar en nada más.

Besó mis labios nuevamente y comenzó a moverse de manera seductora sobre la parte baja de mi cuerpo, de manera que nuestros miembros se rozaban fuertemente. Mis gemidos aparecieron y los de Gerard también.

{*Narrador omnisciente*}

Frank y Gerard proseguían con sus besos y caricias, pensando en que estaban solos, pero no era así. Bob se encontraba en el primer piso, comiéndose las uñas de los nervios. ¿Por qué? Estaba preocupado por Frank, ya que supuestamente le pediría disculpas que, quizás, no fuesen aceptadas por Gerard… Pensaba en que quizás se enojarían de manera grave y hasta podrían estar peleando. Se le venían tantas cosas a la mente que se ponía nervioso. "¿Y si Gerard lo golpea?", "¿Y si lo está golpeando ahora?" "¡Oh no!" Sin aguantar más subió al segundo piso en silencio, pero intentando hacerlo rápido. Cuando pudo subir, apegó su oreja a la puerta de Gerard y escuchó una leve queja, de parte de su amigo Frank, cosa que lo inundó de miedo y rabia, el tan solo saber que Gerard lo estaba golpeando

- ¡No lo golp...! - Abrió la puerta bruscamente, de tal manera que no dio ni tiempo para que Frank y Gerard reaccionaran. Se quedo mudo al ver tal escena. - ¡Oh por dios! - dijo volteándose con sus ojos tapados por sus manos.
Gerard se encontraba sobre Frank, sin polera y con su mano derecha dentro del pantalón del menor. Apenas pudieron sentir el grito de Bob, ambos saltaron del susto.

- Me dijiste que se había ido. – Dijo Gerard, mientras se ponía la polera y acomodaba su cabello
- Eso creí… - dijo en voz baja, también acomodando su ropa. - ¿Qué haces aquí Bob? ¡Pensé que te habías ido! - Dijo Frank nervioso y avergonzado, mientras se acomodaba la ropa.
- Pues ¡no! No me había ido… ¡Oh, quede con un trauma! - Bob salió de la habitación, tambaleándose de un lado a otro con sus manos buscando algo en que apoyarse, simulando estar mareado.
- No lo puedo creer... - dijo Gerard de manera baja.
- Bob, espera - Frank siguió a su amigo, mientras le salían risitas, por la reacción exagerada de su amigo.
- Son unos cochinos – dijo tirándose al suelo del pasillo, aun con sus ojos tapados. – Pensé que estaban peleando.
- Bob, yo sería incapaz de hacerle algo a Frank. – Gerard salió de la habitación, con sus mejillas coloradas.
- Que raro – dijo irónico – porque ahora si le estabas haciendo “algo” – dijo Bob, mientras se ponía de pie. Frank y Gerard se avergonzaron aun más con lo dicho por Bob.
- Me refiero a golpearlo. 
- Esto quedará en sus conciencias… - dijo Bob, mientras los señalaba con el dedo a ambos.
- ¿Alo? – Se escuchó a Donald en el living. - ¿Hay alguien en casa?
- ¡Llegaron! – dijo Frank nervioso. – Bob – Solo le hizo una seña con sus dedos, como cerrando su boca, queriendo decir que no hablara del tema.
- Está bien – asintió – igual, ya me voy, par de inmorales. – Ambos comenzaron a reír.
- Que vergüenza – Gerard refregó su cara con sus manos y bajaron.
- Hola – dijo Linda, sonriente, hasta que vio a Bob.
- Ya me voy – Bob hizo una señal de despedida con su mano, algo tímido. Él sabía que Linda no le tenía mucho cariño. Frank lo acompañó a la salida y se fue.

Gerard odiaba esto de andar escondiéndome todo el tiempo, pero lo hacía por Frank. Sabía que él no estaba preparado para que todos supieran lo suyo y eso lo entristecía. Se sentía… rechazado. 
Pasaron semanas de la misma manera. No discutían el tema, pero Gerard sabía que Frank se daba cuenta que no le gustaba esconderse. Ninguno se atrevía a mencionarlo, porque probablemente podrían terminar peleados y eso definitivamente no era del agrado de ninguno de los dos. 
Estuvieron algo alejados estas semanas. Tenían muchos trabajos y exámenes en la escuela,sobre todo Gerard, no quería reprobar de nuevo, así que prefería no estar mucho tiempo con Frank, aunque se le hiciera difícil. Frank estaba muy raro. Gerard hasta lo desconocía. Estaba muy peleador y conflictivo. No con Gerard precisamente, pero si con Donald y Linda… Siempre terminaba todo en peleas y últimamente Gerard podía escuchar a su padre y a Linda discutir día y noche. “¿Qué se tramaba el enano? pensaba. 

{*Narra Frank*}

Después de clases quise esperar a Gerard, pero recordé que tenía reforzamiento. Lo extrañaba mucho. Últimamente no estábamos nunca juntos, pero lo entiendo… Los estudios están primero.

- Bob – Grité, al verlo cruzar la calle.
- ¿Qué? – dijo volteándose. – ¿Te dejaron plantada? – comenzó a reír
- ¡Ja! – respondí irónico. – Necesito hablar contigo.
- ¿De qué?
- Es que… He estado haciendo algo, pero… No sé si esta bien. – Bob ladeó su cabeza y frunció el ceño. 
- ¿Te sientes bien “haciendo” lo que estás haciendo? – negué con mi cabeza. – Entonces no está bien – sonrió y se fue.
- Pero Bob – tomé su brazo para girarlo. 
- Ash Frank, me quería juntar con Carla. – dijo zafándose de mi brazo.
- Ah… Bueno. – dije triste, metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón y mirando el suelo. Sabía que de esa manera Bob cedería. 
- Eres un egoísta – dijo abrazándome y llevándome casi a la rastra a un parque de ahí cerca. – Ya apúrate, dime qué pasa. – sonreí.
- Pues… Digamos que… - Movía las manos intentando expresarme, pero no sabía como decir lo que estaba haciendo. Confuso, ¿verdad? Para mí también lo era. Bob me miraba intentado alentarme para hablar rápido.
- Suéltalo, Frank.
- Es que… en verdad quiero estar con Gerard, pero… creo que no estoy luchando de la mejor manera. – Bob estaba realmente confundido. Pude notarlo e intenté ser más explícito. – Estoy haciendo que mi mamá y Donald se… - Hice los gestos con mis manos, queriendo mostrar, que los quería… Separar.
- Oh, por dios, ¡Frank! – dijo sorprendido.
- ¿Está mal?
- Claro que sí… Tienes que preocuparte de que TÚ relación con Gerard sea posible. No esmerarte en que otra relación deje de existir.
- Pero es que no veo otra manera. – dije angustiado.
- ¿En serio? - Ash, odiaba cuando Bob tenía razón y me la restregaba en mi cara. - No vez otra manera, porque no quieres. – Resalto esta última frase, alzando su voz - Ten cuidado.
- ¿Ah? – lo miré confundido.
- Puede que las cosas te salgan al revés de cómo lo esperas.
- ¿A qué te refieres?
- Eso… que a veces las cosas salen al revés o peor de lo planeado… Está bien, me tengo que ir. Adiós Frank. – Me sonrió, besó mi frente y se fue.

Me quedé inmóvil, pensando en lo que Bob me había dicho. ¿Qué quiso decir con “puede que las cosas te salgan al revés”?... Lo que si me quedo claro, es que tengo que luchar por estar con Gerard, pero de manera justa. Tengo que enfrentar que me gusta un hombre, y que es hijo del novio de mi madre. Recordé a mi padre… 
En qué pensaría él de mi situación. Obviamente él querría que yo fuese valiente y fuerte. ”Nadie podrá pararme ahora” me dije a mi mismo. Y era cierto, ahora lucharé por estar con Gerard, cueste lo que cueste.

Me paseé un rato por las calles de la ciudad, hasta que oscureció. Fui a casa y antes de entrar vi el auto de mi madre. Me recorrió una fuerza interior cargada de nervios. El saber que estaba dispuesto a enfrentar todo, me asustaba un poco, pero al recordar a Gerard y saber que nunca me dejaría solo y me protegería, me relajé.


No hay comentarios:

Publicar un comentario