lunes, 19 de marzo de 2012

Frankie karma; Capítulo: #5

Capítulo: #5

No se, allí estaba yo, actuando de la forma más patética en que un hombre de 20 años puede actuar, ¡llorando a causa de un simple beso!. Desde chico fui muy adulto, siempre tan frío y distante con mis sentimientos, todo empeoró desde la muerte de mis padres, en mi antigua casa, hace dos años, mi hermano menor es una persona muy despistada,¿trastornada?, no quiero emitir juicios, y menos contra él. 

Ese día fue el más bizarro de mi existencia, salí feliz a mi primera clase en la facultad de artes, no duré media hora en el salón, cuando recibí la llamada de Mikey, mi hermano, recuerdo vividamente la angustia en su voz, su atropellada descripción de los hechos, sus largas pausas causadas por el llanto y el dolor en su piel, el había abierto la llave de gas en el horno, alistando unas galletas pre-horneadas, las dejó sobre la mesada, y se puso a preparar gelatina, su novia lo llamó en ese momento, él salió dejando todo desordenado, y la llave del gas abierta.

Ella rompió por décima vez con él, y él, por décima vez entró en la casa rabiando, tomó sus cigarrillos y su cajita de fósforos del escondite en su habitación, saliendo hasta el jardín frente a la casa, encendió el fósforo, encendió el cigarrillo, y como acto reflejo –según el- tiró el cerillo encendido dentro de la casa por la ventana.

Sufrió quemaduras leves en su espalda, mis padres murieron incinerados en el acto.

Hasta el presente, Mikey se culpa por sus muertes, hasta el presente yo pienso que lo hizo con intención, pero es mi hermano, no puedo odiarlo, y a pesar que siempre lo he defendido ante el mundo, alegando su despiste natural, muy dentro se que algo andaba mal entre ellos, desde hace mucho tiempo, y Mikey simplemente eliminó el problema.

Pasamos un mes juntos, mientras el se recuperaba de las quemaduras, pero nuestra relación no volvió a ser igual, el día que me mudé a este apartamento, fue el mismo día que desperté en casa de mis tíos, y Mikey no estaba allí, tampoco sus pertenencias, solo una nota en la puerta de mi habitación.

“Me los recuerdas cada maldito día”


Frank golpeó suavemente la puerta del baño

- ¿Estás llorando? –

No le iba a confesar que sus juegos mentales estaban resultando, no se que pretende Frank conmigo, pero sea lo que sea, no lo dejaré ganar

- No, estoy lleno de flema, me pasa a veces, se me acumula en la frente, es desagradable –

- ¿Me dejas entrar? –

- ¿Para qué?, te digo que estoy bien –

- No es por ti, es que tengo ganas de orinar –

- Ve al lavadero, está detrás de la cocinita –

- ¡No seas puerco!, Ábreme –

Lavé mi rostro, sacando montones de papel higiénico, regándolo por todo el baño para generar la escena necesaria, abrí la puerta y Frank entró corriendo, se paró frente al sanitario, girando medio cuerpo hacía mi

- Voltéate, no puedo ir si me están mirando –

Salí del baño, no encontraba gracia alguna en quedarme allí mientras él orinaba, arrojé a la basura la caja vacía y el tenedor, sentándome en el suelo, recostando mi espalda en la parte baja de mi cama, Frank salió del baño, sentándose frente a mi con la piernas cruzadas, y de nuevo, su molesta mirada fija en mí

- ¿No que tenías mucho sueño? Se te pasó instantáneamente el efecto de la droga tan pronto te traje la torta, ¿el sueño también? –

- Gerard, es malo dormir con el estomago lleno –

Esquivé la mirada, Frank me estaba hartando, de verdad, tenía ganas de arrojarlo por la ventana de mi habitación

- Te puedo preguntar algo –

Me encogí de hombros demostrando desinterés, el lo tomó como un “si”

- ¿Cómo te imaginas tu muerte? –

- Lo más romántica posible, asesinando con mis propias manos a quien ame, y luego suicidándome –

- Eres tan predecible, supe que responderías algo así, pero... –

Retiró por fin su mirada de mi rostro, mirando al suelo mientras movía su cabeza

- Te contradices, primero me dices que el amor no existe, pero quieres matar a quien amas –

- Que el amor no exista no significa que no puedas amar –

- Es ilógico Gerard –

Levanté mis codos apoyándolos sobre la cama, impulsándome sobre esta, sentado allí, lo veía desde arriba, sus ojos se elevaron hasta mí, luciendo más redondos y cristalinos que nunca, aunque me fastidie... ¡arrrr! Es demasiado hermoso para mi propio bien

- ¿Me hablas tu de lógica? Eres el ser más ilógico que he conocido, ¿qué fue todo eso del beso? –

Hablé un tanto enojado

- Te estaba probando mi argumento, fue solo eso –

- Tu eres joven, pero no idiota Frank, sabes que desde el primer segundo que te vi en ese parque sentí deseos de meterte en mi cama, sabes perfectamente que te deseo, y no fue justo... ese beso, no lo fue –

Mi enojo se transformó en un extraño reclamo casi gimoteado, me odié por eso

- ¿Esa fue la razón de tu llanto? –

- ¡Que no lloraba, es la sinusitis que se me alborotó –

- No mientas, tu no sufres de enfermedades respiratorias –

- Qué sabes tu –

Frank se levantó, parándose frente a mí, era ahora él quién me veía reducido, con mis ojos elevados hacía él, tan peligrosamente cerca

- Yo se todo sobre ti –

Se aproximó un poco más, inclinándose sobre mi, empujándome sobre la cama, arqueando sus piernas sobre mi abdomen, doblando su cuerpo hasta tomar mi rostro entre sus manos, mirándome fijamente a los ojos, hablando tan cerca de mi, que lo único que podía sentir era su aliento sobre mi piel

- No crees en el amor porque nunca has amado... Nunca has amado porque nadie te a amado jamás –

Intentaba contener en mis ojos las malditas lagrimas que tanto odio, pero me fue imposible, tener a Frank sobre mi, era demasiado para que mis sentidos se controlaran, deslicé mis manos pos sus piernas, alcanzando su cadera, rozando apenas la tela de su jean, él cerró los ojos, fregando su nariz contra mi rostro, llegando hasta mi cuello, donde separó sus labios, para morder suavemente mi piel, mi cuerpo tembló sin control, mis manos se aferraron con fuerza en sus nalgas, busqué sus labios con los míos, pero Frank me los negó, acomodando su mano sobre mi boca, sonrió levantándose de la cama, me quedé allí tendido, respirando agitadamente, con el corazón latiendo velozmente, sin nada más, el abrió la puerta de salida

- No es que no creas en el amor, simplemente le temes –

Y se fue.


*
*
*

”Fingir estar drogado funcionó, Gerard me llevó a su casa, se que lo habría hecho de cualquier forma, pero si pensaba que estaba drogado no habría insistido en que tuviésemos relaciones, el plan fue más para mí bien que para el suyo, en este punto siento que no podré resistir una más de sus insinuaciones, tengo la plena seguridad que me desnudaré antes que terminé de pedirlo, ¡Dios, lo amo y lo deseo tanto!, pero hoy por fin pude probar sus labios, debí besarlo más profundamente, pero sé que de hacerlo no habría salido virgen de su casa.

Hacerlo salir de su hogar fue fácil, más fácil de lo que creí, se que hice mal en revisar sus cosas, esa no era la intención, pero mi curiosidad me superó, al menos estoy contento de haber dejado en su gaveta inferior esa nota que se, el apreciará.

Ahora lo único que debo hacer es luchar contra mis instintos, no caer en la tentación de refugiarme en sus brazos, de beber el néctar de sus labios, negarme con todas las fuerzas en mi a caer desnudo en su cama, bajo su cuerpo...
Entre más lo conozco, más lo amo, entre más lo amo, más temor siento de estar sin él.
Esta noche, debo distraer su atención de mis acciones, ya debe saber que me gusta, me dejé llevar al morder así su cuello, pero no pude resistir la tibieza de su piel.
Gerard debe pensar que en verdad no me interesa, es él quien debe dar el primer paso conmigo, pero no en el plano sexual como ya lo hizo, si no en el plano sentimental, Creo que es hora de provocarle celos...
Voy a llamar a Jamia. ”


*
*
*

Pasé toda la noche en blanco, ni la luz de la madrugada me hizo dormir como es usual, no quería pintar, no quería escribir, tenia demasiadas cosas en mi mente... no demasiadas, solo a Frank, sus palabras, sus actos, su labios.

Tomé una ducha rápida, salí de mi hogar en la mañana, es extraño, desde hace más de un año no veía mi ciudad a esta hora, todas las personas dirigiéndose a sus trabajos, los estudiantes a la escuela, cada lugar despertando para recibir el nuevo día, los pájaros cantaban bellamente, el aroma de las calles era atrapante, la gente me saludaba cordialmente, les devolvía el saludo con una amplia sonrisa, Nunca, pero nunca había visto mi ciudad tan hermosa...

Nunca me había sentido tan vivo...

¡Maldito Frank, me convertiste en el protagonista de una película romántica!

Intenté alejarlo de mi mente “amor” ¡Que iluso es!, pero bueno, es la edad, el es un chico que aun ha de creer en cuentos de hadas, el amor es una palabra para agrupar la atracción sexual y la necesidad, una palabra que suena mejor que “posesión” y “miedo a la soledad”, no existen los sentimientos, solo los sentidos, y lo primordial es satisfacer cada uno de ellos.

Desayuné en una agradable cafetería frente a una escuela de arte, he estado allí un par de veces, exponiendo mis obras, pero eso era antes, cuando mis padres vivían y mis pinturas tenían sentido, suspiraba y sonreía, después me odiaba por suspirar y sonreír, y odiaba aun más que este acto fuera provocado por pensar en él.

Un montón de papeles enrollados cayeron sobre mi espalda y la mesa, volteé algo molesto, pero me alegré al ver quién los arrojaba, me levanté con mi café y mi panecillo, sentándome en la mesa con ella, la saludé besando su mejilla, ella acarició mi brazo

- ¡Gerard Way! ¿Que te trae a esta escuela de seudo profesores que mutilan las intenciones artísticas de los adolescentes? –

- ¡Dios, no puedes ser tan cínica!, la verdad solo vine a desayunar acá –

- ¿Cómo va tu vida? Hace más de un año que hablamos ¿no? –

- Igual que en esos días, la verdad, no cambia mucho... más ebrio y degenerado que antes, ¿Y tu, aun sigues calentando a tus alumnos con esos atuendos escolares? –

Me miró cómplice, antes de echarse a reír, ella siempre tiene una bella sonrisa en sus labios, pero sus carcajadas son aun más bellas

- Lyn-z, ¿alguna vez has estado enamorada? –

Me miró extrañada, ella me conoce desde tiempo, debe pensar que le juego una broma

- No entiendo, como me preguntas si he sentido algo que proclamas no existir –

- Bueno, ¿alguna vez has sentido eso que la gente llama “amor”?-


- La verdad, no, pero he llegado a sugestionarme con alguien, eso fue muy parecido –

- ¿Que sentías? –

- Gerard, tu estás... – Meneó sus cabeza como alejando un pensamiento de su mente – ¿Estás enamorándote de alguien? –

- No, es solo, este chico que conocí, me está enloqueciendo –

- ¿Es muy bueno en la cama? –

- No se, ja ja ja el no ha querido tener sexo conmigo –

Su rostro se iluminó como si hubiese descubierto el significado de la vida

- Ah!, comprendo –

Me miró de forma condescendiente

- Te estas muriendo de ganas, no te preocupes, no creo que sea amor, tan pronto le rompas el culo, se te van a quitar esos pensamientos –

Reímos juntos, pero se en el fondo que no es así, ya no es solo sexo, no es solamente su cuerpo del que quiero adueñarme, yo quiero sus miradas para mi, sus pensamientos, su alma, su vida entera para mi, solamente mío.

Acompañé a Lyn-z todo el día en la escuela, yendo de clase en clase con ella, me sentaba adelante en una esquina, donde pudiese apreciar la reacción de sus alumnos cuando ella se sentaba sobre el escritorio, dejando descubiertas sus hermosas piernas, hablaba con tal seguridad y propiedad de los temas, dejando que las palabras se deslizaran por sus labios sensuales, mirando a su audiencia como si les pertenecieran, esa mujer es alucinante, tanto que yo al igual que sus pubertos alumnos, tenía que cruzar mis piernas para disimular un poco el bulto creciente en el pantalón.

Salimos en la noche, directo al mismo bar en que estuve anoche, entré con ella aferrados de la mano, relajado porque al menos por unas horas había olvidado a Frank, caminé saludando a todo el mundo, tan feliz y silvestre, me acerqué a la barra con ella, ordenamos... todo tan normal, hasta que miré hacía le entrada del bar.

¡Allí estaba ese tormento!, Frank tomado de la mano de una chica de la misma edad que él, hablándose al oído, como si fueran un par de noviecitos ridículos, dando un terrible show de estúpida meloseria, como si a la gente le gustara ver tanta porquería junta.
No deberían dejar entrar menores a este lugar, uno de estos días voy a denunciarlo a las autoridades...
O.k, ese que pensó todo aquello, ¡no soy yo!, Dios no me puede molestar tanto.

Tomé fuertemente la mano de Lyn-z, y me acerqué a ellos de la forma más natural posible, saludándolo como si fuera cualquier persona, diferente a quien me está haciendo arder el alma de celos

- ¡Hola Frank! – Levanté mi mano en el aire, la verdad quería romper su hermosa cara, pero mi sensatez es más fuerte que mis impulsos, gracias al cielo – Por que no se sientan con nosotros, ya nos dan mesa –

Rogué porque no aceptara, pero como es un idiota altamente fastidioso aceptó, inclusive con esa expresión de no querer. Le molestó verme acompañado... ó ¿estaré juzgando por mi condición?

- Ella es Jamia, mi “Novia” –

“Novia”, así con todo el énfasis necesario para la ocasión

- Ella es Lyn-z, una vieja amiga -


Miradas asesinas que se cruzaban en esa mesa, de parte de Frank para Lyn-z y para mí, de mi parte para Frank y Jamia, ellas dos se limitaron a hablar, inocentes del duelo en que estaban metidas sin querer.

Frank acarició el rostro de su novia, besándola repetidamente en la mejilla, de una forma tierna, simple, cada beso dado terminaba con una mirada fugaz a mis ojos, yo no soy de juegos, pero él me provocó, y no suelo huirle a los retos.

Tomé entre mis manos fuertemente el rostro de Lyn-z, aferrando con furia sus labios entre los míos, violentando mi lengua dentro, mordiendo su boca, asfixiándola con un beso que finalizó con mis ojos sobre Frank.

Él sonrió, asintiendo con su cabeza, como queriéndome informar que esta competencia había empezado, rodeó entre sus brazos a Jamia, deslizando tímidamente su mano por la espalda de la chica, levantando un poco su ropa, metiendo la mano dentro, besándola con extrema y exagerada pasión, parecía un mal actor de una película porno, separó sus labios de ella, relamiendo la saliva que quedaba en ellos.

Yo me acerqué al oído de Lyn-z invitándola a acompañarme al baño, así lo hizo y para mi fortuna, Frank nos seguía con Jamia, entramos los cuatro, asegurando la puerta tras nosotros, la novia de Frankie, tenía una expresión invaluable en su rostro, le brotaba virginidad por cada poro, se quedó estática mirando a Frank asustada, y él, lo único que hizo fue acorralar a la pobre chica contra la pared, pegando su cuerpo a el de ella, besándola casi a la fuerza.

Yo levanté a Lyn-z, sentándola sobre el lavamanos, desabroche la parte delantera de su top con violencia, dejando sus perfectos senos descubiertos, hundí mi rostro entre ellos, mientras ella rodeaba mi cuerpo con sus piernas, empujando mi pantalón hasta mis tobillos con sus pies, dejé de besar sus senos, y la atraje un poco hacía adelante, para retirarle la ropa interior.

Jamia a esta altura ya había empujado a Frank tres veces, el pobre insistía, pero no le quedó más que besarla tierna y dulcemente, o debería decir, aburrida y patéticamente, todo aquello sin despegar sus preciosos ojos de mi rostro
Me acomodé el condón, separé las piernas de Lyn-z, penetrándola lentamente, pero ella aumento el ritmo, con sus piernas enrolladas en mí, moviéndome a su antojo.

Yo solo veía a Frank por el espejo, el comenzó a mirarme también, separándose de su noviecita, no se si fue una ilusión, tal vez ya estoy desvariando, pero puedo jurar que vi sus ojos llenarse de lágrimas antes de salir con Jamia de ese lugar.

Sin distracciones, me concentré en Lyn-z, antes de venirme saqué mi miembro de su intimidad, retirándome el látex y dejé que el semen se escurriera sobre su abdomen, es una manía, me gusta saber que se quedan con algo mío en la piel.

Nos arreglamos la ropa en silencio, antes de salir del baño ella me tomo del brazo

- Ese chico, es virgen... y está enamorado de ti, ¿es el de quien me hablaste en la mañana? –

Apreté mis labios, mirándola con desesperación

Te cuidado Gerard, lo que hicieron no estuvo bien, uno no tiene sexo con un ser humano pensando en otro, ustedes dos van a salir muy lastimados de esto -.


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